Por la noche, preparamos con los seminaristas una grabación que será publicada mañana en el "Programa de la Juventud", y que se va a dirigir especialmente al tema del próximo domingo, que es la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones. Con muy buen gusto, el equipo responsable de este Programa ha tomado la opinión de dos seminaristas acerca de la vocación al sacerdocio; la participación de una religiosa acerca de la vocación religiosa y la participación de un señor casado para llamar también la atención de la juventud sobre el matrimonio como vocación cristiana. La grabación termina haciendo en coro la oración que el Papa compuso y ha publicado al final de su mensaje para la jornada por las vocaciones el próximo domingo.
Por la mañana mucho movimiento con la Comisión de Información y de ayuda que se ha organizado para el caso de San Pedro Perulapán y del departamento de Cuscatlán, hay problemas con el grupo que ocupa el Seminario, o mejor dicho, la Parroquia San José de la Montaña, ya que no quieren someterse a la disciplina de la Comisión de Ayuda. Parece que dirigidos por el Bloque Popular Revolucionario, pretenden hacer de este alojamiento que se les ha prestado un lugar de operaciones para sus actividades políticas. Se les ha llamado la atención, ya que la Iglesia no quiere confundirse con ninguna actividad de carácter meramente partidista, sino que servir al necesitado con la caridad propia de la Iglesia, que es la del Evangelio. Se ha logrado, por otra parte, que todos los laicos se convenzan de la conveniencia de estar muy superiores a cualquier color político, a cualquier agrupación u organización para poder servir desde la Iglesia como institución jerárquica, a todos los hombres que necesiten su mensaje y su salvación. Esto ha servido para purificar mucho el servicio con verdadero sentido de Iglesia.
Tuve entrevistas con varios sacerdotes, ya que están llegando desde toda la República para la reunión convocada por la Cooperativa Sacerdotal que iba a ser en la Parroquia de San José de la Montaña, pero que por prudencia, dada la vigilancia policial que tenemos enfrente, se acordó trasladarla mejor la Parroquia de Cristo Redentor, en el final de la Calle Escalón. Al mediodía, preocupados por los cristianos que ocupan la Catedral y principalmente por el párroco de la Catedral, Monseñor Modesto López, deliberamos que se podía hacer, ya que están sitiados por la policía y no dejan entrar ni siquiera para llevarles alimento. Una comisión de maestros, pertenecientes a ANDES, pidió la colaboración de la Iglesia ya que ellos tienen alimento para esa gente, pero no hallan como llevarla. Me pareció prudente ir primero a platicar con Monseñor López; me acompañó el señor Obispo Auxiliar, Monseñor Revelo, pero tropezamos en la esquina de la Catedral que da al Palacio Nacional, que allí está el que dirige, un teniente, el operativo que rodea Catedral, y nos dijo que sentía mucho que no podíamos entrar sin comunicarse él primero con el Ministerio o con sus jefes y me tuvieron esperando en el sol casi más de media hora. Cuando vi que tardaba tanto, le dije que sentía mucho que me retiraba y que por la tarde volvería, mejor. Lo mismo al pasar frente a la puerta del convento de Catedral quise que me autorizara un policía que cuidaba ese ingreso y tampoco fue posible; por lo cual, únicamente por teléfono pude comunicarme con Monseñor y darme cuenta que él está viviendo normalmente y que también los que están refugiados en la Catedral, o mejor dicho, que han ocupado Catedral, están también sin novedad.
Monseñor Revelo fue esta tarde a entrevistarse con el Señor Presidente de la República después de haber hablado conmigo y de promover que el punto concreto que se le pedía era que se garantizara a estos campesinos que ocupan la Catedral o que andan huyendo de sus cantones, se les dieran garantías de regresar y encontrar un ambiente pacífico, para empezar a trabajar después de esa fuga obligada. El Señor Presidente accedió y dijo que si salían de la Catedral en pequeños grupos, se le avisara la hora para retirar inmediatamente el Ejército o la policía y también que garantizaba el retorno tranquilo a los cantones a que pertenece esta gente.
Al mismo tiempo, en la tarde, los embajadores de las embajadas ocupadas por el Bloque Popular Revolucionario, o sea, Embajadas de Panamá, de Venezuela, de Costas Rica y de Suiza dialogaron con la Comisión de plática del Bloque. El Bloque presentó sus objetivos que le había llevado a estas ocupaciones. En primer lugar, el retorno tranquilo a sus cantones; por tanto, el retiro de toda fuerza militar y de toda actividad que pudiera violentar la situación de su vida en los cantones. En segundo lugar, pedían la libertad de los reos que han sido capturados, con motivo de estos operativos militares en aquellos cantones. Se pedía también la presión de los embajadores ante el Presidente, para lograr estos objetivos, y también pedir a sus respectivos gobiernos que dieran a conocer la situación del país.
Después de un largo diálogo entre los embajadores y el Bloque llegaron a acuerdos, pero el Bloque manifestó que tenía que consultar todavía este último Acuerdo con sus jefes y dejaban para el día siguiente la resolución definitiva. Si no hubiera sido por esta condición, los mismos embajadores hubieran ido esa misma tarde a hablar con el Señor Presidente. Yo les insistí en que era correcto apresurar ésto, porque era una noche más que se les obligaba a los ocupantes a dormir mal cuando se podían evitar incomodidades, y también que el día siguiente era sábado y que era más difícil, audiencias y todos estos trámites oficinezcos. Sin embargo, se quedó que hasta el día sábado, mañana, los embajadores serán avisados por la Comisión del Bloque para concertar lo definitivo y poder así asistir a la petición que hará el Cuerpo Diplomático, los cuatro embajadores, al Señor Presidente.
Por la noche fui con Mons. Revelo a visitar a Mons. Modesto López en Catedral y a los ocupantes de la Catedral, ya que en la audiencia de Mons. Revelo con el señor Presidente, el Presidente, le dijo que podíamos ir a Catedral siempre que quisiéramos, ya que él iba a avisar a la policía que aún cuidaba aquel lugar. En la esquina, siempre, que da al Palacio Nacional, estaban las autoridades de ese cuerpo que vigila y nos hicieron dejar allí el carro, y nos condujimos a pie, acompañados del coronel a la casa conventual de la Catedral.
Hemos hablado con Mons. Modesto López el cual está tranquilo, normal y después fuimos a hablar con el grupo de los que ocupan la Catedral. Hay buen espíritu, no hay enfermos de gravedad, hay comida ya que de CARITAS les han proporcionado. Estuve aprovechando para dirigirles un poco una orientación cristiana a todos, llamándoles a la verdadera liberación que es la del pecado y a un amor a Jesucristo que excluye todo resentimiento, todo odio, toda frase disonante del cristianismo. Luego platicamos con los dirigentes, son unos cinco muchachos, con quienes compartimos las noticias que les traíamos, tanto de la reunión de embajadores como de la entrevista con el Presidente. Ellos esperan órdenes de sus jefes para desocupar la Catedral, lo cual no sucederá mientras no tengan garantía de conseguir sus objetivos. Por lo cual, aunque abrigan las esperanzas de que todo se arregle mañana sábado, sin embargo, creen que puede prolongarse esta toma de la Catedral.
Se nota en ellos que no hay mal espíritu contra la Iglesia, pero que tampoco les interesan mucho los intereses de la Iglesia en cuanto a su celebración del domingo y que prefieren sus intereses del grupo de organización que tienen.
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