Descargar

Análisis de la evolución tectónica y paleogeografía de la cuenca central, Cuba (página 4)

Enviado por Israel Cruz Orosa


Partes: 1, 2, 3, 4

Durante el período de la colisión el territorio cubano posiblemente constituyó una sub-placa que tenía su límite norte en el frente de colisión entre el Cinturón Plegado Cubano, que comenzaba a desarrollarse, y el margen pasivo meridional de la Placa Norteamericana; hacia el sur el límite lo constituía la zona de generación de corteza en la Cuenca de Yucatán y por el oeste su límite era transformante con el borde oriental del bloque Maya.

La dirección de la colisión y emplazamiento del Cinturón Plegado Cubano sobre el margen de la Placa Norteamericana fue sub-latitudinal (de sur a norte), siendo además diferenciado según bloques que fueron separados entre sí por un sistema de fallas rumbodeslizantes de dirección predominante SW-NE, que facilitaron la rotación y reacomodo de los bloques según las proporciones del avance generado, la forma y dimensiones de las estructuras preexistentes en el margen de la Placa Norteamericana. Desde finales del Eoceno Superior el límite noroccidental de la Placa del Caribe comenzó a ser transcurrente (Pindell, ed. 1994; Iturralde-Vinent, 1998), caracterizado por un movimiento siniestro a lo largo de las zonas de fallas Polochic-Motagua, Swan y Oriente, y por la apertura de la Fosa de Caimán en dirección sub-longitudinal (Rosencrantz et al., 1988). La ocurrencia de este proceso sugiere un cambio regional de los esfuerzos tectónicos, tanto en su dirección como en su magnitud, que es confirmado por una tranquilidad tectónica relativa y una sedimentación pseudo-platafórmica que cubre desde finales de Eoceno Superior las secuencias pertenecientes al Cinturón Plegado Cubano.

En este entorno geotectónico la evolución de la zona de fallas La Trocha puede ser analizada en dos etapas principales, que reflejan los cambios de la dinámica a escala regional. Desde el Campaniense Superior hasta el Eoceno Superior, la actividad en la zona de fallas se caracterizó por el predominio de un movimiento transcurrente siniestro, que posibilitó la formación de una estructura en flor negativa y el desarrollo simultáneo de la Cuenca Central (figura 5.2). Durante este período se registra la extensión hacia el este de la sedimentación y la profundización de la Cuenca Central, con la aparición de discordancias progresivas regionales y la posible generación de zonas de desplazamiento secundarias. Las secuencias molásico-flyschoides del Campaniense Superior-Maastrichtiense (formaciones Eloisa y Catalina) marcan el comienzo de la sedimentación asociada al proceso de transcurrencia.

A partir de los finales del Eoceno Superior en la zona de fallas La Trocha comenzaron a predominar los movimientos verticales y con rotación en sentido horario de los bloques situados a sus extremos. La sedimentación tuvo un carácter carbonatado-terrígeno (Milián, 1989) y se supone que se depositó a partir de los últimos movimientos tectónicos intensos e inicio del período de desarrollo platafórmico (Blanco, 1999). Ya en este intervalo no se conoce la existencia de discordancias progresivas regionales y la cuenca comienza a tomar su configuración actual, caracterizada por la existencia de dos zonas con características tectónicas diferentes, una zona suroccidental y otra noroccidental, separadas entre sí por fallas profundas transversales. La zona suroccidental se caracteriza por el hundimiento continuo, alcanzando los mayores espesores de sedimentos de toda la Cuenca Central, mientras que la zona noroccidental se mantiene relativamente levantada con respecto a la anterior, tuvo una sedimentación fue mucho más limitada desde el Oligoceno y su límite occidental lo constituye la zona de fallas inversas Zaza-Tuinicú, indicando que los esfuerzos en esa área son compresivos (figura 5.3).

Figura 5.2: Bloque diagrama característico de ambientes transtensivos (modificada de Biddle y Christie-Blick, 1985), representativo de la evolución de la zona de fallas La Trocha durante el período Campaniense Superior – Eoceno Superior.

Figura 5.3: Bloque diagrama característico de ambientes transpresivos (modificada de Biddle y Christie-Blick, 1985), representativo de la evolución de la porción norte de la zona de fallas La Trocha durante el período Eoceno Superior – Actualidad.

5.2. Análisis Paleogeográfico

Para analizar la evolución paleogeográfica de la zona de fallas La Trocha, debemos previamente comprender el contexto paleotectónico y paleogeográfico regional en que se desarrolló dicha estructura; considerando la dinámica de los esfuerzos tectónicos a escala regional, su dirección y magnitud, el grado en que los bloques adyacentes convergen o divergen por su rumbo y buzamiento, las características de la sedimentación, las deformaciones ocurridas y la configuración de las estructuras preexistentes. En nuestro caso se puede analizar la sucesión de los eventos identificando tres entornos paleotectónicos y paleogeográficos con características propias, relacionados con: el proceso de extinción del Arco Volcánico Albiense-Campaniense; la colisión entre el Cinturón Plegado Cubano y el margen meridional de la Placa Norteamericana; y el período de desarrollo platafórmico, respectivamente.

Los primeros sedimentos que se registran en la Cuenca Central son los pertenecientes a la Fm. Guayos, que es representativa de un período post-Cenomaniense y pre-Campaniense Superior (Milián, 1986) y se supone que marca el período de extinción del Arco Volcánico Albiense-Campaniense. Este proceso posiblemente tuvo relación con la colisión desde el sur de los terrenos Pinos (García-Casco et al., 2001) y Escambray (Iturralde-Vinent, 1994, ed. 1997, 1998), que pudo inducir el aborto de la actividad volcánica. La Fm. Guayos se depositó en una cuenca post-volcánica, lo cual se confirma por la ausencia de evidencias del vulcanismo activo en sus secuencias (Blanco, 1999). Las facies de la Fm. Guayos evidencian el desarrollo de marismas, pantanos y cuencas marinas a las que llegaban los sedimentos provenientes de la erosión del relieve elevado.

A partir del Campaniense Superior se registran secuencias que indican el comienzo del proceso de colisión entre el Cinturón Plegado Cubano y el margen meridional de la Placa Norteamericana. Comenzó la actividad transcurrente en la zona de fallas La Trocha y la sedimentación cambió al régimen de cuencas superpuestas, depositándose secuencias molásicas y flyschoides en una cuenca de tipo tensional. Las facies depositadas durante el Campaniense Superior-Maastrichtiense revelan que la cuenca era estrecha y profunda hacia su porción occidental (figura 5.4), rellenándose rápidamente con sedimentos finos de fauna típica de aguas profundas y frías (Sánchez-Arango, 1977; Milián, 1987b). Los bordes de la cuenca y las elevaciones existentes en su interior, estaban formados por las secuencias volcánicas del arco extinto y en las zonas más septentrionales se recibían aportes de algunos terrenos emergidos donde afloraban secuencias ofiolíticas. En las plataformas desarrolladas hacia los bordes de la cuenca, existieron arrecifes y construcciones biohérmicas (Sánchez-Arango, 1977; Milián, 1987b). El período Campaniense Superior-Maastrichtiense abarca el inicio de la actividad tectónica en la zona de fallas La Trocha, coincidiendo con la extensión y profundización de la Cuenca Central, sobre todo del extremo occidental, y la sedimentación de facies representativas de un ambiente donde coexistían un relieve vigoroso y sub-cuencas adyacentes en las que ocurrieron deposiciones en sistemas fluviales, aluviales y marinos de profundidad variable.

Durante el Paleoceno se depositaron grandes volúmenes de sedimentos en forma caótica en sistemas aluviales y de periplataforma, con mezclas derivadas de la erosión de las secuencias volcánicas y ofiolíticas, los intrusivos de granitoides y los sistemas carbonatados que se desarrollaban en las zonas elevadas y en los bordes de la cuenca.

El área de deposición en la cuenca se extendió hacia el este, como resultado de la ampliación de la zona de fallas (figura 5.5). A las zonas profundas llegaban los sedimentos transportados por corrientes turbias. El relieve durante este período era bastante elevado y desmembrado, como resultado de una intensa actividad tectónica relacionada con el surgimiento de fallas rumbodeslizantes y movimientos de sobrecorrimiento por el buzamiento de fallas de bajo ángulo (Blanco, 1999).

Figura 5.4: Esquema paleogeográfico de la Cuenca Central, Maastrichtiense.

En el Eoceno Inferior y Medio la sedimentación ocurrió en toda la cuenca, pues hoy se reportan los sedimentos representativos de ese período en la inmensa mayoría de los pozos perforados (Milián, 1987a, b) y en los bordes de la cuenca, lo que indica que las dimensiones de esta eran mayores. Los sedimentos del Eoceno Inferior y Medio son fundamentalmente terrígeno-carbonatados, conglomeráticos y flyschoides. Los detritos se generaban en las zonas emergidas que bordeaban la cuenca y se depositaban en condiciones aluviales, deltaicas, de plataforma y hasta en zonas de talud algo profundo (Blanco, 1999). La sedimentación durante el Eoceno Superior se hizo más carbonatada, aunque la forma y dimensiones de la cuenca no variaron sustancialmente, pues se mantienen los representantes sedimentarios en la mayoría de los pozos perforados y en los bordes de la cuenca.

En el registro estratigráfico de la Cuenca Central, particularmente en el representativo del período comprendido entre el Cretácico Superior Campaniense-Maastrichtiense y el Eoceno Superior, se puede notar el desarrollo de discordancias progresivas regionales (Rodríguez, 1996; Blanco, 1999). Este hecho constituye una evidencia de la extensión de la zona de fallas, con la consecuente ampliación del área de sedimentación y el desarrollo de la Cuenca Central.

Figura 5.5: Esquema paleogeográfico de la Cuenca Central, Paleoceno Superior.

A partir del Oligoceno el registro estratigráfico depositado en la Cuenca Central, sugiere que la sedimentación ocurrió en un régimen tectónico más pasivo, aparentemente de desarrollo platafórmico.

Las facies oligocénicas (formaciones Jatibonico, Chambas y Tamarindo), generalmente se consideran depositadas a partir de los últimos movimientos tectónicos intensos e inicio del proceso de desarrollo platafórmico (Blanco, 1999). Son representativas de ambientes fundamentalmente marinos neríticos, con predominio de sedimentación carbonatada (figura 5.6); aunque también existió aporte de material terrígeno, fundamentado por la aparición de margas con intercalaciones de areniscas y conglomerados en la Fm. Jatibonico y por la existencia de calcarenitas, calizas arcillosas y calizas detríticas, en ocasiones con fragmentos de rocas vulcanógenas, en las secuencias de las formaciones Chambas y Tamarindo.

Figura 5.6: Esquema paleogeográfico de la Cuenca Central, Oligoceno Medio.

Durante el Mioceno continuó rellenándose la cuenca, en ambientes predominantemente costeros y marinos someros (figura 5.7), en relación con la fauna fósil descrita en las formaciones Lagunitas, Paso Real y Güines. Existió un importante aporte de material terrígeno, expresado en el predominio de areniscas, conglomerados y limolitas de granulometría diversa, en las formaciones Lagunitas y Paso Real y la ocurrencia de calizas biodetríticas de grano fino a medio, calcarenitas y lentes ocasionales de margas en la Fm. Güines.

La sedimentación de estas secuencias ocurrió en un régimen tectónico pasivo y continuo, demostrado por la poca deformación de sus capas y por la relación vertical y lateral concordante de las formaciones representativas de este período.

Figura 5.7: Esquema paleogeográfico de la Cuenca Central, Mioceno Inferior.

Al parecer desde el Mioceno (y quizás antes) la sedimentación ocurrió de manera diferenciada en las zonas norte y sur de la Cuenca Central, sobre todo cuantitativamente. Las zonas de deposición de las formaciones del Mioceno dentro de los límites de la cuenca, son mucho más extensas hacia el sur que hacia el norte, al menos en superficie. Este fenómeno debe tener relación con el proceso de cierre, que desde el Oligoceno ha estado experimentando la zona de fallas La Trocha en su porción norte y que puede confirmarse por la existencia de un sistema de fallas inversas (Zaza-Tuinicú) en el extremo noroccidental de la Cuenca Central y una subsidencia marcada de la zona sur respecto a la norte, que se mantiene más elevada. Los sedimentos post-miocénicos en la zona norte de la Cuenca Central están prácticamente ausentes, mientras que en la porción sur se desarrollan ampliamente, representados por las secuencias de la Fm. Guevara y sedimentos cuaternarios.

VI. CONCLUSIONES

  1. En Cuba y en particular en la porción central del país, existen evidencias que confirman la ocurrencia de importantes eventos colisionales. Sin embargo, a pesar de las evidencias presentes, aún no se conoce un esquema que permita explicar de manera convincente la evolución y características de los eventos colisionales que dieron lugar a la formación del Cinturón Plegado Cubano, que yace de manera alóctona sobre el margen meridional pasivo de la Placa Norteamericana. Tal estructura es resultado de una compleja interacción convergente entre placas, creándose las condiciones favorables para la generación de los elementos típicos de estos ambientes (escamas y mantos de sobrecorrimientos, fallas rumbodeslizantes y estructuras en flor) y la formación de un sistema de Cuencas Superpuestas.
  2. La evolución tectónica de la zona de fallas La Trocha ha estado estrechamente relacionada con el proceso de colisión y acreción del Cinturón Plegado Cubano sobre el margen meridional de la Placa Norteamericana. Entre el Campaniense Superior y el Eoceno Superior la zona de fallas posiblemente evolucionó como una estructura en flor negativa, predominó un movimiento rumbodeslizante siniestro, que posibilitó el desarrollo simultáneo de la Cuenca Central. Desde finales del Eoceno Superior se registra un cambio en la dinámica de los esfuerzos predominantes en la zona de fallas, lo cual es evidencia de simultaneidad con los cambios ocurridos a escala regional.
  3. El registro sedimentario depositado en la Cuenca Central confirma la sucesión de tres entornos tectono-sedimentarios diferentes. Las secuencias del período Cretácico pre-Campaniense Superior indican un ambiente deposicional en una cuenca post-volcánica, desarrollada previamente al inicio de la colisión entre el Cinturón Plegado Cubano y el margen de la Placa Norteamericana. El registro sedimentario desde Campaniense Superior es representativo de un ambiente de tipo colisional. La sedimentación se desarrolló en una cuenca de tipo tensional, donde existieron sistemas fluviales, aluviales, transicionales y marinos de profundidad variable. Hasta el Eoceno Superior la cuenca experimentó una continua subsidencia, justificada por la expansión del área de sedimentación y por la existencia de discordancias progresivas regionales. Desde finales del Eoceno Superior la dinámica de sedimentación experimentó cambios, haciéndose más carbonatada; la cuenca se dividió en dos sub-cuencas que evolucionaron de forma diferente, hacia el norte la sedimentación fue mucho más limitada y predominaron esfuerzos compresivos, mientras que la porción sur mantiene la subsidencia y la sedimentación fue estable y continua, típica de un desarrollo platafórmico.

VII. REFERENCIAS

  1. Álvarez, J. L., Cuevas, L. A., Díaz, E., Pérez, y Polo, B., 2000. Interpretación Integrada de los Campos Geomagnético y de Anomalías de Bouguer total en el Caribe centro occidental. Memorias del I Congreso Cubano de Geofísica, Revista Electrónica Memorias de GEOINFO, 13 p.
  2. Álvarez-Castro, J., 1994. Evaluación del potencial de exploración del Bloque No. 21. Región noreste de la Cuenca Central. CUPET. Majagua, (inédito).
  3. Anderson, T., Schmidt, V., 1983. The evolution of Middle America and the Gulf of Mexico-Caribbean Sea region during Mesozoic time. Geol. Soc. Am. Bul. 94. 941-966.
  4. Arcia-Rodríguez, M., Barranco, G., del Busto, R., Cañete-Pérez, C., Cotilla, M., González, E., Gutiérrez, R., Hernández, J., Interián, S., Marqués, E., Mateo, J., Muñiz, O., Palet, M., Propín, E., Valdés, C., 1997. Características geólogo-geográficas de Cuba. En G. Furrazola Bermúdez, K. Núñez Cambra (eds.). Estudios sobre geología de Cuba, Instituto de Geología y Paleontología, 13-34 (publicado en marzo de 1998).
  5. Aubouin, J., Baltuck, M., Arnott, R.J., Bourgois, J., Filewiez, M., Helm, R., Kvenvolden, K.A., Lienert, B., Mc Donald, T., Mc Dougall, K., Ogawa, Y., Taylor, E., Winsborough, B., 1982. Leg 84 of the Deep Sea Drilling Project, subduction without accretion, Middle America Trench off Guatemala. Nature 297, 458–460.
  6. Ball, M.M., Harrison, C.G.A., Supko, P.R., 1969. Atlantic opening and the origin of the Caribbean. Nature 223, 167–168.
  7. Ball. M.M., Martin, R.C., Bock, W.D., Sylwester, R.E., Bowles, R.M., Taylor, D., Coward, E.L., Dodd, J.E., Gilbert, L., 1985. Seismic structures and stratigraphy of the northern edge of the Bahamas-Cuban collision zone. AAPG Bull., 69 (8), 1275-1342.
  8. Belmustakov, E., Dimitriva, E., Ganev, M., Haydutov, I., Kostadinov, I., Ianev, S., Ianeva, J., Kojumdjieva, E., Koshujarova, E., Popov, N., Shopov, V., Tcholakov, P., Tchounev, D., Tzankov, T., Cabrera, R., Díaz, C., Iturralde-Vinent, M., Roque-marrero, F., 1981. Geología del territorio Ciego- Camagüey- Las Tunas. Resultado de las investigaciones y levatamiento geológico a escala 1: 25O 000. Inst. de Geol. y Paleont. y Centro Nac. Fondo Geol., Minist. Indust. Basa., La Habana (inédito).
  9. Biddle, K., Cristie-Blick, N., 1985. Strike-slip deformation basin formation and sedimentation. Soc. Econ, Paleont. Mineral., Spec. Pub., 37, 386 p.
  10. Blanco, J. A., Batista, J. A., Riverón, B., 2000. Estructura de la cuenca de antepaís en la zona de sutura de la región Esmeralda-Minas, provincia de Camagüey según datos gravimétricos. Libro de resúmenes, Geofísica 2000, I Congreso Cubano de Geofísica, Edición Sociedad Cubana de Geología, Cuba, p. 61.
  11. Blanco, J., 1999. Estratigrafía y paleogeografía de las cuencas superpuestas de Cuba centro-oriental. Tesis doctoral. ICT, ISMM, Moa. Cuba. 146 p.
  12. Blanco, J., Figueras, M., 1996. Yacimiento Reforma. Reporte Técnico, (inédito) Fondo UPEP Majagua. Ciego de Ávila.
  13. Blanco, J., Proenza, J., 1994. Terrenos tectonoestratigráficos en Cuba Oriental. Revista Minería y Geología. 3.
  14. Boyer, S., Elliot, D., 1982. Thrust System. AAPG. Bull. 66 (9). 1196-1230.
  15. Buffler, R.T., Hurst, J.M., 1995. Disintegration of the Jurassic-Lower Cretaceous Megabank Cuba-Florida-Bahamas. The 1st SEPM Congress on Sedimentary Geology, Program and Abstracts, 35-36.
  16. Burke, K., Cooper, C., Dewey, J.F., Mann, P., Pindell, J.L., 1984. Caribbean tectonics and relative plate motions. In: Bonini, W., Hargraves, R.B., Shagam, R. (Eds.), The Caribbean–South American Plate Boundary and Regional Tectonics. Geol. Soc. Am. Mem. 162, 31–63.
  17. Burke, K., Fox, P.J., Sengor, A.M.C., 1978. Buoyant ocean floor and the evolution of the Caribbean. J. Geophys. Res. 83, 3949–3954.
  18. Bush, V. A. Sherbacova, I. N., 1986. New data on the deep tectonics of Cuba. Geotectonics. 20(3). 24-43.
  19. Byrne. D., 1985. Muertos trough subduction: microplate tectonic in the northern Caribbean?. Nature. 317. 420-421.
  20. Cobiella, J., 1984. Curso de Geología de Cuba, Editorial Pueblo y Educación, Cuba.
  21. Cruz-Toledo, R., Álvarez-Castro, J., Mejías- Rodríguez, L., 2005. Geomorfología fluvial con un objetivo petrolero. Trabajo presentado en evento, VI Congreso Cubano de Geología, La Habana, Cuba. 10 p.
  22. Cruz-Toledo, R., Gómez, J., Álvarez-Castro, J., Rodríguez-Morán, O., Mejías- Rodríguez, L., 2002. La geomorfología para la búsqueda de objetivos petroleros en los bloques 12 y 13. Trabajo presentado en evento, Geofísica 2002, La Habana, Cuba. 11 p.
  23. Cuevas, J. L., Fundora, M., Pacheco, M., Polo, B., 1989. I Congreso Cubano de Geología, La Habana, Nuevo mapa de anomalías gravimétricas de Bouguer para la República de Cuba a escala 1:500 000. pp 114.
  24. De Celles, P. G., Giles, K. A., 1996. Foreland basin systems. Basin Research, 8, Black well Science. 105-123.
  25. Díaz de Villalvilla, L., Meliá, I., Santa Cruz, M., 1998. Ambiente volcánico en el Cretácico temprano de Cuba central: Su significación petrogenética y económica. Memorias Geología y Minería´98, (II), 227-230.
  26. Díaz, C., 1985. Paleontología del banco carbonatado de la Sierra de Cubitas, Camagüey. Academia de Ciencias de Cuba, 60 pp.
  27. Díaz, C., Furrazola Bermúdez, G., Iturralde-Vinent, M., 1997. Estratigrafía de la zona de Remedios. In G. Furrazola Bermúdez, K. Núñez Cambra (eds.). Estudios sobre geología de Cuba, Instituto de Geología y Paleontología, 221-242 (publicado en marzo de 1998).
  28. Díaz, C., Furrazola, O., Iturralde-Vinent, M., 1992. Estratigrafía del banco carbonatado Cretácico del área Cuba norte-Las Bahamas. Minería y Geología. 3(3). 19-32.
  29. Donnelly, T., 1989. Geologic history of the Caribbean and Central America. En: The geology of North America-an overview. Bally, A., y Palmer, A. (eds). Boulder. Colorado, Geological Societty of America, Geology of North America, vol. A. 299-231.
  30. Donnelly, T., 1994. Caribbean sea floor. En: Caribbean Geology an introduction. Donovan, S. K.; Jackson, T. A. (eds), Jamaica.
  31. Draper, G., Barros, J. A. 1994. Cuba. En: Caribbean Geology an introduction. Donovan, S. K.; Jackson, T. A. (eds), Jamaica. 65-86.
  32. Draper, G., Gutiérrez, G., 1997. La estructura del cinturón de Maimón en la Isla de La Española y sus aplicaciones geodinámicas. Rev. Soc Geol. España, 10(3-4), 79-97.
  33. Draper, G., Gutiérrez, G., Lewis, J.F., 1996. Thrust emplacement of the Hispaniola peridotite belt: Orogenic expression of the mid-Cretaceous Caribbean arc polarity reversal?. Geology, 24, 1143-1146.
  34. Ducloz, C., Vuagnat, V., 1962. À propòs de l’âge des serpentinites de Cuba. Arch. Sci., Soc. Phys. Hist. Nat., 15(2), 309-3 3 2.
  35. Duncan, R.A., Hargraves, R.B., 1984. Plate-tectonic evolution of the Caribbean region in the mantle reference frame. In: Bonini, W., Hargraves, R.B., Shagam, R. (Eds.), The Caribbean–South American Plate Boundary and Regional Tectonics. Geol. Soc. Am. Mem. 162, 81–93.
  36. Fernández, G., Blanco, S., 1986. Bioestratigrafía de los depósitos del Cretácico Superior Campaniense-Maastrichtiense del Yacimiento Cristales. Serie Geológica., 1. 72-101.
  37. Frisch, W., Meschede, M., Sick, M., 1992. Origin of the Central American ophiolites: evidence from paleomagnetic results.Geol. Soc. Am. Bull. 104 (10), 1301–1314.
  38. Furrazola-Bermúdez, G., 1997. Sistema Jurásico. En G. Furrazola Bermúdez, K. Núñez Cambra (eds.). Estudios sobre geología de Cuba, Instituto de Geología y Paleontología, 75-96 (publicado en marzo de 1998).
  39. García, D., González, R. Delgado, R. 1986. Paleógeno de Cuba, unidades en el nuevo mapa geológico de Cuba 1: 500 000 (primera parte). Serie Geológica. 2.31-54.
  40. García-Casco, A., Torres-Roldán, R.L., Millán, G., Monié, P., Haissen, F., 2001. High-grade metamorphism and hydrous melting of metapelites in the Pinos terrane (W Cuba): Evidence for crustal thickening and extension in the northern Caribbean collisional belt. Journal of Metamorphic Geology, 19, 699–715.
  41. Giunta, G., Beccaluva, L., Coltorti, M., Siena, F., 1999. Caribbean plate evolutionary model for Carribbean PT Web Page. 6 p.
  42. Guerra, R. 1996. Estudio tectono-estratigráfico del Sector La Rosa. Trabajo de diploma. ISMM. 65. Moa.
  43. Hall, M. C., Kesler, S. E., Russell, N., Piñero, E., Sánchez, R., Pérez, M., Moreira, J., Borges, M., 2004. Age and Tectonic Setting of the Camagüey Volcanic-Intrusive Arc, Cuba: Late Cretaceous Extension and Uplift in the Western Greater Antilles. The Journal of Geology. volume 112, p. 521–542.
  44. Harding, T., 1990. Identification of wrench fauhs using subsurface structural data: criteria and pitfalls. AAPQ. 74(10). 1590-1609.
  45. Hatten, C., Schooler, O., Giedt, N., Meyerhoff A., 1958. Geology of central Cuba, eastern Las Villas and western Camagüey provinces. (inédito): Fondo geológico del Ministerio de Industrias Básica, La Habana.
  46. Hutson, F., Mann, P., Renne, P., 1999. 40Ar / 39Ar dating of single muscovite grains in Jurassic siliciclastic rocks (San Cayetano Formation): Constraints on the paleoposition of western Cuba. Geology, 26(1), 83-86.
  47. Iturralde-Vinent, M., Roque Marrero, F., 1987. Redefinición de la zona de Cayo Coco en la provincia de Camagüey. Rev. Tecnológica, 17(4), 18-21.
  48. Iturralde-Vinent, M.A., 1994. Cuban geology: A new plate tectonic synthesis. Journal of Petroleum Geology 17, 39-70.
  49. Iturralde-Vinent, M.A., 1995. Cuencas sedimentarias del Paleoceno-Eoceno de Cuba. Bol. Soc. Venezolana de Geol., 20(1-2), 75-80.
  50. Iturralde-Vinent, M.A., 1996a. Introduction to Cuban Geology and Geophysics. In: Oolitas y Arcos Volcánicos de Cuba (Ed. Iturralde-Vinent, M.A.). IGCP Project 364, Special Contribution 1, 3–35.
  51. Iturralde-Vinent, M.A., 1996b. Geología de las ofiolitas de Cuba. In: Oolitas y Arcos Volcánicos de Cuba (Ed. Iturralde-Vinent, M.A.). IGCP Project 364, Special Contribution 1, 83–120.
  52. Iturralde-Vinent, M.A., 1996c. El arco de islas volcánicas del Cretácico. In: Oolitas y Arcos Volcánicos de Cuba (Ed. Iturralde-Vinent, M.A.). IGCP Project 364, Special Contribution 1, 179–189.
  53. Iturralde-Vinent, M.A., 1996d. Evidencias de un arco primitivo (Cretácico inferior) en Cuba. In: Oolitas y Arcos Volcánicos de Cuba (Ed. Iturralde-Vinent, M.A.). IGCP Project 364, Special Contribution 1, 227–230.
  54. Iturralde-Vinent, M.A., 1997. Introducción a la geología de Cuba. En G. Furrazola Bermúdez, K. Núñez Cambra (eds.). Estudios sobre geología de Cuba, Instituto de Geología y Paleontología, 35-68 (publicado en marzo de 1998).
  55. Iturralde-Vinent, M.A., 1998. Sinopsis de la Constitución Geológica de Cuba. Acta Geológica Hispánica, 33, 9-56.
  56. Iturralde-Vinent, M.A., Tchounev, D., Cabrera, R., ed. 1981. Geología del territorio de Ciego-Camagüey-Las Tunas: Resultados de las investigaciones científicas y del levantamiento geológico escala 1:250000. Academias de las Ciencias de Cuba y Bulgaria, 940 pp. y mapas. (Inédito, Oficina de Minerales).
  57. Iturralde-Vinent, M.A., Thieke, H.U., Wolf, D., ed. 1986. Informe final sobre los resultados del levantamiento geológico complejo y las búsquedas acompañantes a escala 1:50000 del polígono CAME-III, Camagüey, 1981- 1987 (inédito). Ministerio de Industria Básica, Oficina de Minerales, 1500 pp. y mapas.
  58. Kantshev, I., ed. 1976. Geología de la provincia de Las Villas. Resultado de las investigaciones y levantamiento geológico a escala 1:250000. Academias de las Ciencias de Cuba y Bulgaria. Instituto de Geología y Paleontología, 1480 pp. y mapas (Inédito, Oficina de Minerales).
  59. Kerr, A.C., Iturralde-Vinent, M.A., Saunders, A.D., Babbs, T.L., Tarney, J., 1999. A new plate tectonic model of the Caribbean: Implications from a geochemical reconnaissance of Cuban Mesozoic volcanic rocks. Geological Society of America Bulletin, 111, 1581–1599.
  60. Kingston, D., Dishroon, C., Williams P., 1983a. Hydrocarbon plays and global basin classification. AAPG Bulletin, 67. 2194-2198.
  61. Kingston, D., Dishroon, C., Williams P., 1983b. Global basin classification system. AAPG Bulletin, 67. 2175-2193.
  62. Klitgord, K., Schouten, H., 1986. Plate kinematics of the central Atlantic. In: Tucholke, B.E., Vogt, P.R. (Eds.), The Western Atlantic Region (The Geology of North America, vol. M). Geol. Soc. Am., Boulder, CO, pp. 351– 378.
  63. Lapierre, H., Dupuis, V., Mercier de Lépinay, B., Tardy, M., Ruíz, J., Maury, R., Hernández, J., Loubet, M., 1997. Is the lower Duarte igneous complex (Hispaniola) a remanent of the Caribbean plume-generated oceanic plateau?. The Journal of Geology, 105. 111-120.
  64. Lázaro-Calisalvo, C., 2004. Caracterización litológica y geoquímica de la malange de la Sierra del Convento, E Cuba. Trabajo de Investigación. Universidad de Granada. 86 p.
  65. Léxico Estratigráfico de Cuba, 1988. Instituto Cubano de Geología y Paleontología. La Habana. Cuba.
  66. Léxico estratigráfico de Cuba. 1994. Instituto Cubano de Geología y Paleontología. La Habana. Cuba.
  67. Linares, E., 1978. Posibilidades gasopetrolíferas del horst Jatibonico-Rubio-Cometa y Yacimiento Catalina en la depresión central cubana. Trabajo de diploma. ICT. ISMM Moa. 178 p.
  68. Lundgre, P., Russo, R., 1996. Finite element of crustal deformation in the North America-Caribbean boundary zone. Journal of Geophysical. 101(35).
  69. Malfait, B.T., Dinkelman, M.G., 1972. Circum-Caribbean tectonic and igneous activity and the evolution of the Caribbean plate. Geol. Soc. Am. Bull. 83, 251–272.
  70. Mann, P., 1999. Caribbean sedimentary basins: Classification and tectonic setting. In: Mann, P. (Ed.), Sedimentary Basins of the World, 4, Caribbean Basins, Elsevier Science B.V., Amsterdam, pp. 3-31.
  71. Mann, P., Lewis, J. Draper, G., 1991. An overview of the geologic and tectonic development of Hispaniola. Geological Society of America, Special Paper. 262.1-28.
  72. Mann, P., Taylor, F., Lawrence, E., Ku, T., 1995. Actively evolving microplate formation by oblique collision and sideway motion along strike-slip faults: An example from the northeastern Caribbean plate margin. Tectonophysics. 246.1-69.
  73. Marton, G., Buffler, R., 1994. Application of simple shear model to the evolution of passive continental margins of the Gulf of México basin. Geology, 21. 495-498.
  74. Meschede, M., Frisch, W., 1998. A plate-tectonic model for the Mesozoic and Early Cenozoic history of the Caribbean plate Tectonophysics 296, 269–291
  75. Meyerhoff A., Hatten, C., 1968. Diapiric structures in Central Cuba. AAPG Memoir 8. 315- 357.
  76. Meyerhoff A., Hatten, C., 1974. Bahamas salient of North America; tectonic framework, stratigraphy and petroleum potencial. AAPG Bull. 58(6). 1201-1239.
  77. Milián, E., 1986. Estratigrafía del área Catalina, Cuenca Central, basado en datos del subsuelo. Serie Geológica. 1. 18-30.
  78. Milián, E., 1987a. Análisis, generalización y evaluación de las posibilidades gasopetrolíferas de la Cuenca Central y elaboración de recomendaciones sobre los trabajos de prospección geológica. CUPET. Majagua, (inédito). 37 p.
  79. Milián, E., 1987b. Caracterización de las facies colectores y sellos, y su distribución areal para los depósitos Ctretacico-Paleógenos de la Cuenca Central de Cuba, (inédito) Fondo UFEP Majagua. Ciego de Ávila (inédito). 215 p.
  80. Milián, E., 1989. Análisis formacional de la Cuenca Central de Cuba. Revista Tecnológica. 1.
  81. Millán, G., 1996. Metamorfitas de la asociación ofiolítica de Cuba. In Ofiolitas y Arcos Volcánicos de Cuba (Ed. Iturralde-Vinent, M.A.). IGCP Project 364 Special Contribution 1, Miami, USA, pp. 147-153.
  82. Millán, G., Somin, M., 1981. Litología, Estratigrafía, tectónica y metamorfismo del Macizo del Escambray. Academia. La Habana 104 p.
  83. Millán, G., Somin, M., 1985. Condiciones geológicas de la constitución de la capa granítico-metamórfica de la corteza terrestre de Cuba, Instituto de Geología y Paleontología, Ciudad Habana.
  84. Molnar, P., Sykes, L., 1969. Tectonics of the Caribbean and middle America regions from focal mechanisms and seismicity. Geol. Soc. Am. Bull. 80. 1639-1684.
  85. Nagy, E., Bresznyánzsky, K., Brito, A., Coutín, D., Formell, F., Franco, G., Gyarmati, P., Radócz, G., Jakus, P., 1983. Contribución a la Geología de Cuba Oriental. Editorial Científico-Técnica, 273 pp.
  86. Ori, G., Friend, P., 1984. Sedimentary basins formed and carried piggy-back on active thrust sheets. Geology. 12. 475-478.
  87. Pairazian, V., Larkin, V., Kachalov, Y., Kleimenov, V., Kuznetzov, V., Ovsiannikov, V., Jotintseva, L., Martínez, A., Paula, R., 1975. Estudio de los petróleos, gases, aguas y bitúmenes de los depósitos mesocenozoicos de la República de Cuba y su plataforma marina (no publicado). La Habana. CNFG. Cuba.
  88. Pardo, G., 1975. Geology of Cuba. The Ocean basins and margins, 3: Caribbean and Gulf of Mexico area. New York, Plenum Press, 553-613.
  89. Pardo, M., 1996. Zonación gravimagnética y modelo físico-geológico conceptual del cinturón plegado cubano. En: Ofiolitas y Arcos Volcánicos de Cuba. Iturralde-Vinent (ed). Miami, 70-82.
  90. Peña-Reyna, A., 2005. Modelación 3D de datos gravimétricos de la parte norte de la Cuenca Central. Trabajo de Diploma. ICT, ISMM, Moa. Cuba. 70 p.
  91. Pérez-Pérez, C., 1997. Principales estructuras geológicas de Cuba determinadas por medio de la teledetección. En G. Furrazola Bermúdez, K. Núñez Cambra (eds.). Estudios sobre geología de Cuba, Instituto de Geología y Paleontología, 69-74 (publicado en marzo de 1998).
  92. Pert, M.R., Lebron, M.C., 1993. Stratigraphic and petrochemical data support subduction polarity reversal of the Cretaceous Caribbean island-arc. Journal of Geology, 101, 389–396.
  93. Pert, M.R., Lebron, M.C., 1994.Petrochemistry and tectonic significance of Cretaceous island-arc rocks, Cordillera Oriental, Dominican Republic. Tectonophysics, 229, 69–100.
  94. Pindell, J., 1985. Alleghenian reconstruction and the subsequent evolution of the Gulf of Mexico, Bahamas and proto-Caribbean Sea. Tectonics 3, 133–156.
  95. Pindell, J., Cande, S., Pitman, W., Rowley, D., Dewey, J., Labrecque, J., Haxby, W., 1988. A plate-kinematic framework for models of Caribbean evolution. Tectonophysics, 155. 121-138.
  96. Pindell, J., Dewey, J.F., 1982. Permo-Triassic reconstruction of western Pangea and the evolution of the Gulf of Mexico-Caribbean region. Tectonics 1 (2), 179–212.
  97. Pindell, J.L., 1994. Evolution of the Gulf of Mexico and the Caribbean. In: Caribbean Geology: An Introduction (Eds. Donovan, S.K., Jackson, T.A.). U.W.I. Publishers´ Association, Kingston, Jamaica, pp. 13-39.
  98. Pindell, J.L., Barrett, S.F., 1990. Geological evolution of the Caribbean region; A plate-tectonic perspective. In: Dengo, G., Case, J.E. (Eds.), The Caribbean Region (The Geology of North America, vol. H). Geol. Soc. Am., Boulder, CO, pp. 339–374.
  99. Proenza, J., 1997. Mineralizaciones de cromita en la faja ofiolítica Mayarí-Baracoa, Cuba: Ejemplo del Yacimiento Merceditas. Tesis doctoral. Universidad de Barcelona. España.
  100. Proenza, J., Gervilla, F., Melgarejo, J.C., Bodinier, J.L., 1999. Al- and Cr-rich chromitites from the Mayarí-Baracoa ophilitic belt (eastern Cuba): consequence of interaction between volatile-rich melts and peridotites in suprasubduction mantle. Economic Geology, 94, 547-566.
  101. Pushcharovsky, Y., 1989. Tectonics of the Republic of Cuba. Explanatory note to the tectonic map of Cuba scale 1:500 000 (en ruso): Ed. Nauka, Moscow, 77 p.
  102. Pushcharovsky, Y., ed., 1988. Mapa geológico de la República de Cuba escala 1:250 000 (40 sheets), Academy of Sciencies of Cuba and USSR.
  103. Renne, P., Scott, G., Doppelhammer, S., Linares, E., Hartgraves, R., 1991. Discordant mid-Cretaceous paleomagnetic pole from the Zaza terrane of Central Cuba. Geophysical Research Letters. 18 (3). 455-458.
  104. Rodríguez, D., 1996. Generalización tectono-estratigráfica del Yacimiento Pina, (inédito) CICT. ISMM. Moa. 50 p.
  105. Rodríguez, M., Domínguez, R., 1993. Informe sobre los resultados del levantamiento gravimétrico en Jatibonico-Pina-Esmeralda. Empresa Nacional de Geofísica. Cuba.
  106. Rodríguez, M.J., Prol, L., 1980. Informe sobre el levantamiento gravimétrico detallado del área Mayajigua-Morón. Empresa Nacional de Geofísica, Cuba.
  107. Roque Marrero, F., Iturralde-Vinent, M., 1987. Redefinición de la zona de Cayo Coco en la provincia de Camagüey. Rev. Tecnológica, 17(4), 18-21.
  108. Rosencrantz, E., 1990. Structure and tectonics of the Yucatán basin, Caribbean sea, as determined from seismic reflection studies. Tectonics, 9(5), 1037-1059.
  109. Rosencrantz, E., Ross, M., Sclater, J.G., 1988. Age and spreading history of the Caiman Trough from depth, heat flow, and anomalies. Journal of Geophysical Research, 93, 2141-2157.
  110. Ross, M.I., Scotese, C.R., 1988. A hierarchical tectonic model of the Gulf of Mexico and Caribbean region. In: Scotese, C.R., Sager, W.W. (Eds.), Mesozoic and Cenozoic Plate Reconstructions. Tectonophysics 155, 139–168.
  111. Sánchez-Arango, J.R., 1977. Estudio bioestratigráfico del pozo Catalina No. 5. Minería en Cuba. 3(4). 15-26.
  112. Schott. R., Johnson, C., 1998. Sedimentary record of the late Cretaceous thrusting and collapse of the Salinia-Mojave magmatic arc. Geology. 26(4). 327-330.
  113. Shaposhnikova, K.I., 1974. Tectónica de Cuba central (en ruso). Geotectonics, 1, 12-36.
  114. Shein, V.S., ed., 1985. Mapa Tectónico de Cuba (cinco hojas) y texto explicativo. Rev. Tecnológica, 15(1), 37-39.
  115. Somin, M., 1977. Deep nappes and "inverted" metamorphic zonality (Ruso). Sviert l ovsk Scientific-temathic Bull. VI. Geology of metamorphic rocks, 79-84.
  116. Somin, M., Millán, G., 1976. The anfibolitic complex of southcentral Cuba and problems concerning the tectonic position of the eugeosynclinal series of the island (Ruso). Bull. MOIP Moscú, Geolog y, 5, 73-93.
  117. Somin, M., Millán, G., 1981. Geology of metamorphic complexes of Cuba. Moscú, Edit. Nauka, 1-219 (en Ruso).
  118. Stephan, J.F., Mercier de Lepinay, B., Calais, E., Tardy, M., Beck, C., Carfantan, J.C., Olivet, J.L., Vila, J.M., Bouysse, P., Mauffret, A., Bourgois, J., Thery, J.M., Tournon, J., Blanchet, R., Dercourt, J., 1990. Paleogeodynamic maps of the Caribbean: 14 steps from Lias to Present. Bull. Soc. Ge´ol. Fr. 8 (6), 915–919.
  119. Sykes, L.R., Mc Cann, W.R., Kafka, A.L., 1982. Motion of the Caribbean plate during the last 7 million years and implications for earlier Cenozoic movements. J. Geophys. Res. 87, 10656–10676.
  120. Uchupi, J., 1990. Cuencas de pull-apart en el Caribe. Geofísica Internacional, 2.
  121. Villaseñor, 1995. Sismicidad y tectónica en el límite de placas del Caribe; nordeste de Venezuela y La Española. Tesis doctoral. Universidad de Barcelona. España.
  122. Wallace, M., 1956. Geologic report on the Francisco area of the Trans-Cuban concession sothem Camagüey Province, Cuba. (no publicado) Fondo Geológico Camagüey.
  123. Wassall, H., 1956. The relationships of oil and serpentinite in Cuba. Memoria XX International Geological Congress , Sect. 3, 65-77.
  124. Wilson, J.T., 1966. Are the structures of the Caribbean and Scotia arcs analogous to ice rafting? Earth and Planetary Science Letters, 1, 335-338.

 

Israel Cruz Orosa (1);

Jesús Blanco Moreno (1);

Yaniel M. Vázquez Taset (1)

(1) Departamento de Geología, Facultad de Geología y Minería, Instituto Superior Minero Metalúrgico "Dr. Antonio Núñez Jiménez", Las Coloradas s/n, Moa, Holguín, Cuba. CP – 83329.

.

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente