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Algunas cosas extrañas de la tecnología (página 2)

Enviado por Mackalex


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Recientemente, en un barrio de Santiago, una joven que rechazaba las pretensiones de relación marital con un joven, fue victima de la perversidad tecnológica, de la cual en cosa de minutos ya se habían enterado más de mil personas, mediante un montaje de acto sexual cibernético, que nunca sobrepasó la pared virtual, como igualmente le pasó a una connotada cantante puertorriqueña unos años atrás.

Hoy, cualquier irresponsable se arroga el derecho al uso indiscriminado de la tecnología y pueden ser desviados los instintos induciéndolos a actos criminales o contrarios a los habituales, o como le llaman los siquiatras a un acto de perversión ya que incluso, una bolsa de explosivo manipulada por un celular, como acostumbra el nefasto crimen organizado del narcotráfico, puede teledirigir sin ser visto su objetivo y destruirlo, y sobre todo, sin el contacto personal con la víctima.

Kaplan dice, y en ello tiene razón, que: Las ciudades siempre han vivido más allá del bien y del mal en esplendor y fealdad, creatividad y terror, con ideas y dispositivos nuevos; lugares para experimentar en vez de juzgar; imagínese las multitudes que vivirán en ciudades-estados opulentas dentro de unos años, felices en su colmena de hormigón subvirtiendo el cine, televisión e Internet, pasando de una moda a la siguiente condicionada por la opiniones de los demás a través de unos medios electrónicos en continua expansión hasta el punto de poner en peligro su personalidad aunque se empeñen en proclamar lo contrario 5… … Las comunicaciones electrónicas al permitirnos evitar los encuentros cara a cara hacen que resulte más fácil cometer crueldades por cuanto accedemos a un campo abstracto de pura estrategia y engaño que comporta pocos riesgos sicológicos; Auschwitz fue posible en parte porque la nueva tecnología industrial permitió a los genocidas alemanes sus actos. Un ejecutivo de una empresa líder en Internet me dijo que los juegos de poder corporativos mas brutales en los que se recortan departamentos enteros al mismo tiempo que se oculta cada equipo lo que sucede a los demás se dan en empresas en la que las comunicaciones electrónicas han sustituido las relaciones cara a cara. También la meritocracia alimenta la agresividad porque concede a millones de personas nuevas oportunidades de dar salidas a sus ambiciones enfrascándose en una competencia desesperada con los demás; lo vemos claramente en el trabajo y en los más altos niveles de los negocios, el gobierno y los medios de comunicación. Todo parece indicar que la tecnología brindará mayores oportunidades pero a la vez, los riesgos respecto de los conflictos humanos, cuando de solución y mediación se trata, se transfieren, indefectiblemente, al uso cómodo de trapacerías, conatos, triquiñuelas y demás travesuras y mezquindades apalancados por el uso de los dispositivos electrónicos.

… Me fijo en el lado oscuro de cada acontecimiento, no porque el futuro tenga que ser necesariamente malo, sino porque es así como se han producido siempre las crisis de la política exterior6. No se trata, como muy bien queda establecido por Kaplan de caer en el extremo del pesimismo antropológico, pero tampoco en el del presupuesto, exagerado y poético de las bondades inherentes al animal político de Aristóteles o al hombre siempre bueno por naturaleza de Ishikawa Kaoru7; pero lo que sí es cierto, que el aprovechamiento de los medios para lograr un fin, por parte del hombre, se hacen más factibles y menos escrupulosos cuando el cuerpo a cuerpo y la confrontación de pensamientos aíslan cada vez más a los hombres de su objetivo a través de un dispositivo tecnológico.

IV

¿Será por esto, que cuando la tecnología desarrolla un nuevo artefacto, antes de pensar en el bienestar general y la facilidad que traerá al ser humano, la primera reacción de el Establishment que condiciona las mentes a través de la comunicación masiva es destacar primero la importancia que éste tiene para la guerra con el único y sólo fin justificativo de lo que se llama en el argot financiero retorno de la inversión? En el 2 004, un avión llamado X-4A que en prueba sobrevoló el Pacifico a casi 8 000 kilómetros por hora, proyecto que dirigió el señor Vincent Raucsh en la NASA se determinó que éste podría revolucionar el mundo de la aviación y de los vuelos espaciales a velocidades hipersónicas, superiores a cinco veces la velocidad del sonido propulsado por un motor de hidrogeno conocido como "traga aire" … hasta ahí está bien, un triunfo de la inventiva humana, pero las consecuencias de este gran adelanto tecnológico ya tiene sus aristas: "La tecnología tiene particular interés para el Pentágono, donde los planificadores "ya han soñado" con bombarderos que podrían alcanzar objetivos en cualquier parte del planeta en menos de dos horas8 … Si este es el pensar de quienes, aun con todas las debilidades presentes, insisten en el uso de la tecnología como forma de controlar conflictos, pero a la vez de provocarlos, ¿qué pueden esperar los «dirigidos» si así es como piensan sus «dirigentes»? No me opongo a la "guerra", sobre todo cuando es inevitable, pues se sabe que los conflictos humanos están siempre presentes; a lo que me resisto, es a aceptar el hecho de que la relación guerra-paz sea geométrica; mucho menos me opongo al desarrollo de la ciencia, palanca necesaria del desarrollo de la técnica y la tecnología; a lo que sí me opongo es a las perversidades manifiestas de su uso.

Para que se tenga una idea de cómo andan las cosas, parece ser que de los más de tres mil quinientos años de civilización el hombre sólo ha tenido alrededor de un diez por ciento de paz y, curiosamente, son estos trescientos cincuenta años los que más recuerda9; sin embargo, no se entiende, y en ello es posible que estemos involucrados también todos los que nos consideramos "pacifista", como es que en nuestras abstracciones y actitudes respecto de la sociedad ideal estemos siempre inclinados a la guerra: ¿será que acaso nos deleitamos en una actitud sadomasoquista en que sólo se siente placer cuando se inflingen penas y crueldades a los demás? V El sociólogo norteamericano James Petra10 dice: «Los terroristas islámicos aprendieron bien de sus mentores norteamericanos a manejar el arte de la guerra de alta tecnología, y asimilaron de sus mentores religiosos la decidida voluntad de sacrificar sus propias vidas en aras de la guerra santa.

Esta explosiva combinación quedó en evidencia en Nueva York y Washington…» Esto que señala JP, debe ser interpretado como el peligro inminente que se cierne sobre la sociedad cuando los creadores de tecnologías son a un tiempo mentores de los usuarios; pero además, el otro gran peligro es que el "crimen" organizado puede ser combatido más eficientemente que aquél que se basa sobre "oportunidades" y que se ejecuta subrepticiamente y a hurtadillas; al primero —aunque más que ocasionalmente también actúe de modo sigiloso— se le puede combatir oponiéndole resistencia, la cual puede ser ejecutada de múltiples maneras, mientras que al segundo, sencillamente no se sabe como contrarrestarlo, y de ahí, los diferentes grados de perversidades entre uno y otro.

La tecnología de la guerra rápida con los artefactos modernos y apalancada por la prensa mediática perversa, quedó evidenciada en Panamá, donde detrás del objetivo Noriega, se arrasó con una comunidad en las villas de negros pobres que murieron en la misma cantidad que en New York y nadie levantó la mano para decir que EU cometió un acto de guerra contra el pueblo panameño cuando tiró las bombas teledirigidas en Panamá, y no fueron condenados como fanáticos capitalistas, y dice JP, con razón, que uno no debe usar una doble moral.

Mientras todo el que hace lo que yo digo y creo correcto, el asunto va bien, pero cuando es lo contrario, sigo teniendo razón, aun a costa de imponerme, y sobre la base de un neofascismo perverso: ahí está la mediación irracional de la tecnología «solucionadora», y a la vez, «creadora» de conflictos.

¿Qué hacer cuándo la situación de cara a la tecnología es el viejo adagio de que "no puedo vivir contigo ni puedo vivir sin ti: contigo porque no puedo, sin ti porque me muero"? VI Lo primero es, que nos guste o no, la tecnología vino para quedarse y nos vemos más que obligado a vivir con ella; y gracias a ella se facilita la capacidad creativa del hombre, llevando el pensamiento a formas dialécticas superiores de interpretación de la realidad, puesto que ahorra pasos importantes en la solución de problemas menores, y este hecho es un postulado de aceptación general.

Lo segundo es, que tengamos o no la posibilidad de acceso a ella, todos nuestros pasos e incluso nuestra intimidad, son regulados por ella, y contra esto no hay nada que hacer; después de todo, somos parte de partidas estadísticas importantes para el buen funcionamiento de la sociedad; de manera que es importante también desde este punto de vista el "no puedo vivir sin ti".

Lo tercero es, que por más que tratemos de alejarnos de ella, las presiones de mercadología y publicitarias, nos imponen su sello y eso posiblemente provoque adhesión —muchas veces subconscientemente— a algo que ya es parte de nosotros e incluso de aquellos que no tienen alcance a la misma, pero que indiscutiblemente aspiran a ello a través del efecto demostración de los otros.

Ante estos hechos incontrovertibles, y pese a las perversidades que puede provocar, siempre es mejor el desarrollo tecnológico que la mentalidad de la Edad de Piedra, pero eso sí, de usted depende el buen o mal uso que se haga de ella, así como también de ejercer el poder que ella le da para devolver a los perversos los dardos malignos y venenosos que envían, no importa el pedestal en que se encuentren.

Mayo 30, 2 008

 

BBLIOGRAFIA Y NOTAS

1 ROBERT D. KAPLAN THE RETURN OF THE ANCIENT TIMES TRADUCCION JORDI VIDAL, PRIMERA EDICIÓN, FEBRERO 2002 BY ROBERT D. KAPLAN; EDICIONES B, S. A., 2 O02 BARCELONA.

EL RETORNO DE LA ANTIGÜEDAD: La política de los guerreros.

Kaplan nos enseña que hay que estar alerta para identificar la relación vinculante entre aceleración tecnológica y barbarie; aunque se limita a la primera década del siglo XXI en sus apreciaciones —ya muchas de ellas han estado ocurriendo—, muchas de sus opiniones siguen vigentes, aun con lo acelerado de nuestros tiempos.

2 José Ortega y Gasset, Historia como sistema, 1 941. Kaplan, obra citada, p. 22.

3 Kaplan, obra Citada, p. 5.

4 Kaplan, obra citada, p. 33.

5 Véase a este respecto el excelente articulo de James Sucher: Once upon a time: Literature : Now what? The New York Times, 13 de septiembre de 1 999, del novelista Don Merillo: Las masas que habitan en ciudades. Kaplan, ob. cit. p. 36.

6 Kaplan, obra citada, p. 33.

7 Kaoru Ishikawa, Control de Calidad Total, traducción del japonés al inglés por David J. Lu; a su vez, al español por Margarita Cárdenas; revisión técnica por Hugo Salazar Marciales; Grupo Editorial Norma – Bogotá, 1986; título original en inglés: What is total quality control? The Japanes way; décima primera reimpresión, 1997.

En esta obra el señor Ishikawa se refiere al hombre respecto de la organización industrial, como un ente en cierto modo incorruptible en su comportamiento, si bien fuera de esto, su aporte al control de calidad no merece discusión.

8 Véanse más detalles en El Caribe: Nuevo Récord de velocidad en un avión, martes 30 de abril, 2 004; p. 36.

9 Véase al respecto la introducción que hice al libro Vorágines de Amor de mi autoría.

10 "Hay censura de prensa en EEUU, y es totalitaria", dice James Petras. Véanse más detalles en El Siglo, en la sección MUNDO, del lunes 1o de octubre, en una entrevista que le hizo la periodista argentina Adriana Meyer.

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