Utilización de las técnicas participativas en el proceso docente educativo (página 2)
Enviado por Enrique Barbon
En el caso de la enseñanza, recordaremos que esta es un fenómeno pedagógico y por consiguiente social. Por tanto, las leyes objetivas del proceso de enseñanza actúan a través de la conducta subjetiva de los que L. Klingberg denomina "actores" del proceso de enseñanza. Esta situación según el autor referido, determina que las leyes del proceso de enseñanza, se manifiestan en condiciones irrepetibles, lo cual determina que el proceso de enseñanza no deba dirigirse con procedimientos rígidos, sino que demande un trabajo creador por parte del maestro.
Este aspecto del trabajo creador del maestro lo retomaremos cuando abordemos lo relacionado con las técnicas participativas.
Desarrollo
Lo planteado hasta aquí, nos permite afirmar que la enseñanza es un proceso, en primer lugar, porque está constituido por diferentes fases o etapas. En segundo lugar, porque en ella influyen un sistema de leyes. Sin embargo, debemos agregar que existen otros aspectos del proceso de enseñanza que lo diferencian de otros procesos.
Mediante la enseñanza los alumnos se apropian de los fundamentos de las ciencias, pero también los alumnos desarrollan habilidades y hábitos para expresar con corrección su pensamiento y para estudiar independientemente, junto con esto se desarrollan las cualidades morales, se forman convicciones que deben corresponderse con la ideología marxista-leninista.
Si partimos del análisis del proceso de enseñanza desde los tiempos más remotos, siempre encontraremos la presencia de dos elementos sin los cuales no es posible hablar de proceso de enseñanza: la actividad de dirección del profesor y la de aprendizaje de los alumnos. El carácter bilateral del proceso de enseñanza, está dado por la existencia de estos dos factores que constituyen una unidad dialéctica o sea, siempre se enseña en función de un aprendizaje.
De acuerdo con lo expresado, en el proceso de enseñanza, existen dos fuerzas de distinta índole; una de ellas es la necesaria dirección por el profesor y por otra parte la actividad de los alumnos.
La unidad dialéctica de la dirección de la enseñanza y el aprendizaje es de naturaleza contradictoria, pues de una parte la dirección supone la existencia de objetivos a alcanzar y una adecuada planificación, organización y control, pero por otra parte, el aprendizaje está unido a la autoactividad de los alumnos, de tal manera que las formas más productivas de aprendizaje son aquellas en las que los alumnos despliegan mayor actividad.
Esta contradicción entre los dos aspectos del proceso de enseñanza es precisamente lo que asegura la buena marcha de la instrucción y de la educación en la escuela, siempre que el profesor sea capaz de equilibrar estas dos fuerzas de modo que no se produzca un divorcio entre ambas.
La unidad de la instrucción y la educación en la enseñanza exige que el profesor utilice las potencialidades educativas del contenido de la enseñanza, ya que cada una de las asignaturas encierra grandes posibilidades de actuar sobre la conducta de los alumnos.
Por lo tanto, es necesario que el profesor analice el contenido de las clases en relación con la influencia educativa que puede ejercer sobre los alumnos, en concordancia con las tareas de la educación moral, patriótica e internacionalista.
Por último, debemos subrayar que el desarrollo de la actividad cognoscitiva independiente de los alumnos es una exigencia de la sociedad contemporánea, en el cual el volumen de información producto de la Revolución Científico-Técnica aumenta de modo considerable en períodos muy breves de tiempo.
Por lo tanto no se trata de proporcionar a los alumnos un gran cúmulo de conocimientos, sino de proveerlos de métodos para que sean capaces de apropiarse de la nueva información y posteriormente fijar los conocimientos perfeccionados y desarrollara habilidades y hábitos a través de la consolidación y ejercitación.
Las técnicas participativas utilizadas por los autores fueron empleadas fundamentalmente durante clases de consolidación por lo que abundaremos con respecto a este tipo de clase.
Las clases de consolidación deben prepararse minuciosamente, atendiendo a los componentes no personales del proceso (objetivos, contenidos, métodos, medios y formas de evaluación) y las funciones didácticas que predominan en ellas. Es necesario que en los sistemas de clases se incluyan ejercicios para evaluar los tres niveles de desempeño y que además sirvan a los fines del repaso, la ejercitación, la aplicación, la profundización y la sistematización, en correspondencia con los contenidos impartidos en clases.
Entre las formas de consolidación o fijación que con más frecuencia utiliza el profesor para lograr mayor aprendizaje en sus alumnos se encuentra:
La ejercitación
La sistematización
La aplicación
La profundización
El repaso
A continuación analizaremos los principales rasgos de estas formas de consolidación.
La ejercitación: su objetivo radica en el desarrollo de habilidades y hábitos, y en el centro de la estructuración de estas clases aparecen los llamados ejercicios; esta debe darse en determinadas condiciones de variedad de modo que no se conviertan en una repetición mecánica y que no se logre el desarrollo de capacidades. Para ello, debe tenerse en cuenta una serie de principios que garanticen el desarrollo de habilidades y el aumento gradual de la exigencia
Entre ellos se encuentran:
Buscar variedad en los ejercicios, tanto en la forma como en el contenido.
Presentar ejercicios en una dirección del pensamiento y en dirección opuesta (intercambiar entre objetos dados y buscados, utilizar las relaciones en sus dos direcciones).
Plantear ejercicios con solución única, con varias soluciones o sin solución.
Plantear ejercicios con condiciones excesivas o donde falten condiciones, para que sea el propio alumno quien decida lo que necesita para la solución, bien desechando los sobrantes o solicitando las que le falten.
Plantear actividades que exijan que los alumnos creen independientemente los propios ejercicios.
Una vía para que el maestro dé cumplimiento a estos principios consiste en poner en desarrollo toda su capacidad creadora y es donde aparecen las técnicas participativas.
Las técnicas participativas son herramientas dentro de un proceso que ayuda a fortalecer la organización y concientización; son los recursos y procedimientos dentro de una metodología dialéctica que permite la práctica de los participantes, para extraer de ella y del desarrollo científico acumulado por la humanidad hasta nuestros días, todo el conocimiento necesario e indispensable para transformar y recrear nuevas prácticas.
Abundan las técnicas que posibilitan la participación de los alumnos, pero en la práctica priorizamos las dirigidas a la consolidación de los conocimientos.
Para la utilización de una técnica participativa se deben tener en cuenta los aspectos siguientes:
La motivación inicial para que los participantes se relacionen con el tema a tratar.
Para entrar en la dinámica de la aplicación y teniendo en cuenta el tipo de técnica que se está utilizando, preguntamos:
En la técnica auditiva: ¿Qué escuchamos?
En la técnica visual: ¿Qué vemos?
En la técnica vivencial: ¿Qué sentimos?
En la técnica gráfica:¿Qué leímos o apreciamos?
Análisis más a fondo de los elementos presentes en la técnica: su sentido, lo que nos hace pensar: ¿Qué pensamos sobre los elementos vistos, dichos o vividos?
Relacionamos todos esos elementos con la realidad misma: ¿Qué relación tiene esto con la realidad misma?; ¿Cómo se da en nuestro barrio, ciudad, etc.? En este momento, la técnica que sirvió para motivar se deja de lado para entrar de lleno a analizar los aspectos de realidad que intervienen.
Llegar a una conclusión o síntesis de lo discutido: ¿Qué conclusiones podemos sacar?; ¿Cómo resumimos lo discutido?; ¿Qué aprendimos?
Estas sugerencias sobre el uso de las técnicas debemos asumirlas con creatividad y de forma flexible.
Analizaremos a continuación que existen tres tipos de técnicas participativas:
Técnicas de presentación y animación.
Técnicas para el desarrollo de habilidades.
Técnicas para la ejercitación y la consolidación de conocimientos.
Pero como toda actividad se caracteriza porque lleva implícito determinados objetivos, veremos los que llevan implícitos cada técnica.
En el caso de los estudiantes, al analizar las respuestas se pudo comprobar que el 70% de los estudiantes prefieren las asignaturas de Humanidades y el resto de Ciencias, pero todos confluyen en la selección con el empleo de las técnicas participativas.
Según los propios estudiantes emplean con más seguridad las técnicas participativas los maestros de Humanidades (80% de las respuestas), aunque también se va apreciando un esfuerzo en las asignaturas de Ciencias (20%).
Por otra parte, todos confluyen en que el empleo por parte de los profesores de las técnicas participativas hacen más amenas las clases, se entienden mejor los contenidos y les permite compenetrarse mejor, expresarse y comunicarse con mayor claridad.
Conclusiones.
Valorando todos los aspectos positivos que arrojan los instrumentos aplicados se procedió a conformar una propuesta auspiciadora de la actividad independiente de los estudiantes y que a la vez contribuye a la formación de valores tan necesario dentro del tipo de estudiantes que contamos.
La propuesta queda conformada de la siguiente manera:
Caracterización de los estudiantes.
Estudio y selección de las técnicas participativas a utilizar.
Uso combinado de los tres tipos de técnicas participativas, durante el desarrollo de las clases.
Empleo de las técnicas participativas tanto en el área de Humanidades como en el área de Ciencias.
Adecuación de las técnicas participativas a los contenidos de las asignaturas en cada nivel de enseñanza y a las necesidades de la formación de valores de los estudiantes.
Control del impacto de la aplicación de las técnicas participativas utilizadas.
El primer elemento de la propuesta se fundamenta en la necesidad de conocer detalladamente Adecuación de las técnicas participativas a los contenidos de las asignaturas las características individuales y grupales de los individuos con los que se va a trabajar, en función de poder seleccionar las técnicas que más puedan contribuir al logro de los objetivos propuestos.
Conocidas las características de los estudiantes, es preciso conocer las diferentes técnicas participativas, sus contribuciones, sus funciones y tomando estas consideraciones, así como la anterior, realizar la selección justa y necesaria para nuestros fines.
El tercer elemento de la propuesta se basa en que cada tipo de técnica como ya pudo apreciarse en la fundamentación teórica del trabajo va dirigida a diferentes esferas que se complementan entre si. Se materializan técnicas participativas de presentación y animación, las que contribuyen en mayor medida a desarrollar valores tales como: el colectivismo, la honestidad, entre otros, también propician la elevación de la autoestima de los estudiantes y el establecimiento de normas de conductas, o sea su dirección principal va encaminada a la educación del estudiante.
En caso de las técnicas participativas dirigidas al desarrollo de habilidades, se ejemplifican adecuaciones de las técnicas según los contenidos y en este caso van dirigidas fundamentalmente a la adquisición de habilidades mediante el uso de los conocimientos, o sea, se encamina principalmente a la instrucción del estudiante, aunque también propicia la sistematicidad en la formación de determinados valores como son el colectivismo, las relaciones interpersonales, entre otros.
Por otra parte, presentamos también ejemplos ajustados de las técnicas participativas para la ejercitación y consolidación de los conocimientos en los que se contribuye en mayor medida a la fijación de los conocimientos, se encamina a la instrucción de los estudiantes.
Es necesario el empleo de las técnicas participativas tanto en el área de las Humanidades, como en el área de las Ciencias, porque cada área tiene determinadas funciones en el desarrollo de procesos del pensamiento y el lenguaje y si se emplean solo en un área el resultado quedará incompleto, pues debe propiciarse tanto el desarrollo comunicativo y del lenguaje como el desarrollo del pensamiento lógico y de las operaciones mentales.
Como puede apreciarse en todos los ejemplos propuestos se tiene en cuenta la adecuación a los contenidos de la asignatura y que siempre estén contenidos valores patrios, de manera tal que se contribuya tanto a la educación como a la instrucción de los estudiantes.
Luego de aplicadas las técnicas se hace imprescindible medir los efectos obtenidos mediante diferentes instrumentos, que pueden ser: entrevistas, encuestas, test pedagógico, entre otros.
Bibliografía
Congreso de Periodistas Latinoamericanos y Caribeños, La Habana, Cuba, 19 de Octubre de 2001.
Labarrere Reyes, Guillermina. Pedagogía. Editorial Pueblo y Educación.
Martí Pérez, José. Escritos sobre Educación. 114p
MINED. Informe del Ministro de Educación a la Asamblea del Poder Popular sobre los logros, dificultades, deficiencias y perspectivas inmediatas. Ciudad Habana, 1976.
MINED. V Seminario Nacional para educadores. Noviembre 2004.
Técnicas Participativas de Educadores Cubanos. CIE "Graciela Bustillo".
Autor:
Lic. Joaquín Fernández Menduiña
Lic. Marcia de la Caridad Alfonso Girón
Enviado por:
Enrique Barbon
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