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El evangelio de Mateo. Versión del Reino de Las Santas Escrituras

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    El evangelio de Mateo. Versión del Reino de Las Santas Escrituras – Monografias.com

    El evangelio de Mateo. Versión del Reino de Las Santas Escrituras

    1

    El Libro de los orígenes históricos[1]de Jesucristo, hijo de David[2]hijo de Abrahán.[3] 2 Abrahán procreó[4]a Isaac,[5] e Isaac procreó a Jacob; pero Jacob procreó a Judá y a sus hermanos. 3 Judá procreó a Pérez y Zérah con Tamar; pero Pérez procreó a Hezrón y Hezrón procreó a Ram, 4 y Ram procreó a Aminadab; Aminadab procreó a Nahsón; pero Nahsón procreó a Salmón; 5 y Salmón procreó a Boaz con Rahab; Boaz procreó a Obed con Ruth; pero Obed procreó a Jesé; 6 y Jesé procreó a David el rey.

    David procreó a Salomón con la [esposa] de Urías; 7 Salomón procreó a Rehoboam y Rehoboam procreó a Abías; pero Abías procreó a Asá; 8 Asá procreó a Jehosafat y Jehosafat procreó a Jehoram; pero Jehoram procreó a Uzías; 9 Uzías procreó a Jotán y Jotán procreó a Acaz; pero Acaz procreó a Ezequías.

    10 Ezequías procreó a Manasés y Manasés procreó a Amón y Amón procreó a Josías; 11 y Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos en el período de la deportación de Babilonia.

    12 Pero después de la deportación de Babilonia, Jeconías procreó a Sealtiel, Sealtiel procreó a Zorobabel; 13 y Zorobabel procreó a Abiud; pero Abiud procreó a Eliaquim y Eliaquim procreó a Azor; 14 y Azor procreó a Sadoc; Sadoc procreó a Aquim; pero Aquim procreó a Eliud; 15 y Eliud procreó a Eleazar; Eleazar procreó a Matán; pero Matán procreó a Jacob; 16 y Jacob procreó a José el marido de María, de la cual nació Jesús al que se le [llegó] a decir Cristo.[6]

    17 Por lo tanto, todas las generaciones desde Abrahán hasta David fueron catorce generaciones, y desde David hasta la deportación de Babilonia catorce generaciones y desde la deportación de Babilonia hasta el Cristo catorce generaciones.

    18 De esta forma fue el origen[7]de Jesucristo. Siendo prometida en matrimonio su madre María con José; antes de que ellos llegaran a estar juntos, ella se hallaba implantada[8]en el vientre por el espíritu santo. 19 Pero José su marido siendo [un varón] virtuoso y no dispuesto a hacer de ella una vergüenza notoria[9]intentó en secreto liberarla.[10] 20 Pero él teniendo pensado éstas cosas, ¡mire!, el ángel de Jehovah [11]a manera de[12]sueño se le apareció diciendo: "José, hijo de David; no deberías tener miedo de tomar a tu lado a María tu esposa, porque lo que se ha procreado en ella es por espíritu santo. 21 Por lo cual, ella dará a luz un hijo, y lo llamarás por nombre Jesús;[13] porque él salvará a su pueblo[14]de los pecados de ellos."

    22 Pero todo esto ha sucedido para que se pueda cumplir la cosa que habló Jehovah [15]por medio del profeta diciendo: 23 "¡Miren! La virgen[16]tendrá que estar preñada y dará a luz un hijo; y ellos lo llamarán a él con el nombre Emanuel, el cual siendo traducido es, "Con Nosotros Está Dios".

    24 Pero José habiendo sido despertado del sueño, hizo como el ángel de Jehovah [17]lo dirigió[18]y se llevó junto a él a su mujer. 25 Y no tuvo relaciones íntimas[19]con ella hasta cuando ella dio a luz a su hijo; y él le puso[20]el nombre de Jesús.

    2

    Entonces, Jesús habiendo sido procreado en Belén de Judea en los días de Herodes el rey, ¡mire!, astrólogos desde las partes orientales llegaron junto a Jerusalén 2 diciendo: ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? Por que nosotros vimos su estrella en el Oriente y vinimos a hacerle un gesto respetuoso.[21] 3 Por lo tanto, el rey Herodes al haber oído [esto] estaba agitado y toda Jerusalén con él. 4 Y habiendo avisado para reunir a los sacerdotes principales[22]y escribas del pueblo, él estaba investigando junto con ellos donde sería procreado el Cristo.[23] 5 Entonces, ellos le dijeron en Belén de Judea; así como ha sido escrito por medio del profeta: 6 "Y tú, ¡Oh Belén!, tierra de Judá, de ningún modo eres la más pequeña entre los gobernantes de Judá; porque de ti saldrá uno que gobierne, quien pastoreará a mi pueblo, Israel."

    7 Entonces Herodes habiendo llamado a los astrólogos en secreto, se aseguró cuidadosamente junto con ellos el tiempo del aparecimiento de la estrella; 8 y habiéndolos enviado a Belén les dijo: "Encamínense[24]buscando cuidadosamente al niñito; pero cuando les sea posible hallarlo, regresen a informarme; que también yo he de ir, de ser posible, a hacerle un gesto respetuoso.[25] 9 Pero ellos habiendo oído al rey siguieron su camino, y ¡mire!, la estrella, que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó a ponerse por encima [del lugar] donde estaba el niñito.[26] 10 Pero ellos, habiendo visto la estrella, se regocijaron mucho [con] gran alegría. 11 Y habiendo entrado en la casa; ellos vieron al niñito con María la madre de éste, y habiéndose caído hacia abajo, ellos le hicieron un gesto respetuoso a éste; y ellos, abriendo sus tesoros le presentaron a éste regalos: oro e incienso aromático y mirra. 12 Y habiéndoseles dado advertencia divina en forma de sueño de que no regresaran a donde Herodes, ellos se retiraron a su país a través de otro camino.

    13 Ahora bien, una vez [que] ellos [se] hubieron retirado, ¡mire!, el ángel de Jehovah [27]se le apareció a manera de sueño a José diciendo: "Levántate y toma contigo al niñito y a la madre de éste y huye a Egipto, y quédate allá hasta que yo pueda hablarte; porque Herodes está buscando al niñito para destruirlo". 14 Ahora bien, habiéndose él levantado, tomó consigo al niñito y a la madre de éste de noche y se retiró a Egipto, 15 y estuvo allá hasta el deceso de Herodes, para que se cumpla la cosa que habló Jehovah [28]por medio del profeta diciendo: "De Egipto llamé a mi Hijo".

    16 Entonces Herodes habiendo visto que los astrólogos se mostraron más listos que él, estaba inmensamente enfurecido. Y mandó[29]a que exterminaran[30]a todos los muchachitos de Belén y de todo el distrito de este; desde dos años [de edad]para abajo según el tiempo, del cual él se había asegurado cuidadosamente junto con los astrólogos. 17 Por lo tanto se cumplió la cosa que se habló por medio de Jeremías el profeta que dijo: 18 "Se escuchó una voz en Ramá: llanto y gran gritería. Era Raquel que lloraba a sus hijos y no estaba dispuesta a ser consolada, porque ya no son".

    19 Y cuando hubo ocurrido la muerte de Herodes, ¡mire!, el ángel de Jehovah [31]se apareció a José a manera de sueño en Egipto, 20 diciendo: "Levántate y toma contigo al niñito y a la madre de éste y ponte en camino a la tierra de Israel; porque han muerto los que estaban buscando el alma del niñito". 21 De manera que se levantó, tomó consigo al niñito y a la madre de éste y entró a la tierra de Israel. 22 De modo que habiendo oído que Arquelao estaba reinando en Judea en vez de su padre Herodes, tuvo miedo salir para allá; pero habiéndosele dado advertencia divina a manera de sueño él se retiró a las partes de Galilea; 23 y vino y se estableció en la ciudad llamada Nazaret, de tal modo que se cumpliera la cosa hablada por medio de los profetas, de que "él sería llamado Nazareno".

    3

    En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea 2 diciendo: "Ustedes deben arrepentirse, porque el reino de los cielos se ha acercado". 3 Porque éste es del que se habló por medio del profeta Isaías diciendo: "Voz de uno que clama en el desierto, preparen, ustedes, el camino de Jehovah [32]hagan rectos los senderos de él." 4 Ahora bien, resulta que Juan tenía su ropa de pelos de camello y un cinturón de cuero alrededor de sus lomos, también el alimento de él era el insecto langosta y miel silvestre. 5 Entonces salían hacia él de Jerusalén, y de toda Judea y de todos los territorios de alrededor del Jordán, 6 Y fueron siendo bautizados en el Río Jordán por él y ellos abiertamente confesaban sus pecados. 7 Pero habiendo visto a muchos de los fariseos y saduceos viniendo a su bautismo, él les dijo a ellos: "Prole de víboras, ¿quién les mostrará a ustedes cómo escapar de la cólera por venir?" 8 Por lo tanto, hagan, ustedes, fruto digno de arrepentimiento 9 y no deberían suponer, ustedes, dentro de sí decir: "Tenemos a nuestro padre Abrahán, porque yo les estoy diciendo a ustedes, que Dios es capaz de levantar de estas piedras hijos a Abrahán". 10 Pero ya el hacha está yaciendo hacia la raíz de los árboles; por lo tanto todo árbol que no produce fruto excelente será cortado y echado en el fuego. 11 En efecto, yo los bautizo a ustedes en agua para arrepentimiento; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo; de quien no soy digno de llevarle sus sandalias. Él los bautizará a ustedes con espíritu santo y fuego; 12 Su aventador está en su mano y limpiará completamente su era y reunirá su trigo en el granero; pero la paja la quemará en el fuego imposible de extinguir. 13 Entonces Jesús vino desde Galilea al Jordán a Juan para ser bautizado por él. 14 Pero él se lo estaba impidiendo, diciendo: "Yo necesito ser bautizado por ti; ¿y tú vienes a mi?" 15 Pero Jesús en respuesta le dijo: "Permite que sea así ahora, que es lo más apropiado para nosotros, para que se realice todo lo que es justo." Entonces él se lo permitió. 16 Pero habiendo sido bautizado; Jesús inmediatamente salió del agua, y, ¡mire!, fueron abiertos los cielos, y él vio al espíritu de Dios descendiendo en forma de paloma viniendo hacia él; 17 y, ¡mire!, hubo una voz desde los cielos diciendo: "Este es mi Hijo, el Amado, en quien yo me complazco[33]

    4

    Entonces Jesús fue conducido al desierto por el espíritu para ser tentado por el Diablo. 2 Y habiendo ayunado por cuarenta días y cuarenta noches, entonces sintió hambre. 3 Y habiendo venido el Tentador hacia él, le dijo: "Si tú, eres Hijo de Dios, da la orden de que éstas piedras se hagan panes." 4 Pero él habiendo respondido le dijo: "Esto ha sido escrito:[34] "No solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda declaración que sale de la boca de Jehovah [35]""

    5 Entonces el Diablo se lo llevó a la ciudad santa y lo apostó sobre la almena del templo 6 y le dijo: "Si tú, eres Hijo de Dios, lánzate hacia abajo, porque esto ha sido escrito[36]"A sus ángeles dará encargo acerca de ti, y sobre las manos ellos te llevarán, para que tu pie nunca tropiece con piedra alguna"". 7 Jesús le dijo: "Otra vez, ésto ha sido escrito[37]"No debes poner a prueba[38]a Jehovah [39]tu Dios.""

    8 De nuevo se lo llevó el Diablo a una montaña asombrosamente alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le dijo: "Todas éstas cosas te las daré si habiendo caído hacia abajo me realizas un acto de adoración." 10 Entonces Jesús le dijo: "Márchate hacia otra parte Satanás; porque esto ha sido escrito[40]"A Jehovah [41]tu Dios adorarás, y solamente a él darás servicio santo[42]"" 11 Entonces el Diablo lo dejó ir, y, ¡mire!, ángeles vinieron hacia él y estuvieron ministrándole.

    12 Pero [Jesús] habiendo oído que Juan había sido arrestado se retiró a Galilea. 13 Ahora bien, dejando Nazaret vino a tomar residencia en Capernaum, junto al mar; en los distritos de Zabulón y Neftalí; 14 para que se pueda cumplir la orden que se habló, por medio de Isaías el profeta, diciendo: 15 "Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de las naciones; 16 el pueblo sentado a oscuras vio una gran luz y los que estaban sentados en una región de sombra y de muerte la luz se levantó sobre ellos." 17 Desde entonces, comenzó Jesús predicando y diciendo: "Arrepiéntanse, por que el reino de los cielos se ha acercado."

    18 Pero caminando junto al mar de Galilea, él vio a dos hermanos; Simón llamado Pedro y Andrés el hermano de él, que aventaban una red de pescar en el mar, porque ellos eran pescadores. 19 Y les dijo: "Vengan detrás de mí, y haré de ustedes pescadores de hombres." 20 Pero ellos, inmediatamente dejando las redes le siguieron. 21 Y pasando de allí también, vio a otros dos hermanos, Santiago, [hijo] de Zebedeo y Juan el hermano de él, en la barca con Zebedeo su padre, arreglando sus redes y los llamó. 22 Pero ellos, también, dejando inmediatamente la barca y a su padre le siguieron.

    23 Por consiguiente, él estaba recorriendo alrededor de toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando las buenas nuevas del reino y curando toda clase de enfermedad y toda clase de debilidad entre el pueblo. 24 Y la noticia acerca de él se escuchó por toda Siria; y ellos le trajeron los que estaban graves, y que habían sido afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los que habían sido poseídos por demonios y epilépticos y paralíticos; y él los curó. 25 Por lo tanto, grandes muchedumbres le siguieron de Galilea y de Decápolis, de Jerusalén y de Judea y del otro lado del Jordán.

    5

    Ahora bien, habiendo visto a las muchedumbres, él subió a la montaña; y, habiéndose sentado vinieron hacia él sus discípulos; 2 y, habiendo abierto su boca, él estaba enseñándoles a ellos diciendo:

    3 "Felices son los que están al tanto de su miseria espiritual[43]que de ellos es el reino de los cielos.

    4 "Felices son los que están de duelo, pues ellos serán consolados.

    5 "Felices son los de personalidad apacible, pues ellos heredarán la tierra.

    6 "Felices son los hambrientos y sedientos de justicia, pues ellos serán satisfechos.

    7 "Felices son los compasivos, pues a ellos se les mostrará compasión.

    8 "Felices son los puros de corazón, pues ellos verán a Dios.

    9 "Felices son los fabricantes de la paz, pues ellos serán llamados "hijos de Dios."

    10 "Felices son los que han sido perseguidos a causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.

    11 "Felices son ustedes cuando puedan reprocharles, y los puedan perseguir y les puedan decir toda cosa perversa y mentirosa contra ustedes a causa de mí. 12 Regocíjense y alborócense, que es grande la recompensa[44]de ustedes en los cielos, porque así, ellos persiguieron a los profetas antes que a ustedes.

    13 "Ustedes son la sal de la tierra; pero si entonces la sal pierde su fuerza, ¿con que será ésta hecha salada? Ésta ya de nada está fuerte, sino para tirarla fuera[45]para ser pisoteada por los hombres.

    14 "Ustedes son la luz del mundo. No se puede esconder una ciudad en la cima de una montaña. 15 Ni encienden una lámpara y la colocan debajo de una cesta de medir, sino sobre el candelero y ésta alumbra a todos los que están en la casa. 16 Asimismo permitan brillar la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y puedan glorificar al Padre de ustedes que está en los cielos.

    17 "No deberían pensar que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir. 18 Por que verdaderamente les estoy diciendo a ustedes: "Antes, es más probable que puedan pasar los cielos y la tierra, que una fracción de la ley[46]o la letra más pequeña de la ley. No, No pasarán sino hasta que todas las cosas tomen su debido lugar. 19 Por lo tanto, si alguien, rompe uno de éstos mandamientos más pequeños y enseña así a los hombres, será llamado "el menor" en el reino de los cielos. No obstante quien los practique y los enseñe así, este será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque yo les estoy diciendo a ustedes, que si no es posible que la justicia abunde más en ustedes que en los escribas y los fariseos; No, No podrán entrar en el reino de los cielos.

    21 "Ustedes oyeron que se dijo a los de la antigüedad: "No deben asesinar, pero quienquiera que asesine será considerado responsable en el juicio". 22 De modo que yo les estoy diciendo a ustedes, que quienquiera que continúe enojado con su hermano será considerado responsable en el juicio; pero quienquiera que le diga a su hermano un vituperio con desprecio[47]será responsable ante el Juzgado.[48] Pero quienquiera que diga a su hermano "estúpido miserable" será responsable ante el Gehena de fuego.

    23 Por lo tanto, si puedes traer tu dádiva hacia el altar y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu dádiva delante del altar y ve hacia tu hermano primero a reconciliarte, y entonces ven y trae tu dádiva.

    25 "Sé de buena actitud mental para con tu adversario rápidamente, mientras tú estás con él en el camino, no sea que en cualquier momento, tu adversario pueda entregarte al juez, y el juez al subordinado y puedas ser echado en prisión. 26 En verdad te estoy diciendo a ti: "No, No podrás salir de allí hasta que hayas devuelto la última moneda[49]

    27 "Ustedes oyeron que se dijo: "No cometerás adulterio". 28 Sin embargo, yo les estoy diciendo a ustedes, que todo el que continúa mirando a una mujer, y la desea, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29 Ahora bien, si tu ojo derecho te hace tropezar, sácatelo y échalo de ti, porque te es más ventajoso que se te pierda uno de tus miembros, a que todo tu cuerpo sea arrojado al Gehena. 30 Y si tu mano derecha te hace tropezar córtatela, y échala de ti hacia otra parte, porque que te es más ventajoso que se te pierda uno de tus miembros y no que tu cuerpo entero, deba irse al Gehena.

    31 "Por otro lado, esto fue dicho: "Quien probablemente pueda divorciarse de su mujer permita él darle a ella un certificado de divorcio." 32 Pero yo les estoy diciendo a ustedes, que todo aquel que se divorcie de su mujer, excepto por causa[50]de fornicación, está haciendo que ella cometa adulterio, y si alguien se puede casar con una mujer que se ha divorciado comete adulterio".

    33 "Otra vez: "Ustedes oyeron que esto fue dicho a los de la antigüedad: "Ustedes no deberían hacer falsamente juramento, sino deberás entregar de regreso tus juramentos a Jehovah [51]" 34 Sin embargo, yo les estoy diciendo a ustedes: "No juren completamente; ni por el cielo, porque es el trono de Dios"; 35 ni por la tierra porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza deberías jurar, porque tú no eres capaz de hacer blanco o negro un solo cabello. 37 Pero permitan que la palabra[52]de ustedes sea , Sí, y su No, No; porque la cosa que excede fuera de esto, de lo que es inicuo brota."[53]

    38 "Ustedes oyeron que esto fue dicho: "Ojo en lugar del ojo y diente en lugar del diente".

    39 "No obstante, yo les estoy diciendo a ustedes: No resistan al que es inicuo: Antes bien, quienquiera que te dé una bofetada en la mejilla derecha vuélvele a él también la otra. 40 Y si alguien toma tu prenda de vestir interior y está dispuesto a que seas juzgado, permite que se lleve también tu prenda de vestir interior; 41 y si alguien impresionante te obliga a ir una milla, marcha con él dos. 42 Al que te pida dale, y al que esté dispuesto a tomar prestado de ti no te des la vuelta hacia otra parte.

    43 "Ustedes oyeron que fue dicho: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo." 44 Pero yo les estoy diciendo a ustedes: "Sigan amando a sus enemigos y sigan orando por los que los persiguen a ustedes; 45 para que ustedes puedan demostrar ser hijos de su Padre que está en los cielos, porque él está haciendo salir su sol sobre inicuos y buenos y está haciendo llover sobre justos e injustos. 46 Porque si ustedes pueden amar a los que los aman a ustedes, ¿qué recompensa están teniendo ustedes? ¿No lo están haciendo también los recaudadores de impuestos? 47 Y si ustedes pueden saludar a sus hermanos solamente, ¿qué cosa en exceso están haciendo ustedes? ¿No lo están haciendo también los de las naciones? 48 Ustedes por lo tanto deben ser perfectos como el Padre Celestial de ustedes es perfecto.

    6

    Ahora bien, estén atentos, para que no estén haciendo la justicia de ustedes delante de los hombres con el fin de ser observados por ellos; porque si no, ustedes no tendrán la recompensa al lado del Padre de ustedes, el que está en los cielos. 2 Por lo tanto, cada vez que puedas hacer dádivas de misericordia, no deberías trompetear en frente de ti, como incluso regularmente están haciendo los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que ellos puedan ser glorificados por los hombres; en verdad, yo les estoy diciendo a ustedes, ellos tienen su recompensa completa. 3 Más tú, cuando estés haciendo dádivas de misericordia, no permitas que sepa tu mano izquierda qué está haciendo tu mano derecha; 4 para que tus dádivas de misericordia puedan ser en lo secreto, y tu Padre que mira en lo secreto te las dará[54]de regreso.

    5 Y cada vez, que ustedes puedan orar; no sean como los hipócritas porque a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de los caminos anchos para que ellos puedan exhibirse a los hombres. En verdad les estoy diciendo a ustedes: "Ellos tienen su recompensa completa". 6 Pero tú, sin embargo, cada vez que puedas orar entra en tu habitación privada y habiendo cerrado tu puerta ora a tu Padre en lo secreto y tu Padre que mira en lo secreto; [lo que le pidas] te lo dará de regreso.[55] 7 Por lo tanto al orar, no deberías multiplicar las palabras como también [lo hacen] las personas de las naciones[56][porque] ellos se imaginan que por su abundancia del habla serán escuchados. 8 Por lo tanto, ustedes no deberían hacer como ellos, porque el Padre, el Dios de ustedes sabe de qué cosas necesitan, y ustedes las están teniendo antes de que se las pidan a él.

    9 Por lo tanto así deben orar ustedes: "Padre nuestro [que estás] en los cielos; santificado sea tu nombre, 10 venga tu reino[57]hágase tu voluntad[58]como en el cielo también sobre la tierra; 11 el pan nuestro para el día[59]dánoslo hoy; 12 y permite marcharse nuestras deudas, como nosotros también hemos permitido marcharse a los deudores nuestros; 13 y no nos metas en tentación, sino rescátanos de lo que es inicuo.

    14 Porque si alguno de ustedes puede dejar ir a los hombres sus ofensas, su Padre Celestial también les permitirá a ustedes [que sus ofensas puedan] marcharse. 15 Pero si alguno de ustedes no puede dejar ir a los hombres las ofensas de ellos, nunca el Padre de ustedes dejará ir las ofensas de ustedes.

    16 Ahora bien, cada vez que ustedes puedan ayunar no lleguen a ser como los hipócritas, de rostro triste porque ellos desfiguran sus rostros para poder parecer a los hombres que ellos observan el ayuno; Verdaderamente yo les estoy diciendo a ustedes que ellos tienen su recompensa completa. 17 Tú, sin embargo, cuando ayunes úntate tu cabeza [con aceite] y tu rostro lávatelo, 18 de tal modo que no puedas parecer a los hombres que has ayunado sino a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que mira en secreto te lo dará de regreso[60]

    19 No estén acaudalando ustedes tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen y donde ladrones están interrumpiendo y están hurtando; 20 más bien acaudalen tesoros en el cielo, donde la polilla ni el moho consumen, y donde ladrones no están interrumpiendo ni hurtan; 21 porque donde está tú tesoro allí estará también tu corazón.

    22 La lámpara del cuerpo es el ojo. Así que, si tu ojo puede ser sencillo, todo tu cuerpo será brillante; 23 Ahora bien, si alguna vez tu ojo puede ser inicuo todo tu cuerpo será oscuridad. Pero si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán inmensa oscuridad!

    24 Nadie es capaz de ser esclavo de dos Dueños[61]por que a cada uno él odiará y amará diferente, o él se adherirá de uno y del otro diferente él despreciará. No pueden ustedes ser capaces de ser esclavos de Dios y de las Riquezas[62]

    25 Así que esto les estoy diciendo a ustedes: Que sus almas[63]jamás se muestren preocupadas, respecto a qué puedan ustedes comer o qué puedan beber, tampoco respecto al cuerpo de ustedes sobre qué ropa se puedan poner; ¿no es de más valor el alma que el alimento y la ropa del cuerpo? 26 Observen atentamente a las aves del cielo que ellas no siembran ni siegan, ni tampoco ellas reúnen [alimento] en almacenes, y sin embargo, el Padre Celestial de ustedes las alimenta a ellas. Ustedes… ¿No difieren bastante de ellas… verdad? 27 Porque, ¿quién de ustedes mostrándose preocupado es capaz de añadir sobre lo que abarca su vida un codo? 28 Y acerca de la ropa, ¿por qué están ustedes mostrándose preocupados? Aprendan con precisión, los lirios del campo, cómo ellos crecen; ellos no se esfuerzan ni tampoco hilan. 29 No obstante, yo les estoy diciendo a ustedes que ni aun Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. 30 Pero si la vegetación del campo que hoy existe y mañana está siendo echada al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho mejor con ustedes, hombres de poca fe? 31 Por lo tanto, no deben ustedes estar preocupados diciendo: ¿Qué podremos comer? O ¿Qué podremos beber? O ¿Qué podremos ponernos? 32 Porque todas éstas cosas las naciones persiguen con vehemencia[64]pero su Padre Celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas éstas cosas.

    33 Continúen buscando[65]entonces, primero el reino y la justicia de [Dios][66] y todas las [demás] cosas.[67] se les añadirán. 34 Por lo tanto, ustedes jamás deben mostrarse preocupados por el día de mañana porque el día de mañana mostrará sus propias preocupaciones; suficiente para el día la maldad de éste.

    7

    Ustedes no estén juzgando, para que ustedes no deban ser juzgados; 2 porque con el juicio que ustedes están juzgando serán juzgados y con la medida con que ustedes estén midiendo serán medidos también. 3 Ahora bien, ¿porqué miras la paja [que hay] en el ojo de tu hermano, pero no estás considerando la viga [que hay] en tu propio ojo? 4 O, ¿cómo le dirás a tu hermano permíteme de ser posible, que pueda extraer la paja fuera de tu ojo; cuando ¡mira!, tienes en tu propio ojo la viga? 5 ¡Hipócrita! Extrae primero de tu ojo la viga, y entonces verás claramente para extraer la paja del ojo de tu hermano.

    6 No deben dar las cosas santas a los perros, ni tampoco deberían ustedes tirar sus perlas delante de los cerdo,s no [sea que] en cualquier momento ellos las pisotearán en sus propios pies y habiendo vuelto alrededor, ellos convengan en despedazarlos a ustedes. 7 Continúen pidiendo, y esto les será dado; continúen buscando y hallarán, continúen tocando y se les abrirá. 8 Porque todo el que está pidiendo, está recibiendo y el que está buscando, está hallando y el que está tocando, se le estará abriendo. 9 De verdad, ¿quién es el hombre de entre ustedes, cuyo hijo le pide pan… no le dará una piedra… verdad? 10 O si le pide un pescado… ¿no le dará una serpiente… verdad? 11 Por lo tanto, si ustedes siendo inicuos saben darles buenos regalos a sus hijos, ¡cuánto mejor el Padre de ustedes en el cielo dará cosas buenas a los que le piden!

    12 Ahora bien, todas las cosas, tantas como las que quieran que los hombres les hagan a ustedes; de igual modo, también ustedes háganselas a ellos. Es más, esto es lo que constituye la Ley y los Profetas.

    13 Entren ustedes a través de la puerta estrecha; porque ancho y espacioso es el camino que está conduciendo a la destrucción, y muchos son los que están entrando a través de éste; 14 Porque estrecha es la puerta y pequeño el camino que está conduciendo a la vida, y pocos son los que lo están hallando.

    15 Manténganse alertas de los falsos profetas, que están viniendo a ustedes en ropa de oveja pero por dentro son lobos voraces. 16 Por sus frutos ustedes los reconocerán; ¿No recogen ellos uvas de espinos… verdad? ¿O higos de cardos… verdad? 17 Del mismo modo todo árbol bueno está produciendo fruto excelente, pero todo árbol podrido está produciendo fruto malo. 18 Un árbol bueno no es capaz de dar fruto malo, ni tampoco un árbol podrido llegar a producir fruto excelente. 19 Todo árbol que no produce fruto excelente está siendo cortado y es echado al fuego. 20 Realmente, pues, por sus frutos ustedes los reconocerán a ellos. 21 No todo aquel que me está diciendo: ¡Señor!, ¡Señor!, entrará en el reino de los cielos. Antes bien, aquel que está haciendo la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: "¡Señor!, ¡Señor!, ¿no profetizamos en tu nombre?… ¿y en tu nombre expulsamos demonios?… ¿y en tu nombre ejecutamos muchas obras poderosas?" 23 Y entonces yo les declararé: "¡Nunca los conocí! ¡Márchense de mí hacia otra parte[68]obradores del desafuero![69]".

    24 Por lo tanto, todo aquel que escucha éstas palabras mías y las practica, se le asemejará a un varón discreto, quien construyó su casa sobre la masa rocosa. 25 Y descendió la lluvia y vinieron los torrentes y soplaron los vientos y cayeron contra aquella casa, pero no se desplomó; porque ésta había sido fundada sobre la masa rocosa. 26 Y todo aquel que escucha éstas palabras mías y no las pone por obra, se le asemejará a un varón necio; quien construyó su casa sobre la arena; 27 y descendió la lluvia y vinieron los torrentes y soplaron los vientos y sobrevinieron contra aquella casa y ésta se desplomó y su hundimiento fue colosal. 28 Y sucedió que cuando Jesús terminó éstas palabras, las muchedumbres se quedaron asombradas respecto a su manera de enseñar. 29 Porque él les enseñaba a ellos como alguien con autoridad y no como los escribas de ellos.

    8

    Ahora bien habiendo él bajado de la montaña, le siguieron grandes muchedumbres. 2 Y ¡mira!, un leproso habiendo venido hacia él; [y] estando haciéndole un gesto respetuoso, le dijo[70]"Señor, si tan solo lo deseas, eres capaz de limpiarme". 3 Y habiendo estirado la mano lo tocó diciéndole: "Estoy dispuesto. Sé limpio." E inmediatamente fue limpiado de su lepra. 4 Y Jesús estaba diciéndole: "Mira, y no le cuentes a nadie; sino ve tú mismo hacia el sacerdote, y ofrece la dádiva que designó Moisés para testimonio a ellos.

    5 Ahora bien, habiendo entrado él a Capernaum vino hacia él un centurión suplicándole 6 y diciendo: "Señor, mi muchacho está postrado en casa paralítico, siendo atormentado terriblemente." 7 Él estaba diciéndole: "Cuando haya llegado allá lo curaré." 8 Pero el centurión habiendo respondido dijo: "Señor, yo no soy digno[71]para que entres bajo mi techo, pero sólo di una palabra y mi muchacho será curado. 9 Porque yo también soy hombre, siendo puesto bajo autoridad; teniendo bajo mí mismo soldados y yo le estoy diciendo a éste: "Encamínate" y él se encamina y a otro: "Tú ven", y él viene; y a mi esclavo: "Haz esto" y él lo hace." 10 Entonces Jesús habiendo oído [esto] se maravilló y dijo a los que le seguían: "Verdaderamente les digo a ustedes: "No he hallado a nadie en Israel con tan abundante fe[72]11 Por eso les digo que muchos desde las partes orientales y las partes occidentales vendrán y se reclinarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; 12 mientras que los hijos del reino serán arrojados a la oscuridad, allí será el llanto y el crujir de los dientes"". 13 Y Jesús le dijo al centurión: "Vete y tal como has creído así te suceda." Y fue sanado el muchacho en aquella hora.

    14 Y habiendo venido Jesús a la casa de Pedro vio a la suegra de él acostada ardiendo en fiebre 15 y él tocando su mano, la fiebre la dejó y ella se levantó y se puso a ministrarle. 16 Pero habiendo llegado a ser de noche ellos le trajeron a él a muchos poseídos por demonios; y él echó fuera los espíritus con una palabra, y todos los que se sentían graves él los curó; 17 para que pueda ser cumplida la cosa hablada por medio del profeta Isaías diciendo: "Él tomó nuestras debilidades y él llevó nuestras enfermedades."

    18 Pero Jesús habiendo visto a la muchedumbre alrededor de él mandó ir al otro lado. 19 Y habiendo venido al lado de él un escriba le dijo: "Maestro, yo te seguiré a donde tú puedas ir." 20 Y Jesús le dijo: "Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo lugares donde alojarse[73]pero el Hijo del Hombre no tiene donde poder inclinar la cabeza." 21 Pero otro de los discípulos le dijo: "Señor, permíteme primero ir y enterrar a mi padre." 22 Sin embargo, Jesús le dijo: "Permanece siguiéndome y deja que los muertos entierren a los muertos ellos mismos.

    23 Y habiendo saltado él a la barca sus discípulos le siguieron. 24 Y, ¡mira!, una grande sacudida sobrevino en el mar, de modo que la barca se cubrió por las olas; pero él estaba durmiendo. 25 Y habiendo venido hacia él ellos lo despertaron diciendo: "¡Señor, sálvanos, estamos siendo destruidos!" 26 Y él estaba diciéndoles a ellos: "¿Por qué están ustedes acobardándose, hombres de poca fe?" Entonces habiéndose levantado reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. 27 Por lo tanto los hombres se maravillaron diciendo: "¿Qué clase de hombre es este que también los vientos y el mar a él están obedeciendo?"

    28 Y habiendo llegado al otro lado, al país de los gadarenos, se encontró con dos hombres poseídos de demonios saliendo de entre las tumbas conmemorativas[74]feroces anormalmente; de modo que nadie tenía fuerzas para pasar por aquel camino. 29 Y, ¡mira!, ellos exclamaron en voz alta: ""¿Qué [hay que nos interese] a nosotros y a ti, Hijo de Dios?[75]", ¿Has venido aquí antes del tiempo designado para atormentarnos?" 30 Pero lejos por el camino estaba una manada de muchos cerdos que estaban siendo alimentados. 31 Ahora bien, los demonios fueron suplicando a él diciendo: "Si nos vas a echar fuera, envíanos hacia la manada de cerdos." 32 Y él le dijo a ellos: "¡Váyanse!", y los demonios habiendo llegado a salirse fueron hacia los cerdos; y, ¡mira!, de prisa toda la manada descendió al precipicio hacia dentro del mar y ellos murieron en las aguas. 33 Pero los que estaban dando de pastar huyeron, y habiéndose ido hasta la ciudad informaron todas las cosas y las cosas de los poseídos por demonios. 34 Y, ¡mira!, toda la ciudad salió fuera; [entonces,] encontrando a Jesús y habiéndolo visto le suplicaron para que, de ser posible, cruzara al otro lado del distrito de ellos.

    9

    Así pues, habiendo puesto pie en la barca procedió a cruzar y vino a su propia ciudad. 2 Y, ¡mire!, un paralítico, habiendo sido acostado[76]sobre una cama; ellos lo fueron trayendo hacia él. Y habiendo visto Jesús la fe de ellos dijo al paralítico: "Toma valor, hijo, tus pecados son perdonados.[77] 3 Y, ¡mira!, ciertos hombres de los escribas dijeron entre sí mismos: "Este hombre blasfema." 4 Y Jesús sabiendo los pensamientos de ellos, dijo: "¿Para qué piensan cosas malas en sus corazones? 5 Porque, ¿qué es más fácil?, ¿decir: Tus pecados son perdonados, o decir: Levántate y ponte a caminar? 6 Por eso, pues, para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad para perdonar pecados sobre la tierra… —dijo entonces al paralítico—: Levántate, recoge tu cama y vete a tu casa." 7 Y habiéndose él levantado se fue a su casa. 8 Ahora bien, al contemplar esto, las muchedumbres se volvieron temerosas y glorificaron a Dios que hubo dado tal autoridad a los hombres.

    9 Entonces, al ir pasando de allí, llegó a ver a un hombre llamado Mateo sentado en el despacho de los impuestos; y le dijo: "Sé mi seguidor." Y habiéndose levantado éste, le siguió. 10 Ahora bien, sucedió que estando él en la casa reclinado a la mesa, ¡mira!, muchos colectores de impuestos y pecadores habiendo venido; se fueron reclinando a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11 Pero los fariseos al llegar a ver esto, fueron diciendo a los discípulos de él: "¿Por qué el Maestro de ustedes come con los colectores de impuestos y los pecadores?" 12 Pero habiéndolos oído él dijo: "No tienen necesidad de médico los que están fuertes sino los que están enfermos[78]13 Vayan, entonces, y aprendan qué encierra esto: "Quiero misericordia y no sacrificio. Porque no vine a llamar a justos sino a pecadores."

    14 Entonces, los discípulos de Juan vinieron hacia él, preguntando: "¿Por qué nosotros y los fariseos estamos ayunando, pero tus discípulos no están ayunando? 15 Y Jesús les respondió: "Los hijos de la habitación marital no son capaces de lamentarse mientras el novio está con ellos, ¿verdad? Pero vendrán días cuando pueda ser levantado el novio hacia otra parte desde ellos, y entonces ellos ayunarán." 16 Ahora bien, nadie pone encima de un paño no encogido un remiendo sobre una prenda de vestir exterior vieja; porque está levantándose la plenitud de ésta desde la prenda de vestir exterior y el desgarrón llega a ser peor. 17 Ninguno de ellos pone vino nuevo en bolsas de piel viejas; pero si no, las bolsas de piel son reventadas y el vino es derramado y las bolsas de piel son arruinadas. Antes bien, ellos ponen vino nuevo en bolsas de piel nuevas, y ambos son conservados.

    18 Mientras hablaba estas cosas a ellos, ¡mira!, cierto gobernante habiendo venido hacia él, se puso a hacerle[79]un gesto respetuoso, diciéndo[le] que su hija ahora mismo debe estar muerta[80]y luego [añadió:] "Ven y pon encima de ella tu mano; y ella llegará a vivir." 19 Entonces Jesús, habiéndo[se] levantado se puso a seguirle[81]y [también] sus discípulos. 20 Y, ¡mira!, una mujer teniendo flujo de sangre [por] doce años, habiendo venido por detrás, tocó del fleco de la prenda de vestir exterior de él; 21 porque ella estaba diciendo en sí misma: "Si tan solo puedo tocar de la prenda de vestir exterior de él recuperaré mi salud.[82]" 22 Pero Jesús habiéndo[se] vuelto y habiéndo[la] visto a ella, dijo: "Toma valor, hija; tu fe te ha recobrado la salud.[83]" Y la mujer recobró la salud[84]desde aquella hora.

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