Herramientas para el desarrollo de la comunidad – Propuesta Metodológica
Enviado por JESUS ARTURO FIGUEROA QUIROGA
- Presentación
- Breve reflexión sobre el tejido social del Departamento de Casanare
- Desarrollo Social
- La acción comunal como proyecto político que promueve el desarrollo de la comunidad
- La participación en el desarrollo comunitario
- Cooperación para el desarrollo local
PRESENTACIÓN
Este libro pretende ser una herramienta útil para enriquecer los procesos encaminados al Desarrollo de la Comunidad local.
La motivación del trabajo comunitario no debe estar contaminada de intereses egoístas, su inspiración emerge de las necesidades y anhelos que buscan mejores condiciones de vida para todas las personas que construyen comunidad.
Este libro se inspira en la experiencia de capacitación realizada en el Municipio de Aguazul Casanare desde el año 2001. Nace de una profunda convicción de servicio y apoyo a los Directivos y Dignatarios de los Organismos de Acción Comunal, líderes, mujeres y jóvenes que se arriesgan a soñar y hacer posible una vida en dignidad.
Las "Herramientas para el desarrollo de la comunidad" están al alcance de todos y su manejo es estrictamente práctico, el lenguaje que se utiliza, sin dejar de evocar contenidos científicos y técnicos, permite la compresión a todo nivel de formación académica.
Después de compartir los deseos y preocupaciones del liderazgo COMUNAL, ofrezco, de forma auténtica y respetuosa, este producto no acabado para que se convierta en semilla de una nueva comunidad y realización de la esperanza que anhela un mejor futuro con oportunidades para todos los que vivimos en esta hermosa tierra de bendición.
Porque estoy convencido de que los hechos de la realidad no agotan las posibilidades de la existencia, los invito a que construyamos COMUNIDADES más incluyentes.
Jesús Arturo Figueroa Q.
AUTOR.
Breve reflexión sobre el tejido social del Departamento de Casanare
El tejido social del Departamento de Casanare revela una serie de agujeros que afectan seriamente la convivencia humana[1]. Somos un Departamento rico de gente "pobre". Desde este panorama debemos entender los datos sobre: concentración de la población, propietarios e inquilinos, población infantil, ingresos promedio, actividad económica, desempleo, mujeres cabeza de familia, población adultos mayores, niños y jóvenes sin estudiar…..Son precisamente los niños y jóvenes los más afectados por los procesos sistemáticos depredadores en la historia de cada municipio.
Hoy, desde donde nos ubiquemos en el territorio Colombiano, constatamos una realidad de conflicto. En el documento Plan Colombia se afirma que: "El fenómeno del conflicto interno se ha imputado a la inestabilidad inducida por cuatro vectores cuyas actividades agresivas fomentan violencia física, psicológica, social y política: las organizaciones del narcotráfico, los grupos subversivos, los grupos de autodefensa al margen de la ley y la delincuencia común". No debemos desconocer que las fuerzas armadas, en el afán de solucionar el conflicto, participan también como protagonistas de éste.
En Casanare se constata esta realidad de conflicto. Naturalmente que son los niños y jóvenes los más vulnerables en la confrontación de estas fuerzas generadoras de violencia, cuando sólo el 4% de los jóvenes que se gradúan como bachilleres continúan estudios a nivel profesional con autofinanciación, cuando tienen capacidad económica, o con créditos educativos, cuando reúnen los estrictos requisitos requeridos por las entidades crediticias de financiamiento educativo. El 96% de jóvenes bachilleres entrarán a formar parte del gran grupo de desempleados, o a su vez, fortalecerá los vectores generadores de violencia.
Es todavía mayor el número de jóvenes que están en este rango vulnerable. De los niños que empiezan grado primero, hasta llegar a grado once se observa una deserción del 80% que no logra graduarse y que a su vez es blanco de los arriba llamados vectores de violencia. Solo el 20% de los jóvenes que inician grado sexto logran graduarse. (A nivel nacional es el 10%. 2005)
La situación económica de abundancia o pobreza alimenta también el círculo de vulnerabilidad en los niños y jóvenes. Por el manejo irresponsable del dinero o la búsqueda de éste por cualquier medio, los niños y jóvenes pueden terminar destruyendo su potencial humano, siendo presa fácil del consumismo y los vicios como el alcoholismo, la drogadicción y la pérdida del valor fundamental de la vida y el respeto por el otro.
Las familias desarticuladas son el ambiente propicio para que los niños y jóvenes desarrollen modelos de conducta que atentan contra el adecuado proceso de maduración personal, asimilación y ejecución de actitudes humanas que favorecen una sana convivencia en su entorno.
La falta de orientación y formación oportuna al interior de la familia desde la práctica de valores y el compromiso de los padres por dedicar el suficiente tiempo a sus hijos, permite que sean otros los escenarios y protagonistas donde los niños y jóvenes van aprendiendo e integrando conductas que comprometen luego el sano desarrollo de su personalidad y la aceptación y ejecución de una normatividad que garantice la adecuada convivencia social. La no participación efectiva en las síntesis económicas, políticas y socio culturales, por ausencia de espacios de participación o reflexión juveniles, hace que el joven se sienta atraído más por la rumba, el ocio, la "camaradería", desarrollando así un marcado indiferentismo o incapacidad para ser gestores de iniciativas que se van activando a nivel comunitario, barrial o municipal.
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