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Componentes motivacionales-actitudinales del proceso enseñanza-aprendizaje

Enviado por David Delgado Torres


  1. Conceptos de actitud y motivación
  2. Relación entre lo motivacional-actitudinal con el proceso enseñanza-aprendizaje
  3. La formación por competencias y el proceso de enseñanza-aprendizaje
  4. Bibliografía

Dentro de las labores cotidianas a desempeñar por parte de un docente se encuentran factores que no pueden explicarse a través de la didáctica ni la pedagogía, de ellos se encarga la psicología educativa.

Entre los temas que estudia la psicología educativa se encuentran la motivación y las actitudes, componentes fundamentales para el correcto desempeño del docente y piezas clave para un buen desarrollo del proceso enseñanzaaprendizaje.

Existe una relación insoslayable entre el aprendizaje y los factores motivacionales- actitudinales que permiten al educando adquirir el conocimiento, de hecho la mayor parte de la infancia todo aquello que se aprende o deja aprender deviene de los intereses particulares enfocados en los sentimientos de las personas.

A través de este escrito se pretende abarcar a grandes rasgos la influencia que tienen las motivaciones y las actitudes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para ello será necesario un análisis de los conceptos que provienen del título del tema y algunos libros orientados al mismo.

La motivación y la actitud son temas muy relacionados con el aspecto psicológico del aprendizaje y la enseñanza, de ahí que se considera necesario establecer los vínculos que permitan esclarecer la manera en que los docentes puedan sacar el provecho máximo para mejorar su praxis de la enseñanza.

Para establecer un orden que permita la vinculación adecuada de los temas para su fácil comprensión se desarrolla el presente ensayo en tres fases, la primera es la conceptual en que se explica lo que es motivación y actitud, la segunda que explica la relación entre los factores motivacionales-actitudinales con el proceso de enseñanza-aprendizaje y finalmente la tercera en que se vincula la formación por competencias con lo anterior y se llega a algunas conclusiones.

Conceptos de actitud y motivación.

Sería poco prudente hablar de actitudes y motivaciones sin antes acordar sus conceptos, así se entiende por actitud lo siguiente:

Actitud: Es la predisposición positiva o negativa que el individuo demuestra hacia persona, objetos, ideas o situaciones1. Predisposiciones estables a valorar y actuar que se basan en una organización relativamente duradera de creencias en torno a la realidad que predispone a actuar de determinada forma.

Cuando se planean las clases por lo general se pasa por alto la actitud que puedan tener los alumnos hacia los temas, si las estrategias didácticas son las más adecuadas considerando el entorno inmediato del educando o bien, el nivel de interés que se pueda generar con las actividades que se llevarán a cabo. Esto recae en los resultados del proceso enseñanza- aprendizaje cuando no se consiguen alcanzar los objetivos señalados para la clase, se hace presente por lo distraídos que puedan estar los alumnos y por el grado de desorden que hay en el aula.

No debe confundirse la actitud con la personalidad, ya que la primera es solo una de las características de la segunda y a diferencia de ella, la actitud es un rasgo que se puede modificar con sencillez a bien de orientarla de tal forma que facilite el trabajo docente.

El trabajo del docente en este sentido debe llevarlo a buscar aquello que interesa al alumno, que lo mueve a querer hacer las cosas y encausarlo a que haga las actividades para alcanzar los objetivos establecidos al principio de la clase. El docente entonces debe tomar un papel de psicólogo para estrechar relaciones entre lo que el educando desea y lo que él pretende para una adecuada adquisición de conocimientos por parte del alumno.

La vida del niño está regida y dominada por el signo de la afectividad que lo conduce a apreciar los hechos emocionalmente, no por su objetividad2… Por lo que de no considerarse las actitudes, las emociones y la motivación se está rompiendo con la armonía lógica bajo la que se rige el alumno.

La conducta humana es fruto de un proceso en el que se ponen en juego las capacidades y habilidades mentales del individuo, a partir de lo que él es y piensa de la realidad concreta a la que tiene que responder. Por lo tanto, la conducta y la actitud no son consecuencia del instinto, ni una respuesta sin más ante un estímulo, sino que es fruto de un complejo proceso mental.

Una actitud favorable hacia las actividades del aula por parte del alumno solo puede lograrse a través de un trabajo motivacional adecuado, esto solo puede ser posible a través de la implementación de estrategias didácticas del agrado del alumno ya que al ser el actor principal del proceso enseñanza-aprendizaje es quien evalúa las actividades y es quien las puede considerar adecuadas o no en base a sus intereses.

Recordando entonces algunas de las características de las actitudes(Rodríguez, 1989; Rockeach, 1970, 1979; Eiser, 1989):

1) Las actitudes son experiencias del individuo en su conciencia independientemente de que los factores que intervienen en su formación son de carácter social.

2) Las actitudes implican una evaluación de la cosa u objeto, situación o persona, de ahí se desprende el agrado o desagrado por las mismas.

3) Implican un grado de compulsión o compromiso hacia la acción.

4) Juegan un papel básico en el conocimiento y la enseñanza, en el sentido de que el sujeto suele dar una respuesta preferencial hacia aquel objeto favorable de la actitud.

De ahí que se considere importante el componente psicológico de la actitud.

Los puntos anteriores aunque no lo mencionan de forma explícita hacen notar la necesidad de trabajar otro de los componentes psicológicos del proceso enseñanza-aprendizaje, la motivación.

En el contexto de la escuela la motivación se refiere a las características de la conducta del estudiante como son la atención, la concentración, el interés, la vigilancia y la persistencia3.

Retomando el plan de clase como punto de partida en que deben considerarse la actitud y la motivación, el lograr empatizar con los alumnos previo al trabajo docente permite conocer lo que el educando espera de su profesor, de las clases y la forma en que aprenden con mayor facilidad.

Motivar al alumno no es tarea sencilla y requiere de un gran esfuerzo por parte del maestro para lograr adentrar al alumno dentro de los contenidos curriculares establecidos en los planes y programas.

Relación entre lo motivacional-actitudinal con el proceso enseñanza-aprendizaje.

El aprendizaje es la actividad que desarrolla el estudiante para aprender, para asimilar la materia de estudio. La enseñanza es, a su vez, la actividad que ejecuta el profesor4.

Hay diferentes concepciones de lo que es enseñanza y lo que significa aprendizaje, enseñar de forma sencilla se traduce en mostrar a alguien cómo hacer las cosas de forma sistémica y congruente en base a conocimientos empíricos o científicos, en tanto que aprender es adquirir habilidades, actitudes, destrezas y valores a través de la experiencia personal, es decir de forma autónoma o bien bajo un proceso dirigido al que se denomina enseñanza.

Bajo los conceptos anteriores se podría suponer erróneamente que el aprendizaje es posible sin la enseñanza, sin embargo la experiencia de vida misma representa a la segunda, por lo al hablar de enseñanza se habla también de aprendizaje y viceversa, de ahí el surgimiento del binomio enseñanza-aprendizaje.

El proceso de enseñanza-aprendizaje tiene a su vez distintos factores que intervienen en la calidad del resultado del proceso docente-educativo, algunos de ellos son observables de forma lógica con los conceptos anteriores, por ejemplo la sociedad, la familia, el docente, el alumno y el objeto de estudio. Así, cuando el proceso se ve afectado y no da los resultados que se esperan se debe a que alguno de esos factores está haciendo efecto en el actor principal del binomio en cuestión, el alumno.

Entonces, si el entorno social es el adecuado y en el seno familiar se establecen ambientes propicios para el estudio, la labor docente orientada hacia el alumno solo tiene la dificultad de buscar estrategias didácticas adecuadas a las necesidades generales y particulares de un grupo de alumnos.

De acuerdo a las afirmaciones anteriores probablemente surja la duda de cómo puede verse afectado el alumno por él mismo, porque si bien es cierto es fácil de entender que factores externos al educando pueden perjudicar su proceso de aprendizaje y adquisición de conocimientos, resulta un tanto difícil comprender cómo puede el alumno ser enemigo de su propio proceso. Es justamente este punto en donde se ubica la relación de lo motivacional- actitudinal con el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El aprendizaje significativo se sustenta en el descubrimiento que hace el aprendiz…, que está en función a los intereses, motivaciones, experimientación y uso del pensamiento reflexivo del aprendiz5.

Ya se había hecho mención anteriormente de la importancia de crear una empatía entre el docente y los educandos, la misma coadyuva al logro del aprendizaje significativo a través de la motivación para el cambio positivo de las actitudes del alumno hacia el trabajo en el aula y la escuela.

Desde luego cuando se habla de la búsqueda del aprendizaje significativo no se pueden pasar por alto los requisitos necesarios para llevarlo a cabo, entre los que se destacan:

1) La organización adecuada del material didáctico.

2) El rescate de los conocimientos previos para la vinculación con los nuevos conocimientos.

3) La actitud favorable del alumno para adquirir los conocimientos.

Estos requisitos reafirman lo que se ha venido comentando a lo largo del presente escrito y son factor importante para el proceso enseñanza-aprendizaje sobre todo en la actualidad en que la formación de los alumnos debe orientarse no solo al conocimiento llano sino al conocimiento aplicado, es decir, a las competencias.

La formación por competencias y el proceso de enseñanza-aprendizaje.

De acuerdo al diccionario latinoamericano de educación, competencia son los conocimientos, habilidades y destrezas que posee un individuo para enfrentarse a determinada situación.

Sin embargo esta no es la única concepción de competencia y de hecho la más cercana a este tema de estudio es la siguiente:

Una competencia es un conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea6.

La forma tradicional de la enseñanza no contemplaba la enseñanza de competencias que como se ha visto pretenden una enseñanza escolar que sirva para la integración a la vida social y laboral.

Esta forma de enseñanza por competencias rompe algunos paradigmas de la enseñanza existentes en la sociedad actual que favorecen la búsqueda de nuevos retos como promover la iniciativa y la toma de riesgos.

A la formación por competencias de igual forma le afectan directamente los componentes motivacionales y actitudinales del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Por todo lo anterior se puede concluir que:

La actitud y la motivación son el detonante para la formación cognitiva del educando.

La enseñanza-aprendizaje se ve afectada por factores como la familia, la sociedad, el docente, el alumno y el objeto de estudio.

La motivación es la herramienta por excelencia que tiene el docente para modificar las actitudes del alumno a bien de favorecer el proceso docente-educativo y el de enseñanza- aprendizaje.

El aprendizaje significativo debe buscar lo que motiva al alumno, vincular sus conocimientos previos y promover los nuevos.

La formación por competencias permite la integración a la vida social y laboral a los alumnos y se ve favorecida por el interés que el alumno tenga hacia el objeto de estudio.

BIBLIOGRAFÍA

García Tapia, Francisco. Taller de estrategias didácticas para la enseñanza de la biología. De la mora Ledezma, José G. Psicología Educativa. 1977

Bravo Jáuregui, Luis. Diccionario latinoamericano de educación. Zayas, Carlos A. Escuela y vida.

Rivera Muñoz, Jorge L. Revista de investigación educativa. Año 8. 2004.

Iñigo, Enrique, &, Sosa, Ana. Emergencia y actualidad de las competencias profesionales: apuntes para su análisis.

NOTAS:

1 García Tapia, Francisco. Taller de estrategias didácticas para la enseñanza de la biología.

2 De la mora Ledezma, José G. Psicología Educativa. 1977

3 Bravo Jáuregui, Luis. Diccionario latinoamericano de educación.

4 Zayas, Carlos A. Escuela y vida.

5 Rivera Muñoz, Jorge L. Revista de investigación educativa. Año 8. 2004.

6 Iñigo, Enrique, &, Sosa, Ana. Emergencia y actualidad de las competencias profesionales: apuntes para su análisis.

 

 

Autor:

Lic. David Delgado Torres