Descargar

Los peores zarpazos los da el tigre herido de muerte

Enviado por Bruno Capasso


    Los peores zarpazos los da el tigre herido de muerte. – Monografias.com

    Los peores zarpazos los da el tigre herido de muerte.

    La actual coyuntura mundial, única en sus alcances, pone a las Naciones ante su última oportunidad de Liberación. La "Globalización" ha fracasado.

    Aunque el Imperio Mundial se niegue a aceptarlo y lance por ello una descomunal contraofensiva hacia todos los puntos del planeta a la vez, el Rubicón ya ha sido cruzado y, como exhalaciones, los caballos de Alarico comienzan a moverse. Pero para entender como llegamos a este promisorio presente y comprender qué desafíos nos depara el futuro, vayamos primero al reciente pasado: La última y definitiva embestida por la conquista mundial comenzó a partir del derrumbe de la URSS, lo cual no marcó el fin de la "bipolaridad", como suele decirse, sino el de la "tripolaridad", tal cual detallaré en los capítulos subsiguientes.

    Este derrumbe significó la línea de largada para la imposición del "one world" por parte del Poder Mundial, para lo cual avanzó sobre el resto del mundo simultáneamente desde tres frentes, a saber: el frente psicológico-cultural, el frente económico y el frente militar. La década del "90 fue la "época de oro" del capitalismo internacional; nada parecía poder detenerlo en su empresa de reinado universal, el "segundo" y "tercer" mundo (bloque comunista y "no alineado" respectivamente) literalmente se hundieron ante el "primero" (liberal capitalista); la consternación y el desconcierto eran totales y el Imperio avanzó arrolladoramente sobre los tres frentes:

    • En lo psicológico-cultural (mejor dicho "contra-cultural"), se creía entrar al "primer mundo" y su panacea del consumo y la "libertad individual"; era la apertura al "estilo de vida americano", lo que se veía en las películas de Hollywood y miniseries estadounidenses ahora estaría al alcance de todos; cada "Mc Donalds" que se abría originaba un revuelo, a dichas sucursales se las reverenciaba como si fuesen Catedrales. Se rindió un verdadero culto al materialismo, a las marcas, al lujo de cotillón de los "shoping center" y a todo lo que fuese consumismo. En lo social cambió toda perspectiva, se aplico un "spencerismo" descarnado y se agrego al idioma local la palabra "looser" para designar con desprecio a todo aquel que quedara afuera del sistema, ya que en el nuevo maravilloso mundo no había victimas sino "inútiles".

    • En lo económico hizo aparición un nuevo personaje: el "gurú" de la economía; especie de "mago-sabio" formado en alguna Universidad estadounidense, quien esgrimía su título cual esgrimiese un cetro magnificente frente al cual todos se postraban… nadie osaba discutir al "gurú" (de hecho, hacerlo implicaba ser poco menos que quemado en una hoguera.) Así fue que la política se rindió ante la economía, y la economía se rindió ante los poderosos del dinero, esas eran las reglas del nuevo maravilloso mundo, todo lo demás era error. El neoliberalismo era la panacea, el remedio para todos los males. Así se privatizó todo, las fábricas cerraron y medio mundo se hizo taxista o quiosquero o… pordiosero, si es que no lo "indemnizaban".

    • En lo militar el Imperio avanzó sobre las riquezas de los países díscolos del ex "tercer mundo", en tanto de avanzar directamente sobre el ex "segundo mundo" se abstuvo, ya que era potencialmente catastrófico debido a que dichos países poseían armas nucleares ("si vis pacem para bellum", ¡eterna verdad!), por lo que en dicho ex "segundo mundo" fomentaron y financiaron brutales guerras interétnicas como ser la de los Balcanes y Chechenia, terribles conflictos que dejaron un espantoso saldo de cientos de miles de muertos. Países "terceristas" como Irak, por su parte, fueron los primeros en la mira de los ataques militares directos por parte del Imperio, no tanto por permanecer "políticamente incorrectos", sino sobre todo por pretender mantenerse dueños de sus riquezas. El petróleo fue el botín más preciado en ambos tipos de guerra. Allí donde no podían comprarlo por monedas (caso de Argentina), buscaron apropiárselo mediante la desestabilización y la promoción de conflictos armados (caso de Rusia) o directamente lo arrebataban por la fuerza (caso de Irak). También fueron "manu militari" por los minerales africanos y a todo sitio donde hubiesen materias primas que saquear.

    Ciertamente la U.R.S.S. perdió la guerra fría, su última batalla fue Afganistán, pero su derrumbe fue, además de la naturaleza intrínseca aberrante y por lo tanto insostenible del comunismo, una obra de arte de "complot sionista", mancomunado con la inteligencia de la CIA y las políticas de sabotaje del Departamento de Estado… y es que la U.R.S.S. fue para el Poder Mundial un experimento que se les fue de las manos, por lo que en sus comienzos la financiaron, mas después la combatieron (1).

    Fue Rusia, con la URSS, el imperio continental mas grande que ha existido, y de un día para otro se deshizo. Sus satélites y dominios, de la noche a la mañana, dejaron de girar alrededor suyo para pasar a girar alrededor de los EE.UU.

    Todo lo que la Rusia comunista había ganado a fuerza de sangre, horror y muerte, lo perdió en un abrir y cerrar de ojos sin disparar un tiro; y la obscenidad con la que entró al "libre mercado" es solo comparable a lo que se vivió en Argentina; de hecho, por Rusia también anduvo Domingo Cavallo (único argentino perteneciente al exclusivo CFR) en su papel de gurú. Así Rusia entró al siglo XXI (como Argentina) completamente deshecha, subdesarrollada, prostituída, en práctica disolución tras la década del "90.

    Y su petróleo, el mas abundante del mundo, aquel mismo petróleo sobre el cual Hitler se lanzó desesperadamente en lo que fue la guerra mas violenta de la historia (y que a duras penas los rusos pudieron defender), ya no estaba en sus manos, sino en manos de los Rotschild, amos del Poder Mundial Sionista, por intermedio de sus correligionarios y secuaces, dueños de la petrolera "Yukos" (Jodorkovsky, Abrahamovich),

    Esta apropiación del petróleo ruso por parte del Poder Mundial tuvo un costo feroz, y no me refiero a dinero, sino a vidas: las dos terribles guerras chechenas tuvieron en ella su causa. Fue así que Rusia, en defensa propia, dio un batacazo inesperado: en un golpe palaciego, declara insano a Boris Yeltsin (el mayor cipayo de esas tierras) y con el apoyo total de las Fuerzas Armadas, Vladimir Putin asume el poder. Este estadista, del cual se podrían trazar algunas analogías con nuestro General Perón, enseguida se aboca a la reconstrucción de Rusia basándose en una política nacionalista-popular, enfrentada a liberales y comunistas, que no tarda en ser revalidada reiteradas veces, en elecciones democráticas, por la mayoría de los rusos. El genial analista geopolítico argentino (ya fallecido) Norberto Ceresole, se refería a una tríada imbatible para la liberación de los Pueblos, a saber: Caudillo, Ejército, Pueblo. De la unión de estas tres fuerzas se vería asegurada la Libertad, la Soberanía y la Fortaleza de toda Nación.

    Pues bien, Putin no solo tiene estas tres fuerzas, sino también una cuarta, que es la Iglesia Ortodoxa Rusa, lo cual hace su posición extraordinaria. Esa Iglesia Nacional que le falto a Perón, Putin la tiene; y es de este modo que las referencias y pronósticos de Dostoievski y otros escritores y pensadores del siglo XIX sobre la fuerza nacional-religiosa con la que Rusia sorprendería alguna vez al mundo, parece que se saltaron un siglo (pasando por alto el comunismo) para hacerse en el XXI realidad.

    De hecho, podría decirse sin temor a ser exagerado, que el renacimiento de la nueva Rusia trae con ella también aparejado el renacimiento de una nueva Bizancio. Todo esto hace de Rusia una imagen terrorífica para el Imperio Mundial… imagen que se convirtió en pesadilla hecha realidad cuando en 2003 Putin recuperó el petróleo ruso justo antes de que este fuese traspasado a Jakob y Nathaniel Rothschild por parte de los "oligarcas sionistas" (así los llaman literalmente) Jodorkovsky, Abrahamovich y Vekselberg, que se habían adueñado del mismo tras el derrumbe de la U.R.S.S. Putin libró una persecución implacable contra estos personajes; a Jodorkovsky (uno de los hombres más ricos y poderosos de Rusia y, también, del mundo) y sus cómplices, los envió a prisión, en tanto Abrahamovich logró fugarse a Gran Bretaña (Rusia ha llevado a juicio también a nada menos que George Soros, el cual escapó) Ante el encarcelamiento de Jodorkovsky toda la prensa occidental desató una campaña furiosa en contra de Putin (llamándolo incluso "antisemita"), y hasta el mismo presidente estadounidense George Bush presionó en persona para que se lo liberase… mas todo fue en vano, Putin nunca cedió, sino al contrario, hizo mas dura su postura (hace cuestión de pocos meses la justicia rusa redobló la pena a este magnate; los cargos: robo de petróleo y estafas multimillonarias al fisco). Ese año, 2003, año de la segunda invasión a Irak, fue el punto culmine de la embestida imperial mundialista.

    Ya desde fines de los "90, el Dólar (divisa de pago internacional impuesta al mundo tras la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial y que desde 1971 carece de respaldo alguno salvo las riquezas expoliadas a los Pueblos) se encontraba frente a su inminente debacle. Esta moneda, sobregirada mas de quince veces con respecto al capital real en que se apoya, perdía así de facto su posición en el mundo; las imposiciones de Bretton Woods (llamados "convenios", a los cuales los EEUU estafaron al abolir el patrón oro) comenzaban a ser en los hechos poco mas que "papel mojado". El Euro, por su parte, mostraba la solidez propia de la escuela alemana: una moneda no deficitaria, cuya emisión se regulaba bajo rigurosos controles de producción y balanza de pagos. Fue así que el Euro, a principios de este siglo, amenazaba seriamente al Dólar con desplazarlo en su posición de Divisa de pago internacional. Saddam Hussein, a su vez, en el año 2000 había decidido vender el petróleo iraquí por Euros, y ya no por Dólares, lo cual fue para el Imperio un durísimo golpe que no tardaría en responder.

    En 2001 la humanidad entró en shock al ver (por televisión y "en directo") desplomarse las torres gemelas de Nueva York en lo que fue un atentado terrorista criminal sin dudas perpetrado por el Poder Mundial Sionista que en realidad gobierna a los EE.UU.

    Fue esta la justificación que utilizó el Imperio para invadir Afganistán, posicionando así sus tropas en un sitio completamente estratégico: bajo la "panza" de la misma Rusia, territorio por el cual atraviesa gran parte de la producción energética del mundo, que se proyecta directamente sobre la cuenca petrolífera del Cáucaso y es trampolín al Mar Caspio, el Golfo Pérsico y China y que, además, limita directamente con Irán y Pakistán. Luego de invadir Afganistán, los EE.UU. fueron por Irak y su enorme producción petrolífera, país al cual invadieron valiéndose de falsas y ridículas excusas, sin importarle en lo más mínimo la oposición de varias naciones, sobre todo de Europa, que en la ONU condenaron el ataque. Nótese que en Irak, además de hacerse de sus extraordinarios recursos petroleros, el Imperio Mundial se aseguró también otra posición geoestratégica de fundamental importancia: Irak limita también con Irán (quedando así el país persa rodeado por ambos flancos), con Siria, y el Golfo Pérsico. Como podemos ver, el Imperio anglo-norteamericano sionista aplica así la Estrategia de Aproximación Indirecta estudiada y enunciada ya hace años por el eminente militar e historiador británico Lidell Hart.

    El objetivo de esta aproximación indirecta es doble: apunta a Irán y, sobre todo, al dislocamiento de Rusia.

    El ya retirado General Wesley Clarck (General de "cuatro estrellas", es decir: el máximo rango en el Ejército estadounidense) afirmó públicamente en una entrevista televisada en EE.UU. (el 2 de marzo de 2007) que inmediatamente después del ataque a las Torres Gemelas fue informado por el mas alto mando de que "se atacarían siete países en cinco años, comenzado por Afganistán, siguiendo por Irak, Líbano, Siria, Somalia, Sudan, y acabando con Irán". La exactitud de sus palabras quedaron demostradas cuatro años después de afirmadas, con los bombardeos de la OTAN sobre Libia y la guerra de cuarta generación desatada en contra de dicho país e inmediatamente después en Siria, países los cuales nadie imaginaba serian atacados por el Imperio, ya que no había excusa alguna para ello. Pero al Poder Mundial los tiempos se les han alargado, los cinco años que se fijaban como plazo en la orden dada a Clarck ya se han transformado en más de diez… no contaron con la fuerte resistencia insurgente en Irak (recordar Falluyah) que alargó allí la guerra casi ocho años, ni con la extraordinariamente férrea resistencia afgana que hasta el día de hoy no han logrado someter. Es decir, son más de diez años de guerra constante en que el Imperio no ha podido consolidar sus posiciones, lo cual les ha retrasado toda la operación, poniéndola ya al borde de la ruina. Pero lo peor para el Imperio es el tremendo costo económico que su ofensiva mundial significa; un costo inigualado en la historia. La guerra moderna es extremadamente cara. La infinita superioridad tecnológica y material del Imperio mundialista no es gratis. Los afganos resisten aun con algunos viejos AK-47 y RPG, ante los cuales los yanquis y sus peones de la OTAN se ven obligados a oponer toda clase de armamento híper-moderno y futurista… esta enorme brecha que a prima facie parecería indicar la garantía de la victoria imperial, a fin de cuentas termina señalando exactamente lo contrario, ya que en tanto los tercos afganos (gente guerrera por excelencia) se nieguen a rendirse, lo único seguro que hay es que el Imperio vacíe aun más sus ya de por si vacías arcas.

    Como podemos ver, los "90 dieron inicio al asalto imperial por el dominio del mundo, asalto que durante dicha década tuvo un signo más pacífico que bélico, ya que si bien hubo costosas, destructivas y asesinas guerras (sobre todo la primera invasión a Irak, mas conocida como Guerra del Golfo) se basó sobre todo en la penetración contracultural y económica de las Naciones de los ex "segundo" y "tercer" mundo. Para el final de la década este asalto contracultural y económico había mostrado ya su fracaso, Argentina y Rusia, ambos países considerados "pilares" de uno y otro mundo, se habían rebelado en plena debacle… con la significativa diferencia de que en el caso argentino la Rebelión fue signada por una Revuelta Popular contraria a la clase política entreguista, es decir: "de abajo hacia arriba"; en tanto que el caso ruso se caracterizó por ser un golpe palaciego, es decir: "de arriba hacia abajo" (sin que esto quite que en Rusia el descontento popular con respecto a Yeltsin era total) .

    Esta diferencia no es menor, de hecho explica perfectamente la razón por la cual Rusia hoy se caracteriza por tener una posición anti-mundialista firme y decidida en tanto la posición argentina es sumamente tímida y dubitativa. Esto se debe a que, a diferencia de Rusia donde fue el poder gubernamental y sus Elites los que giraron en redondo, en la Argentina es el Pueblo que en una Revuelta (de la cual quien esto escribe fue partícipe activo) exigió un cambio que al día de hoy aun no se ha dado. Para entender esto hay que comprender que Argentina no tiene Elites (entendiendo esta palabra en su verdadero significado) sino oligarquías cuyos privilegios dependen de su servidumbre al Poder Mundial.

    En Argentina solo se cambió neoliberalismo por progresismo, que es igual a decir "lo mismo pero con diferente apariencia". Es lo que se conoce por gatopardismo. La clase política argentina no ha cambiado, de hecho es la misma, tan solo se ha metamorfoseado camaleónicamente.

    Este es el drama argentino, una presión popular que no encuentra una dirigencia que la represente y una presión histórica que la fuerza a retomar el rumbo truncado por la antipatria desde el año 1976; y frente a estas dos presiones una clase política al servicio del Poder Mundial (nacida del golpe cipayo del "76, diga lo que se diga) que pretende resistir, para lo cual se camufla y adapta a las circunstancias. Por supuesto esta situación no puede durar in eternum, por lo que la disyuntiva en nuestro país, nos demos o no cuenta, esta dada de la siguiente forma: o los que gobiernan interpretan la verdadera voluntad del Pueblo y el signo de los tiempos, o se darán absolutamente todas las condiciones para que una tormenta perfecta se desate sobre ellos. Como decía, el 2003 marcó la cúspide de la ofensiva mundialista, el punto máximo de su expansión, a Afganistán se sumaron Irak, las torturas, los campos de concentración in situ y en Guantánamo. La gran prensa alineada con el Poder Mundial (es decir, prácticamente la totalidad de la prensa occidental) mostraba a la humanidad las imágenes de los prisioneros de guerra atados de pies y manos, encerrados en jaulas a la intemperie, como si fuesen animales en un zoológico, todo esto como si fuese la cosa mas natural. Las convenciones de guerra brillaron por su ausencia. Bajo la consigna de "guerra preventiva contra el terrorismo" se dio carta blanca a todo tipo de atrocidades. Se atiborraron las mentes y la propaganda del sistema fomentó un odio que no se vivía desde los tiempos más oscuros que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando todas las culpas y todos los males fueron arrojados sobre los derrotados, como si fuesen chivos expiatorios. La mentira campeó a sus anchas y las mentes estallaron en paranoia. Todo esto fue caldo de cultivo pergeñado para dar rienda suelta al espionaje, la represión, la coerción de la libertad de expresión y un nuevo macartismo. El Ojo de Sauron se hizo omnipresente y ahora todo lo vigila. Leyes "antiterroristas" fueron promulgadas por orden de los EE.UU. en sus países vasallos (incluyendo el nuestro, por supuesto).

    Nada parecía ya detener la ambición de dominio universal por parte de quienes se consideran "elegidos por dios" para enseñorearse del mundo, pero he aquí que han sucedido dos cosas: por un lado los Pueblos comenzaron a mostrar asco y hartazgo, y por el otro Rusia dijo "basta". El 2003 fue también un punto de inflexión para el Poder Mundial, cuando este tenía la soga tendida alrededor del cuello de Rusia y ya se aprestaba a tensarla, Rusia imprevistamente cortó el nudo de un tajo… fue el fin de la unipolaridad y el renacimiento de un nuevo y necesario equilibrio en el mundo. A partir de allí los hechos se sucedieron vertiginosamente. El Poder Mundial, en su total tribulación (ya que necesita del petróleo como el hombre necesita del agua), contestó con una contra-ofensiva desesperada hacia todos los frentes a la vez. Pero los resultados fueron en su mayoría reveses, cosechando el Imperio mas derrotas que éxitos. Haciendo un rápido racconto podemos resumir esta contraofensiva militar del modo siguiente:

    • En 2006 Israel descargó todo su terrible poder bélico sobre la pequeña y prácticamente desarmada República del Líbano. No se ahorró Israel el uso de armas prohibidas ni tuvo miramientos en realizar criminales bombardeos sobre la población civil; pero pese a la enorme cantidad de muertes y daños materiales que causó, nada de esto le alcanzó para doblegar al valiente Pueblo libanés. Las milicias del Hezbolah, armadas y adiestradas por la Guardia Revolucionaria iraní, sorprendieron al mundo con su capacidad de combate. Pese a la tremenda desigualdad de poder, el Hezbolah puso de rodillas a Israel en lo que fue la más humillante de sus derrotas.

    • Dos años después, en 2008, el Imperio Mundial llevó a cabo la más demencial de sus aventuras militares. Atacó nada menos que a Rusia, valiéndose de Georgia, en su ofensiva contra Osetia del Sur. Los EE.UU. contaban con que Rusia no se movería, desconociendo las palabras escritas por Nietszche hace más de un siglo, donde afirmaba que en dichas tierras habitaría la "bestia rubia" de Europa… efectivamente pasó: Rusia en cuestión de horas despachó su 58º ejército, el cual atravesó las montañas y atacó en toda la línea a las fuerzas georgianas y de la OTAN, las cuales pusieron "pies en polvorosa" dejando varios muertos en el campo, incluyendo comandos norteamericanos. La Humanidad no se enteró, pero ese año estuvo al borde de la Tercera Guerra Mundial.

    • En 2011 el Imperio se alzó con una importante victoria, pero a un costo económico muy alto y en plena crisis financiera global. El grueso del costo lo puso sobre los ya sobrecargados hombros de Europa. Un pequeño pero orgulloso país, completamente Libre y Soberano, guiado por un Caudillo Nacional y Socialista, resistió por más de 9 meses las embestidas del poder conjunto de las potencias militares más importantes del mundo. La salvaje invasión de Libia y el aberrante asesinato de Muammar Gaddafi por parte de los esbirros del Poder Mundial es una herida abierta que marcará por siempre a nuestra generación. Tremenda injusticia que es además una terrible enseñanza que nos señala el error que significa confiar en el denominado "derecho internacional"; una espantosa advertencia sobre la verdadera naturaleza diabólica de la ONU y de lo que en el mundo se avecina.

    • El 2012, por su parte, arrancó con el cielo encapotado por negras nubes que amenazaban nada menos que la Guerra Mundial Nuclear. Una situación extremadamente tensa que tiene su epicentro en la guerra de cuarta generación llevada contra Siria (símil Libia) y el desarrollo atómico iraní. Las amenazas de Israel de realizar un ataque unilateral contra Irán, la inflexible posición de Rusia y China en sentido contrario y las provocaciones, que rayan lo demencial, por parte de USA, ponen al mundo al borde del desastre. Al momento de escribir estas líneas Rusia ha disuadido al Imperio Sionista Mundial de desatar el Armagedón, pero todo pende de un hilo, una sola chispa puede desatar el incendio y no se sabe que puede pasar.

    El enorme costo de la guerra hizo imposible que los amos del dinero pudiesen evitar la debacle financiera, la economía estadounidense quedó al borde del cataclismo. En 2008 nadie creía, en los ambientes más serios, que el desastre pudiese ser evitado. De hecho aun nadie lo cree en realidad. La verdad es que la crisis no ha sido detenida, ni siquiera controlada, y esto por el simple hecho de que no es una crisis sino un derrumbe, tal cual lo manifiestan los mas laureados y prestigiosos economistas. Lo que si ha hecho el Poder Mundial es patear la pelota hacia adelante para así ganar el tiempo necesario para hacerse por la fuerza de los bienes primarios que precisa… además de haber realizado un fabuloso enroque: los "platos rotos" de la fiesta estadounidense los pagará Europa y su laborioso pueblo, es el precio del vasallaje. Lejos quedaron ya aquellos años de posguerra en que Europa pretendió erguirse unida y soberana bajo el liderazgo de estadistas de la talla de De Gaulle y Adenauer, ahora Europa no tiene grandes estadistas, sino pequeños cipayos… como Merkel y Sarkozy. Europa hace años que no es políticamente soberana, vasalla del imperio atlantista anglo-norteamericano, ahora es también su esclava económica. La ecuación es fácil: lo político impera siempre sobre lo económico. Será Europa la que deberá trabajar para sostener la economía-casino de los EE.UU. Será Europa la primera línea al servicio del Poder Mundial en las grandes guerras futuras que ya mismo se avecinan. En fabuloso enroque el Euro se destruye, Europa entera tiembla en conflictos sociales, y los Lehman, los Goldman Sachs, etc., se adueñan de sus finanzas. El Imperio Mundial ha sido por ahora detenido en Líbano, en Siria, en el Cáucaso ruso, en el Mar Amarillo, en Venezuela, pero sobre la "orgullosa" Europa avanza como antaño avanzaban los británicos sobre la India.

     

     

    Autor:

    Bruno Capasso