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La Absurda Biblia 3

Enviado por Allan AAA


Partes: 1, 2

  1. Hechos contradictorios en la vida del Nazareno
  2. Argumentos incoherentes sobre la resurrección de Cristo
  3. Las incoherentes epístolas
  4. El absurdo Apocalipsis

SECCIÓN PRIMERA:

Hechos contradictorios en la vida del Nazareno

I. EL VERBO INVENTADO

Juan 1,1-5: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que fue hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres" NOTA: Los cristianos se ufanan con estos versículos. Sin embargo, el «verbo», o «logos» es sencillamente un antiguo concepto refinado por Platón [428-347 a.C.]. En la filosofía griega platónica, el Logos es el concepto primitivo que refleja meramente el modo en que fue creado el mundo a través de la palabra. Queda abierta una gran interrogante: ¿Por qué el cristianismo tomó elementos «paganos» para erigir la figura de su «redentor»?

II. EL LINAJE DEL CRISTO JUDÍO

Mateo 1,1-2; 6-7; 15-16: "Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob… Jesé engendró al rey David. David engendró… a Salomón. Salomón engendró a Roboam… Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo". Lucas 3,23-24; 31-32; 34: "Tenía Jesús, al comenzar su ministerio, unos treinta años, y era según se creía hijo de José, hijo de Helí, hijo de Matán, hijo de Leví… hijo de Natán, hijo de David, hijo de Jesé… hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham". NOTA 1: Según Mateo, Jesús desciende de David por medio de su hijo Salomón. Esto se contradice en Lucas, pues indica que desciende de David por medio de su hijo Natán. NOTA 2: La lista de los antepasados de Jesús proporcionada por Mateo y Lucas no coincide en su gran mayoría. NOTA 3: Al final, en la genealogía que da Mateo, el padre de Jesús es José, su abuelo es Jacob, su bisabuelo es Matán y su tatarabuelo es Eleazar. Pero según Lucas, la genealogía queda con el papá de Jesús que es José, su abuelo es Helí, su bisabuelo es Matán y su tatarabuelo es Leví. Considerando la importancia que debería tener Jesús para los evangelistas, su genealogía no debería tener contradicciones.

Mateo 22,41-42: "Estando reunidos los fariseos, les hizo Jesús esta pregunta: ¿Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David". NOTA: El Mesías o Cristo de Israel debía ser un descendiente directo de David. Quienes pensaron que Jesús fue el Mesías, tenían clara esta idea. "Cuando Jesús se marchaba, al pasar le siguieron dos ciegos gritando: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!" [Mateo 9,27]; "Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba:¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!" [Mateo 21,9]. Sin embargo, el evangelio indica que Jesús no desciende de David: "El Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo" [Mateo 1,20]. La cuestión sería la siguiente. De entre los padres humanos de Jesús, el que descendía de David era José pero no María. Jesús no fue hijo biológico de José, ya que María era virgen. Por lo tanto, si Jesús no descendía de José, obviamente tampoco descendía de David. ¿Cómo se supone entonces que Jesús debía ser el Mesías prometido? Claramente Jesús no cumple los requisitos para ser el Cristo, ya que nunca fue «hijo de David».

III. LA INFANCIA

Mateo 1,20: Un ángel [sin nombre] se apareció a José "en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer"; luego aparece por segunda vez: "Se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto… Porque Herodes va a buscar al niño para matarle" [Mateo 2,13]; finalmente se presenta por tercera vez: "Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: Levántate… y ponte en camino de la tierra de Israel" [Mateo 2,19-20]; allí termina la secuela de apariciones. En cambio, en Lucas 1,26-27 el ángel [que ya tiene nombre] se presenta en una sola ocasión a María, y eso es todo: "Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María". NOTA: Un evangelista narra acontecimientos por separado que el otro ignora completamente. Además es inexplicable el por qué Lucas si da nombre al ángel, cosa que no hace Mateo. ¿Será que Lucas tuvo otro tipo de «inspiración divina» de la que tuvo Mateo?

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Mateo 2,1-12: Al ver los magos la estrella en el oriente, que indicaba el nacimiento del Salvador, fueron donde Herodes a informarse, y éste termina diciéndoles: "Cuando halléis al niño, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore". Los magos siguieron su camino: "Y la estrella que habían visto en oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño… Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino". Esto, a continuación, desencadenó en la terrible matanza de cientos de niños inocentes: "Entonces Herodes, al verse burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca". NOTA 1: ¿No hubiera sido más inteligente para Herodes hacer seguir a los magos, en lugar de quedarse sentado esperando? ¿Un monarca romano que se respete a sí mismo, se comportaría de este modo tan negligente? NOTA 2: Si la estrella podía moverse, ¿por qué rayos llevó a los magos primero a Herodes y después al niño? ¿No hubiese mejor sido guiarles hasta el niño directamente? ¿Acaso Dios no previó que pudo haber ahorrado tanto sufrimiento de las madres de esos inocentes? ¿Sería «sabia» este tipo de crueldad sólo para demostrar la divinidad de Jesús? Todo parece indicar que se trata de una ficción literaria del autor del evangelio de Mateo, ya que los otros evangelistas no citan este episodio.

Mateo 2:14-15: "José se levantó… y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera lo que habló el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo". El evangelista toma las palabras de Oseas 11,1 pero en realidad el profeta escribió la frase en un sentido más amplio cuando Israel fue liberado de la esclavitud de los egipcios: "Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo". Mateo 2,17-18 al referirse a la matanza de los inocentes, cita a Jeremías 31,15: "Un clamor e hizo oír en Ramá, llanto y alarido; Raquel llora a sus hijos, y rehúsa todo consuelo, porque ellos perecieron". Aparentemente la profecía se cumple, pero el pasaje se refiere más al período histórico cuando Sargón [aprox. 2334-2270 a.C.] llevó al exilio a la nación de Israel. Raquel era la madre de algunas de las tribus principales [Efraín, Manasés y Benjamín], y el lamentarse por sus «hijos» es meramente una metáfora poética. Ramá era una ciudad de Benjamín, donde se creía que estaba situada la tumba de Raquel [Génesis 35,19]. NOTA: Claramente se nota que la «biografía» de Jesús fue moldeada de modo tal que encajara con «profecías» del antiguo testamento.

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IV. EL BAUTISMO Y LA TENTACIÓN DEL DESIERTO

Mateo 3,16-17; Marcos 1,10-11; Lucas 3,21-22: Cuando Jesús se bautizó, desde el cielo se escuchó una voz: "Tú eres mi hijo amado, en ti tengo complacencia". NOTA: Todo parece indicar que lo descrito aquí es una ficción literaria de los tres evangelistas. Si de verdad pasó esto, ¿no hubiera sido normal que en ese mismo instante los cientos de personas que estaban allí [«todo el pueblo», según Lucas], creyeran que Jesús era el hijo de Dios? ¿Por qué nadie reaccionó? Si los judíos eran sordos, ¿por qué Dios no les curó su sordera? ¿Acaso Dios no envió a su hijo justamente para que sea reconocido? El contexto narrado no tiene ninguna lógica.

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Mateo 4,8-9: Jesús es tentado por Satanás: "Le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. Y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adoras". NOTA: El texto está sugiriendo la absurda creencia de una Tierra horizontal plana, pues esa sería la única manera de pararse sobre una montaña muy alta para poder ver «todos los reinos del mundo». El evangelista cometió un descuido al no considerar el hecho de que la verdadera forma de nuestro planeta es esférica y no plana.

V. LAS BODAS DE CANÁ

Juan 2,1-10: En las bodas de Caná nunca se revela la identidad de la pareja de novios, pero "estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también Jesús con sus discípulos a la boda. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino", lo que concluye con el célebre milagro de la conversión de agua en vino. NOTA 1: Reponer el vino en una fiesta le corresponde exclusivamente al dueño de la casa. Pero en este caso María se siente obligada a intervenir. ¿Por qué le iba a importar tanto a María la falta de vino, a no ser que sea ella misma la anfitriona? Esto explicaría su audacia con la que da órdenes a los sirvientes: "Haced lo que él os diga". La hipótesis sería que en Caná se celebraba la boda de un hijo de la «virgen María», lo explicaría su preocupación natural cuando se terminó la bebida. NOTA 2: Según la tradición merovingia, la boda de Caná era la del mismo Jesús. Tendría esto algo de lógica considerando que, después de ocurrido el milagro, el encargado del banquete llamó al novio y le dijo: "Todos sirven primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, entonces el inferior; pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora" [Juan 2,10]. Estas palabras son dirigidas a Jesús, pero según el evangelio, van dirigidas al esposo. Pero si acaso Jesús contrajo matrimonio, ¿quién fue su esposa? Los merovingios afirman que se trata de María Magdalena. Se basan, entre otras cosas, en el evangelio [apócrifo] de Felipe, párrafo 55: "La compañera de Cristo es María Magdalena. El Señor la amaba más que a todos los discípulos y la besaba en la boca repetidas veces. Los demás discípulos se ofendían por ello y expresaban desaprobación". Nada de esto podría esclarecerse un 100%, pues el autor del evangelio de Juan, por algún motivo desconocido, ocultó la identidad de los novios en Caná.

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VI. LOS DISCÍPULOS

Mateo 10,5-6: Jesús prohíbe a sus discípulos predicar a quienes no sean hebreos: "No vayáis a tierras extranjeras ni entréis en ciudades de samaritanos. Dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel". Mateo 15,24: "Yo no he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel". nota: Jesús está diciendo que solamente Israel tenía derecho a la «salvación», aunque después él mismo Jesús replantea la cuestión: "Marchad en consecuencia, y haced discípulos a todas las naciones" [Mateo 28,19]; "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" [Marcos 16,15]. ¿Cómo explicar estas contradicciones ilógicas relativas al mensaje de Jesús? Es una muestra de egoísmo divino y de arrogancia hebrea.

Marcos 3,17: "A Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan el hermano de Jacobo; a ellos les puso el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno". NOTA: Una expresión de ese tipo usada por Jesús para nombrar a estos dos discípulos, indica que probablemente nunca existieron. Aparentemente los «Boanerges» eran alguna clase de semidioses, quizá divinidades tutelares de los fenómenos atmosféricos. Lucas 9,52-54 lo confirma, cuando ellos, tras ser rechazados por unos samaritanos, se dirigen a Jesús diciendo: "Señor, ¿Quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma?". Parece ser que estos «Boanerges» fueron divinidades paganas tan populares en épocas precristianas, que Marcos y Lucas, no resistieron la tentación de incluir sus nombres entre los discípulos de Jesús.

Juan 1,51: "De cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre". NOTA 1: No hay ninguna mención en todo el nuevo testamento de que los apóstoles hubieran experimentado una «visión» de aquella naturaleza. NOTA 2: La ingenuidad del evangelista es notoria; en la antigüedad se pensaba, ciertamente, que el cielo superior, o firmamento, era el lugar donde habitan los seres divinos. Esta idea aparece en Hechos 7,55-56: "Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo… Dijo: He aquí veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios". Si los autores de estos relatos hubiesen tenido «inspiración divina», no habrían hecho alusión a esta creencia mitológica.

VII. LOS HERMANOS DEL NAZARENO

Juan 2,12: "Después bajó a Cafarnaúm con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días". Juan 7,5: "Ni aun sus hermanos le creían". Marcos 6,3 describe la familia de Jesús: "¿No es éste el carpintero, hijo de María y hermano de Jacobo, José, Judas y Simeón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros?". Gálatas 1,18-19: Pablo de Tarso afirma conocer a uno de los hermanos de Jesús: "Cuando subí a Jerusalén… No vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo, el hermano del Señor ". NOTA: Es cierto que la palabra «hermano» es usada muchas veces en la biblia [como en 1 Corintios 15,6: "Apareció a más de 500 hermanos a la vez"] y no necesariamente indica parentesco. Pero leyendo el modo de empleo que se da a esta palabra en Juan 11:1-5,28,39 ["las hermanas de Lázaro mandaron a buscar a Jesús"; "llamó en secreto a su hermana María"; "Marta, la hermana del muerto, le habló"] queda claro que Jesús efectivamente tuvo hermanos, de acuerdo a los evangelios. Si no fuese así, ¿por qué se recalca el papel de la «madre y los hermanos»? ¿Por qué nunca se dice de Pedro, Juan, Andrés, Judas, Lázaro o algún otro, que sean «hermanos de Jesús»? Es incomprensible el por qué la Iglesia Católica se empeña tanto en negar la existencia de estos hermanos.

Marcos 3,31-35: "Entonces fueron su madre y sus hermanos, y quedándose afuera enviaron a llamarle… Le dijeron: Ahí afuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte. Pero él respondió… ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" [también en Mateo 12,46-50; Lucas 8,19-21]. nota: Cuando su familia se presenta para hablarle, es pasmosa la fría actitud de Jesús: los ignora completamente. ¿Es apropiada este tipo actitud indiferente hacia a los parientes?

VIII. EL MINISTERIO DE JESÚS

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Mateo 5,34-35: En su célebre sermón de la montaña Jesús dice: "No juréis en ninguna manera. Ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies". NOTA 1: Con esta sencilla frase Jesús contradice rotundamente la orden de su Padre, quien una vez dijo: "Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua" [Isaías 45,23]. NOTA 2: Jesús, además, se contradice a sí mismo, pues él previamente en el mismo sermón declaró: "No penséis que he venido para suprimir la ley o los profetas; no he venido para suprimir, sino para cumplir" [Mateo 5,17].

Mateo 6,33-34: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo se os dará por añadidura. Así que no os afanéis por el mañana, porque el día de mañana traerá su afán". NOTA: Este tipo de consejo alienta una vida mediocre. ¿Dónde queda espacio para los proyectos de desarrollo, obras públicas, carreteros, mercados, planes de salud, vivienda, estudios, etcétera? Jesús prácticamente está diciendo que la planificación es inadecuada. La sociedad tiene impedido desarrollarse.

Juan 12,28-29: Jesús se dirige a su padre celestial: "Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado". NOTA: Al parecer la gente de aquella época, o bien era sorda, o era poco inteligente. ¿Cómo puede ser posible que de entre una multitud, unos escuchen una cosa y los demás otra? ¿Por qué los que escucharon aquello no corrigieron a los demás? "Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él" [Juan 12,37]. El evangelista cita entonces a Isaías 6,10: "Dios cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; para que no vean con los ojos y no entiendan con el corazón, ni se conviertan y yo no los sane" [Juan 12,39-40]. ¡Que egoísta la actitud de Dios! ¿Por qué pone esos obstáculos? ¿Acaso Dios no envió a su hijo justamente para salvar al mundo? ¿Cuál es su afán de impedir que las personas sigan a Jesús? ¿Tiene alguna lógica eso? Esta idea mezquina también se corrobora en Lucas 8,10: "A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan".

Mateo 8,5-13: En Cafarnaúm un centurión romano se acerca en persona a Jesús: "Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos. Díjole Jesús: Yo iré a curarle". Entonces el centurión proclama un acto de fe: "Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano"; y en efecto, el criado queda inmediatamente curado. No obstante, el texto es contradictorio en Lucas 7,1-3. El centurión no va hacia Jesús, sino que envía a "unos ancianos de los judíos" para solicitar el milagro. Los ancianos persuaden a Jesús sobre la bondad del centurión: "Merece que se lo concedas, porque ama a nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la sinagoga", lo que no es indicado por Mateo. La proclamación del acto de fe no es hecha por el centurión: "envió a uno de sus amigos a decirle: Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado", ocurriendo entonces el milagro. nota: Aunque la ambientación del episodio es básicamente la misma, son inexplicables las contradicciones. ¿Habló el centurión en persona a Jesús, o envió a los ancianos a hacerlo? ¿Por qué Mateo nunca indica la «bondad» del centurión? ¿Quién pronunció a Jesús las palabras de fe, el centurión o su amigo? Si Mateo y Lucas, según se supone, tuvieron «inspiración divina», sus relatos no deberían diferir ni aún en los mínimos detalles.

Mateo 15,22-28; Marcos 7,25-30: Una pobre mujer cananea llega donde Jesús desde una gran distancia rogando por ayuda: "¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija está gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros. Respondió él: No soy enviado, sino sólo a las ovejas perdidas de la casa de Israel". La mujer extranjera se postra ante él, y Jesús se refiere a ella con el apelativo degradante de "los perros". NOTA: Jesús no es nada compasivo, demás de ser desconsideradamente brusco, sexista y racista. Está muy lejos de ser el «amoroso hijo de Dios», y al parecer, sólo atendió la súplica por la astuta respuesta de la mujer: "Si, Señor; pero aun los perros, debajo de la mesa, comen las migajas de los hijos". Entonces, a Jesús no le quedó más remedio que retractarse hipócritamente después de haberla ofendido: "Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres".

Juan 5,2-4: "Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betsaida, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos… Un ángel del Señor descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque… quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese". NOTA 1: Este relato no puede tener ninguna credibilidad. Dicha piscina realmente era un lugar dedicado a Asclepios o Esculapio, el dios grecorromano de la salud. El evangelista modifica la creencia popular y cambia al dios pagano por un «ángel del Señor». NOTA 2: Asumiendo que el relato fuese real, dicho ángel demuestra una actitud cruel y mezquina. ¿No es egoísta curar sólo un enfermo ocasionalmente, teniendo la oportunidad de sanar a muchos al mismo tiempo y evitar así su sufrimiento? ¿Para qué querría «el Señor» tener tantos enfermos amontonados en aquella piscina, como si fuese un atractivo turístico?

Mateo 16,16-19: Jesús menciona palabras que no aparecen en los otros evangelios: "Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús… tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia… y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos". NOTA 1: Los más probable es que estos versículos sean interpolados al escrito original; pudieron ser añadidos con el fin de otorgar autoridad a la Iglesia romana. El relato de Marcos 8,27-30 y Lucas 9,18-21 nada dicen sobre esta artificiosa declaración. NOTA 2: Las palabras de Jesús son absurdas. ¿Cuál sería la razón de levantar una iglesia si el fin estaba «cerca»? "Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles… De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino" [Mateo 16,227-28; Marcos 9,1]. En Mateo 24,3-44 Jesús da un largo discurso advirtiendo a sus discípulos que el fin de todo era inminente y que se preparen para cuando llegue el momento. No tiene ningún sentido levantar una Iglesia considerando esos atenuantes. NOTA 3: Jesús mintió descaradamente; en Lucas 21,31-32 asegura: "Sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca"; Apocalipsis 22,20: "Ciertamente vengo en breve". Mateo 24,35: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". ¡Buena mentira! Resulta que aquella generación pereció sin llegar jamás a ver ese majestuoso reino de Dios ofrecido. Jesús no retornó «pronto» como lo prometió.

Mateo 21,18-20: Jesús maldice a una higuera: "Por la mañana, volviendo a la ciudad tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y al instante se secó la higuera". La versión de Marcos 11,12-14; 20-26 difiere, pues aquí la higuera se seca al día siguiente. NOTA 1: Dos evangelistas con «inspirados» no logran ponerse de acuerdo en un hecho tan sencillo como el tiempo que demoró en marchitarse una higuera. NOTA 2: La reacción de Jesús es exagerada. ¿Era necesario maldecir el pobre árbol solamente porque no tenía frutos? Es una absurda manifestación de arrogancia divina.

IX. LA TRANSFIGURACIÓN

Mateo 17,1-8; Marcos 9,2-9; Lucas 9,28-36: Jesús sube con sus discípulos a una montaña. Entonces ocurre un hecho prodigioso: "La apariencia de sus rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías… Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías". NOTA: ¿Cómo supo Pedro la identidad de los visitantes? ¿Acaso los había visto antes en algún retrato, en alguna escultura? ¡Claro que no! Pues la ley hebrea tenía expresamente prohibida las imágenes. La credibilidad de este episodio es dudosa. Quizá no sea más que una ficción literaria de los evangelistas.

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X. EL EVANGELIO DE LA VENGANZA

Mateo 10,34-36: "No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para que el hombre se levante contra su padre, y la hija contra su madre, y la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su propia casa". Lucas 22,36: "Pues ahora… el que no tiene espada que venda su manto y compre una espada". Incluso, dando crédito a las profecías del antiguo testamento, se pronostica la venida de un Cristo de naturaleza vengativa: "Se levantarán los reyes de la tierra, y los príncipes consultarán unidos contra Dios y contra su Ungido… Luego en su cólera les habla, en su furor les aterra: Ya he puesto a mi rey sobre Sión… El Señor me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoyHonradle para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira" [Salmo 2,2-12]. nota: El Jesús del evangelio no es todo «amor» como se quiere hacer creer. "En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros" [Juan 13,35]. Por el contrario, una parte de su enseñanza difunde la ira y la venganza.

Mateo 6,14-15; Marcos 11,26: "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestra ofensas". Mateo 7,1-2: "No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con la medida que midiereis, se os medirá a vosotros". Mateo 10,33: "Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos". Mateo 12,30: "El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama". nota: Estos conceptos de justicia radical exhortan a las acciones vengativas. Jesús no es consistente con sus enseñanzas, pues él mismo había exhortado el amor y el «perdón» de los enemigos: "Si te abofetean la mejilla derecha ofrécele también la izquierda, y al que te arma pleito por la túnica ofrécele también el manto; y al que te obligue a llevar una carga llévasela el doble de lejos" [Mateo 5,39-41]. Jesús plantea una hipócrita lección de justicia: Dios no puede perdonar, pero los humanos si están obligados a hacerlo.

Marcos 9,42: "Y a quien escandalice a estos pequeños que creen en mí, mejor sería que le colgasen una piedra de molino y lo arrojaran al mar". nota: Es verdad que el corromper a una mente limpia merece castigo, pero Jesús tiene la repulsiva idea [presente en el antiguo testamento] que la muerte, el asesinato, representa la única solución. La analogía empleada es cruel en sí misma.

Lucas 14,26: "Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo". NOTA: Jesús está despreciando totalmente los valores familiares. ¿Acaso para ser un buen discípulo de él necesariamente hay que «aborrecer» a la familia? ¿No se puede ser un buen cristiano y llevar una vida familiar al mismo tiempo? Esto no tiene lógica.

Mateo 18,8-9: "Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego". Mateo 10,28: "Temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno". Marcos 9,48: "Donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga". NOTA 1: Jesús está diciendo que aquellos que tienen algún problema de comportamiento se automutilen. ¡Esa es la solución soberana! Pero realmente no tiene lógica esta enseñanza. ¿No sería mejor por parte de Jesús sugerir en estos casos que las personas busquen consejo o ayuda para mejorar su comportamiento? Eso tendría más sentido. NOTA 2: Para la creencia comúnmente aceptada sobre el Infierno [donde el «amor» de Dios condena eternamente las almas pecadoras], Jesús plantea un concepto erróneo y absurdo al considerar que pueden condenarse o salvarse los cuerpos físicos de las personas.

Marcos 6,11: "Y si en algún lugar no os reciben ni os escuchan, marchaos de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio contra ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad". nota: Qué cruel y violenta suena esta sentencia, considerando que proviene de un Jesús que se pasó predicando el «amor»: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced el bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" [Mateo 5,44, Lucas 6,27-28]. La contradicción es evidente.

Lucas 6,24-26: Jesús también se lanza, ocasionalmente, sus «amorosas» maldiciones al igual que lo hizo su Padre en el antiguo testamento [como dice un viejo refrán: de tal palo, tal astilla]: "¡Ay de vosotros! Los ricos… los que están saciados… los que ahora reís… ¡Ay de vosotros! Cuando todos los hombres hablen bien de vosotros". Mateo 23,13-36: Jesús ataca duramente a los fariseos. Sus expresiones son contundentes: "¡Ay de vosotros escribas y fariseos, hipócritas… ¡Ay de vosotros guías ciegos!… ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?". nota: ¿Dónde queda aquella exhortación al amor que dijo el mismo Jesús? "Os doy este mandamiento: ámense los unos a los otros… como yo os he amado" [Juan 13,34]. En las palabras de Jesús más predomina el coraje, la ira, que el «amor».

XI. LA ENTRADA A JERUSALÉN

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Mateo 21,1-11; Marcos 11,1-11; Lucas 19,28-40; Juan 12,12-19: Los evangelistas coinciden substancialmente en los detalles significativos de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén: una multitud vitoreando "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!" con ramas de árboles a un Jesús entrando a la ciudad, montado sobre un asno. A continuación Mateo 21,12-17; Marcos 11,15-119; Lucas 19,45-48 sitúan la escena de la expulsión de los mercaderes del templo en esta etapa del ministerio de Jesús, su último viaje a Jerusalén. Sin embargo, Juan 2,13-17 relata que dicha expulsión de los comerciantes ocurrió mucho antes, poco después de su bautizo. "Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas". NOTA: ¿Cómo explicar esta contradicción? Después de todo, ver al «gentil y amable» Jesús encolerizado por el templo de Dios, dando latigazos a su prójimo no es cosa que se vea muy frecuente. ¿Es posible que para un hecho como este, existan dos versiones de cuándo ocurrió? Parece que la «inspiración divina» de los denominados evangelistas sinópticos [Mateo, Marcos y Lucas] no es la misma que la de Juan.

XII. LA ÚLTIMA CENA

Mateo 26,17; Marcos 14,12: "El primer día de la fiesta de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: ¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?". Según esto, se da a entender que en la «última cena» Jesús con sus discípulos celebraron la Pascua. Lo confirma Lucas 22,7-8: "Llegó el día de los Ázimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua; y envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id y preparadnos la Pascua para que la comamos". Sin embargo, Juan 13,1-2 refuta esto, indicando que aquella cena ocurrió antes de la Pascua: "Antes de la fiesta de la Pascua, sabía Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre… Durante la cena, ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle". Juan 18,28: "De la casa de Caifás llevan a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse y poder así comer la Pascua". NOTA: La fiesta de los Ázimos [Éxodo 12,18-20] es cuando los hebreos comían pan sin levadura durante una semana. Los evangelistas sinópticos afirman que la «última cena» fue el primer día de la Pascua, pero Juan afirma que ocurrió antes de dicha fiesta [por tanto, la muerte de Jesús se llevó a cabo antes de la Pascua, y no después como en los otros evangelios]. Ahora bien, tomando en consideración la gran importancia de aquella cena para el cristianismo, pues en ella, Jesús ofreció a la humanidad su «carne» y «sangre», ¿tiene lógica que existan dos versiones acerca de cuándo sucedió la «última cena»?

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XIII. LA TRAICIÓN DE JUDAS

Mateo 26,47-50; Marcos 14,43-46: "Todavía estaba hablando, cuando llegó Judas, uno de los doce, acompañado de un grupo numeroso… Les había dado esta señal: Aquel a quien yo dé un beso, ése es; arrestadle. Y al instante se acercó a Jesús y le dijo:¡Salve, Rabbí!», y le dio un beso… Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron". Jesús replica: "Judas ¿Con un beso entregas al Hijo del Hombre?" [Lucas 22,48]. Pero Juan 18,3-8 presenta una versión totalmente distinta: No existe en ningún momento el beso de Judas, sino que el mismo Jesús se entrega a quienes iban a detenerlo: "Sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy… Volvieron atrás y cayeron a tierra. Les preguntó, pues, de nuevo: ¿A quién buscáis? Ellos dijeron a Jesús nazareno. Jesús respondió: Os dije que yo soy". NOTA 1: Aunque Mateo, Marcos y Lucas apoyan la versión del beso ¿No resulta curioso que para tan imborrable momento existan dos testimonios? ¿Por qué Juan tiene otra versión del arresto de Jesús? ¿Acaso Juan tenía otra clase de «inspiración » que la de los otros evangelistas? NOTA 2: Si Jesús era tan famoso como se supone, el beso de Judas no hubiera sido necesario para identificarle. ¿Por qué Judas necesitaba explícitamente besar a Jesús? ¿No habría sido suficiente señalarle con el dedo, darle la mano, o alguna otra manera de entregarlo a sus captores? Aparentemente aquel beso no es más que una ficción literaria homoerótica utilizada por los evangelistas sinópticos.

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Mateo: 27,3-8: Después de traicionar a Jesús por 30 monedas de plata, el arrepentido Judas intenta devolver a los sacerdotes el dinero, el cual ellos rechazan. "Entonces Judas arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó… Los sacerdotes recogieron las monedas… acordaron comprar con ese dinero el campo del Alfarero… y aquel campo se llama hasta el día de hoy: campo de sangre". Pero la versión de Lucas en Hechos 1,16-19 contrasta al indicar que Judas "con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron". NOTA: ¿Cómo puede haber contradicción en dos autores bíblicos ante un hecho tan relevante para los seguidores de Jesús respecto al destino de quien lo traicionó? Una versión afirma que Judas entregó las 30 piezas de plata y el terreno lo compraron los sacerdotes; pero la otra dice que fue el mismo Judas quien compró el terreno antes de morir. Por más que se busque, no hay forma de hacer conciliar las dos versiones. ¿Quién realmente compró aquel terreno, Judas o los sacerdotes? Nada de esto queda claro.

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