Ya para 1897 el gobierno español instituye para la isla una nueva división político- administrativa creando las provincias y los municipios y divide el territorio antiguo de Guane (Guane del Sur) y Mantua (Guane del Norte). Guane funda unido a ello 16 barrios : Cabo, Cortés, La Grifa, Los Serranos, Las Martínas, Remates, Paso Real, Sábalo, Juan Gómez, Hato de Guane, Portales, Tenerías, Punta de la Sierra, Catalina, Trinidad y Santa Teresa.
El municipio queda divido en 15 barrios: Los Acosta, Punta de la Sierra, Tenería, Portales, Hato de Guane, Juan Gómez, Paso Real de Guane, después Isabel Rubio, Sábalo, La Catalina que constituían el primer distrito y Cortés, La Grifa, Las Martínas, Remates, después Manuel Lazo y Cabo San Antonio que constituían el segundo distrito y fue esta la estructura política que encuentra la revolución al tomar el poder.
La primera etapa colonial la consideramos a partir del descubrimiento de nuestra zona en el 1492 fecha en que se divide la isla en dos departamentos y se funda el Cabildo de La Habana 1537, dentro de cuyo territorio se encuentra la zona de Guane.
Entre 1537 y 1764 se desarrolla otra faceta de la etapa colonial en que el Cabildo de La Habana comienza el control administrativo de la extremidad occidental.
Una tercera etapa colonial es a partir de 1774 fecha en que se funda Filipinas cuyo territorio queda bajo la jurisdicción de un gobierno que radica en Guane, comprendemos dentro de la etapa el traslado de la capital Filipinas hacia Pinar del Río y finaliza la etapa con la división político administrativa del territorio de la isla y la creación de las provincias y municipios, momento en que se separan del norte de Guane, del sur, tomando el primero el nombre de Mantua y el segundo el de San Idelfonso de Guane en 1878.
El último capítulo de la etapa colonial recoge los hechos acaecidos desde 1878 hasta el triunfo de las armas cubanas en 1898 y la instauración de una administración municipal cubana.
El municipio de Guane se encuentra situado al oeste de la provincia de Pinar del Río, limita al norte con el municipio de Minas de Matahambre, al sur con el municipio de Sandino, al este con el municipio de San Juan y Martínez y el mar Caribe y al oeste con el municipio Mantua.
El Padre de las Casas, uno de los primeros cronistas de América, denominó a los primeros aborígenes que vivían en el extremo occidental Guanahatabeyes de ahí su nombre de Guanahacabibes
La visión que nos dejan los primeros cronistas de los primitivos habitantes de nuestro territorio nos hace suponer que los Guanahatabeyes eran los más atrasados de la isla, que no construían habitaciones, sino que se aprovechaban de las cavernas o árboles frondosos para guarecerse de las inclemencias del tiempo.
Los estudios arqueológicos realizados dentro del territorio de Guane nos muestran la existencia en él de vestigios de habitantes que corresponden con todos los niveles de desarrollo desde el paleolítico hasta el mesolítico. La historia aborigen de nuestro territorio, como de la provincia Pinar del Río del que forma parte comenzó hace unos cuatro mil años, aunque se puede pensar en antigüedades que alcanzan los seis y los diez mil años. Los primeros pobladores parecen haber sido pequeños grupos nómadas de cazadores paleolíticos.
Sitios arqueológicos hallados dentro de Guane:
Desde la llegada de los españoles a América trajeron con ellos curas, cuya función no se limitaba a los auxilios espirituales sino que ejercían autoridad en todas las cuestiones de la colonia, basamos esta apreciación en el hecho de que el curato de Guane nace con carácter de parroquia y esta categoría no se confería a pequeñas aldeas sino a poblados de importancia.
Los primeros hallazgos arqueológicos relacionados con los primitivos habitantes de Cuba fueron realizados durante la segunda mitad del siglo XIX pero los referentes a la zona más occidental se realizaron dentro del primer cuarto del siglo XX, en el territorio Guane en las distintas cuevas de la zona de Luis Lazo como en la Sierra de El Pesquero, se encontraron huellas de larga ocupación desde tiempos prehistóricos, restos de alimentos, una piedra moledora, un mojador y un percutor lítico, además se encontraron vestigios de campamentos aborígenes como son: cenizas, garras de cangrejos, conchas de caracol y almejas de agua dulce, millares de huesos de jutías y de otros pequeños animales que eran parte de la alimentación de los primitivos habitantes, también se encontraron vasijas y gubias formadas por conchas de cobo, martillos, morteros de piedra primitiva.
Existían numerosos lugares que evidencian la existencia de esta cultura, dentro de ellos: la Cueva del Santico, Cueva del Suplicio, en Los Portales, Cueva de Los Muertos, Solapa de la Punta, Cueva del Percutor, Solapa de la Ceniza, Cueva de Las Avispas, Solapa del Gallego, en Punta de la Sierra.
Las primeras mercedes concedidas en tierra de Guane fueron: el Hato Santo Cristo del Valle, concedido a Don Pío José Díaz, la finca Sabana Lamar concesión hecha a Don Juan Galván, la Sabana en la Ensenada de Guaniguanico concedida a Don Juan Guillén, el Corral "Los Serranos" concedido al señor Marqués de la Real Proclamación.
La iglesia, la más importante construcción de aquellos años, era de madera, es de suponer que el caserío lo fuera también del mismo material, aunque por aquella época y mucho tiempo después la yagua y el guano fueron los materiales de construcción de las casas más humildes.
Guane fue el primer curato de la provincia de Pinar del Río y ya en 1600 habían erigido en él una ermita dedicada a San Idelfonso.
Por el libro donde se inscribían los nacimientos, matrimonios y defunciones, libro de barajas, único documento donde se podían obtener estos datos, conocemos de los sucesivos traslados del poblado y las causas de los mismos durante el siglo XVII y conocemos también otros datos referentes a las características de la población.
La festividad de los primeros colonos de Guane fue de origen religioso, el día 22 de enero comenzaban unas fiestas para conmemorar el natalicio del Santo Patrón San Idelfonso, festividades que culminaban el día 26. El día de mayor fiesta era el 23 cuando se celebraba la misma con mayor solemnidad y se pronunciaba un sermón donde se hacía el panegírico del santo. El último día se efectuaba la procesión paseando por el pueblo en hombro de los feligreses la imagen del Santo Patrón.
La existencia de la iglesia fue construida e inaugurada en el año 1858. y Santo Patrón conlleva a llevar a vías de hecho las primeras manifestaciones religiosas como fueron las procesiones y el llamado Corpus Cristo que según estudiosos de teatro ello constituye las primeras manifestaciones teatrales, al igual que las escenas. La iglesia se convierte en el centro cultural y educacional. Junto a las festividades religiosas se celebraban otras actividades recreativas y también en otros lugares del territorio se realizaban otras festividades religiosas de menor proporción como es el caso de la festividad de la Cruz de mayo y del pobladito de la Majagua.
Desarrollo urbanístico socio cultural
En el año 1846 se compone el poblado de Guane de una sola calle con 7 casas de embarrado y tejas, 12 embarrado y guano y una de madera, una escuela de primeras letras, una botica, 6 tiendas mixtas, una fonda, una posada, 2 cafés y billares, una zapatería, una carpintería y una talabartería, tiene una estructura clasista compuesta por una población de 157 blancos, 21 de color libres y 29 esclavos. Total 205 habitantes (estos es génesis de la urbanización y del surgimiento de una cultura: la pinareña)
La arquitectura del pueblo de Guane se refleja muy pobremente, los materiales de uso común para las construcciones era la madera, el guano, la yagua y el embarrado. Más tarde aparecen otros estilos arquitectónicos sujeto a cada época. A partir de 1802 aparecen algunas construcciones de mampostería (piedra con argamasa de cal y arcilla) y otras de ladrillos con techo de teja, en el territorio no existe ninguna construcción de piedra de sillería u obra alguna que demuestre la existencia de algún potentado que construyera un palacio u otra obra de ostentación de su riqueza. La única obra arquitectónica de importancia en todo el territorio la constituye el Faro Roncali en el Cabo de San Antonio, la obra fue realizada en el 1849 durante el gobierno colonial español fue construida de piedra labrada cuyos bloques fueron extraídos de la misma roca donde tiene el faro su asiento. La iglesia del poblado también puede clasificar en el desarrollo arquitectónico de la región están presentes varios estilos, sin embargo como caso sui generis los bohíos que denotan el paso de las culturas aborígenes. Hoy en nuestros campos cubanos los bohíos y barbacoas heredados de los aborígenes, desde el punto de vista arquitectónico pintaban las cuevas las hazañas de los guerreros
Además en el desarrollo arquitectónico se encuentra la huella del proceso de transculturación ya que existe una gama de manifestaciones que van enriqueciéndose a través del tiempo y que tiene su arraigo en la cultura española ya que esta era nuestra metrópoli.
Podemos llegar a la conclusión que la cultura guanera durante el período colonial estaba sujeta a la iglesia católica quien constituía el centro cultural, ejerciendo la formación de valores en la sociedad, desde la creación y función de la familia hasta las diferentes alteraciones de los individuos en la sociedad por lo que constituye el promotor de los preceptos educativos desarrollando una educación escolástica e imponiendo su modelo de desarrollo clasis
CONCLUSIONES:
Este trabajo ha permitido demostrar que el desarrollo de la comunidad guanera constituye un devenir histórico que tiene en si rasgos socioculturales como el Santo Patrón San Idelfonso y las procesiones como resultado de las primeras manifestaciones de teatro cubano en el Corpus Cristo.
A su vez el desarrollo de la arquitectura estuvo unido a un proceso de transculturación heredada de la cultura catalana e isleña donde los estilos neoclásicos barrocos se unían con los gustos estéticos de la región y la permanencia de las raíces aborígenes en el quehacer de la región, sin embargo hoy mantienen su impronta y renacen en la evolución histórica que afianzan una vez más nuestra cultura cubana, por lo que consideramos el estudio de la historia regional para la carrera sociocultural de suma importancia porque permite ubicar al hombre en su tiempo y su identidad.
BIBLIOGRAFÍA
Portuondo, José A y otros: Panorama de la cultura cubana. Editora política, La Habana 1983.
Celis Francisco: Análisis regional. Editora de Ciencias Sociales La Habana 1988.
Historia de la Localidad. Tomo I. La colonia
Autor:
Teresa Celeida Padrón Zabala
czabala [arroba]sum.upr.edu.cu
CI 54032104658 Lic Historia y Ciencias Sociales
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Master en Desarrollo Social Caribeño
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