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La guerra y la paz: El caso del Islam (página 2)


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Contrariamente a lo que se dice a propósito del amor y de la guerra, lo cierto es que no vale todo (eso es lo que marca la diferencia entre la incredulidad y la creencia). Ni en tiempos de guerra. Al igual que antiguamente los descendientes de Israel iban a la guerra delante del Arca de la Alianza a combatir a los incrédulos (así parece murió Urías en tiempos del rey David) y morir mártires. También Jesús de Nazaret, en el episodio violento de la expulsión del Templo de los usureros, mercaderes y cambistas y la prohibición subsecuente de actividades mercantiles en los lugares de adoración, así como sus declaraciones acerca de que no iba a traer paz sobre la Tierra sino conflictos, a fuego, espada y guerra. Y de hecho, todas las profecías concernientes acerca de la parusía o "segunda venida" de Jesús de Nazaret a la Tierra, implican guerra militar entre el bien (el Mesías de Israel) y el mal (el anticristo), con violencia y establecimiento del bien (lo ordenado por Dios) por la fuerza.

En el Islam la práctica militar está directamente recogida en la Revelación –el Corán- y ejemplificada en lo hecho por el Profeta Muhammad, los posteriores Califas del Mensajero de Allah, con mayor o menor fortuna hasta la "abolición" del Califato tras el final de la primera guerra mundial, que provocó el final del Imperio (Califato a fin de cuentas) Otomano. Todas las posteriores "naciones" producto del reparto colonial entre Francia e Inglaterra, principalmente, como consecuencia del final de la primera guerra mundial, en África, "Oriente Medio" -esto es Arabia, Palestina y Siria-, y Asia Mayor y sus patéticos regímenes (dictatoriales) y gobernantes "laicos" surgidos del fin del Califato Otomano, son fragmentaciones de un solo "país", el territorio del Islam: "Dar al Islam" (la Casa del Islam): el territorio donde habita la "Umma" –la comunidad de creyentes- del Islam.

El hecho histórico de vivir en un mundo sin Califa del Mensajero de Allah desde los primeros años de la década de los "felices" años veinte del siglo XX cristiano, es para el Islam algo tan extraño como, por ejemplo, que los cristianos católicos del mundo careciesen de Papa.

El Papa cristiano católico es una autoridad hoy en día "espiritual" y "política" solamente en los diminutos Estados Pontificios romanos (establecidos por Mussolini también en el siglo XX). Otras ramas del cristianismo como las distintas Iglesias Ortodoxas: Rusa, Ucraniana, Griega… también poseen un cabeza de la iglesia que es el respectivo Patriarca. En cualquier caso, lo significativo es que en el Islam es fard –OBLIGATORIO- "jifaya" (para la colectividad) la existencia de un representante (Califa) del Mensajero de Allah (el Profeta Muhammad). Y es una figura política, puesto no existe la dicotomía entre lo político y lo espiritual, puesto que ya hemos señalado el Islam como Revelación abarca todas las facetas de la existencia humana. La declaración de guerra –un hecho indudablemente "político"- ha de ser ordenado por la autoridad musulmana, el Califa del Mensajero de Allah, o sus representantes locales: Sultanes, Emires, administradores locales del poder ostentado por el Representante del Profeta Muhammad en cada época.

Esto implica que la guerra en el Islam, NO es un grupo de radicales enfrentándose violentamente a quienesquiera otros. No es un individuo solitario usando la violencia para sus fines. La legitimidad viene de arriba. En definitiva, para un creyente, la legitimidad viene de Dios.

En el Islam, en caso de guerra, hay "cadena de mando" como en cualquier ejército del mundo profese el credo que sea, y esta jerarquía implica responsabilidad y obediencia debida, basada no en la coherción física o el terror sino en el Juramento de Fidelidad (Bai"á) que todo musulmán –varón- entrega voluntariamente a su autoridad musulmana reconocida por él y que regula su existencia social donde vive y a la que acude para que establezca justicia en sus asuntos cotidianos cuando surgen litigios, en definitiva la autoridad musulmana (que recibe el Juramento de Fidelidad de cada musulmán) es quien dispone jueces (qudat) para administrar justicia a la gente.

El Juramento de Fidelidad se entrega voluntariamente, sí, pero hay que manifestar explícitamente que es OBLIGATORIO, tanto como los cinco Salats diarios –las oraciones preceptivas-, de hecho el Profeta del Islam manifestó en un conocido hadiz "Sahih" (transmisión oral de autenticidad verificada de algo dicho por el Profeta o por sus Compañeros) que el musulmán que muere sin haber jurado fidelidad a la autoridad musulmana legítima que gobierna el lugar donde reside, muere "la muerte de la ignorancia" (es decir: fuera del Islam). Esto es tan grave en sí mismo, que sorprende la ligereza con la que algunos musulmanes ni tan siquiera se planteen la obligatoriedad establecida por el Profeta de entregar el Juramento de Fidelidad. El no hacerlo implica algo parecido a lo que en el mundo cristiano se ha llamado "excomunión".

Hay una tésis en los medios de comunicación occidentales que equipara a los musulmanes que predican la restauración del Califato del Mensajero de Allah con los terroristas árabes o de cualquier otra nacionalidad que practican la violencia fuera de los límites establecidos por Dios en caso de guerra. El día que el Califato sea restaurado –porque hay profecías de Muhammad que indican su restauración antes del final de los tiempos- en el Islam, ese día será un mal día para los terroristas. Porque serán combatidos por la autoridad musulmana legítima, serán detenidos y en caso de ser declarados culpables de terrorismo (una actividad haram –prohibida- puesto que transgrede los límites del Creador establecidos para la guerra, que implican: no matar mujeres, niños, viejos, enfermos, no combatientes, sacerdotes cristianos o rabinos judíos –para que no pierdan sus religiones por coherción-, no destruir árboles, cosechas, ni excederse en el combate puesto que la Revelación dice que "Allah no ama a los que se exceden"), si son declarados culpables por un qadi musulmán en un juicio justo los terroristas son ejecutados, si bien si se demuestra que su credo es musulmán (las malas acciones graves –kabair-, las transgresiones graves de la Ley de Dios, no provocan estatuto de incredulidad en quien las comete, son castigadas legalmente pero se considera creyente al culpable si es el caso) se les permite rezar dos rak"ats antes de la ejecución. Éste es también el castigo de los salteadores de caminos con violencia y de determinadas otras transgresiones de la convivencia.

El Islam prohibe el asesinato de inocentes y el suicidio. Repitamos esto: el Islam PROHIBE -y aplica el castigo legal por la Sharia correspondiente- a quienes asesinan inocentes y Dios en la Revelación –y el Mensajero de Allah también- han prohibido el suicidio. Quien se suicida va al Fuego –a no ser que esté loco y en ese caso es un eximente (porque para ser responsable de los actos hay que estar cuerdo, de hecho el Islam es sólo para cuerdos. Un loco clínico no puede ser juzgado, sólo recluído para protegerlo a él también incluso de sí mismo)-.

Es conocido entre los creyentes de la Revelación a los Profetas semíticos que quien establece una cosa buena nueva, todas las veces que se haga con posterioridad a esa primera vez, el primero que la estableció recibe una recompensa por ello. Y al contrario también. Esto ocurrió con los primeros hijos de Adán que recoge la Revelación uno mató a otro y fue como "matar a toda la humanidad" en el Día del Juicio ésa será la situación de quien haya asesinado a otra persona sin Derecho. Quien salva una vida es "como si salvara todas las vidas" y así lo recompensará Dios en el Día de la cuenta. Siempre que se comete un asesinato, el primer asesino de la historia de la humanidad recibe castigo. Siempre que se reanima a alguien que se estaba ahogando, la primera persona que salvó a alguien ahogándose recibe recompensa.

Hay un hecho significativo. Durante más de mil años Islam se ha expandido por la faz de la Tierra. Exactamente 1.430 años. En este tiempo, si bien hubo constante guerra y combate militar –soldados matando a soldados- ejército contra ejército enemigo. No hubo terrorismo como práctica. Incluso había "nobleza de caballería" –denominada en árabe "Futuwwa"- (incluso entre enemigos de fe como recoge la historia). Se desarrollaron las órdenes militares de caballería con sus códigos de conducta y exaltación de los ideales del caballero medieval.

El primer terrorista que "murió matándose a sí mismo" -que es muy distinto de cargar tú solo contra el enemigo a morir (porque te mate el enemigo (alguien externo, ajeno a ti) no porque tú te mates a ti mismo)- por medio de explosivos parece estar documentado que fue en Líbano, al Norte de Palestina, y fue un chiita. El chiismo es una escisión del Islam apartada del grueso de la Umma del Islam. De hecho, en la edad media cristiana quienes eran de "la secta de los asesinos" (hashishin) –palabra que deriva del Hashis (cannabis)- eran la heregía llamada "Ismaelita" que eran chiitas que practicaban el asesinato y el terror –drogados (actividad "haram" en el Islam)- fuera de los códigos de caballería aceptados en la guerra convencional. Considerados fuera del Islam por la umma del Islam porque incluso en cuanto a credo los chiítas o alguna de sus sectas, proclamaban Profeta al primo del Profeta Muhammad e incluso proclamaban para Ali la Divinidad.

La práctica del suicidio con explosivos (suicidarse matando a otros) la emplearon después los palestinos durante los años noventa en la llamada "segunda intifada" aunque no era una práctica islámica. Si hubiera sido una práctica islámica hubiera sido establecida por el Profeta Muhammad que no sólo no utilizó el terrorismo suicida sino que PROHIBIÓ EXPLÍCITAMENTE EL SUICIDIO. Es obvio que un accidente no es un suicidio, si un soldado transporta armamento y éste explota accidentalmente, eso no es un suicidio: es un accidente, y ese soldado no tiene por qué ir al infierno por ello. Matarse uno a sí mismo a propósito por medio de clavarse una espada o apretar un gatillo o apretar un botón… es teletransportarse al fuego del Infierno.

El inductor al suicidio de un musulmán, quien lava el cerebro a niños para actuar como terroristas suicidas, quien envía a un síndrome de Down (pasó en Palestina) o a minusválidos en sillas de ruedas (pasó en Iraq), son por Sharia del Islam condenados a muerte y ejecutados sumarísimamente.

Y está a su vez documentado que los primeros en practicar el terrorismo "moderno" (bombas en mercados contra población civil) en Palestina fueron las organizaciones Stern, Haganá e Irgun en los años de la ocupación británica de Palestina. Está documentado también que aquellas organizaciones terroristas sionistas mataron a su vez a judíos antisionistas como documentan los rabinos de la corriente judía jasídica. Resulta también lamentable que el ejercito judío en Palestina tenga como soldados en el servicio activo mujeres que cumplen dos años de servicio militar, puesto que una mujer con entrenamiento militar empuñando un arma moderna –tecnológica- se convierte en combatiente y no está protegida por las leyes de guerra que excluyen a las mujeres de la misma. En la guerra se deben matar entre sí soldados de ejércitos enfrentados al margen de la población civil (como se estudia en todas las academias de la carrera militar en el mundo). Las mujeres –del bando que sean- siempre son las madres de la siguiente generación humana sobre la faz de la Tierra, las mujeres han de quedar salvaguardadas del combate militar. Gane quien gane, la vida humana se sigue perpetuando, con permiso de Dios.

El Profeta Muhammad encabezaba los combates de su ejército y combatía y no permitía que fueran niños –menores de edad- al combate. También eximía de ir a combatir a quienes se habían casado y no habían consumado el matrimonio, o quienes tenían a sus padres a su cargo. Para combatir "Fisabilillah" –en el camino del Señor- es requisito imprescindible –excepto en caso de ataque a la Kaaba de Meca para quien esté allí- ser varón, estar cuerdo y ser ADULTO. El concepto judío de Bar Mitzva (pubertad) es el Bulug y el Istimbrar islámicos. Una persona cambia de estado existencial e incluso jurídico con la adolescencia y advenimiento de la madurez sexual.

«¡Vosotros que creéis!

No os apropiéis de los bienes de otros por medio de falsedad,

sino a través de transacciones que os satisfagan mutuamente Y no os suicideis pues Allah es siempre Compasivo con vosotros»

(El Generoso Corán. Sura de las mujeres, 29)

[Esto también se ha interpretado generalmente en el sentido de "no os matéis unos a otros",

es haram que un musulmán mate a otro musulmán y que un musulmán mate a otra persona sin derecho

de la Ley Revelada.]

De Zabit Ibn ad-Dahhak, que Allah esté complacido con él, del Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz:

"Quien jure por una religión que no sea el Islam,

mintiendo intencionadamente, será como haya dicho*.

Y quien se mate a sí mismo con un arma será atormentado con ella

en el fuego de Yahannam".* [Parece referirse a alguien que, por ejemplo, dice: "Si no es verdad lo que digo, soy un judío". Y si lo que dice no es verdad, entonces será como si realmente fuera lo que ha dicho.]

(hadiz 683 del "Sahih" Bujari, compilación de Imam Zainudín Ahmad Az-Zubaidi)

Me relató Yahia, de Malik, de Ibn Shihab, de un hijo de Ka"b Ibn Malik. Dice (Malik): "Creo que se trataba de "Abdur-Rahman Ibn Ka"b, que dijo: "El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y Paz, prohibió a los que mataron a Ibn Abi al-Huqaiq que mataran a las mujeres y a los niños". Dijo: "Y hubo un hombre de ellos que decía: "La mujer de Ibn Abi al-Huqaiq se puso a dar gritos contra nosotros y levanté la espada contra ella, pero entonces recordé la prohibición del Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y Paz, y me contuve. Y de no haber sido por aquello nos habríamos librado de ella"".Y me relató, de Malik, de Nafi", de Ibn "Umar, que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y Paz, vio en una de sus incursiones una mujer que habían matado y lo desaprobó, y prohibió matar mujeres y niños. Y me relató, de Malik, que le llegó que "Umar Ibn "Abdil-"Aziz le escribió a uno de sus gobernadores lo siguiente: "Nos ha llegado que el Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y Paz, cuando enviaba un tropa les decía: "Llevad a cabo la incursión en el Nombre de Allah, en el camino de Allah combatiendo a quien se niegue a creer en Allah. No cometáis fraude ni traicionéis, ni queráis escarmentar (causando estragos o mutilando…) ni matéis niños. Díles esto a tus tropas y avanzadas, si Allah quiere, y la Paz sea contigo"". Y también:

Me relató, de Malik, de Yahia Ibn Sa"id, que Abu Bakr as-Siddiq (Califa del Mensajero de Allah) envió una tropa a Sham y salió caminando en compañía de Yazid Ibn Abi Sufian, que era el Emir de uno de los batallones de la tropa. Y afirmaron que Yazid le dijo a Abu Bakr: "O bien montas tú o desciendo yo", y dijo Abu Bakr: "Tú no vas a descender, ni yo voy a montar; yo espero que estos pasos que doy sean en el camino de Allah". Y luego le dijo: "Encontrarás una gente que pretende haberse apartado de todo dedicándose a Allah; déjalos a ellos y su pretensión de haberse reservado para Allah. … Y te encomiendo diez cosas: Que no mates a ninguna mujer; ni a ningún niño; ni a ningún anciano decrépito; y que no cortes ningún árbol que dé frutos; ni arruines nada que esté habitado; ni mates a ninguna oveja, ni camello, excepto para alimentarte; y que no quemes ninguna palmera, ni la hagas pedazos; y no cometas fraude, ni seas cobarde".

 

 

 

 

 

 

Autor:

Francisco López Seoane

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