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Importancia de la contención afectiva en la recuperación nutricional


  1. Introducción
  2. Sistematización del caso
  3. Conclusión

Introducción

El caso refiere a una niña de 10 meses S; derivada de un Centro Asistencial por desnutrición, su diagnostico manifestaba " sub nutrición crónica, anemia clínica y signos de palidez marcada, no evidencia emociones" nació con 1300 grms estuvo internada hasta lograr los 2000grms. Concurrió al control con su madre LN, que a poco tiempo se desentiende de su responsabilidad y S, es rescatada por su padre MA, quien inicia una lucha sin cuartel para lograr la tenencia a pesar de ser un ex convicto. En menos de un año recupera a S; física y emocionalmente en base la contención afectiva y la intercomunicación lograda con el equipo técnico del Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales. Desde que emprendieron sus vidas juntos debieron sortear tremendos prejuicios sociales.

Objetivo: Describir como la motivación afectiva es un elemento clave en la recuperación nutricional infantil, a pesar de la vulnerabilidad socioeconómica.

Metodologia: se estudio la evolución en la Historia Clínica durante 8 años

Resultados: A pesar de las diferentes lecturas del caso se logró unificar criterios de abordaje, con resultados satisfactorios que coadyuvaron en la pronta respuesta al tratamiento y un seguimiento orientativo hasta la adolescencia de la paciente.

Palabras claves: desnutrición-afecto-prejuicio-recuperación

Sistematización del caso

S, ingresa para su tratamiento al Programa de Recuperación Nutricional del Centro Nacional de Investigaciones Nutricionales, derivada de un Centro de Salud contextualizado en una zona de extrema pobreza, es acompañada por su madre LN, su Historia Clínica manifiesta "estado de subnutrición crónica, palidez marcada, anemia." Su nacimiento fue prematuro con 1300 grms, por lo que permaneció internada en el Hospital de Niños hasta alcanzar los 2000 grms y retirarse con alta médica.

Las primeras entrevistas con la madre hacían visualizar una actitud de indiferencia, por su falta de respuesta al tratamiento, ante ello, la médica pediatra deriva el caso al Servicio Social para su intervención.

A partir de allí, la Trabajadora Social y la Educadora para la Salud concurren al domicilio para realizar una entrevista con la madre de la menor. La vivienda se encontraba ubicada en la cima de un cerro debajo de un tanque de agua, era extremadamente precaria construida de material de descarte (cartones), sus condiciones eran de pobreza crónica que ponían de manifiesto una situación de "alto riesgo social"

Allí S, residía con su madre LN; de 29 años, quien denotaba una marcada delgadez, de condición educativa analfabeta y desocupada, subsistía de la mendicidad de sus hijos: S de 11 años; VH de 7 años; N de 4; S.A y GA eran las más pequeñas, ambas desnutridas graves, tanto S, como GA llevaban el apellido materno, el esposo de LN y padre de los medio hermanos de S.A. estaba preso por robo.

Los niños no concurrían a la escuela porque según su madre " perdían el tiempo", era la clásica mamá que espera en una esquina que sus hijos regresen con el producto de la mendicidad para subsistir. Los niños vivían esto como normal, sentían gran afecto por su mamá, estaban insertos en la subcultura de la calle.

Durante la primera entrevista la Sra LN, se mostraba esquiva, molesta ante las preguntas, manifestaba que no tenia interés en continuar el tratamiento de S, tal es así que en una demostración de su intención de cortar la relación con la institución, informa a las integrantes del equipo técnico que S, era hija de una ocasional relación que tuvo con el compañero de celda de su esposo, cuando éste por mala conducta se encontraba castigado y no recibía visitas.

El padre de S, MA había recuperado recientemente su libertad y continuaba viéndose con la madre, por lo que tenia conocimiento del tratamiento que se encontraba realizando su hija, entonces decide hacerse cargo de ella y comienza a concurrir a los controles con S, desde entonces S, manifiesta progreso de peso con buen pronostico para continuar en un Centro de Salud.

Ante ello, la pediatra para asegurarse que S, seguirá el tratamiento encomienda al equipo social seguir el caso. Desde el Servicio Social se realizan entrevistas domiciliarias con el padre quien en ese entonces tenía 36 años, su aspecto físico era: de tez trigueña, baja estatura, su rostro tenía cicatrices, sus brazos estaban tatuados, mostraban los golpes del pasado y también del presente, su aspecto era similar a la de un boxeador, Siempre evitaba mirar a los ojos de su interlocutor y fijaba su vista en el piso, su tono de voz era de disgusto, nunca sonreía, tenía adicción al alcohol en especial los fines de semana, su oficio era albañil independiente y pocas veces trabajaba.

La habitación que ocupaban era de bloque de 1,50 x 1,50 solo cabía un catre sobre el piso de tierra, se encontraba en el fondo de la casa principal de los abuelos de S, en una zona residencial.

En Enfermería, que por sus funciones debía tomar medidas antropométricas, se creaba un clima de confianza que permitía indagar mas sobre el caso, Desde Servicio Social se investigaba el entorno externo, por lo cual se conocía que el Sr M.A; tenía antecedentes de violencia, había sido protagonista de motines en la penitenciaria local y que no le agradaban los controles institucionales

El criterio a seguir en el tratamiento era valorizarlo por el progreso que iba teniendo su hija. Durante las entrevistas el Sr. MA, manifiesta que estaba realizando los tramites de tenencia y que debía concluir con su tratamiento de ETS, finalizado éste conseguiría la misma. Para el equipo técnico era una posibilidad casi remota y milagrosa, por el medio en que vivía, pero en el transcurso de las gestiones, mostraba preocupación e insistencia por el cuidado de su hija, y se ofuscaba demasiado cuando sabía que estaba descendiendo de peso o tenía alguna enfermedad transitoria, como resfrío u otra.

Así también, acató el seguimiento social impuesto por el Ministerio Pupilar y logra al poco tiempo que S, quede bajo su responsabilidad. A partir de allí concurre a los controles en forma mensual. Cabe recordar que de los 14 primeros controles (enero/90 a mayo/91), 8 registraron aumento de peso, 4 con diagnóstico de "estructura sana" y los restantes estacionarios, no se observa descenso de peso S, tenía 2 años, comienza a manifestar signos de maduración social, como la sonrisa, responde a estímulos, es aquí que a pesar del contexto dónde transcurría su vida, había comenzado a recuperarse en base al cariño y el cuidado de su padre, quien lo logra a pesar de su historia familiar, con una realidad compleja, sus antecedentes delictivos lo marcaban como la "oveja negra de la familia", tenía códigos de lenguaje propios de la subcultura de la delincuencia, su perfil personal, social y cultural era susceptible de prejuicios y discriminación, en el marco de una sociedad contradictoria, que condena la discriminación pero que no puede desprenderse de ella en situaciones concretas.

M.A. siempre le hablaba a su hija con cariño, pero de una manera que al que lo estuviera viendo parecería tosca, se comunicaban con silbidos, miradas y gestos. Otra característica del caso era que el papá de S, era fuertemente rechazado por los vecinos, les molestaba que llevara a sus amigos al barrio, éstos se caracterizaban por ser personas "marginales", que a menudo utilizaban carros tirados por caballos para trasladarse, esto era un trastorno para el barrio, por sus características residenciales.

S.A. conocía a todos los amigos del padre por sus apodos, en este círculo de tanto riesgo era una nena respetada, en varias ocasiones pernoctaba en la comisaría cuando su padre era encontrado en estado de ebriedad frente a la penitenciaria local para ver de lejos a su madre y seguirla, cuando ésta iba a visitar a su esposo. El personal de la policía lo encontraba tirado en el piso con su hija y la mamadera en mano, así S, fue conociendo a su madre a la "distancia".

Desde el Centro de Nutrición el equipo Técnico vivía con preocupación la situación, por lo que lo abordaban desde todos los Servicios, Enfermería, Servicio Social, Clínica y Psicología, se acordó un mismo mensaje respecto entre otras cosas, sobre la necesidad que S; concurriera a una guardería para su socialización y que estas acciones serian favorables para sus antecedentes en la Defensoría.

Su padre solía decir con frecuencia que "si le sacaban a su hija era capaz de hacer cualquier cosa y no le importaba nada", sin duda era una frase que abarcaba un abanico de posibilidades y cada una de ellas totalmente posible, como diciendo "cuidado con lo que hacen".

El vínculo establecido entre el padre y la menor, se había fortalecido tanto que se creo una simbiosis afectiva, S; no se separaba de su padre; a medida que iba creciendo, si bien mejoraba su estado físico y emocional, el ambiente que frecuentaba transcurría entre la cancha o pernoctar en algún baldío, por esta razón el entorno se constituía en un factor de alto riesgo.

El abordaje interdisciplinario se convirtió en una necesidad permanente, el grupo de profesionales que trataban el caso, compartía diferentes lecturas del mismo, el cual poseía particularidades propias, desde las características de la enfermedad hasta el resultado del tratamiento y las relaciones familiares.

Se continúa con la estrategia de establecer códigos comunes en el mensaje transmitido a su único referente; su padre. Se vio la necesidad de contrarrestar el efecto del prejuicio social en él, que por otra parte era legitimado por las actitudes que percibía desde las instituciones hacia su persona, (siempre el último en ser atendido, la presencia del temor de cómo ser atendido y reaccionar en consecuencia). Se puso en práctica una estrategia de comunicación que generara contención, comprensión y se buscaba la manera de elevar su autoestima a través de los logros de su hija, dando estímulo a su recuperación, permitiendo la visualización por su parte de las posibilidades que poseía y como influían satisfactoriamente en la recuperación de la menor, en muchas oportunidades se lo comparaba con otros pacientes que tenían a sus padres y mejores condiciones pero no recuperaban en el tiempo como lo había logrado él.

La etapa de convencimiento para el ingreso a la guardería llevó tiempo, ya que primaba el sentimiento de pérdida del único afecto que poseía, luego de una ardua tarea de convencimiento dio su autorización, y se realizaron las gestiones correspondientes en la Defensoría, quien emite el oficio para la internación de media jornada en una Sala para bebés dependiente del estado, desde Servicio Social se lo acompaña, porque se presumía un arrepentimiento o una recomendación por parte de él hacia el personal de la guardería acerca de cómo cuidar a su hija.

El equipo de trabajo seguía el caso con preocupación, porque el Sr. MA no era una persona dispuesta a aceptar normas, su vida no se regía por los horarios y esto traería en poco tiempo inconvenientes.

Como estaba previsto las autoridades de la Institución presentaban continuas quejas sobre las conductas del padre, las misma se relacionaban con el incumplimiento de las normas, entre las cuales se mencionaba, la llegada tarde para retirarla, la insistencia de visitar a su hija fuera del horario permitido, hasta el transporte que utilizaba, un carro tirado por un caballo, si él pasaba por el lugar a cualquier hora quería entrar a la guardería y esto era "transgredir".

Ante esta realidad se propone una internación completa de lunes a viernes. La con el compromiso de que personal de la misma traería a S, a los controles nutricionales. La Historia Clínica de la menor muestra, que durante el tiempo que estuvo internada S.A, a pesar que la enfermera de Sala la traía a los controles, se manifestaba triste, inactiva y su peso era estacionario, situación era conocida por el padre, ya que tenía toda la evolución del tratamiento, reclamaba molesto y exclamaba "para eso la llevan a la chica".

Todo ello, provocó un deterioro en la relación entre él y las autoridades del Hogar tornándose insostenibles. S.A egresa y vuelve a vivir con su padre, los dos llevaban su vida más en la "calle" y el riesgo era una constante.

A partir de entonces desde Julio/91 a diciembre/92, del total de 16 controles, sólo se registraron dos descensos de peso, los restantes manifiestan "buen estado físico", "sano" y "estacionario". Lo que indicaba que dentro del sistema de vida que ambos llevaban era positivo el afecto que los unía. S; padecía de estrabismo, sin embargo llevaba con ella unos antojos color azul, que fue como una suerte de "gusto" que le dio su padre, ella tenia la costumbre de llevar las muñecas que le regalaban debajo del brazo

A los 4 años, seguía frecuentando las canchas de fútbol, dada la necesidad de una socialización diferente se intentó de nuevo plantear que concurra a otra guardería de media jornada, para lo cual se hizo necesario realizar un nuevo trabajo de convencimiento a su padre.

Para su ingreso se debía presentar un informe social que constara la historia del caso, luego de superar la entrevista con la Directora, la niña es aceptada, se reiteran los mismos reclamos; la falta de respeto hacia las normas institucionales era recurrente, pareciera ser que emergía como un "prejuicio social", el medio de movilidad utilizado por el padre para transportar a la menor a la guardería, ya que era una molestia marcada. La guardería y su estructura institucional mantenían las características de décadas atrás, eran normas rígidas taxativas, imperativas. El padre de S, seguía fiel a su pautas sin respetar las normas, pero que alguien con estos antecedentes y características quiera controlar un sistema tan rígido, era inaceptable.

Ante la falta de comprensión de las partes, S; vuelve a abandonar la guardería. El equipo técnico del CNIN analizaba periódicamente el caso, visualizaba la existencia de un fuerte prejuicio social hacia el padre, se le exigía el cumplimiento de las normas, lo que contrarrestaba con su historia personal, para las instituciones, S, era un caso más, para el equipo del CNIN era un caso singular por sus particularidades.

Aunque es escaso lo que se pudo hacer respecto a su alcoholismo, se logró que esporádicamente trabajara, como un incentivo y un motivo para que su hija siguiera a su lado, ya que siempre existió el temor por la acción que pudieran asumir las otras instituciones, es decir que tramitan su separación ya que era lo que consideraban lo más conveniente, ante ello, siempre manifestaba que "era capaz de hacer cualquier cosa si se la quitaban a su hija".

En una oportunidad MA, manifiesta que estaba realizando los trámites para el cambio del apellido en el documento para sellar definitivamente su identidad, para ello se encontraba con barreras sociales para su atención en el Registro Civil, por lo cual desde el Servicio Social se lo acompaña y se realiza una entrevista con su Director, luego de conseguir la atención se proporcionan todos los datos al empleado de la oficina, al año se los acompaña a retirar el nuevo documento de identidad de S, pero grande fue la sorpresa que el empleado que había tomado los datos, había equivocado involuntariamente el casillero debía marcar donde decía el cambio de apellido y tildó el tramite de duplicado.

No obstante la desilusión y acostumbrados a estos resultados perseveran y vuelven a solicitar la rectificación del Documento, debieron esperar un año, el día que había que retirarlo se los espera en la sala del Registro Civil, llegaron en una vieja bicicleta, S, estaba muy bien vestida y peinada para la foto, saltaba por todos los asientos, hasta que la llaman, cuando ve que su Documento tenia el apellido de él, desde su box le hace un gesto y sonríen los dos, era la primera vez que se lo veía sonreír, luego con la alegría de haber ganado esta batalla salen a caminar con su bicicleta rota en mano pero felices.

Respecto al seguimiento del control nutricional, desde 1993, la paciente concurre en períodos bimestrales a 6 controles, uno solo de ellos registra descenso de peso, en 1994 concurre a 4 controles, registrando tres con aumento de peso y uno estacionario, esto indicaba que el padre en la medida de sus posibilidades cumplía con el tratamiento.

Al entrar S; a la edad escolar, se plantea la necesidad de que concurra a la escuela, en este caso se propone un Hogar Escuela, al cual ingresó con jornada completa de lunes a viernes, y como era de esperar, se suceden los reclamos, por parte de sus autoridades, en esta instancia desde el Servicio Social del Hogar percibían que la conducta del padre no era "normal" por que la visitaba todos los días. En ningún momentos se pensó en la simbiosis afectiva establecida entre ambos, sino por lo contrario se sospechaba de relaciones de tipo incestuosas y/o posibles abuso hacia sus compañeras.

No era aceptado, su figura y su comportamiento eran resistidos, se llegó a plantear como conducta "indeseada" que durante un acto del día de la Independencia había concurrido, pero que obvió cantar el Himno Nacional. También mencionaron que su forma de vestir no era adecuada ya que se había presentado con un saco de color rojo, se sabía que cualquier situación por minima que sea sería desde esta mirada. Así también durante la estadía de S, en el Hogar, se contagiaba de pediculosis ante lo cual su padre le hcia rapar la cabeza, considerado este un indicador de maltrato, cualquier acción se constituía en un motivo para reclamos de ambas partes, es decir lo único que primaba en ambas partes era la intolerancia mutua.

El rendimiento escolar de S, era bueno lo manifestaban sus boletines escolares y era considerado un elemento importante para elevar la autoestima del padre. En reiteradas ocasiones se lo había puesto como ejemplo por el cumplimiento de los controles, el progreso de peso y la contención afectiva que había logrado, aunque se sabía que esta última, en su extremo iba a resultar perjudicial, ante tanto desentendimiento S, egresa del Hogar.

Con posterioridad se solicita el ingreso a otro Hogar de Niños del estado que contemplaba escolaridad, luego de los trámites pertinentes S, ingresa de lunes a viernes, con retiro los fines de semana.

Entre los años 1994/95, S.A estando en el Hogar concurre a 8 controles médicos en el CNIN, de los cuales 4 registran aumento de peso y pediculosis a repetición, lo que motivó que se reiterara la conducta por parte de las autoridades y el equipo técnico del Hogar hacia el padre que los controlaba permanentemente, la directora requiere de una reunión conjunta de ambos equipos técnicos, a fin de evaluar el caso.

Por parte del equipo de la entidad convocante, se plantea nuevamente la sospecha de una posible relación incestuosa, fundadas en cuidado excesivo del padre hacia la menor, ya que ante cualquier enfermedad transitoria que pudiese aparecer era motivo de queja en forma violenta. Esta situación evidenciaba la aparición de otro prejuicio, el hecho de provenir de un medio desfavorable, acreditaba la falta de preocupación de los padres por las enfermedades ocasionales que puedan contraer los menores. También se puso en tela de juicio la forma en que compartían la única habitación que poseían.

El planteo del Equipo Técnico del Hogar era realizar un estudio ginecológico a todas las menores para que S, no se sintiera afectada, el fin era constatar si las sospechas eran certeras y quitarle la tenencia que era su único objetivo, para lo cual solicitan que sea el equipo técnico del CNIN realice los trámites.

La Defensora del caso, sostuvo que dado que se trataba de menores bajo jurisdicción del Hogar, era a sus autoridades a quienes les correspondía la gestión. Se acuerda seguir el caso por ambos equipos técnicos, con visitas domiciliarias y entrevistas personales al padre de la menor. Los profesionales del Hogar reiteran que el padre de S.A. desobedece las normas institucionales, las relaciones insostenibles volvieron a escena y se cortaron de manera violenta S, regresa nuevamente con su padre

Mientras tanto, su Historia Clínica registra que durante 10 meses buen progreso de peso.

Los profesionales del Hogar de Niños insisten en la necesidad que S, regrese a la institución porque debía seguir la escuela, ya que permanecer con el padre sería perjudicial Por esta razón deciden concurrir a la casa del padre para realizar un informe psicosocial y un informe vecinal, al ser vistas por él, en la casa de vecinos, le responde en forma agresiva arrojándoles piedras desde su casa quedando de esta manera frustrada la entrevista, y suspendida la investigación.

Ante el conocimiento de este hecho, el equipo de Nutrición entrevista al padre a fin de sugerirle que era conveniente que su hija siguiera en el Hogar de Niños con el sistema de media jornada, ya que había una tendencia por parte de las autoridades que el caso volviera en forma oficial o sea obligatoria, por medio de la Defensoría, lo cual constituiría un verdadero riesgo. Ante el temor que él sentía, no al sistema sino a la posibilidad que la Defensora le quitara la tenencia, acepta que su hija regrese al Hogar, pero su actitud hacia las autoridades no había cambiado en ningún aspecto, tampoco de las autoridades hacia él, porque los profesionales de la institución manifestaban su seguridad respecto a que era mejor tener alejada a S, de su padre. Y Ante la persistencia de la duda sobre la posible relación incestuosa, en el año 1997 las autoridades del Hogar, realizaron los estudios ginecológicos a todas las niñas, aunque los resultados más preocupantes eran los de S, a fines de ese año, se informa al equipo técnico del CNIN que el resultado del estudio había dado negativo, lo cual confirmaba lo que algunos de los integrantes sostenían y era difícil de creer para muchos, no existía tal relación, la realidad tiraba por tierra otro prejuicio.

S, seguía concurriendo para sus controles nutricionales a pesar que ya se había recuperado, su visita a la institución era obligada cuando festejaba su cumpleaños el 13 de mayo, el día del niño u otro acontecimiento dónde pudiera recibir un regalo, como el inicio del ciclo escolar y también para mostrar el boletín de calificaciones.

S, siguió en el Hogar hasta el año 2000, con régimen de jornada completa, ya que era imposible mantener el sistema de media jornada por la falta de cumplimiento de los horarios por parte de su papá, aunque seguía llegando tarde al inicio de la semana, las autoridades del Hogar tenían que tolerar esta situación, porque consideraban que era positivo para la menor vivir allí.

Durante las vacaciones del año 2000 S, sigue en el Hogar, un fin de semana de carnaval esperaba escuchar el silbido de su padre ya que era la forma de comunicarse y decirle que estaba afuera esperándola, pero su padre se había encontrado con un antiguo amigo que residía casualmente cerca del Hogar, partieron hasta allí para tomar y en una situación confusa, el amigo termina con la vida de su padre, esto sucedió a cuadras del Hogar. Ante este doloroso trance, las autoridades del Hogar solicitan la cooperación del Equipo del CNIN para comunicarle a S, lo que había sucedido. En medio de tanta confusión y dolor, el equipo acompaña a la menor y a su tía, ante el Juez. Atónita sin comprender nada debía responder taxativamente sus fríos interrogatorios.

Posteriormente su tía quien estaba casada y no tenía hijos pide su Guarda la que es otorgada luego de unos meses de seguimiento. A partir de allí, comienza una nueva historia, a los 15 años retorna con sus tíos al CNIN porque querían una orientación sobre una adopción definitiva para que S, estuviera protegida por la obra social. Su tío manifestaba una excesiva preocupación que llamó la atención del Servicio Social, llevando a confirmar, lo que ya se sospechaba, que S, estaba expuesta con sus tíos a más riesgos que los que corría con su propio padre en la calle. Se la invitó a que escribiera su propia historia en la PC de la oficina del Servicio Social, allí se volvieron a suceder hechos que demostraban la situación de conflicto que vivía y la exponían a toda clase de maltrato psicológico y hostigamiento por parte del tío.

Esta situación la lleva a S, pedir intervención al equipo que actúo cuando era niña. Se constato en domicilio y en las entrevistas de la institución, el maltrato a la que era sometida, su vida transitaba entre los celos de su tía sobre ella por la excesiva preocupación que manifestaba su esposo, su tía sólo tenía una frase reiterativa hacia para ella "porque habrás nacido". Vivía bajo esta presión, por celos exacerbados impidiéndole cualquier trato con pares y acusándola de haber tenido relaciones con un sobrino, a lo que ella decide someterse a un estudio ginecológico (lo que no le resultaría nuevo) para probar su inocencia, pero ya aclarando que cuando tenga los resultado se olvidaran de ella para siempre, manifestando que prefería estar en un Hogar. (Refiriéndose a los tantos que haba conocido). Los hechos de violencia ahora contaban con las denuncias de los propios vecinos, aquello que otrora se quejaban.

Ante ello se recurre a la Defensoría donde tenían sus antecedentes, desde allí se autoriza la búsqueda de una familia sustituta que reuniera las condiciones para salvaguardarla, de esta manera se consigue un grupo familiar integrado por una jefa de hogar y 4 hijas mujeres dispuesta a colaborar con S, y darle contención en su hogar hasta que sus tíos obtuvieran el alta del tratamiento psicológico al que estaban obligados realizar. También S, concurre a un programa de orientación familiar para la asistencia psicológica

El caso pasa de la Defensoría a un Juzgado, pero a una semana de estar en la familia sustituta, la jueza convoca a una audiencia a las partes involucradas, por insistencia de su tío quien se apersonaba en la oficina de la juez y logra estar antes de la hora fijada y pasar a hablar con la juez, apelando a su condición de militar retirado y buena persona, antes de la entonces la Jueza sin escuchar a las partes, en este caso a S, la Jefa del Hogar sustituto y el informe medico y psicosocial, sale de su oficina en manifestando en voz alta que no le interesaba ningún informe de ningún profesional, médico, psicólogo ni trabajador social, que S, quedaría con los tíos, no interesándole ni siquiera la opinión de ella, ya que tenia 15 años y dio por finalizada la intervención.

Muy a su pesar S, regresa con sus tíos, una semana después en el noticiero local es noticia porque su tío, ante un ataque de ira decidió incendiar su casa y de ellas lo único que se supo es que se fueron a otra ciudad.

Conclusión

Los casos siempre tienen singularidades propias y requieren abordajes particulares, este caso llevó a realizar lecturas sociales importantes y una de ellas es el prejuicio social a la que estuvieron sometidos S, y su papá, ello en muchas ocasiones actúo como una condena anticipada, que por cierto provoca reacciones de violencia como forma de respuesta de quienes son agredidos, asociado a este prejuicio está la valoración de la persona por la apariencia, es una sentencia social previa que se les asigna a las personas por como son físicamente y el lugar dónde viven y si éstas características son coincidentes se intensifica y se justifica el prejuicio, " si no se es agraciado físicamente es más probable que seas pobre y delincuente en algunos casos", o tal vez, quien podría pensar que este papá con este perfil y antecedentes lograra recuperar a su hija de una desnutrición crónica en un lapso de tiempo record en base al afecto, superando a otros casos similares en los cuales las situaciones familiares sin dejar de ser vulnerables socialmente tenían más oportunidades, en un afecto mal interpretado y sentenciado por la mayoría, prejuicios que vedan la posibilidad de los afectos sinceros , "si ha crecido en el seno de una familia que no fue contenedora afectivamente, se puede preguntar cómo se puede sentir afecto o pensar en formar una familia" esto parece una utopía para "los normales". E sprobablle que el pensamiento regulador sea la sentencia previa es decir "si se hace tal cosa es por tal otra" como una suerte de negociación de las miserias humanas.

Este caso llevó a reflexionar y aumentar una perspectiva más en las miradas de los integrantes del equipo que actúo, acerca de las situaciones cotidianas en las que transcurren las vidas de las personas, sin duda la mejor recuperación física y emocional de S, fue al lado de su padre que se explicada en el contexto del amor mutuo.

Lo relevante en el abordaje interdisciplinario llevado a cabo fue que a pesar de la diferencias de opinión de cada unos de miembros del equipo técnico, había un hilo conductor que era aprender a despojarse del prejuicio, considerar al otro como una persona con todos defectos y virtudes y trabajar sobre las potencialidades con un objetivo en común, monitorearlo, sostenerlo y de entender que frente a las fortalezas y las debilidades de las instituciones se debe portar de cierta cintura de "política" institucional " para sortear las dificultades porque el objetivo supremo era la recuperación física y emocional de S, y estuvo logrado gracias al esfuerzo de todas las partes involucradas.

AGRADECIMIENTOS: a los Equipos Técnicos del Departamento de Investigación Clínica: Dra C. Juiz; Dra. G. Montagna, Dra. Susana Gotthelf, Enfermeras: A. Sánchez, H. Guanca. R, Córdoba y,

Departamento de Investigación Epidemiológica: Enfermeras: A. Huergo; E. Marín, Asistentes Sociales: Lic. S, Alfaro; Lic. C, Tempestti, Nutricionistas; Lic en Educación para la Salud: A, Cippitelli de Justicia; M.Pistoni, L; Cappelen, Psicólogo, O. García López

 

 

Autor:

María Luisa Jarrúz

Título: Licenciada en Trabajo Social

Filiación Institucional: Asistente Social del Departamento de Investigación Clínica

Fecha: 1 de Febrero de 2012

edu.red

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