- Análisis de la corriente romántico nacionalista en la obra Bayamo de José Maceo Verdecia
- Bibliografía
La necesidad de conocer el pasado brinda a la historia la posibilidad de desarrollar, mediante la historiografía procesos o problemáticas a partir de referentes teóricos y metodológicos que en algunos momentos estuvo más cargada de positivismo, en otros va a las teorías y métodos concretos de una etapa histórica determinada, y así sucesivamente fue adquiriendo peculiaridades en dependencia de las tendencias que predominaron en un período histórico determinado.
Es en fin la historiografía una materia científica que tiene como objeto los estudios históricos recogidos en una producción historiográfica para analizarlos de acuerdo a las leyes generales, regularidades y peculiaridades en la que se desenvuelven los historiadores[1]
La historiografía cubana de las primeras décadas republicana se comienza a desarrollar adquiriendo matices del romanticismo europeo del siglo XIX, relacionados a las interpretaciones que desde el punto de vista liberal da la burguesía triunfante, al tratar de justificar la revolución francesa. De otra manera el positivismo nacionalista europeo no tardo en exponer su método científico donde para hacer frente al idealismo, deja fuera las interpretaciones del hecho histórico pues solo era necesario el documento para exponer y darle un orden a los hechos. En realidad algunos de sus exponentes nunca fueron absolutamente positivistas pues en algunas obras no escapan las explicaciones necesarias.
De manera tardía nos llega esta historiografía como resultado de la distancia existente entre el inicio de las gestas independentistas y respecto a los acontecimientos históricos ocurridos en Europa y América. Se comienza a manifestar una glorificación a los héroes de liberación anticolonial que se recrean mediante la participación en contiendas bélicas así como del propio hecho en sí. Se exaltan los valores patrios que de una manera u otras contribuyen a la conformación de una conciencia nacional que resalta la significación de la patria, pero sobre todo a la idealización de las grandes figuras para glorificar las naciones latinoamericanas que se acaban de fundar.
Entre las vertientes desarrolladas por la historiografía de la época se encuentra la conservadora al tratar en las obras de no alejarse de la herencia hispana y por lo tanto se aferra a la tradición colonial, aspirando a transformaciones sobre la base de un movimiento reformista. Por otro lado la liberal muestra negación y desprecio a todo lo que tenga que ver con colonia , exaltando por supuesto la identidad nacional; es esta última la que van a desarrollar autores como Enrique Collazo, Julio Cesar Gandarilla entre otros, también las crónicas, los diarios de campaña y autobiografías encaminadas al rescate del ideal nacional.
La corriente historiográfica romántico nacionalista se va a mantener durante toda la república con todos los elementos que encierra, nos permite afirmar que es la expresión del anhelo al reconocimiento del derecho a la soberanía nacional pues en los acercamientos es posible encontrar conceptos importantes vinculados al de patria, patriotismo y nacionalidad.
Análisis de la corriente romántico nacionalista en la obra Bayamo de José Maceo Verdecia
La obra que a continuación proponemos forma parte de la avanzada historiográfica que se desarrolla entre las décadas del 20 y el 30 de la Cuba republicana marcada por una tendencia romántico nacionalista de corte positivista. Con el surgimiento en años anteriores de la Academia de Historia de Cuba se declara el interés de desarrollar una historia nacional, a partir de algunas funciones establecidas que permitirían el logro de la conservación del patrimonio histórico existente, heredado de etapas precedentes así como la divulgación de las obras relacionadas a la historia patria que abre paso a la historia regional como complemento indispensable.
Deviene de este modo una historiografía a manera de crónicas, monografías que abordan la historia desde diferentes localidades del país historiadores como Emilio Bacardí con sus Crónicas de Santiago de Cuba, Emeterio Santovenia, Martínez Fantún Los anales de San Juan de los Remedios, entre otros, son destacados por sus aportes en este sentido.
Maceo Verdecia bayamés, de formación periodista miembro de la Academia de Historia de Cuba, con la intención de dar a conocer a Cuba la historia de Bayamo, emprende estudios que van a resaltar la lucha de su pueblo y lógicamente de sus patricios organizadores y protagonistas de las gestas independentistas. Con la intención de dar a conocer a las nuevas generaciones la historia de Cuba emprende su obra historiográfica.
La producción historiográfica de la región contaba solamente con dos publicaciones relacionadas una con las familias bayamesas en los primeros años de fundada la villa y otro sobre la crónicas y tradiciones que resalta lo identitario del bayamés. Es esta obra declarada oficialmente como libro de lectura para las Escuelas Públicas de Cuba por el contenido histórico.
El libro está estructurado en cuarenta y cinco capítulos que narra acontecimientos ocurridos en diferentes momentos para lo cual no establece un orden cronológico ni una jerarquización que responda a aquellos hechos que más repercusión tuvieron en la región. De esta manera inicia por la celebración de un viernes santo con la figura del padre Batista acontecimiento que tiene lugar en abril del año 1864para continuar con La Bayamesa ocurrido en 1848, entre oros de los capítulos se encuentran: el Himno ubicándolo primero que otro hecho que acontece luego de haberse orquestado por primera vez en fiestas del Corpus Christie, celebradas en la villa por ese entonces en frente del gobernador y que está recogido en el capitulo Udaeta. El Maestro Muñoz y Perucho Figueredo.
En relación a este último nos parece que el titulo que lo encabeza no es el más acertado aun cuando la orquestación que se le daría por primera vez, en esa fiesta a lo que luego Perucho completaría con la letra, fuera en las propias narices del gobernador Udaeta lo más importante fue el impacto que logro aquella noche esa marcha guerrera en los bayameses incluso en aquellas familias pertenecientes a la oligarquía:
La marcha irrumpió, vibrante y clamorosa, de los instrumentos, sin cortapisas de ninguna clase, con todo el vigor que requería. Un torrente armonioso, de catarata en ebullición, lleno la iglesia, lleno los corazones de los concurrentes, sumidos en el éxtasis. No había nada con que comparar aquellos momentos. Las emociones más profundas chocaban en los espíritus de la inmensa concurrencia. ¡Poderosa atracción la de aquel canto! Udaeta mismo, extrañado del ímpetu ardoroso de aquella música, fijo su vista en el Maestro Muñoz como inquiriendo su origen. No, aquello no se podía ocultar. No era, no, música religiosa; no era un himno de alabanza del Señor. Aquello era una marcha guerrera, un himno sí, pero un himno a la patria encadenada, un hosanna a la Libertad. Esa visión paso por el alma del Gobernador, cosa esta que comprobaba en el rostro, radiante de alborozo, de los personajes más connotados de la localidad, allí reunidos como respondiendo a una cita prefijada. En todos, la pupila del astuto Gobernador descubría la verdad de aquella titulada marcha que apresuraba la sangre y dilataba el corazón. Sin embargo nada dijo. La oyó hasta su término y cuando la multitud abandono el local ebrio de felicidad para continuar con la procesión que iba a recorrer las calles amenizada por la frenética marcha, se retiro de la Iglesia persuadido de la jugada que se le hacía[2]
El rescate de hacia el ideal nacionalista es una de las características que más se manifiesta por el autor en esta obra muchos son los acontecimientos que expone durante la guerra, destaca La Toma de Bayamo como un lugar estratégico para el primer golpe que se debía gestar a las tropas españolas para demostrar su posición liberal en la condena al gobierno español.
No escapa la exaltación de la personalidad de Céspedes y otros jefes militares en la lucha por la independencia así como la gloriosa entrada luego de un encarnecido encuentro con el enemigo. A demás de Céspedes dedica otros capítulos a figuras destacadas en la historia bayamesa cuyos títulos corresponden al nombre, al primer apellido y en otros casos a seudónimos por los que también se conocían algunos en la región:
Figueredo
Marcano
Francisco Maceo Osorio
Zenea, Patriota y Mártir
En otros caracteriza y destaca el papel jugado por la mujer bayamesa en la contienda bélica, pues tiene en cuenta a:
La Bayamesa
Ana Izaguirre
La Abanderada
Adriana del Castillo
Luz Vázquez
Soy Bayamesa
Es el capítulo dedicado a La Bayamesa máximo exponente del romanticismo en el que se desenvuelve Maceo Verdecia, recrea en esas páginas las encantadoras noches que tenían lugar en las primeras décadas del siglo XIX matizadas de poesías, serenatas, tertulias, dejando entrever con nostalgia lo que fue aquel Bayamo:
Bayamo, lejano aún a la hoguera que iba a inflamarse en 1868, adiestraba en el silencio los remos potentes de aquella bandada de cóndores que tan alto iban a volar en el cielo de la patria, congestionada la retina por todas las visiones del Arte y de la Ciencia. La sociedad de aquellos días se deslizaba tranquilamente entre el Fausto y la riqueza, halagada por el acento de sus poetas y las melodías de sus músicos. ¡Época feliz en que un buen verso conquistaba el aplauso y una canción llenaba el corazón de sus mujeres! [3]
La composición de la canción que lleva por título La Bayamesa constituía una expresión de amor matizada con lánguida tristeza pero a la vez con un ferviente amor a la patria que se encontraba en la agonía de la dominación y el servicio a la metrópolis. Lo que para Francisco Castillo Moreno fue una inspiración y demostración de amor a su novia, en el análisis del segundo verso se expresa:
¿No recuerdas que un tiempo dichoso
Me extasié con tu pura belleza,
Y en tu seno doble la cabeza,
moribundo de dicha y amor?
Luego se convierte en una expresión de rebeldía como insinuación de los sentimientos del pueblo:
No recuerdas que en tiempos pasados
el tirano exploto tu riqueza,
pero ya no levanta cabeza,
moribundo de rabia y temor? [4]
Verdecia en su obra que el mismo cataloga como "obstinadamente bayamés" se siente comprometido con la historia de su tierra y deja un espacio para otras figuras menos reconocidas en la historia refiriéndose al ejercito de mujeres que engrosaron las filas en la lucha independentista, se alzaron en la manigua ya fueran madres hijas, esposas o hermanas, sacrificadas, prefiriendo la muerte antes que la esclavitud siendo tan patriotas como los hombres. Muchas llevaban en su piel el dolor de la pérdida de sus familiares, otras el destierro de sus hijos.
"No es ya, en citas esporádicas, el nombre de Inés de Aguilera, imponiendo la justicia por su mano, al darle muerte al Capitán Antonio Arias Maldonado, Teniente Gobernador de la ciudad, por haber procesado injustamente a su marido (…). No es tampoco Caridad Figueredo ni Candelaria Palma, la primera renunciando al propio hogar por no claudicar en sus ideales patrios, y la segunda muriendo en los campos por seguir a su hijo a la revolución"[5].
Refiriéndose al tema de la esclavitud aparece un capítulo titulado La abolición de la esclavitud, que se trajo a colación en la conformación del Ayuntamiento con sus regidores una vez que es instituido Bayamo como municipio criticando la posición asumida por aquellos, que se pronunciaban en contra de la abolición radical como una violación de los derechos del hombre y de las conquistas de la revolución. De esta manera cita algunas reflexiones del discurso de Josa Joaquín Palma en nombre de la justicia y la libertad:
"Toda revolución surge para ponerle fin a un régimen dominante y sustituirlo por otro ajustado a las necesidades colectivas, hijas del momento progresivo que se confronta. Francia, oprimida por la voluntad de sus reyes disolutos; América, agobiada por la tiranía despótica de sus conquistadores caducos, le han señalado un nuevo camino a la humanidad, de equidad, de libertad y de justicia…"[6]
Ve en la guerra de los Diez Años el camino de la libertad y la vía para lograr la abolición radical de la esclavitud que establezca la igualdad entre los sectores que propician las diferencias.
La última parte de libro el autor la denomina Episodios donde realiza una distribución de los doce últimos capítulos en los que expone de manera muy breve, determinados hechos históricos que igualmente carecen de orden cronológico pero constituyen máxima expresión de patriotismo dentro de la tendencia romántico nacionalista liberal, dado por los constantes enfrentamientos disputados entre los independentistas y la metrópolis. Tomas Estrada Palma al ser apresado por las fuerzas españolas de Mozoviejo amenazado de ser fusilado si no respondía algunas preguntas, respondió: "Me llamo Tomas Estrada Palma y soy Presidente de la república de Cuba; y debo advertirle que ni usted ni nadie me hará contestar preguntas que no deba responder; debiendo saber, por otra parte, que jamás he tenido la debilidad de mentir". [7]
Otros de los acontecimientos se relacionan a las condiciones bajo las cuales se produce el fusilamiento de Oscar el hijo de Carlos Manuel de Céspedes por lo que luego adquiere el nombre de" Padre de la Patria"; el sufrimiento de Luz Vázquez, hermosa mujer perteneciente a la alta clase social, a quien un día Francisco Castillo le dedicara La Bayamesa, vio morir a cada uno de sus hijos unos entregados a la lucha y otros agobiados por las enfermedades.
Ante el trascendental hecho del incendio de Bayamo describe el panorama de la siguiente manera: "Los pájaros continuaron sus cantos en holocausto del nuevo día. En tanto allá en el poniente, la lengua de fuego se agrandaba cada vez más, como ansiosa de lamer el cielo, como afanándose en abarcar la Isla para señalarle a los cubanos el sendero único de la independencia de Cuba". Otros capítulos no menos importantes son también abordados aunque en síntesis estrechas como si tratara de no olvidar alguno.
El patriotismo, la exaltación a las figuras y hechos históricos, el romanticismo, la nostalgia, la identidad nacional, el orgullo de ser hijo de la tierra que dio héroes a nuestra historia marcan la obra de José Maceo Verdecia en su intento por rescatar la historia pasada que lo ubica en una tendencia historiográfica del siglo XX.
Bibliografía
Almodóvar Muñoz, Carmen. Antología Critica de la Historiografía Cubana (época colonial), Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1986,693p.
Hernández Torres, D.: La corriente historiográfica romántico nacionalista. un caso particular cubano, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, septiembre 2009, www.eumed.net/rev/cccss/06/dht.htm.
Maceo Verdecia, José. Bayamo. Proyecto Memoria, Ediciones Bayamo, Bayamo 2009.
Historiografía. Artículo de la Enciclopedia Libre Universal en Español.
Autor:
Lic. Damiana Pérez Figueredo.
Enviado por:
Alexander Ruiz Beltran
[1] Eduardo Torres Cuevas. Prologo. Antología Critica de la Historiografía Cubana (época colonial). Carmen Almodóvar Muñoz, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1986,693p.
[2] José Maceo Verdecia. Bayamo. Proyecto Memoria, Ediciones Bayamo, Bayamo 2009, p-49.
[3] Ibidem. P 17
[4] Ibidem. P. 18-19.
[5] Ibidem. P. 163
[6] Ibidem. P. 168
[7] Ibidem.p-173