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Inmigración en Alemania (página 2)

Enviado por cariova2001


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A su función decididamente expulsora de población durante el siglo XIX y primera mitad del XX, se volcó drásticamente a "importar" población en la segunda mitad del citado siglo, al encontrarse desbastada con el final de la Segunda Guerra Mundial. En este contexto signada por una importante movilidad espacial de la población, y a pesar de sus claras evidencias, los gobiernos anteriores se han negado a aceptar oficialmente que Alemania es un país de inmigración. La realidad refuerza esta idea al mostrar que a ninguna otra región de Europa han inmigrado tantas personas durante la segunda mitad del siglo XX, como hacia la República alemana.

Tipos de Inmigración Recientes

Casi todos los analistas especializados y funcionarios del Gobierno, coinciden en que Alemania precisa en forma inminente de un planeamiento general de su política migratoria que contemple todas las dimensiones de los desplazamientos actuales, porque desde el fin de la guerra fría y el reinicio de las migraciones de Este a Oeste, cumple la función de "fuente receptora" de la inmigración hacia Europa, y de una "puerta giratoria" en la migración internacional. Ahora no solo acoge a inmigrantes y gente que busca trabajo, sino que, también del país salen muchos emigrantes y gente en busca de trabajo, a los que cabría agregar los migrantes de tránsito –refugiados y asilados por ejemplo- para los cuales, Alemania es solo una estación intermedia hacia otros destinos.

Ahora, centrando el análisis solo en el proceso inmigratorio, cabe señalar que desde el fin de la Segunda Guerra mundial se han identificado cuatro grandes tipos de movimientos:

Refugiados y Deportados alemanes: La salida del país de estos alemanes estuvo ligada principalmente a la persecución que sufrieron los ex-combatientes de la Segunda Guerra Mundial, emprendida por los vencedores en la contienda. A los provenientes del occidente se los denomina "expulsados del terruño", mientras que a los provenientes del oriente (Europa Oriental y Sudoriental) se los llama "reasentados". El flujo predominante de inmigrantes se dirigió al Oeste del país, y en su conjunto representaron unos 11,7 millones de personas.

"Trabajadores invitados". Se inició con el convenio italo-germano occidental de 1955, hasta el año 1973. En 1961 se aceleró la contratación de mano de obra cuando se agotó el flujo de trabajadores provenientes de la República Democrática Alemana, por lo que ingresaron cerca de 14 millones de personas, de las cuales alrededor de 11 millones regresaron a sus países de origen, y el resto se quedó e incluso trajo a sus familias. Ya desde entonces Alemania se convirtió en un país de inmigración, aunque el gobierno no lo reconociera.

En Alemania del Este también ingresaron otros grupos de trabajadores por convenios inter-gubernamentales, procedentes principalmente de Vietnam y Mozambique, quienes hallaron ocupación en los campos laborales más despreciados y en las condiciones más duras, por lo cual, se los camuflaba como "formación profesional" aunque en la vida cotidiana era evidente la marginación hacia el extranjero, y en donde la desconfianza, el miedo y el odio, generaban una "forma de Apartheid" o "xenofobia a puerta cerrada".

Asilados y Refugiados: El artículo 16 de la Ley Fundamental dice "Los perseguidos por razones políticas tienen derecho a asilo". Este derecho también debía conceder una residencia segura hasta que se resolviera su situación, pero a causa del creciente número de refugiados, se reforzó la tendencia a restringir su práctica y finalmente a limitar este derecho, por lo que desde 1993 no se concede asilo a personas provenientes de países "sin persecución" o que han pasado por "terceros Estados seguros".

Esta medida desvió el flujo de solicitudes de asilo hacia otros estados europeos, pero también aumento la cantidad de residentes irregulares o con ingreso ilegal en el país, e incluso el comercio de documentación falsa.

Inmigrantes alemanes provenientes de Europa Oriental: es una especie de "inmigración a la inversa" a través de generaciones, ya que son descendientes de antiguos emigrantes alemanes; tienen derecho a la ciudadanía germana con todos sus derechos y obligaciones, sin embargo cultural, mental y socialmente son verdaderos inmigrantes.

La problemática integración de estos descendientes de alemanes se subestimó, y más aún cuando se hizo masiva. En 1993 se limitó su cifra a un máximo de 220.000 personas al año, luego entre otras medidas restrictivas, se redujo el flujo hasta aproximadamente 100.000 personas en 1998. A pesar de la disminución de las medidas de ayuda y asistencia, este sigue siendo un grupo privilegiado de inmigrantes. Se calcula en 4 millones de personas los llegados en esta calidad, hasta el año 2000.

Situación actual del Proceso Inmigratorio y de los Inmigrantes

Producto del proceso inmigratorio de la segunda mitad del siglo XX -desde mediados de los años ’50- han llegado al país cerca de 20 millones de personas. Actualmente unos 7,4 millones de extranjeros viven en Alemania, de los cuales un 50 % reside en el país desde hace 10 años, y el 30 % lo hace desde hace 20 años o más. Estas cifras nos brindan una idea de la importancia del volumen inmigratorio que ha ingresado durante el último decenio.

Un dato muy importante y a tener en cuenta, muestra que el número de hijos es mayor en la población extranjera que en la nativa, lo cual hace que hoy día, uno de cada cinco extranjeros haya nacido en Alemania, y por otra parte, que el 87 % de los mismos sean menores de seis años. En consecuencia, 90 de cada 100 extranjeros residiendo en Alemania tienen pasaporte alemán.

La instrucción de los hijos es una preocupación central en las familias inmigrantes; muestra de ello es que un 8,6 % de aquellos estudia en Alemania, y de los cuales un 35 % tiene aprobado el bachillerato.

Respecto a la población extranjeros adulta, cabe destacar que la mayor proporción encuentra empleo como asalariado industrial con baja o sin calificación, o en actividades primarias de tipo extractivas, como la minería. Aproximadamente unos 300.000 son profesionales independientes, sobre todo en el comercio, gastronomía y otros servicios.

Los turcos son la población extranjera más numerosa en Alemania, con cerca de 2,1 millones de personas, lo que representa un 43 % del total de inmigrantes. Otra participación importante les cabe a los europeos mediterráneos (20 %), y balcánicos (26 %), destacándose en ellos los de origen italiano y servo-montenegrinos.

Un dato curioso en las estadísticas de extranjería, lo constituyen los más de 100.000 estadounidenses residentes en el país. Su presencia se debe fundamentalmente a cuestiones laborales vinculadas a las actividades de representación para firmas y compañías de los Estados Unidos, mientras que en un pasado cercano respondían en gran medida a la importante presencia militar de aquel país.

Habitantes de Alemania con pasaporte extranjero, según ciudadanía. Año 2000

Turquía

2.107.000

Serbia-montenegro

721.000

Italia

607.000

Grecia

363.000

Polonia

283.300

Bosnia Herzegovina

281.400

Croacia

206.600

Austria

185.100

Estados Unidos

110.100

Macedonia

42.600

Eslovenia

18.100

FUENTE: Statistisches Bundesamt –2000.

La población extranjera en Alemania tiene una distribución geográfica muy diversa. Aproximadamente el 70 % vive en los grandes Estados Federados del Oeste, mientras que en los nuevos Estados Federados del Este, el porcentaje es mucho menor. Muchos especialistas en la cuestión opinan que la población germano occidental se encuentra mucho más en contacto y abierta hacia las culturas foráneas, por ende, acepta de mejor manera la presencia de extranjeros.

Proporción de población extranjera

Estados del Oeste

5,2 al 18 %

Estados del Este

1,2 al 2,4 %

FUENTE: Statistisches Bundesamt –2000.

Los grandes centros urbanos en los grandes Estados Federados y en Berlín, tienen una proporción de inmigrantes más de dos veces mayor que las zonas rurales. En estas ciudades –en términos medios-, la cuota de extranjeros se eleva al 15 %, aunque en varios casos es superior. Otra explicación dada por los especialistas, con un fuerte sustento sociológico, afirma que gracias a los estilos de vida más cosmopolitas en las grandes ciudades, la aceptación del inmigrante es mayor, a diferencia de los ámbitos rurales donde mejor se conservan las tradiciones y costumbres, la presencia del extranjero no es bien vista.

Proporción de extranjeros en las principales ciudades alemanas

Francfort del Meno

27.9 %

Stuttgartt

23.9 %

Munich

22.5 %

Colonia

18.8 %

Hammburgo

15.4 %

Berlín

12.8 %

Leipzig

5.2 %

Dressde

2.8 %

FUENTE: Statistisches Bundesamt –2000.

La población de Alemania tiene una edad promedio cada vez mayor; en cerca de treinta años, el porcentaje de los ancianos (65 años y más), será dos veces superior a la cantidad de jóvenes. La inmigración puede contrarrestar el envejecimiento de la población autóctona, puesto que la edad promedio de los inmigrantes en más baja que la de los alemanes. En muchos casos, es esta inmigración la que impulsa el mercado laboral y fortalece los sistemas de seguridad social.

Las Medidas Gubernamentales

En los años ‘60 con la llegada de los "trabajadores invitados", comenzó a generarse en las grandes ciudades alemanas una diversidad idiomática, cultural y religiosa sin precedentes, debido a que una gran parte de aquellos trajeron a sus familias o constituyeron una familia en Alemania. Por esta razón no se trata solamente de inmigrantes, también son una realidad las minorías etno-religiosas nacidas en el país.

Las intensas y renovadas oleadas inmigratorias de la década de ’90, tomaron a las autoridades alemanas sin las estrategias e infraestructuras necesarias para encararlas. El nuevo Gobierno Federal pretende revertir la situación con la implementación de tres mediadas principales: el nuevo Derecho de Ciudadanía, la extensión de las "green card", y la creación de una Comisión de Inmigración.

Nuevo Derecho de Ciudadanía: cada año nacen en Alemania cerca de 100.000 niños que no tienen la ciudadanía alemana, pero esta situación tiende a revertirse desde el 1 de enero de 2000, al entrar en vigor una nueva legislación respecto de la ciudadanía.

Ahora los niños de padres extranjeros que nazcan en Alemania, adquirirán la ciudadanía germana desde el mismo nacimiento. De esta manera, el principio de la filiación que regía desde el año 1913 y el cual determina que "es alemán quien desciende de alemanes", será complementado ahora con el principio de nacimiento.

En el caso de que los niños al momento del nacimiento obtengan otra ciudadanía más –por ejemplo, el del país originario de los padres-, al cumplir los 18 años de edad, deberá decidirse en un plazo de cinco años entre la ciudadanía alemana o la extranjera. Con esta medida se intenta poner freno a la "doble ciudadanía" y se aboga por una verdadera integración de los inmigrantes.

En el caso de los niños nacidos antes de entrar en vigencia la mencionada Ley, pero que todavía no hayan cumplido los 10 años de edad, regirá una norma transitoria donde podrán solicitarla y obtenerla, en el plazo máximo de un año.

También se facilita la nacionalización de extranjeros adultos al reducirse el tiempo de residencia necesario para comenzar los trámites, pasando de 15 años previstos anteriormente a solo 8 años, y siempre y cuando reúna determinados requisitos:

  • Poseer un permiso de residencia legal
  • Manifestar plena adhesión a la Ley Fundamental.
  • Asegurar su manutención y la de sus familiares, sin tener que recurrir a la ayuda social o los subsidios para desempleados.
  • No deben tener antecedentes penales.
  • Deberán comprobar conocimientos de alemán.

El Ministro del Interior Otto Schily afirma que "los niños y los adolescentes observan muy bien si tienen los mismos derechos que la misma gente de su edad". Precisamente por esta razón es tan importante que los niños de padres extranjeros crezcan en Alemania en calidad de ciudadanos alemanes.

Green Card: las renombradas "green cards" consisten en permisos de residencia temporarios otorgados a extranjeros para trabajar en determinados ramas de la actividad económica de un país o especialidades en el campo científico. Es un recurso muy utilizado por las grandes potencias económicas que sufren un déficit de mano de obra en determinados sectores de su aparato productivo.

En el caso de las "green cards" alemanas, consisten en permisos de trabajo para especialistas de informática y con una validez máxima de 5 años. Para obtenerlas es necesario poseer estudios universitarios para los oriundos de países comunitarios -miembros de la Unión Europea-, no así para los extra-comunitarios, y siempre y cuando acrediten ganar más de DM 100.000 alemanes.

La formación profesional de los jóvenes alemanes antes del año 2000, no los capacitaba para asumir funciones en el campo de la informática y otras áreas vinculadas a ella, lo que sumado al creciente auge de este sector en la década del ’90, hizo que las plazas existentes no cubrieran las demandas actuales.

Esto fue un "error capital" sostiene Edelgar Bulmahn -Ministra de Educación e Investigación-, pero con un sólido plan de perfeccionamiento y reorientación se prevé revertir la situación –aunque a mediano plazo-, e insertar al circuito laboral a más de 30.000 desocupados capaces de ocupar las plazas vacantes en el sector.

Pero lo cierto es que las necesidades de mano de obra son actuales y no se puede esperar que jóvenes alemanes se cualifiquen, es por ello que recurren a los extranjeros, o de lo contrario, piensan que las firmas más raudas de otros países les arrebatarían importantes espacios en este mercado varias veces millonario, y que tantas satisfacciones dió al país.

Comisión de Inmigración: este organismo consiste básicamente en un cuerpo inter-partidario de personalidades políticas, expertos, científicos, representantes de la industria y de grupos sociales, quienes ponen a disposición del mismo todos sus conocimientos y experiencias en la materia.

Su función principal es la de elaborar recomendaciones para el futuro manejo de la inmigración, e introducir mejoras en la política oficial actual, y también sobre nuevas estrategias que allanen el camino hacia una verdadera integración de los extranjeros residentes en el país.

De sus primeros encuentros ya han surgido algunas propuestas, como el que algunos hechos deben ser vinculantes para los inmigrantes, donde reciban una asesoría inicial centrada en conocimientos de idioma y del país, en cómo se consigue una vivienda o un puesto de trabajo.

Los distintos campos en los que la Comisión piensa actuar son:

  • Necesidad de la inmigración de mano de obra cualificada hacia Alemania.
  • Las conclusiones de la evolución demográfica del país.
  • Propuestas sobre los eventuales mecanismos de selección de inmigrantes.
  • Los componentes del derecho de asilo.
  • Las diferentes categorías de extranjeros con diferentes permisos de residencia.
  • Coordinar la relación entre las vías jurídicas nacional y europea.
  • Armonizar sus propuestas con un proyecto paneuropeo sobre extranjería.
  • Visualizar cuales serán las necesidades de fuerza de trabajo para el país.
  • Ver cual es la relación que existe entre el alto desempleo y los puestos de trabajo que siguen vacantes.

Lo que se pretende con este conjunto de medidas es poner en marcha una "verdadera integración" de los extranjeros y de los que vendrán en el futuro. En síntesis se busca coexistir con los extranjeros que se orienten por la cultura alemana y se integren verdaderamente con los nativos. Sin embargo, integración significa también que nosotros debemos superar y eliminar nuestros prejuicios –afirma la Dra. Süssmuth, ex-Presidenta del Parlamento Federal -, en caso contrario, a pesar de hablar alemán y de tener la ciudadanía, seguramente se formaran "guetos".

Otro problema capital surge de examinar que se puede hacer por la gente que reside desde hace largo tiempo, pero que a causa de problemas idiomáticos no han podido integrarse satisfactoriamente. En ello trabajan agrupaciones de caridad pública, los clubes, las iglesias, las universidades populares y los encargados de descendientes de alemanes y extranjeros, pero sus incansables trabajos deben tener necesariamente un respaldo oficial sólido.

La Percepción Local

Para muchos el racismo es considerada ya una cuestión cultural "arraigada" en sectores de la población germana, y a pesar de los esfuerzos de las autoridades por limpiar la reputación del país, no pueden detener los ataques hacia extranjeros. Hay que destacar que con particular virulencia ella se manifiesta en el territorio de la antigua Alemania Oriental, donde las tasas de desempleo son mas altas, y por lo tanto, la competencia por los puestos de trabajo son mayores con el inmigrante. La explicación sociológica a esta cuestión sostiene la posibilidad de que, por mucho tiempo estos sentimientos hayan sido reprimidos bajo el yugo soviético, y hoy afloren espontáneamente. Lo cierto es que en el colosal aparato industrial alemán, la participación de la mano de obra de mineros turcos y polacos, o la de asalariados industriales checos, es muy importante, de allí que Alemania debiera pensar detenidamente en su régimen inmigratorio.

Ante esta situación y las medidas del gobierno, es importante tener conocimiento de las concepciones y percepciones del ciudadano nativo. Al respecto Marieluise Beck, Encargada de Extranjería del Gobierno Federal, afirma que el hecho de que los alemanes se sientan "amenazados o no" por los extranjeros, está muy relacionado con las perspectivas que tiene la gente, alegando la misma funcionaria que, ello depende sobre todo de la educación, del perfeccionamiento profesional y las posibilidades que tengan dentro del mercado laboral.

La realidad cotidiana indica que en Alemania predomina la idea de que los extranjeros "son una carga", rara vez se escucha en las discusiones de la población que los extranjeros son un enriquecimiento, una fuente de innovación y rejuvenecimiento para la sociedad. Por ello es importante remarcar que la inmigración crea trabajo, y que no se lo quita a nadie, alega Rita Süssmuth.

Pero no se puede decir sencillamente a los alemanes que no tengan miedo, porque primero deben aclararse las causas y los efectos de la inmigración, ya que muchas personas no los conocen. En esta situación el Gobierno corre con gran parte de la culpa, pues nunca hemos realizado verdaderas campañas para explicar con toda tranquilidad a la población que, si queremos mantener nuestro "bienestar" tenemos que permitir la entrada de inmigrantes, porque todas las sociedades dinámicas, productivas y creativas siempre han estado abiertas al intercambio con otras culturas, vuelve a poner el acento la Dra. Süssmuth.

Consideraciones Finales

Tanto desde el punto de vista político como demográfico, Alemania se encuentra ante una disyuntiva trascendental, puesto que la población alemana envejece y disminuye año a año. Por esta razón solo se reconocen dos alternativas: o tratan de adaptar de forma radical la infraestructura económica del país y los sistemas de seguridad social a una población en rápida disminución, o se abren más las puertas a la inmigración.

En el futuro Alemania no necesitará de "trabajadores invitados" sino de "nuevos ciudadanos" que residan permanentemente en el país, recalca Rita Süssmuth, y aclarando que "ya somos un país de inmigración" . De esta afirmación se desprende la necesidad de integrar a los inmigrantes en el ámbito educacional, laboral, en las agrupaciones de carácter social y comunitario, en la sociedad alemana en sí.

Como punto de partida la "política poblacional" alemana debe definir concretamente los marcos en los que se moverán los nacimientos y la inmigración, deberá buscar la complementación y el equilibrio adecuado.

Las principales causas de la inmigración a este país, se relacionan fundamentalmente con oportunidades laborales o de asilo político. En general el extranjero busca mejores expectativas de vida, al mismo tiempo que Alemania necesita trabajadores de variados ramos, y en particular especialistas cualificados en informática.

Bibliografía Consultada

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Prof.

Universidad Nacional del Nordeste – Facultad de Humanidades

Departamento de Geografía

Partes: 1, 2
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