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Enseñar a aprender: un desafío al proceso de enseñanza-aprendizaje en el nuevo modelo cubano de universalización de la Educación (página 2)


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El aprendizaje desarrollador es aquel que se haga pensar al alumno y desarrollar hábitos, habilidades y capacidades de forma tal, que, se formen además sus convicciones, con un pensamiento flexible e independiente que le permita transformarse a sí mismo y a su entorno y construir así una orientación de su personalidad activo-transformadora y no pasivo-descriptiva, teniendo en cuenta los criterios de Fernando González Rey, y que sustenta consecuentemente nuestra práctica pedagógica.

El proceso de enseñanza-aprendizaje es complejo, multifactorial, de múltiples interacciones, donde las condiciones son definitivamente las que favorecen o dificultan el propio proceso y el resultado.

Como consecuencia de lo que se ha expresado aquí, resulta necesario precisar, que entendemos por enseñar a aprender.

El proceso de enseñar a aprender le ha dado la capacidad al ser humano de transmitir sus conocimientos y experiencias a través de la historia de la humanidad.

La unidad que se forma entre enseñar y aprender es complejo, por consiguiente, en colectivos de educadores se debaten con sistematicidad estos temas.

Se establecen dos puntos de vista, el más aceptado, sostiene que la enseñanza y el aprendizaje se constituyen en una unidad didáctica y dialéctica, enfocándolos como dos procesos no antagónicos, sino complementarios (Klingberg 1980). Desde otra perspectiva, se plantea que enseñar a aprender son dos procesos diferentes.

2 L. S. Vigotsky: "Interacción entre enseñanza y desarrollo", material impreso, La habana, I S. at, p.7

Enseñar hace referencia a las condiciones y acciones docentes externas al sujeto, dirigidas a provocar algún tipo de modificación en un sistema cognoscitivo o afectivo, mientras que aprender hace referencia, las modificaciones internas del individuo (Delval, 1997). De esta manera una adecuada organización de la enseñanza no garantiza un buen aprendizaje, ya que este depende, en última instancia, de los factores internos del sujeto que aprende, como su nivel cognitivo, motivación, que condicionan el efecto favorable o no de la enseñanza.

Más que cuestionar la validez o no de una u otra posición es oportuno señalar desde nuestro punto de vista que el desarrollo socio-cultural se va gestando en diferentes contextos humanos dentro de los cuales se va gestando distintas formas de enseñar y aprender.

Ahora bien, en particular queremos plantear que asumimos la concepción de la D. Castellanos Simona que plantea:

Enseñar es organizar de manera planificada y científica las condiciones susceptibles de potenciar los tipos de aprendizaje que buscamos, es elicitar determinados procesos en los educandos, propiciando en ellos el enriquecimiento y crecimiento integral de sus recursos como seres humanos.

La esencia del aprender no consiste, por lo tanto, en repetir mecánicamente textos de libros ni escuchar con atención explicaciones verbales de un maestro. Consiste, eso sí, en la actividad mental intensiva a la que los estudiantes se dedican en el manejo directo de los datos de la materia, procurando asimilar su contenido.

El aprendizaje no puede verse desvinculado de la enseñanza, constituyen, en general, una actividad:

-          Que garantiza la apropiación activa y creadora de la cultura.

-          En la que se intercambian, se recrean y se crean significados, sentimientos y modos de actuación que permiten comprender (darle sentido) la realidad objetiva y subjetiva, y actuar sobre ella para adaptarse y/o transformarla.

-          Que facilita y potencia los aprendizajes desarrolladores (activos, constructivos, significativos, integradores y enriquecedores).

-          Que propicia experiencias afectivas, estimulando la formación de sentimientos, actitudes, normas y valores (que son, en principio, acordes al ideal del ser humano que persigue la sociedad concreta en armonía con las necesidades individuales y particulares de las personas).

-          Que está planificada y científicamente dirigida.

-          Ayudar a los estudiantes a consolidar, integrar y fijar mejor lo que hayan aprendido de forma que sean modificadas sus actitudes y su conducta en la vida.

-          Comprobar y valorar objetivamente los resultados obtenidos por los estudiantes en la experiencia del aprendizaje, y la probabilidad de transferencia de esos resultados a la vida.

Aprender conforma una unidad con enseñar. A través de la enseñanza se potencia no solo el aprendizaje, sino el desarrollo humano siempre y cuando se creen situaciones en las que el sujeto se apropie de las herramientas que le permitan operar con la realidad y enfrentar al mundo con una actitud científica; personalizada y creadora.

Un proceso de enseñanza-aprendizaje eficiente ubica a los estudiantes en situaciones que representan un reto para su forma de pensar, sentir y actuar.

El profesor es el protagonista y el responsable de la enseñanza y el estudiante es el protagonista y el responsable de su aprendizaje. Es un participante activo, reflexivo y valorativo de la situación de aprendizaje, donde asimila la cultura de forma personalizada, consciente, crítica y creadora en un proceso de crecimiento contradictorio y dinámico en el que construye y reconstruye con otros sus aprendizajes de la vida, con vista a alcanzar su realización plena y le permita interactuar adecuadamente en la sociedad.

Estrategia didáctica que utilizamos como docente para contribuir a que nuestros estudiantes aprendan a aprender:

-          Iniciar la labor pedagógica con un diagnóstico integral del estudiante y el grupo.

-           Estar bien concebida (el qué hacer, cómo, para qué, entre otros).

-          Posibilitar una autonomía y una ejercitación suficiente.

-          Garantizar el control (no solo al final sino en todo el proceso).

-          Propiciar a través del trabajo grupal ayuda mutua.

-          Favorecer la búsqueda creadora de los contenidos y hacer explícito su valor en la práctica social e individual de los estudiantes.

-          Incrementar el empleo de métodos de trabajo independiente de manera que progresivamente se eleve el nivel de exigencia a los estudiantes, en función del autoaprendizaje y de la vida.

-          Dotar al estudiante de herramientas para almacenar información y realizar procesos mentales aya interiorización le permita transferirlo a otras situaciones y aumentar su capacidad para tomar decisiones y resolver problemas.

Conclusiones

Consideramos que es muy importante para el profesor lograr en sus estudiantes, no solo el aprendizaje de los conocimientos sino que sepan operar, saber hacer con ellos.

El sistema de conocimientos, habilidades y hábitos, relaciones con el mundo, así como el sistema de experiencias de la actividad creadora, debe lograrse en estrecha interrelación con los componentes del proceso para el desarrollo de la personalidad del ideal de educando al que aspiramos, por tanto, mucho tendrá que esforzarse el profesor, la escuela, la familia y demás, factores del sistema de influencias educativas, para poder contribuir al desarrollo de la creatividad, a la formación de hombres y mujeres creadores, cuyas características esenciales, bien pudieran ser las que la doctora Llantada plantea cuando dice que el hombre creador es ante todo objetivo pues tiene claro de donde partir y hacia donde ir, sólido en sus criterios, con tenacidad y audacia para mantener la línea seleccionada aunque no todos lo comprendan. En eso lo ayuda su dinamismo y agudeza para que su originalidad e imaginación salgan adelante con flexibilidad en su actuación, su profunda motivación, su curiosidad insaciable, su capacidad de concentración en lo esencial, establecer relaciones entre los fenómenos y valorarlos sistemáticamente a partir de sus contradicciones fundamentales, tiene en cuenta lo ya argumentado y logra descubrir lo nuevo vinculado lo lógico y lo intuitivo con un pensamiento esencialmente independiente.

Lograr que los estudiantes se apropien de este y los demás tipos de contenidos de manera armónica permitirá que puedan desarrollarse los cuatro pilares básicos de la educación, que la UNESCO propone para enfrentar los retos y desafíos del siglo XXI: Aprender a conocer, Aprender a hacer, Aprender a vivir juntos y Aprender a ser.

Bibliografía

-          Castellanos Simon Doris: La comprensión de los procesos del aprendizaje: apuntes para un marco conceptual. La Habana, 1999, p.11.

-          Castellanos Simon Doris: Aprender y enseñar en la escuela. Editorial Pueblo y Educación. La habana. Cuba 2002.

-          Colectivo de Autores. Pedagogía. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 1989.

-          Talizina. N. Psicología de la Enseñanza. Ed. Progreso. Moscú, 1988.

-          Colectivo de Autores. Compendio de Pedagogía. Primera Edición, Pueblo y Educación, La Habana. 2002.

-          Colectivo de autores. Hacia una concepción de aprendizaje desarrollador. Edición Mora Carnet. La habana, 2001.

-          Minujin, A y R. Avendaño: Una escuela diferente, Editorial Pueblo y Educación, La Habana.

 

 

 

Autora:

Lic. Teresita Leonor Pedroso Cuesta

Profesora Auxiliar. SUM Los Arabos. Matanzas.

Enviado por:

Jesús Pérez González

Institución:

Policlínico Universitario "Juan Gualberto Gómez". Los Arabos

Datos del autor.

Nombre y apellidos: Teresita Leonor Pedroso Cuesta

Especialidad: Licenciada en Educación Especial

Categoría Docente: Profesor Auxiliar

País: Cuba

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