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Recorrido histórico por el periódico provincial "Heraldo Pinareño" (página 2)


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Aunque sí hay un consenso definido y es que las dos disciplinas sociales que han protagonizado los principales aportes en la construcción de la teoría de la comunicación, y que aún poseen una presencia importante en este sentido son: la psicología, de enfoque conductista, funcionalista, estructuralista entre otros, que ha estudiado desde sus diversas áreas tanto la comunicación masiva como la organizacional, grupal, y la interpersonal (esta última mucho más cercana a sus categorías científicas). La otra disciplina es la sociología, que desde una perspectiva positivista y estructural funcionalista ha estudiado la función y la influencia de los medios en la sociedad como legitimadores del status quo, y desde una perspectiva crítica ha tratado de explicar las complejas relaciones entre la comunicación y la cultura, el poder y la política.

La producción periodística en Vueltabajo -como antaño se conociera a la actual provincia de Pinar del Río- comienza el 26 de julio de 1852 con el primer periódico del que se tiene conocimiento: "El Veguero". Posterior a ello, comenzaron a incrementarse las publicaciones, que llegaron a ser considerables respecto a las demás regiones del país. Periódicos como: "La Crónica", "El Entusiasta", "La Abeja", "La Luz", "El Criollo", "El Vigilante", "El Occidente", "La Alborada", "El Fígaro", "El Ideal", entre otros, dieron muestra de la riqueza cultural y comunicativa de nuestra provincia en los finales del siglo XIX e inicios del XX. A pesar de ser una provincia que aportó a la historia de Cuba importantes ejemplares y figuras dentro de esta obra periodística, es necesario aclarar que algunos de estos periódicos tuvieron un carácter local y tuvieron muy poca duración, mostrando cierta inestabilidad con los proyectos periodísticos.

En los inicios de la década del 20 nuestro país estaba influenciado por importantes acontecimientos como la Primera Guerra Mundial (1914), la Revolución de Octubre (1917), la crisis económica en torno a estos sucesos, la Revolución Mexicana y otros. Ello propició que la situación interna fuera lo suficientemente convulsa para que los cubanos adquirieran una mayor conciencia revolucionaria, las vanguardias artísticas comenzaran a dar pasos firmes y se originaran diferentes iniciativas en torno a lo social y cultural a lo largo de todo el país.

Éramos entonces neocolonia de E.E.U.U., todas sus ideas eran trasladadas a nuestro país y los cubanos intentaban crear sobre la base de lo impuesto. Surge en estas condiciones, en mayo del año 1922 el periódico "Heraldo Pinareño" bajo la dirección de Clemente González.

El lateral del Palacio de Gustavo (1904), después Hotel Comercio (1932), tuvo en su planta baja un espacio arrendado al "Heraldo Pinareño".

La población de la ciudad vueltabajera se beneficiaba con un periódico más. Ya para 1927 cumplía su quinto año conviertiéndose en el periódico más importante de la ciudad. Era una publicación consolidada, con algunas secciones fijas y otras varidas, pero con un prestigio no solo a nivel provincial sino nacional[2]

El periódico contaba con gran cantidad de secciones. No era un periódico extenso como otros de carácter nacional (Diario de La Marina), pero tampoco era un material pequeño en relación a los que le antecedieron. Contaba con secciones como: Mundo Social, Instantáneas Sociales, Política y otras. Posteriormente sus secciones fueron variando, con el transcurso de los años algunas cambiaron sus nombres y se fueron agregando otras como: Cinematográficas, De Todo y de Todos, El Alma de las Cosas, Notas y Comentarios, Figuras Pinareñas. Así el objetivo inicial del periódico se iba transformando y aunque mantenía su propósito de informar noticiosamente, se enriquecía con artículos de crítica y reflexión.

Esto hacía que sus temáticas fueran cada vez más variadas, y si en un inicio estaba matizado por la propaganda comercial, noticias de todo tipo y anuncios privados (bodas, cumpleaños, fiestas y sucesos de alguien en particular como los viajes al extranjero de algunas familias o damas) y sociales (reuniones, bailes, tertulias), durante su trayectoria se fue enriqueciendo con temas culturales, económicos, algunos relacionados con la salud, la educación, arquitectura, la biología, entre otros.

La variedad de temáticas provocaba que su diseño desde el punto de vista visual fuera muy cambiante y las secciones tipificaban su estructura. Las letras eran de diferentes caracteres y tamaños, solo se mantenían iguales las de la redacción de los artículos. Las tiradas eran en blanco y negro, en una ocasión solamente salió una especial por el Día de la Patria, ejemplar a color publicado el 24 de febrero de 1927, el cual tenía 12 páginas y solo mantuvo la sección Mundo Social.

El periódico estaba enriquecido por la utilización de ilustraciones, que en su mayoría eran dibujos y algunas fotos cuando se trataba de figuras importantes[3]Estas imágenes estaban fundamentalmente en los anuncios, solo en los dibujos aparecían mujeres. El periódico en su conjunto preservaba su tipología y sus características visuales, tratando de mantener una imagen y un nombre a nivel social, para marcar la diferencia con los periódicos de esa época.

Otro fenómeno importante, y que da al traste con la época que se vivió es el de la discriminación de la mujer. No son conocidas las razones por las que el Heraldo Pinareño no contaba con periodistas y colaboradores féminas, no se sabe si por discriminación o por otra cuestión, lo cierto es que sus escritos son realizados por hombres en su mayoría y las mujeres salían en los anuncios cuando por su trascendencia o méritos se les dedicaba algún artículo.

Es vital que se mencione la participación de personas foráneas en la creación y construcción de cada uno de los ejemplares. Cuba, por su historia, siempre ha estado copada de población extranjera. En los inicios del siglo XX , nuestro país tenía un gran porciento de foráneos que aportaron y contribuyeron a la formación política, social, cultural y económica de nuestro territorio. Algunos de ellos vivieron en Pinar del Río y escribieron en el Heraldo Pinareño: el español Juan José Geada, el asturiano Isidro Mendez entre otros.

Por otra parte se publicaron artículos de figuras importantes en la cultura pinareña. Ramón Mijares Sixto, cuyas geniales manos no sólo decoraron el techo del teatro Milanes, sino también los frisos de la Catedral y la Ermita de la Caridad entre otras obras, recibió durante su prolífica vida artística numerosas reseñas, entre ellas las de "El Heraldo Pinareño". El 18 de junio de 1947 este periódico recogía en sus páginas el nacimiento de la emisora CMAW, que operaba en la frecuencia de 1 340 kilos. El 23 de diciembre de 1959 se dedicó un espacio para un artículo sobre el pintor Mario García Portela. Se publicó también en las páginas del Heraldo sobre el libro llamado "Patriotas Cubanas" de la Dra. Vicentina Elsa Rodríguez de Cuesta, que fue editado en 1952 por Talleres "Heraldo Pinareño" donde se hacían las tiradas del periódico que lleva el mismo nombre. También se tiene noticias de la aparición de fiestas carnavalescas desde el año 1928 por medio de dicho periódico, que cuenta sobre un baile que inicia el carnaval en la sociedad Colonia Española.

En sentido general este fue un periódico de mucha trascendencia. Está demostrado por sus publicaciones, su contenido, diseño, la cantidad de páginas y lo más significativo: su duración[4]La sociedad pinareña tuvo la suerte de contar con un medio que gozaba de gran prestigio provincial, nacional y hasta internacional. Este medio poseía gran variedad y riqueza en sus secciones demostrando ser un reflejo de lo que acontecía en la ciudad vueltabajera de entonces. Fue el periódico más codiciado por la población durante las primeras décadas del siglo XX y con mayor duración en la producción periodística de su época. Conocer su historia no es un lujo, es una necesidad permanente no solo para cualquier estudioso de la historia y el acontecer de Pinar del Río, sino también para cada uno de sus miembros y visitantes. Por otra parte, no se concibe un periodismo en el que sus realizadores desconozcan sus precedentes. En la actualidad no existe material, ni investigación alguna que refleje el estudio de la trayectoria de los medios de comunicación de Pinar del Río y mucho menos de un periódico tan importante como el Heraldo Pinareño. Este trabajo forma parte de un proyecto más abarcador que incluye no solo la historia de tan significativo medio sino de la prensa pinareña en toda su amplitud. Por ello su objetivo está encaminado a hacer una breve caracterización del Heraldo Pinareño a través de su relación con las condiciones sociales del territorio.

 

 

Autoras:

– Lic. Hany Raisely Pérez Bruno.

e-mail:

– Lic. Carmen Milagros Contreras León.

e-mail:

Universidad "Hermanos Saíz Montes de Oca".

Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas.

Pinar del Río, Cuba.

[1] Serrano establece dos elementos esenciales: el carácter autónomo de ambos sistemas y su interdependencia (una modificación en cualquiera de ellos afecta al otro). Fundamenta su propuesta teórica a partir de la distinción epistemológica entre los actos ejecutivos (las acciones que se llevan a cabo para controlar el cambio del sistema social) y los actos o interacciones expresivas (el uso de la información: objeto de una teoría de la comunicación).

[2] Miguel Barnet en su libro "Galllego" hace referencia al alcance que tuvo el Heraldo Pinareño. Cómo era recibido por importantes personas nacidas y residentes en La Habana.

[3] A partir de Octubre de 1927 empezaron a salir fotos, anteriormente solo imágenes

[4] Los últimos ejemplares de los que se tiene evidencia son del año 1968.

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