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Memorias de unos Mochileros por el Oriente Cubano


Partes: 1, 2

  1. Prólogo
  2. Sábado 4 de agosto de 2012 Comienzo del viaje hacia Camagüey
  3. Domingo 5 de agosto de 2012
  4. Lunes 6 de agosto de 2012
  5. Martes 7 de agosto de 2012
  6. Miércoles 8 de agosto de 2012
  7. 10 de agosto de 2012, De cumple por las calles
  8. 11 de agosto del 2012
  9. 12 de agosto de 2012
  10. 13 de agosto de 2012
  11. 14 de agosto de 2012
  12. 15 de agosto de 2012
  13. 16 de agosto de 2012
  14. 17 de agosto de 2012
  15. 21 de agosto de 2013

Prólogo

Viajar, compartir aventuras en medio de la naturaleza, descubrir lugares insospechados en nuestra propia geografía, reencontrar a esa Cuba menos conocida pero que sigue incólume al paso de los años y bella como "el primer día", como cuando aquel extraño que se autoproclamara su descubridor dijera "esta es la tierra más hermosa que ojos humanos han visto". ¡Cuánta razón tenía Cristóbal Colón!, nuestra tierra es fértil, llena de colores y de una belleza incalculable. En busca de este conocimiento un grupo de amigos aun desconocidos salieron un día, las peripecias, venturas y desventuras que siguieron a este viaje están descritas por sus protagonistas en este compendio.

Además de despertar el deseo de desandar los mismos senderos se puede aprender trucos sobre el mochileo; desde cómo preparar la mochila hasta los mejores lugares para acampar en una ciudad, basta con prestar atención a las líneas del relato.

Los momentos más especiales son los de la vida campestre, despertar con el sonido de la naturaleza es una maravilla, la sencillez y humildad del campo, tan necesarias en estos tiempos convulsos, son uno de los mejores aperitivos de este viaje que comienza…

Ing. Arlety L. García García

Isla de la Juventud, marzo del 2013

edu.red

"Es necesario correr riesgos, decía. Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. Pero quien presta atención a su día, descubre un instante de silencio después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones…, pero todo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ése quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás —porque siempre miramos hacia atrás— oirá el corazón que le dice: « ¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.»

Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado."(Paulo Cohelo, s. f.)

Memorias de unos mochileros por el oriente cubano

Sábado 4 de agosto de 2012 Comienzo del viaje hacia Camagüey

Salí de casa de mi prima en La Lisa, La Habana como a las 7:30 am, hacia La Virgen del Camino donde me esperaba Leonardo, mi amigo de la Isla (Isla de la Juventud) que había salido unos días antes por cuestiones de trabajo, y por suerte le salió todo bien, al unirse la salida con sus vacaciones, así el costo del pasaje de salida y llegada le salía por el trabajo, gran ahorro pues el total por salir y entrar a La Isla son $110.00.

Llegué a las 9:30am, después de haber tomado tres rutas de guaguas para poder llegar, moverse dentro de la habana suele ser más difícil que un viaje interprovincial. Al bajarme del bus vi al Leo, que estaba esperándome desde las 8:00am, allí fuimos a un mercado y compramos 4 barras de maní con 90% de azúcar, y seguimos caminando hacia unas cuadras cerca del autopista nacional para hacer autostop, ahora solo nos quedaba esperar a que nos recojan y ver el precio que pidan hasta Camagüey.

El placer de viajar con transportación popular "El Camión de pasajes".

Estuvimos un rato hasta que paró un camión de pasajes que iba hacia Santiago de Cuba, y nosotros de tontos lo tomamos, cobrándonos $150 hasta Camagüey, nada que nos cobró el pasaje como si fuésemos para Santiago, esta es la primera y última vez que me estafan los delincuentes cuentapropistas que sin ningún control, hacen lo que quieren con el pueblo. Consejo para todos, nunca tomen un camión de pasajes para tramos largos, a no ser que no quede otra opción. Esos camiones cobran lo mismo o más que los buses de pasajes, los cuales tienen más calidad, con aire acondicionado, asientos cómodos y otras atenciones y garantías que no te dan los otros, y si algo no va bien, tienes a donde reclamar; con los particulares se acaba el lema "El cliente siempre tiene la razón", siempre tienen la probabilidad de que se rompan, llenan el carro hasta que no cabe un alfiler y hacen paradas de duraciones indeterminadas donde les plazca, te ahogas de calor y vas como un ganado, ¡y si algo va mal! ¿A quién vas a reclamar? Vamos, que una reclamación se puede convertir en una pelea que sabes cómo empieza pero no como acaba. Si les preguntas cuánto cuesta, te dan un precio mayor, si te ven con cara de no saber, te estafan, si no te pones duro te comen.

A las 5:20pm paramos en El Majá (Sancti Spiritus), para merendar en unos paladares particulares, ¡que mira tú los precios que les ponen a las comidas!, por los cielos, que si te pones a comer en esos lugares, se te va el poco dinero que te queda, ya eso es un convenio entre los camioneros y los de las paladares para que paren solo allí y los viajeros se ven en la necesidad de comer allí, no les queda más remedio.

Allí se rompió el camión, y a las 6:00pm continuamos viaje.

Para evitar todas estas molestias y tener un buen viaje, mejor ¡digamos no al transporte particular!

edu.red

Camiones de pasajes nacionales

Camagüey.

A las 9:10pm arribamos a la ciudad de Camagüey, creo que nunca había tenido más deseo de llegar a un lugar que ese día, y para colmo cuando estábamos llegando a donde nos íbamos a bajar había un hombre detrás de mí, que al parecer, digo yo, estaba recogiendo sus cosas cuando me empieza a tocar las nalgas de manera sigilosa, a lo cual me viro rápidamente voceando " ehhhhhhh ", y el tipo me dice –no, no, disculpa-

Vamos, que de veras se equivocó, o estaba buscando mi billetera para llevármela; y a la hora de bajarme busco mi billetera en el lugar donde la guardo en mi mochila, y qué susto al ver que no estaba, me subió un frío por todo el cuerpo que me dejo catatónico, me toqué los bolsillos y nada, y ya el hombre se había bajado, ¡como que me quedé sin billetera al comienzo de mi viaje! y ya había dicho en voz alta en el camión dirigiéndome al Leo ¡Me robaron la billetera!

Antes de formar alboroto revisé por última vez, y el alma me volvió al cuerpo, ahí estaba, en otro bolsillo de la mochila, la verdad es que no tenía mucho dinero ahí, solo $50.00, pero lo importante era el carné y otros documentos que traía.

Al bajarnos del camión fuimos enseguida hacia el centro de la ciudad, al llegar, a eso de las 10:00pm, llamé a Raudel (camagüeyano), que me había dado el teléfono por correo electrónico para cuando llegase ayudarnos, pero la verdad que no nos ayudó mucho, parece que como no nos conocía bien, y por la hora que era, no se atrevió a ir en nuestra ayuda y tampoco me orientó mucho acerca de dónde armar el campamento, yo realmente lo entendí, eso es algo lógico, así que le dije que lo llamaba al otro día con más tiempo, y de esa manera nos encontraríamos y ya al conocernos bien, de seguro nos tiraba un cabo.

Fuimos a comer a una pizzería que yo había conocido un año atrás, se llama "El Gallo" y está ubicada prácticamente en el centro de la cuidad, una construcción colonial de dos plantas, con portales, donde puedes comer con vista a todo el movimiento de la ciudad que siempre está activa; llegamos allí con las mochilas que eran inmensas y todo sucios y cansados del viaje, llamando la atención de los comensales, que de seguro pensaban que éramos turistas, ¡y si éramos turistas! , solo que nacionales, yo me metí en el baño a lavarme un poco la cara y los brazos, y las personas haciendo comentarios de lo que estaba haciendo, esto del mochileo no es muy común en Cuba; pedimos dos pizzas que costaban $10.00 cada una, traíamos un hambre enorme del viaje de aproximadamente 10 horas. Al terminar salimos a buscar dónde armar las tiendas de campaña para dormir, algo complicado en esta ciudad ya que no conocía lugares adecuados para esto, le preguntamos a unos policías por lugares donde acampar, pero nos dijeron exactamente lo que me esperaba, que eso era muy peligroso aquí y que había pocos lugares de áreas verdes como para eso, pero como uno no escarmienta por cabeza ajena, y yo no me dejo amedrentar por nada, decidí salir a buscar por nosotros mismos un lugar donde armar el campamento, uno lo que no puede nunca es tener miedo, ni pensar en lo malo.

Después de caminar como 5 km con los mochilones arriba, y sin encontrar nada, el Leo me paró y me dijo:

– Oye, vamos a preguntarle a las personas de esa casa, si nos dejan quedarnos en su jardín-

Yo dije: –bueno dale- yo ya iba como dice él, cerrado mirando para el piso y pa´lante, si fuese por mí, hubiésemos llegado a Las Tunas a pie.

Era una casa grande frente a la carretera central, con un jardín enorme, llamamos, y nos salió una mujer, eran como las 12:00 am, la mujer salió un poco asustada, lógico a esas horas de la noche dos hombres llamando a tu puerta. Nos presentamos y le rogamos que nos dejara dormir allí, ella nos dijo que no podía, diciéndonos que tenía perros… nada, que no le parecía bien que nos quedáramos allí, pero nos dijo que al frente había un terrenito de pelota, nos viramos y exactamente, se nos encendieron los ojos al ver el lugar especial para dormir, tranquilo y alejado del pueblo, cercado y custodiado por trabajadores que hacían guardia nocturna. Hablamos con el custodio y gracias a su buen corazón nos dejó quedarnos allí.

Siempre que parece que las cosas te van a ir más mal, entonces mejoran.

Armamos la tienda de campaña, y conversamos un poco con los custodios, contándoles lo que estábamos haciendo, que viajábamos por el país para conocerlo y narrar las historias de nuestros viajes.

Ese día dormí como si estuviese en mi casa, yo tenía ya un dolor enorme en mis hombros de cargar la pesada mochila, y eso sin contar como tenía los pies; Leo estaba igual. Yo realmente no me dormí, me desmallé.

Domingo 5 de agosto de 2012

Nos levantamos temprano, ya estábamos en modo de bajo consumo, y salimos hacia la terminal de ómnibus donde nos dimos un "Baño Greco", de la cintura hacia arriba, y guardamos allí las mochilas para ir a visitar la ciudad.

Desayunamos en una hamburguesería en el boulevard, la que junto con la pizzería, se convertiría en los lugares habituales de comer.

Caminamos por toda la ciudad, esta es una de las ciudades más hermosas que he visto en Cuba, con calles laberínticas, donde uno se pierde la primera vez que se encuentra allí, es llamada la ciudad de los tinajones y la ciudad de las iglesias, todas sus calles están muy limpias, y las personas que caminan por ellas le dan mucha vida, y son muy amables, ¡ahhhh!, y es cierto, tiene las mujeres más lindas de Cuba, eso es incomparable, y si te dicen que son las de la Habana, eso es porque se mudaron de Camagüey.

La mayoría de las personas se mueven en bicicletas, y al parecer hay alguien que tiene un negocio montado, que las trae de Alemania y las vende allí, ya que hay muchas bicis con modelos parecidos. Hay una calle que es donde están la mayoría de las tiendas, que está todos los días llena de personas, a pie y en bicicleta, y todos están por la calle lo mismo los ciclistas que los caminantes, es una locura eso, se camina cuidando que no te choque ningún ciclista, y ellos cuidándose de no chocarte, y sin embargo, hay una armonía increíble, no se discuten entre ellos cuando hay un caminante atravesado, ni cuando se chocan. Han aprendido a convivir en armonía. Eso refleja el nivel cultural de una ciudad. Si todos siguiésemos ese ejemplo…

Lo único malo que encontramos en la ciudad era la cantidad de personas que se nos cercaba diciéndonos ¡Taisi!, si, así mismo decían, no taxi, ¡Taisi! ¡Máquina! ¡Cuarto de alquiler!….. Este es un mal que nos aqueja en todo el territorio nacional, el asedio al turismo es algo deprimente, ¿ustedes no creen, que si yo quisiese un taxi, no lo sabría buscar yo mismo, viéndolo en los carros como lo dice en sus carteles? ¡Vamos, que no somos tontos!

Llamamos a Raudel, y quedamos en encontrarnos a una hora, en la Plaza de los trabajadores, allí estuvimos y él no llegó a la hora acordada, como todo buen cubano, jeje, había que ir una hora después de la establecida para poderlo ver.

Bueno, la cosa es que no nos vimos, y continuamos visitando el centro histórico. Estaba lloviendo y decidimos entrar en una iglesia muy linda, ubicada en la plaza de los trabajadores, eran como las 6:00 pm y al ratico presenciamos la misa, estuvimos allí en un salón enorme lleno de personas escuchando las palabras del orador, y rezando junto con él, fue realmente algo místico, les recomiendo que tengan esa experiencia alguna vez, es algo hermoso, y se siente una paz interior inmensa.

Al salir llamé otra vez a Raudel, quedamos otra vez a una hora, comimos en lugar de costumbre "Pizzería el Gallo", habíamos comprado unas galletas y un pomo de sirope, nos sirvió para prepararnos un refresco y ahorrarnos unos pesitos, nos atendió la misma joven del día anterior, una muchacha muy linda, ¡Camagüeyana al fin! Le estuve contando sobre lo que hacíamos, de nuestros viajes, de lo linda que era su ciudad…..

Salimos y fuimos al encuentro de Raudel, ya hacía un día que no nos bañábamos, y ya nos hacía falta uno para refrescar y descargar algunas penas que nos aquejaban, yo había puesto todas mis esperanzas en quedarnos en su casa, después de que nos conociera, y le diéramos un poco de pena, jeje, yo me encargaría de eso, en ocasiones soy un poco cara dura y no me da pena nada, aceptando todo lo que me den, como dice Rigoberto Ferrera "Lo que te den, ¡cógelo!"; nosotros no teníamos pensado bañarnos hasta llegar a Bayamo, y para eso, faltaba varios días.

Pues por fin el gran milagro surgió, apareció Raudel. Estuvimos hablando un buen rato, conociéndonos y hablando del viaje que íbamos a hacer, él también iba a viajar con nosotros, pero se le había presentado un problema de salud y desgraciadamente no podía acompañarnos. Al rato le saqué el tema de dónde habría una piscina o río donde bañarnos, ya que estábamos hechos unas mofetas, lo que le llevó a la decisión de dejarnos quedar en su casa, ¡qué alivio! Como digo, siempre que crees que las cosas van mal, pues mejoran, nunca debes desesperarte.

Leo con un poco de pena me dice:

-vamos a dejar eso para mañana, y así molestamos menos-

Respondiéndole yo: -no jodas, vamos a aprovechar la oportunidad que tenemos-

Después me dije yo por dentro –mira, con las ganas que tengo yo de ver un baño para C#"$! y refrescarme, esta oportunidad no me la pierdo-

Así que al momento salimos a buscar nuestras cosas a la terminal a 3 km de ahí, nos demoramos solo 30 min, fuimos volando, Raudel llegó más tarde al lugar de encuentro pensando que nos íbamos a demorar, él lo que no nos conocía bien, no sabía que éramos unas caballos caminando. En el camino se nos acercó un bici taxi para llevarnos y le dijimos: -¡no, no!, es que estamos apurados-

Nos bañamos y dormimos en el piso de la casa de lo más rico, yo tenía una bolsa de dormir que servía de colchón y cobija, y el Leo puso una colcha en el suelo que le dio Raudel.

Raudel resultó ser un amigo de verdad, muy amable y atento, él es profesor en la universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, graduado de Psicología. Hicimos muy buena amistad con él, y ya jaraneamos un poco por lo de la impuntualidad.

¡Qué bueno es encontrar personas que sin conocerte bien, se brinden a ayudarte y a compartir lo que tienen!

Lunes 6 de agosto de 2012

Salimos a continuar caminando por la ciudad, ya de seguro nos conocían, salíamos de un parque hacia otro, locos ya porque llegara el gran día, el martes 7 de agosto, cuando debíamos encontrarnos con los que venían a unirse a nuestra aventura.

Anduvimos hasta un parque colosal en la ciudad, "El Casino Campestre", un lugar muy acogedor con muchas áreas verdes, y con un pequeño zoológico, donde los animales "irradiaban alegría por todas partes"; es muy deprimente ver a esos animales encerrados en prisiones pequeñas, donde apenas pueden estirar las patas. Hay que recapacitar acerca de los zoológicos, es importante mostrar la fauna a las personas, pero hay que hacerlo de una manera responsable, donde no se dañe la libertad de los animales, deben crearse lugares que figuren que los animales se encuentren en libertad, de seguro que así los visitantes se van con una mayor alegría. Ver a un animal triste refleja tristeza en las personas.

El parque puede ser un buen lugar para acampar, siempre y cuando sean más de 4 personas, ¡hay que tener cuidado!, al parecer se reúne en esa zona la escoria de la ciudad, aberrados sexuales, borrachos….

Estando allí presenciamos una situación incómoda, cerca de donde estábamos sentados había una carpita con música y bebidas, lugar perfecto para las peleas; de momento se armó una discusión con uno de los dependientes, y al rato salió uno en una bicicleta, casi cayéndose, regresó con un cuchillo, y continuó la discusión, un tumulto de gente, unos arriba de otros separando, al final no se dieron ni una palmadita. Llegó la policía, como 4 patrullas, el del cuchillo lo soltó y levantó las manos como cuando un futbolista comete una falta que levanta las manos y se encoje de hombros, bueno la policía mete al hombre en la patrulla, una mujer discute con el poli, al final lo sueltan, y no pasó nada, mucho aspaviento por gusto. Al ver todo eso salimos de ahí, no vaya a ser que terminemos también enredados en alguna cosa.

Regresamos al centro y llamamos a Raudel, vino con otro mochilero, Alejandro, que iba a unirse a nosotros en el viaje, hablamos un poco, sobre el viaje y eso, y como tenía cámara fotográfica, le dije –- Te nombro documentador del grupo, "In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen".

Martes 7 de agosto de 2012

El ansiado día había llegado, el día donde nos reuniríamos todos los que iban a participar en la gran aventura. Yo tenía grandes ilusiones de ver a cuántas personas había motivado, cuando hice el anuncio del viaje hacía unos meses atrás, muchos me escribían diciéndome que nos veríamos pronto para mochilear. Esperaba al menos como 15 personas, y estaba con temor de que viniesen más, ya que si fuésemos muchos, sería un poco más engorroso poder moverse, pero bueno, siempre hay una solución para todo, y lo importante es divertirse.

Nos pasamos el día entero esperando, Raudel, Alejandro Leo y yo, en el lugar acordado, a eso de las 2 apareció Arieslys, quien venía desde Villa clara, la única persona que llegó ese día. No se imaginan la alegría que me dio al verla, ella ya había participado hacía unos meses en otro evento de los mochileros, y habíamos hecho mucha amistad, verdaderamente tenía muchos deseos de volverla a ver, ella es una de esas personas que conoces un día y nunca la olvidas. Nos abrazamos con tremenda alegría, le presenté al resto del grupo y conversamos. Me contó que Asley, el amigo de ella, que también había participado en viaje anterior, se reuniría con nosotros en Bayamo el día 9, él llegaría un poco tarde ya que estaba con su novia, y dentro de pocos se tendrían que despedir, pues ella viajaría hacia otro país; ellos estaban enloquecidos de amor; esa separación iba a ser muy fuerte, no tenían idea de cuándo se pudiesen ver otra vez. Ah, y el día que él se nos uniría, era su cumpleaños.

Ya íbamos siendo 4 y dentro de poco 5, con eso basta para divertirse, allá los que se arrepintieron; luego hice una llamada a Las Tunas donde deberían esperarnos dos personas, Coti, quién ya formaba parte del grupo desde el viaje anterior, ella nos estaba esperando allá con su novio Meñique. Al saber eso ya me sentí mucho mejor, ya seríamos 7, y todos buenos amigos, lo esencial para que todo sea bueno.

Al anochecer fuimos los 5, Arieslys, Leo, Alejandro, Raudel y yo, a nuestro habitual lugar de comida, esta vez subimos todos hacia la segunda planta, comimos, nos reímos, nos dábamos cuero y nos metíamos con la camarera; parecía como si nos conociésemos de toda una vida.

Un ladrón con uniforme.

Salimos a dar una vuelta esa noche, queríamos enseñarle un poco la ciudad a Arieslys, visitar la plaza del Carmen, con sus esculturas de personas comunes de la zona, de los cuales, aún quedan algunos vivos, esculturas que reflejan la cotidianeidad de la ciudad; mujeres sentadas, hablando en la calle; un hombre llevando una carretilla de agua; una pareja de enamorados sentados; y un hombre leyendo el periódico con un pie sobre el banco, todos ellos en una plaza adoquinada, entre casas coloniales, y con una hermosa iglesia al final de la plaza.

Antes de ir, decidimos guardar la mochila de Arieslys para caminar más cómodos, nos acercamos a la oficina de correo ubicada al lado de la casa natal de Ignacio Agramonte, frente a la Iglesia de las Mercedes, en la plaza de los trabajadores. Hablamos con el custodio del local y le pedimos, ¿si por favor, nos podría guardar un rato la mochila?, el compañero muy amable aceptó, diciendo en jarana, ¿si traíamos una bomba ahí? Él era un hombre negro de unos, 35 ó 40 y pico años, vestido con un uniforme azul, el uniforme de una agencia de custodios de Camagüey.

Pues al regresar de nuestro paseo como a una hora después, recogimos la mochila y seguimos camino a casa de Raudel. A la hora de bañarnos se da cuenta la muchacha que le faltaba algo en la mochila, una linterna grande que servía hasta para debajo del agua, de un valor de $25.00 CUC.

Pues ya habíamos sido víctimas de confiar en quienes deben ser personas de confianza.

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Linterna robada.

Miércoles 8 de agosto de 2012

Salimos temprano con destino a Las Tunas, desayunamos en el boulevard, y tratamos de guardar las mochilas en un hotel, para dar el último paseo por la ciudad, pero desgraciadamente, no nos quisieron ayudar, tal vez si les hubiese hablado en otro idioma, me hubiesen ayudado. Seguimos con los carapachos arriba visitando algunos lugares que nos quedaban; luego fuimos a la salida de la ciudad, para hacer autostop, estuvimos un rato hasta que tomamos nuestro mayor horror, ¡El Camión de Pasaje! Venía de la habana, como siempre atestado de personas, pero como era un tramo relativamente corto lo tomamos.

Las Tunas.

Nos bajamos en la entrada de Las Tunas, donde estaba la famosa caldosa de Kike y Marina, ya no son ellos los que la cocinan, pero es un lugar famoso como para perdérselo, tomamos los 4 una caldosa, que estaba súper buena, y ya de paso llenábamos las panzas, con comida de verdad.

Al llegar al centro notamos el cambio repentino, aquí no se encuentra el movimiento de personas como en Camagüey, más la ciudad es linda y las personas son muy agradables. Ese día nos encontramos con Coti y Meñique, quienes nos esperaban, nos fuimos para su casa cerca del centro, y salimos a recorrer la ciudad, comimos otra vez en una hamburguesería muy buena, con aire acondicionado y unos panes inmensos y buenos.

Esa noche visité la casa de mi abuelo materno, hacía 23 años que no iba, ya no pertenecía a la familia. Sentí una nostalgia al verla muy grande, toda la familia por parte de madre es de aquí, aunque yo no los conozco.

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Caldosa de Kike y Marina, a la entrada de Las Tunas.

Al otro día, llamé a una mochilera de allí que me había dado el celular para localizarla, Mailén, ella desgraciadamente no podría seguir con nosotros en la aventura, se le había presentado un evento al cual no podía faltar. Fuimos los 7 a un parque, "El Cornito". En el camino volvimos a tomar caldosa de Kike y Marina, y luego de camino al Cornito, se le ocurrió a Coti ir a visitar a una amiga que hacía tiempo no veía; ¡que ocurrencia a esa hora! ponerse a visitar personas. Nosotros no contábamos con mucho tiempo como para eso, ese día debíamos seguir para Bayamo donde nos encontraríamos con Asley quien ya estaba de viaje desde Ciego de Ávila. En ese momento me di cuenta de que Coti estaba tratando de tomar el mando del grupo e ir a su aire, quería ir más lento y sin pasar trabajo; yo tuve que ponerme un poco duro, las cosas ya estaban algo planificadas para que todos disfrutaran de los lugares del viaje, si nos demorábamos, unos no podrían visitar ciertos lugares, ya que carecían del tiempo necesario, y además, si querían liderar un grupo, pues que lo hubiesen creado, pero el mío, lo dirijo yo; como dice el Leo "participa, pero no te destaques" jeje. Yo les tuve que decir a los dos – miren, yo los veo demorándose y andando a su aire, y a la hora que lleguemos, vamos a seguir viaje a Bayamo, así que ni se imaginen que tardarse me hará cambiar de idea –

En al camino nos metimos en un parquecito de diversiones y luego llegamos a "El Cornito", nos metimos en una piscina, y pasamos un rato muy bueno, con coreografía y todo, de unos jóvenes un poco descerebrados, bailando la música sin sentido que es el reggaetón; como si estuviesen haciendo algo muy grande, jeje, los pobres, si supieran cómo se burlan de ellos. La verdad que nos divertimos cantidad allí. Salimos en un tren y rápido fuimos hacia la casa a recoger las cosas, y lo que me temía pasó, ya estábamos listos como a las 6:00pm, y Coti y Meñique estaban desaparecidos, ya estaba haciéndose tarde y realmente viajar de noche no es muy bueno; al rato se aparece la madre tratando de convencerme de que no viajásemos hoy, diciéndome todo lo que le dice una madre preocupada a uno, que si es de noche, que la calle está mala…… pero yo no accedí, ya había un muchacho en camino que no íbamos a dejar botado en Bayamo; seguimos esperando y al rato se aparecieron diciéndonos que nos fuésemos, que al otro día se unirían en Bayamo; ¿ahora es que nos dicen eso, a esta hora? –Les dije- no es fácil. Nos fuimos hacia la terminal Leo, Ariesly, Alejandro y Yo; ya Mailén se había ido. Una muchacha muy agradable, era una lástima que no pudiese acompañarnos.

Como todo lo que sucede conviene, llegamos a la terminal y 20 min después llegó una Transgaviota, que alegría, nos fuimos en una guagua con aire acondicionado, cómodos y por el precio real $17 por personas, apenas notamos el viaje. Antes de que llegara esa guagua, había llegado una, a la terminal, donde el chofer nos pedía $30 por persona, y parado, ya que estaba llena, la verdad es que hay personas que no lo piensan dos veces para tratar de quitarte tu dinero de manera explotadora, quieren hacerse ricos de la nada. Pues claro que conmigo eso ya no va, ya yo estoy vacunado contra eso, y nosotros realmente no estamos apurados, viajamos tranquilos, sin apuro, como todo un mochilero, así que él se lo perdió.

Bayamo.

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Llegada a Bayamo, terminal de Ómnibus.

Llegamos a la ciudad y salimos a buscar a Asley en la terminal, que llegaba desde Ciego, era su cumpleaños y ya se había pasado parte de este viajando. El aún no había llegado, pero 30 mn después llego, y miren ustedes qué casualidad, que venía también en una Transgaviota, por poco no nos recogió su guagua en las tunas, que eran de la misma línea.

Nos saludamos con tremenda alegría y lo felicitamos por su cumple, y salimos enseguida a comer algo en la ciudad, paseamos por el bulevar que es hermoso, lleno de establecimientos para comer; nos comimos una pizza cada uno y esperamos mi cumpleaños allí, luego nos fuimos al río Bayamo para acampar, este río está en el mismo centro de la ciudad, y es muy lindo, limpio, con instalaciones de ventas de alimentos, y áreas verdes inmensas, especiales para acampar, el lugar se llama "El Chapuzón". Hace un año atrás no se nos permitió acampar allí, pero esta vez ya estaba permitido. Eso es muy bueno ya que el lugar especial para eso, tienes el río al lado y te puedes bañar refrescando cualquier cansancio del viaje. Este río tiene aguas limpísimas, y tiene un muro que lo cruza haciendo una especie de represa, permitiendo que el agua se mantenga a una altura especial para el baño de todas las personas, y más para los niños. Nosotros aun no sabíamos eso, por lo que acampamos en esa misma zona, lo que más alejado de los kioscos.

10 de agosto de 2012, De cumple por las calles

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Comprando cerveza para celebrar.

Nos levantamos muy alegres y salimos a brindar con cerveza en un dispensado por mi cumpleaños, y nos pasamos un rato bañándonos en el río y disfrutando del ambiente agradable que se refleja en El Chapuzón.

Ese día lo pasamos visitando toda la ciudad, es muy linda, vimos la iglesia donde se cantó por primera vez el himno nacional, está en el casco histórico, con las calles empedradas, muy linda esa zona. Almorzamos en un restaurante muy bueno, donde hacían un ajiaco Bayamés riquísimo, y barato, y de camino nos compramos unos gorros de cumpleaños, y anduvimos con ellos por toda la ciudad. La ciudad me impresionó mucho al ver cómo la cuidan, para mí es la ciudad de la gastronomía, hay comida por todos lados y con buena calidad, los establecimientos tienen muy buenas condiciones, recuerdo haber entrado a uno donde pensé que era de divisa, y no!, era en moneda nacional, y las atenciones especiales, como debe ser. Allí vi tiendas llenas de comida en MN: helados, yogures, dulces, refrescos, leche de varios tipos…. lo nunca visto en otras ciudades en las que he estado. Al parecer según lo escuchado es por un dirigente de la provincia que la ciudad prosperó tanto, quien en estos momentos está dirigiendo a Santiago de Cuba y allá va por el mismo camino, según lo que vimos el poco tiempo que estuvimos por esa zona del oriente.

En Bayamo también se puede visitar el único museo de cera en el país, un lugar muy lindo e interesante, donde se encuentran figuras importantes de nuestro país, están hechas por dos personas de la propia provincia, padre e hijo. Allí se encuentran: José Martí, Carlos Manuel de Céspedes, Sindo Garay, Bola de Nieve, Polo Montañés, Rita la Caimana…. todos hechos con una calidad increíble, parecen estar vivos, y la atención del personal que trabaja allí es especial, unas muchachas muy amables y hermosas, tanto, que cuando entras te quieres quedar allí para siempre.

En ese lugar trabaja Ilianita, la prima de mi amigo Leo, de quien toda la familia por parte de padre es de allí, y él estaba aprovechando el viaje para visitarlos, yo tendría el placer de conocerlos al regreso del viaje.

Ese día como lo acordamos, llegaron Coti y Meñique y ya estábamos todos juntos. A eso de las 5:00 pm salimos a coger botella para ir hacia la Sierra Maestra, el propósito era llegar hasta Bartolomé Masó, a mí se me había pegado un municipio de Holguín "Mayarí" y había un lugar antes de Bartolomé Masó que se llamaba Yara, que era parte del camino, y siempre les decía al grupo que teníamos que coger algo que fuese para Manzanillo y quedarnos en "Mayarí", o sea, Yara, jeje, que cruce!! pues tanto era mi enredo , que nos paró una guagua, por cierto con aire acondicionado, que iba para Manzanillo, y yo le hago la seña al grupo para montarse, y con el tropelaje y la locura de montarse, Coti le dice al chofer, – Mayarí, Mayarí?– y el chofer se queda como en blanco, y luego reacciona y dice – ¡Cómo que Mayarí!!!, eso es en Holguín, esto va para Manzanillo– y le digo yo a Coti –Muchacha monta que va para donde nosotros vamos, Yara, Mayarí, ya tu sabes que Mayarí para mi es Yara – jeje.

Llegamos ya de noche a Yara o "Mayarí" jeje, y allí pasamos la noche pues no pasaba nada a esa hora para Masó, y las máquinas querían cobrar el doble de noche. Como nosotros no estábamos tan apurados, pues pasamos la noche al lado del estadio de pelota del pueblo, el Leo y Meñique hablaron con el custodio del lugar y nos permitió armar el campamento allí, un lugar muy bueno para eso, con agua y todo, nos bañamos y dormimos como en casa.

Así terminé de celebrar mi cumpleaños, haciendo lo que de verdad me gusta, viajar.

11 de agosto del 2012

Este fue el primero de varios días levantándonos a las 5:30 am, nos despertamos a esa hora ya que el custodio del lugar nos había hecho un favor al dejarnos dormir allí, tomamos la guagua de Masó temprano como a las 7:00 am y llegamos al municipio, en ese lugar se encuentra un central, que aún funciona y que debe de ser el sustento del pueblo. Ya estábamos en las faldas de la Sierra Maestra, nos abastecimos de un poco de comida, compramos 12 panes grandes, que nos resolvió mucho más de lo que esperábamos; salimos hacia los amarillos , por la carretera que va hacia Santo Domingo, y tomamos un camión hacia el campismo La Sierrita, a 8 km de Masó y a 10 km de Santo Domingo, allí nos quedamos y pasamos el día, un lugar muy hermoso, donde vale la pena ir a pasarse unos días de vacaciones, con alojamientos muy confortables y buenas atenciones, ubicado en la Sierra, exactamente sobre una elevación, la que te permite tener una vista increíble del lugar, se ven a lo lejos los bosques de caña brava y por debajo del campismo corre un río, que a pesar de ser de montaña, no está tan frío, y corre entre pequeños bosques de caña brava, es un lugar paradisíaco. El personal del lugar es muy agradable, dispuestos a ayudarte en lo que sea. Los trabajadores tienen un alto sentido de pertenencia, lo que ha conllevado a la calidad que tiene el lugar, ellos realizan actividades en las noches, haciendo espectáculos humorísticos, Sketch musicales… todo hecho por ellos mismos, y les aseguro que con muy buena calidad, llegamos a ver actuaciones que de seguro ganarían premios en un evento humorístico; canciones como "Fongo en la Placita" parodia al famosísimo tema "Échale Salsita", de Ignacio Piñeiro fue uno de los más graciosos que disfrutamos esa noche.

Este es un escalón a todos los que se aventuran a subir el Pico Turquino.

12 de agosto de 2012

Salimos temprano luego de desayunar a eso de la 9 de la mañana, atravesamos por un camino dentro del campismo y salimos a la carretera principal, íbamos con la idea de llegar a La Plata, la comandancia de Fidel, pensando que de allí era que salían los guías hacia el pico, eran alrededor de 15 km de caminata.

Pasamos por un puente muy alto, por donde pasaba debajo el río donde nos habíamos bañado en el campismo, cerca de allí había un pobladito, y se divisaba en el río a las mujeres lavando, ya en estos lugares se ve la humildad en la que viven los pobladores de las montañas.

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Campesinos de la zona, quienes nos brindaron comida.

Estando en el puente pasaron dos turistas suizos en un carro que iba hacia la Plata, les hicimos seña para que llevaran a las dos muchachas. Tuvimos mucha suerte, ya así ellas no tendrían que caminar los 10 km en montañas elevadas hacia Santo Domingo. En el camino se ven vistas increíbles, es una carretera que atraviesa las montañas de la Sierra Maestra, ahí se divisan a lo lejos las casas de los campesinos, vimos cómo los lugareños tienen un medio de transporte que nos recuerda cuando éramos niños, unas chivichanas que son un medio de transporte muy eficaz para esas zonas, en las subidas las arrastran y en bajada se deslizan en ellas, aprovechando al máximo las irregularidades geográficas.

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Chivichana, transporte en las montañas.

En el camino nos refrescamos en un río y luego en un pequeño caserío entramos en una casa a llamar por teléfono, nos brindaron café, uno muy bueno, del corazón de la Sierra. De camino pasamos por un poblado llamado Providencia, en esa zona había un cementerio en una colina.

Ya nos quedaban 7 km para llegar, habíamos pensado que sería fácil pero cada vez que subíamos una loma, pensábamos que era la última, pero que va, en la curva había que seguir subiendo, llegamos cansados y sin agua a una casita donde nos dieron agua, una casita como las de los cuadros de vistas campestres, muy bonita, con techo de guano, el piso de tierra, la cocina de leña, y con los corrales de los animales en el patio, de donde se disfruta de una vista espectacular, ya que se divisa un valle. Las personas de aquí, como las de muchas de estas zonas, viven como si viviesen en el pasado; pero todo eso no ha logrado que dejen de ser las personas más amables, buenas, carismáticas… capases de compartir lo que tienen por tal de ayudar.

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Casa típica de los campesinos.

Sinceramente no hay manera de explicar eso, hay que vivirlo, y es un poco triste ver que en las ciudades las personas son tan frías y duras, en ocasiones cuando tienen más posibilidades económicas se vuelven más vacías, las cosas materiales van consumiendo el alma y te hacen prisionero de ellas, hay una canción del "Mago de Oz" que lo ilustra: "Es mejor forjar el alma que amueblarla".

Deberíamos viajar más y ver cómo viven otros, para darnos cuenta de realmente como somos, y poder cambiar nuestras formas de vida, para ser mejores seres humanos.

Ahora les cuento otra de las buenas cosas que tiene la vida, seguimos por carreteras empinadas hasta llegar a la entrada de una casa, donde había un camión que iba para Santo Domingo, eran las 2:31 pm, ya estábamos a 4 km de allí, hablamos con el chofer, y nos dijo que nos podía llevar, que lo esperásemos ya que estaba almorzando.

Partes: 1, 2
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