- La patria artiguista, seguidores y disidentes
- Aspectos personales
- Artigas contrabandista
- La vida de Artigas en Paraguay
- La leyenda negra
- Bibliografía
Desde los tiempos de Artigas hasta hoy se han ido elaborando visiones distintas y hasta opuestas que mucho tienen que ver con las etapas de la historia rioplatense y oriental. Hubo un solo Artigas, pero la historia ha construido varios.
Artigas apareció en escena dentro de la forma de recrear el pasado y se lo hizo desempeñar dos papeles sucesivos: primero fue el personaje nefasto de la leyenda negra y luego fue el héroe infalible.
En los últimos años los cambios en la forma de sentir y de pensar en los uruguayos han llevado a que se les oiga decir con frecuencia que ya no quieren un "Artigas de bronce", buscan un relato que revele los aspectos más humanos de él.
En el Río de la Plata la historia escrita nació en Buenos Aires, en la minoría intelectual que veía la sociedad dividida en dos polos: la "civilización" y la "barbarie". Esa barbarie estaba personificada por los caudillos.
Bartolomé Mitre fue un intelectual con esa visión. Él describió a Artigas como: "propagador de máximas erróneas, de teorías falsas y de principios antisociales; destructor de pueblos, inmoral, corrompido, promotor de guerra civil, terrorista despachado y ambicioso, implacable en sus econos, lobo devorador y sangriento bajo piel de cordero, nuevo Atila, afrenta del género humano".
Artigas conocía el valor de la prensa como arma política y como instrumento de educación cívica. Creyó que no podrían influir sobre sus seguidores afirmando "mis paisanos no saben leer".
Suele ocurrir que la historia la escriben los vencedores. Sainz de Cavia también escribió difamando a Artigas, su escrito fue la base de la leyenda negra. Hombres como Mitre y Sarmiento reflejaron recelos en sus libros.
Con la partida de Artigas hacia Paraguay (1820) se inicia un período de olvido. El Estado Oriental nació formalmente en 1828 y la nacionalidad se fue gestando paulatinamente, mientras Artigas continuaba en el exilio, y salvo las gestiones de Rivera invitándolo a retornar, pasaba al olvido.
En 1854, cuatro años después de la muerte del anciano caudillo, el gobierno de la República Oriental inició gestiones en Asunción para repatriar sus restos.
Sobre un nicho provisional se colocó una placa que decía "Artigas, fundador de la nacionalidad uruguaya", esa placa esa una prueba de las búsquedas para superar los conflictos internos. Surgía la necesidad de construir un relato histórico que uniera a los orientales por encima de banderías.
La rehabilitación de la figura de Artigas tuvo su impulso importante en el período de la modernización que abarcó el último cuarto del siglo XIX, fue la etapa de la consolidación del Estado nacional. Con el gobierno de Lorenzo Latorre se construye un Estado fuerte con un nacionalismo en desarrollo. En esta época se ataca a la leyenda negra, y el triunfo de la figura de Artigas queda limitado a las fronteras de los orientales, se lo vio como Héroe de la Independencia.
En la primera mitad del siglo XX el nacionalismo uruguayo se asoció con la democracia. Complacidos de ser una sociedad de inmigrantes, continuaron mirando hacia Europa y crearon la optimista denominación de "Suiza de América". Artigas era el símbolo de ese sentimiento de autosuficiencia que se colocaba de espaldas a los países vecinos.
La consagración de Artigas como prócer uruguayo se manifestó en las autoridades del gobierno. Las efemérides artiguistas se sancionaron como feriados nacionales, se estableció su nombre en la nomenclatura de calles, plazas y lugares públicos, se multiplicó su presencia en actos patrióticos. El arte nacional lo tomó como tema recurrente y en la educación formal se hizo indiscutible su tratamiento en cursos escolares y liceales.
La crisis en la economía, la sociedad y la política del Uruguay clásico, comenzó hacia 1955 y condujo a repensar el artiguismo y surgió un revisionismo. Los historiadores plantearon que el objetivo de la disciplina no era limitarse a los personajes sino que debía interesarse por la vida de las sociedades, surgió la pregunta sobre la relación entre el líder y el pueblo. La historia también se propuso salir del campo limitado al estudio de la política e incorporó la temática socio-económica.
Cuando el Uruguay volvió su mirada hacia la región en la que está inserto porque perdió aquella autosuficiencia de la "Suiza de América"; descubrió que Artigas no era su propiedad privada sino que pertenecía a una historia de fronteras más anchas.
En la actualidad la historia ha comenzado a penetrar en la dimensión social del artiguismo y a examinar con mayor detenimiento ese pueblo artiguista, que la historia presentó como actuando de manera unánime. ¿Quiénes apoyaron la causa? ¿Quiénes se opusieron? ¿Quiénes se mantuvieron indiferentes?
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