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La actividad física comunitaria: Su expresión en el adulto mayor (página 2)

Enviado por Juan


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Diabetes: La actividad física disminuye el riesgo de desarrollar la diabetes no insulinodependiente.

Osteoartritis: La actividad física regular es necesaria para mantener la salud ósteo-artículo-muscular. No está asociada con el desarrollo de la enfermedad y puede beneficiar a los que la padecen. Sólo los atletas de elite pueden desarrollar ósteo-artrosis más tarde, en sus vidas, pero es debido al entrenamiento intenso, específico del deporte.

Osteoporosis: La actividad física es esencial para el desarrollo muscular en niños y adolescentes, y para el mantenimiento de la masa ósea en adultos. No está claro aún si en mujeres post menopáusicas (sin terapia estrogénica) podrían reducir la pérdida de masa ósea con ejercicios físicos de resistencia.

Caídas: Hay evidencia de que introducir ejercicios de fuerza muscular a la actividad física regular, disminuye el riesgo de caídas en la vejez, y facilita la posibilidad de una vida mas independiente en esa etapa.

Obesidad: La falta de actividad física está relacionada con la obesidad en forma directa. La actividad física disminuye el porcentaje graso de la composición corporal.

Salud Mental: La actividad física mejora los síntomas de depresión y ansiedad, además podría reducir el riesgo de aparición de la depresión.

Calidad de vida: Mejora los aspectos psicofísicos del estilo de vida.

Efectos adversos: La mayoría de las lesiones músculo esqueléticas producidas por el deporte, se deben a la falta de progresión gradual, falta de entrada en calor (evitables). Si bien puede ocurrir la muerte súbita durante la actividad física, debe quedar en claro que el efecto de la actividad física regular disminuye significativamente la mortalidad cardio-vascular general.

La actividad física en las diferentes edades tempranas.

El nivel de actividad física se asocia inversamente con los niveles de grasa corporal, los cuales a su vez se asocian positivamente con el nivel de inactividad. En Cuba, con su actual perfil epidemiológico post-transicional, se suele presentar una combinación de fenómenos que favorecen, con el desarrollo urbano, la disminución de la actividad física y la elevación de la significación del sobrepeso corporal incluso en la infancia, así como los riesgos de malnutrición que impone la actual situación económica en que se encuentra el país. Tanto para uno, como para otro objetivo, la exacta determinación del gasto energético total y la composición corporal mediante métodos isotópicos adquiría una particular importancia para la evaluación y rediseño de los programas de alimentación y nutrición dirigidos hacia la infancia en el ámbito comunitario.

Como línea general de procedimiento parecería mas sensato elevar el nivel de actividad física de este grupo de edad y no modificar recomendaciones de energía de estos niños, lo cual colocaría a los niños de países desarrollados en un definitivo status que y limitaría más aún las posibilidades de desarrollo de los preescolares del mundo en desarrollo. Los datos existentes de recomendaciones de energía para niños de edad preescolar que conformaron la fundamentación del Comité de Expertos de 1985 fueron establecidos por Durnin y Ferro-Luzzi en base a ingestiones de energía observadas en niños del mundo entero que crecían normalmente. Desafortunadamente los datos disponibles no permiten una definición certera de la ingestión de energía necesaria en la infancia para mantener una salud adecuada. Producto de la carencia de datos sobre el gasto energético y los niveles de actividad física en niños residentes en zonas rurales comunitarias del mundo en desarrollo.

Datos aislados de estudios anteriores del INHA y de observaciones médicas sugerían que el nivel de actividad física de a los niños cubanos era muy superior al de niños de igual edad residentes en sociedades de países industrializados. El hecho de asumir los niveles de requerimientos de esos niños y aplicarlos a los niños cubanos sin un detallado análisis previo pudiese tener consecuencias considerables no solo desde el punto de vista médico, sino también económico y de planificación alimentaría, de ahí que la mayor importancia de estos resultados, de datos del nivel de actividad física y del gasto de energía de niños de estas edades.

Los niños cubanos son más activos y gastan más energía, motivo por el cual los requerimientos nutricionales que se establezcan para ellos tienen obligatoriamente que contemplar este resultado de investigación. La elevación de la calidad de las aseveraciones del Instituto de Nutrición con relación a las necesidades nutricionales de la población cubana es la contribución más importante de este trabajo.

La actividad física en el adulto mayor.

La aplicación de las actividades físicas resulta de gran provecho no sólo con vistas al fortalecimiento de la salud de las personas, sino también como un medio de prevención contra el envejecimiento prematuro del organismo.

A tales efectos y tomando en consideración la aparición de estos cambios y trastornos morfofuncionales, fue aprobada durante el Simposio Internacional de Gerontólogos, efectuado en el año 1962, la siguiente clasificación por edades:

  • 45-59 años (Edad media).

  • 60-74 años (Edad madura).

  • 75 y más años (Ancianidad).

El ejercicio físico y la promoción de salud brinda grandes posibilidades de actividades físicas a personas adultas mayor para contrarrestarse las acciones del proceso de envejecimiento que contribuyen a conformar un patrón de incapacidad alrededor del estado de salud ,ayuda a la independencia de medicamento, fomentar el mejoramiento de la salud, aumentando así la calidad de vida.

Un factor que ha influido de forma relevante en el aumento de la expectativa de vida y su calidad en la población es la actividad física sistemática y bien dirigida, educando y desarrollando así la voluntad y las capacidades físicas; donde ejercen un importante papel en la personalidad y el mejoramiento de su organismo. Es notable destacar el avance de la Cultura Física con el fin de desarrollar la salud de los ciudadanos.

La actividad Física es una necesidad básica del organismo humano; si se renuncia a esta, el organismo funciona por debajo de sus posibilidades físicas, por tanto, se deteriora. La mejora del rendimiento del organismo significa también que se estará menos propenso a sufrir enfermedades y al deterioro orgánico; por lo tanto, una vida sana y activa se alarga y los síntomas de envejecimiento se retrasan, fisiológicamente, todos los sistemas del cuerpo se benefician con la actividad física regular.

Dependiendo del grado de esfuerzo y del tipo de actividad física realizada, los músculos aumentarán en tamaño, fuerza, dureza, resistencia y flexibilidad, también mejorarán los reflejos y la coordinación.

La actividad física regular reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, incrementa la fuerza, la resistencia y la eficacia del corazón. El músculo cardíaco de una persona preparada físicamente es más eficaz y por tanto, menos propenso a la fatiga y a la tensión.

Con la práctica de la actividad física el sistema cardiovascular incrementa su capacidad de transporte, el deporte quema el exceso de grasa en el cuerpo y controla los depósitos de grasa en las arterias reduciendo así el riesgo de trombosis. También aumenta el rendimiento del sistema respiratorio, la capacidad vital de los pulmones (la cantidad de aire inhalado de una vez) y la ventilación (la cantidad de aire inhalado en un período determinado), también se incrementan la eficacia del intercambio de gases.

El sistema nervioso también se beneficia ya que aumenta su coordinación y responde mejor a los estímulos; además de beneficiar específicamente a ciertos sistemas corporales, la buena forma física aporta las siguientes ventajas:

  • Una persona en buena forma se repondrá pronto de una enfermedad, tendrá mayor resistencia a la fatiga, usará menos energía para realizar cualquier trabajo; su tasa metabólica será mejor y más positiva que el de una persona poco entrenada.

  • La actividad física de manera general aumenta las capacidades y habilidades físicas. Sus efectos positivos pueden ayudar a combatir ciertas costumbres negativas como fumar, beber demasiado, así como demostrar cuánto mejor se encuentra el organismo sin estos excesos.

Los beneficios de la práctica regular de la actividad física reportan al:

· Sistema Nervioso: La coordinación y los reflejos mejoran, el estrés disminuye.

· Corazón: El volumen de sangre por pulsación y la circulación coronaria aumentan.

· Pulmones: La capacidad, eficiencia y circulación aumentan.

· Músculos: La circulación en ellos aumenta, agrandando el tamaño, la fuerza y la resistencia así como la capacidad de oxigenación.

· Huesos y ligamentos: Su fuerza aumenta; los tejidos articulatorios se refuerzan.

· Metabolismo: Las grasas del cuerpo disminuyen; el azúcar de la sangre se reduce.

CONCLUSIONES

Después de realizada la presente investigación adoptamos como conclusión, la relevancia en la adopción de políticas y estrategias en el ámbito comunitario que propicien el desarrollo y potenciación de la actividad física a partir de la diferenciación de edades en cuanto a los practicantes, con énfasis en el adulto mayor, lo que traerá aparejado una elevación en la calidad de vida de dichas personas.

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Autor:

Lic. Yodanis Pérez Carrillo

Enviado por:

Juan

Licenciado en Cultura Física, profesor de Béisbol con 8 años de experiencia, desempeñándose en la formación de atletas en el deporte de Béisbol en el Combinado Deportivo No.3. Ernesto Guevara de la Serna de Manzanillo.

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