Una aproximación al estudio de las desigualdades en la sociedad del conocimiento (página 2)
Enviado por Djamel Toudert
4. Gasto de I+D
Europa
Según el Eurostat (Statistics on Science and Technology in Europe, 2003:20), en el año 2002 Europa tuvo un gasto total de 182.000 millones de euros en I+D. En relación con el PIB europeo, esto supone un 1,99% del total. En la cumbre de Lisboa, en el año 2000, se elaboró una política estratégica que pone como objetivo que el porcentaje del PIB destinado al gasto en I+D llegue hasta el 3% en el año 2010, para poder competir con Estados Unidos y Japón, que ya rozan ese 3%. Durante la década de los noventa, el GID europeo aumentó sólo ligeramente, manteniendo las distancias con los Estados Unidos y Japón (gráfica 1). Pero la tendencia al empezar la siguiente década apunta a un cierto alza. Esta I+D, especialmente en nuevas tecnologías, es la clave para la competitividad y empleo futuros.
Gráfico 1. Evolución del GID en EU-15, Japón y EEUU. 1991-2001.
En la tabla 1 podemos ver el gasto en I+D de los diferentes países de la Unión Europea, como porcentaje del PIB, y también desagregado por los tres sectores principales, el sector privado, formado por las empresas y fundaciones sin animo de lucro, y el sector público, formado por la administración pública y la enseñanza secundaria.
Tabla 1. GID como % deel PIB, por sectores. 2000-2002. EU-15 y EU-10
Fuente: Eurostat, los datos de los diferentes países están recogidos entre los años 2000-2002. Elaboración propia
Como podemos ver, el porcentaje destinado a I+D varía considerablemente de un país a otro. Suecia y Finlandia superan el 3% al que aspira llegar la media europea en el año 2010. Por debajo de ese 3%, pero por encima de la media europea, se encuentran Bélgica, Alemania, Dinamarca, y Francia. Y los países que destinan menor porcentaje I+D son por este orden Grecia, Portugal y España, que no superan el 1%. La media de los países recién incorporados es bastante baja. Pero hay países como la República Checa o Eslovenia, que superan la media española con creces. En lo que respecta al gasto en el sector empresas, Suecia y Finlandia son las que destinan mayor porcentaje de su gasto total. Mientras que es Grecia la que mayor porcentaje de su gasto total destinal al sector público, seguida de Portugal, Italia y España. El porcentaje del gasto total en I+D destinado a fundaciones sin ánimo de lucro es desconocido en todos los países de la UE, salvo en Bélgica, donde se destina un 1%.Según el Índice de Desigualdad de la ONU (http://www.foroidea.com/espabaja.html), España se encuentra ahora en el undécimo puesto entre los países de la UE. Mienttras que en el Índice de Desarrollo Humano se encuentra en el vigésimo noveno puesto. La tendencia en el Índice de Desigualdad ha sido de leve retroceso, lo cual no se debe a un descenso en los niveles de igualdad, sino al nivel de avance en realción con el resto de países y en especial con respecto al avance tecnológico, en el que España se ha quedado rezagada. En el Índice de Desarrollo Humano sí se ha experimentado una leve tendencia al alza, situándose España por encima de Israel o de Italia.
En la tabla 2 se observa un análisis comparativo entre la media europea y España, sobre el gasto de I+D por sectores en porcentaje del PIB.
Tabla 2. Análisis comparativo entre la distribución del GID entre España y la EU-15. 2001-2002
En España, el sector empresas es el sector que más aporta al GID, 0,50% del total de 0,96%, pero aún así está muy por debajo de la media europea. Un 0,30% del GID se destina a educación superior, y un 0,15% a organismos públicos. Datos más recientes, publicados por el INE reflejan que España en el año 2002 supero el 1% del PIB, para situarse en el 1,03 % en el año 2002.
España
Si nos centramos en España, partiendo de la idea de que es uno de los países de la UE que menos invierte en I+D, podemos hacer un análisis del gasto en I+D por Comunidades Autónomas. En el siguiente cuadro 1 del INE podemos observar el lugar que ocupa cada comunidad autonóma en función del gasto interno en I+D, y también ver su desagregación por sectores público y privado.
Cuadro 1. Gasto interno I+D como % del PIB por CCAA. 2002
En este cuadro observamos que las comunidades autonomas que más invierten en gasto interno de I+D son Madrid, Cataluña, País Vasco y Navarra, por este orden. Además, en estas cuatro, y en Aragón, La Rioja y Castilla y León, el gasto privado supera al gasto público. Otros informes, como el de la Fundación AUNA(AUNA,2002:280), con datos de 2001, señalan al País Vasco en el segundo lugar en el gasto de I+D, pero seguido muy de cerca por Cataluña. Hay una fuerte desigualdad entre estas tres comunidades autónomas y el resto de comunidades autónomas españolas, el gasto en I+D está concentrado en estas tres comunidades. La heterogeneidad de situación interna española es evidente también en otro sentido. Por ejemplo, si tenemos en cuenta otros indicadores macroeconómicos, como el PIB, veríamos que comunidades autónomas con un alto PIB per cápita pueden tener una participación muy baja en el GID, pero al mismo tiempo contar con un alto índice de difusión de internet, como es el caso de Baleares (RIS,2004:97).
Gráfico 2. Distribución del GID por sectores y por origen de fondos. 2001
Fuente: INE
En el gráfico 2 podemos observar la distribución del gasto de I+D por sectores de ejecución y por el origen de los fondos destinados a I+D españoles en el año 2001. El mayor gasto en I+D lo realizan las empresas, un 52%, que supone poco más de la mitad del GID. Los países más desarrollados de la Unión Europea tienen una participación muy superior del sector privado en el GID. En segundo lugar se encuentra la enseñanza superior, con un 31% y en tercero la administración pública, con un 16% del GID. Las instituciones sin ánimo de lucro tienen un gasto del 1% del GID. Pero si observamos la distribución del gasto en I+D por el origen de los fondos, vemos que aunque mayoritariamente son fondos empresariales, un 47%, no superan la mitad de los fondos totales. Y los fondos de la administración pública son de un 40%, prácticamente iguales que los del sector empresarial. Los fondos de la enseñanza superior son muy escasos, sólo de un 4%, superados por los fondos que proceden del extranjero, que ascienden hasta el 8%. Las fundaciones sin ánimo de lucro se mantienen en el 1%.
Los países mas desarrollados invierten en promedio un 2.4% del PIB en Investigación y Desarrollo, mientras los países en vías de desarrollo, invierten apenas el 1% de su PIB. Además, en los países más desarrollados la inversión privada en investigación y desarrollo es más importante que la publica. España se encuentra entre los países desarrollados, pero a la cola de ellos. Invierte un 1.99% de su PIB en I+D y, salvo las tres comunidades autónomas que tienen una alta inversión en I+D, las demás tienen mayor gasto en el sector público que en el privado.
Canarias
Según los resultados del INE del año 2002, Canarias ha pasado de estar entre las tres regiones que menos invierten en I+D a situarse en un mejor puesto, destinando un 0,62 % de su PIB, y con una inversión superior a la de Baleares, Cantabria, Murcia, Asturias, Castilla La Mancha, Extremadura y La Rioja. Sin embargo, datos de la Fundación AUNA de 2001, señalaban a Canarias como una de las regiones que menor gasto en I + D realizaba, solo precedida de Cantabria y de Baleares (AUNA, 2002:280). Lo mismo señalan los datos de la Fundación COTEC (COTEC, 2002:185-188), aunque la posición del País Vasco pasa, desde la tercera comunidad en gasto total de I+D a la cuarta, precedida por Andalucía. Esta misma Fundación, en su Asamblea Anual de 2004 se muestra muy positiva con los avances obtenidos en los dos últimos años en inversión en I+D.
Canarias se caracteriza además por ser una región ultraperiféricas, es decir, por estar muy alejada del resto de Europa, con las consecuencias que eso tiene para el desarrollo económico. Comparte esta situación con otras regiones ultraperiféricas, que además son objetivo 1 de la Unión Europea, es decir, que el PIB de esas regiones no alcanza el 75% de la media europea y por ello son objeto de políticas de cohesión social para disminuir las diferencias de riquezas entre zonas y países. Estas regiones tienen indicadores macroeconómicos similares – aparte de los bajos niveles de ingreso –, como altas tasas de desempleo, una fuerza de trabajo poco cualificada, bajos índices de productividad, poca inversión, infraestructuras deficientes y ausencia de actividad económica competitiva (González de la Fe, 1995:28). La actividad económica se centra sobre todo en el sector agrario, y en el turismo.
unque Canarias ya no es región objetivo 1, el porcentaje de su PIB destinado a la I+D es muy escaso y depende en gran medida de las ayudas de la Unión Europea, ya que España, como se ha visto, tampoco es uno de los países mejor situados en el ranking de países según el gasto en I+D.
as políticas europeas de cohesión social han ido dirigidas a potenciar las economías de estas regiones ultraperiféricas y las regiones de objetivo 1 con el fin de disminuir las desigualdades entre regiones y países ricos y pobres en Europa. Estas políticas han contribuido a aumentar el PIB de estas regiones. Los aumentos observados en los indicadores GID y PID para Canarias, como veremos después, son atribuibles en parte a los efectos de las políticas europeas de cohesión social.
Respecto al gasto interno en I+D en Canarias, según los datos de 2002 del INE, se gasta en mayor medida en el sector público. De los 173.088 miles de euros invertidos, sólo 14.118 mil euros se corresponden a inversión en el sector privado (un 23.76%), el resto corresponde al sector público, es decir, administraciones y enseñanza superior. Pero si comparamos estos datos con los de la década anterior, podemos observar que el porcentaje destinado a inversión en el sector privado ha subido en cierta medida. Si observamos el siguiente gráfico de 1991, podemos ver cómo el porcentadje destinado a inversión en el sector privado era de un 8% mientras que el resto era destinado al sector público:
Gráfico 3: GID por sectores en Canarias en 1991.
Fuente: INE.
Con estos datos puede decirse que, si a nivel nacional el GID es mayoritariamentemente público, en Canarias, el sector privado, tiene un peso menor. Tan sólo un 23.76% en 2002 del GID se destina al sector empresarial y a fundaciones sin ánimo de lucro, frente a un 76.24% empleado en educación superior y administración pública, lo que hace que Canarias dependa tecnológicamente del exterior en mucho mayor medida que España en su conjunto, que también a su vez depende de la Unión Europea en materia de innovación tecnológica.
5. Recursos humanos en actividades de I+D (PID)
Europa
Según los mismos datos de la Unión Europea (Eurostat, Statistics on Science & Technology, 2003:34), en el año 2002, 2,46 millones de personas fueron empleadas en actividades de I+D en la Unión de los 15 (EU-15). La publicación de Eurostat abarca el período 1990-2001, por lo que aún no están agregados los datos de los diez países recién incorporados. Para este grupo de países sólo manejaremos las medias de los indicadores de PID (como EU-10). El volumen de 2,46 millones de personas empleadas como PID corresponde a un 1,39% de la población activa en la UE-15 en el 2002, frente al 1,33 % del año 1999.
Como se desprende de la tabla 3, existen grandes diferencias entre los países más adelantados en materia de I+D y el grupo de los países más rezagados, entre los cuales se encuentra España. De nuevo, los países europeos se dividen en dos bloques. Por un lado, Finlandia, Suecia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Francia y los Países Bajos con niveles por encima de la media, destacando Finlandia y Suecia con un 2,60% y 2,43% respectivamente de la población activa empleada como PID, y por otro lado están los países por debajo de la media europea, entre los que se encuentran Austria, Reino Unido, Grecia, Irlanda, Portugal y España, que con un 1,18% ocupa una posición en la cola de los países europeos, sólo por delante de Irlanda y Portugal.
Tabla 3. Personal I+D como % de la población activa, años 1999 y 2002, en EU-15 y EU-10
La media de PID en los 10 países miembros recién incorporados alcanza en 2002 un 0,84% de la población activa, y, por lo tanto, hará descender la media de la UE-25 considerablemente. En este nuevo escenario, España ocupa una posición más cercana a la media europea, pero sólo como resultado de una disminución generalizada de los indicadores europeos, y no porque se produce un incremento real de los indicadores españoles. Entre los países recién incorporados también hay muchas diferencias, destacando Eslovenia con un nivel de PID muy cercano a la media europea de los 15, con un 1,36% y, además, por encima de la media española en 2002 (Eurostat, 2003:41).
La tendencia general que se observa en la tabla 3 es que la mayoría de los países europeos de la UE-15 ha incrementado su porcentaje de PID sobre el PIB. El crecimiento de este indicador es, pues, bastante generalizado al igual que el GID y, en algunos casos, como Bélgica y Dinamarca, alcanza los dos décimales en sólo tres años. Al contrario, sólo un número reducido de países – Irlanda, Países Bajos y Suecia – han experimentado una ligera disminución en este periodo.
omo se señaló anteriormente, el personal de I+D se divide a su vez en dos grandes subgrupos. Por un lado están los investigadores, que contabilizan poco más de un millón de personas en 2002 en la EU-15. (Eurostat, idem:36). Este volúmen representa el 40,7% del PID, dejando para el otro subgrupo de personal de apoyo a la investigación el restante casi 60%, con un volumen de 1,46 millones de personas empleadas en actividades de gestoría, administración y de apoyo a la investigación científica y desarrollo tecnológico (gráfico 4). La ratio investigadores/PID para el conjunto de Europa se sitúa en un 0,41. Esto quiere decir que por cada investigador hay al menos una persona de apoyo. Esta ratio nos será de utilidad para las comparaciones con España y Canarias.
Gráfico 4. PID en sus dos dimensiones: EU-15 en 2002
Fuente: Eurostat, elaboración propia
Respecto a la medición del número de investigadores por cada mil personas de la población activa, los datos de la Comisión Europea (Key Figures, 2004:43) nos muestran una media de 5,7 investigadores en Equivalencia de Dedicación Plena en el año 2001 para los 15 países miembros de la Unión Europea (tabla 4). Este indicador ha presentado un crecimiento continuo desde 1996 en todos los países de la UE-15, salvo Italia que ha sufrido cierto retroceso, tal y como se desprende de las tasas de crecimiento anuales. Para los 10 países recién incorporados a la EU-25 – aquí sí desagregados – observamos la misma tendencia señalada en el párrafo anterior, cuando comentamos los datos de PID respecto de la población activa. Así, mientras en países como Letonia o Hungría las tasas de crecimiento del 13,1 y 6,7 respectivamente apuntan claramente al despegue de sus economías orientadas hacia los mercados occidentales, demostrando una intensificación en actividades de I+D, en otros países ex-soviéticos las tasas de crecimiento son negativos: -2,9 y -1,2 en Estonia y Lituania respectivamente.
España se sitúa por debajo de la media europea con 4,6 investigadores por cada mil personas de la población activa, pero registra, tras Grecia, la tasa de crecimiento anual más alta de los 15 países de la Unión Europea en 2001: 6,9, seguida muy de cerca por el país líder en materia de I+D, Finlandia, país que cuenta con el mayor número de investigadores por cada mil activos en Europa (13,77).
Tabla 4. Número de investigadores por mil de la población activa en EDP, año 2001 y tasas de crecimiento anuales (medias) 1996-2001 en la EU-25
Fuente: Key Figures 2003-2004, Comisión Europea .. datos no disponibles. Elaboración propia.
España
Como hemos podido comprobar hasta ahora, España ocupa posiciones por debajo de las medias europeas en los principales indicadores de I+D. No obstante, la evolución del personal I+D como % sobre la población activa ha experimentado en las dos últimas décadas un recorrido ascendente de manera continua (gráfico 5), por lo que es razonable esperar – en el marco de las políticas de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico puestas en marcha en España – que la tendencia se mantenga. Respecto a las políticas públicas de I+D en España cabe señalar que, según el Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológico 2004-2007, se prevé aumentar el gasto I+D (GID) hasta alcanzar el 1,22 % del PIB en 2005, y el 1,4 % del PIB en 2007. Con estas previsiones, también es de esperar que el personal en I+D experimente similares aumentos en su evolución.
Por otra parte, del gráfico 5 se desprende también que la ratio investigadores/PID (I/PID) ha aumentado en el período observado. En 1980, casi se alcanzaba la distribución de una persona de apoyo por cada investigador, con una ratio de 0,54 I/PID. En 2001, la ratio es 0,64 I/PID, lo cual nos indica que ha aumentado el número de investigadores en el conjunto del PID. Con esta ratio, ni siquiera hay una persona de apoyo a la investigación por cada investigador. Ello nos da una idea acerca de la carga de trabajo que soportan los investigadores españoles comparado con Europa, donde la ratio media era de 0,41. La reducción del personal de apoyo a la investigación en el conjunto del PID ha modificado considerablemente la composición del PID en España durante las últimas dos décadas.
Gráfico 5. Personal en I+D en EDP respecto a la población activa (tanto por mil)
Fuente: INE.
Por otro lado, al igual que en el caso de los países de la Unión Europea, nos encontramos también en España con una gran heterogeneidad entre las distintas comunidades autónomas. Además, tal y como ocurre con el GID, hay una distribución desigual del PID en España, destacando de nuevo las comunidades de Madrid, Cataluña, y el País Vasco con las mayores concentraciones, aunque se observa un decrecimiento de la importancia de estas regiones en el tiempo. Si en 1987 estas tres comunidades aún sumaban casi el 67% del PID total en España, en 2001 este porcentaje desciende a 55, aunque Cataluña ha aumentado en casi 4 puntos su participación. Sobre todo la Comunidad de Madrid ha sufrido un mayor descenso en el período señalado (de 35% en 1987 a 26,5% en 2001). Andalucía destaca por su alto nivel de PID en el conjunto nacional, casi un 12% en 2001, teniendo un nivel bastante moderado del GID (0,62 % del PIB en 2002 – Cuadro 1).
Las demás comunidades han aumentado su participación de PID en el conjunto nacional, como es el caso de las CC.AA. de Andalucía, Canarias, Castilla y León, Valencia, Galicia y Navarra que han experimentado los mayores aumentos, y Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, el País Vasco y La Rioja con los menores crecimientos.
Tabla 5. Evolución del PID por CCAA: % del total español, PID por 1.000 de la población activa y ratio I/PID por 1.000 de la PA. Todo en EDP. 1987 – 2001.
Fuente: INE en http://www.mcyt.es/indicadores .. no disponible. Elaboración propia
Canarias
En el caso de Canarias, la evolución apunta hacia un moderado crecimiento, con una mejora de su posición en la escala nacional desde 1987, donde ocupaba sitio entre las comunidades autónomas con menores niveles del PID dentro del conjunto nacional, hasta 2001, cuando forma parte de las comunidades autónomas con posiciones intermedias (tabla 5).
Tabla 6. Ratio de investigadores en el colectivo PID para Europa, España y Canarias (medias). 2001-2002
Fuente: Eurostat, INE. elaboración propia
Actualmente, en Canarias 3,5 personas por cada mil activos están empleadas como investigadores en el colectivo PID, que a su vez supone 4,2 personas por cada mil activos. Comparado con los datos europeos, donde hay 5,68 investigadores por cada mil activos (tabla 4), y los datos nacionales – 4,4 por cada mil activos (gráfico 5) – los 3,5 investigadores por cada mil activos en Canarias es una cifra bastante alta. En Canarias, la ratio I/PID alcanza un 0,83 (tabla 6), y la coloca en una posición muy por encima de la ratio española (0,64) y más todavía de la europea (0,41). Una posible explicación de esta elevada ratio se encuentra en las particularidades del sistema regional de ciencia en Canarias (González de la Fe, 1995:153), pero a primera vista resalta la desproporción entre personal de apoyo e investigadores, los cuales realizan actividades de I+D en condiciones muy desiguales respecto a los demás investigadores españoles y europeos. ¿Cómo se relaciona este hecho con la productividad del conjunto del PID? ¿De qué manera afecta la reducida proporción de personal de apoyo del PID canario a la producción de conocimientos? Estas preguntas invitan a estudiar más detenidamente las condiciones de la producción de conocimientos con el objetivo de ahondar en el análisis de los factores que intervienen en las desigualdades en la sociedad del conocimiento.
Si nos fijamos en la distribución del personal de I+D por sectores, podemos utilizar los datos de 1991 (González de la Fe, 1995:90), para contrastarlos con los actuales. Los sectores entre los que se reparte el personal de I+D son – por orden de importancia – la enseñanza superior (ES), la administración pública (AP), las empresas y, por último, las instituciones privadas sin fines de lucro (IPSFL). El siguiente gráfico refleja esta distribución en 1991 y en 2001.
Gráfico 6. Distribución del PID en Canarias por sectores en 2001 y 1991 en %
Fuente: INE. elaboración propia
Como se desprende de estos gráficos, destaca la absorción del PID en Canarias por parte del sector de la enseñanza superior. Si en 1991 ya acaparaba el 61 %, diez años más tarde su proporción alcanza el 71%. Por otro lado, también el sector empresas ha aumentado su participación (hasta un 10%) en detrimento de la administración pública. El crecimiento del sector privado posiblemente apunta a un cambio de tendencia, al multiplicar por 2,5 su participación en la distribución, aunque el mayor peso de la enseñanza superior parece indicar una polarización del PID canario.
6. Conclusiones
El desarrollo económico de las sociedades del conocimiento se apoya de forna creciente en la innovación tecnológica. El análisis realizado de los principales indicadores de I+D señala a que las actividades de I+D en Canarias están todavía en unos niveles bajos si los comparamos con España y Europa. A pesar de haber abandonado los últimos puestos, y encontrarse actualmente por delante de las comunidades de Baleares, Cantabria, Murcia, Asturias, Castilla La Mancha, Extremadura y La Rioja, en Canarias todavía se destina tan sólo el 0,62% del PIB a I+D, lo cual es sólo dos tercios del nivel español (0,96%) y se aleja mucho del nivel europeo (1,99%). El objetivo europeo de alcanzar el 3% del PIB en 2010 se sitúa, por lo tanto, en un horizonte bastante lejano para Canarias. España, a su vez, también ocupa posiciones por debajo de la media europea, pero con regiones con altos niveles de concentración como Madrid, Cataluña y País Vasco en el caso de GID, y sumado a estos tres la comunidad autónoma de Andalucia en el caso del PID.
Respecto a la evolución del PID en Canarias, destaca la alta ratio de investigadores dentro del colectivo de personal empleado en actividades I+D (0,83). Esta cifra es más del doble del ratio europeo (0,41), y también es bastante más alto que el ratio español (0,64), y es una clara evidencia de la desigualdad en las condiciones de producción de conocimientos de los investigadores del sistema canario de innovación. Un análisis más detenido entre este hecho y la productividad de los sistemas de ciencia y tecnología podría ayudar a establecer la dirección y la naturaleza de las relaciones de producción de conocimientos. Por otro lado, el sector privado, aunque haya aumentado en la última década su participación en el PID, en Canarias todavía tiene unos valores demasiado bajos, lo que demuestra la excesiva dependencia tecnológica de Canarias con el exterior.
El estado de I+D en Canarias podría clasificarse como región objetivo 1 (González de la Fe, 1995:32), pues sus indicadores de I+D no alcanzan el 75% de la media europea. Canarias está aún muy lejos de la sociedad del conocimiento.
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Notas
[1] – Nieves Santana Díaz es licenciada en Sociología y cursa actualmente el segundo año del Tercer Ciclo en el Departamento de Sociología de la Universidad de La Laguna.
[2] – Madelon van Oostrom es licenciada en Sociología e inicia este curso el primer año del Tercer Ciclo en el Departamento de Sociología de la Universidad de La Laguna.
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"Este artículo es obra original de Maria Nieves Santana Díaz y Madelon van Oostrom y su publicación inicial procede del II Congreso Online del Observatorio para la CiberSociedad: http://www.cibersociedad.net/congres2004/index_es.html"
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