Introducción
En el texto Psicología de las masas y análisis del yo Freud explica a las masas sobre la base de los cambios que tienen lugar en la psicología de la mente individual. La importancia del análisis radica en comprender el vinculo que hay entre el yo y el modo de actuar del mismo en masas.
Por su parte el texto Historia y psicología de Horkheimer, intenta dar comienzo a la indagación de las propuestas psicoanalíticas para el análisis del individuo inmerso en la sociedad. Por lo que a través de estas indagaciones podremos observar el papel que le corresponde a la psicología en una teoría de la historia social.
Comenzare realizando la distinción de lo Freud entiende por masas y la importancia de su papel en el análisis del yo. Para luego abordar la postura de Horkheimer en relación a la inserción de la psicología en el ámbito de la teoría crítica.
Desarrollo
En primer lugar, para la formación de las masas, es necesario que entre los individuos que la componen existan lazos. Para Freud estas relaciones reciprocas se dan a través de ligazones libidinales, el amor por lo ajeno, el amor por objetos, y por libido hacemos referencia a la energía proveniente de las pulsiones que tienen que ver con lo que llamamos "amor". Estas pulsiones de amor se encuentran desviadas de sus metas originarias (metas sexuales), tratándose de esta manera de investiduras de objeto. La pulsión es vista como anhelo de objeto y a través de esto es posible reformular las condiciones de objetividad, es decir, las pulsiones mismas.
Además de estas disposiciones libidinales, en las masas encontramos lo que denominamos la identificación. La identificación se presenta como una de las primeras formas originarias de lazo afectivo, bajo el predominio de los mecanismos del inconsciente. Aquí el yo realiza un moldeamiento a imagen del otro, una masa es una multitud de individuos que han puesto un objeto, uno y el mismo en el lugar de su Ideal del Yo, a consecuencia de lo cual, se han identificado entre sí en su yo
Freud nos dice que en la masa la estructura psíquica desarrollada en los individuos es derribada y manipulada por lo inconsciente, lo reprimido, y es en esta instancia en donde desaparecen las inhibiciones y son llamados a la libre satisfacción pulsional todos los instintos desapareciendo así la conciencia moral del individuo. "…el individuo, al entrar en la masa, queda sometido a condiciones que le permiten echar por tierra las represiones de sus mociones pulsionales inconscientes. Las propiedades en apariencia nuevas que entonces se muestran son, justamente, las exteriorizaciones de eso inconsciente que sin duda contiene, como disposición constitucional, toda la maldad del alma humana[1]
Con lo dicho se muestra como el individuo en masa experimenta una alteración de su vida anímica, dando lugar a un proceso que apunta a una nivelación con los otros individuos integrantes de la misma. El cambio anímico de los individuos en masa se produce a través del influjo sugestivo, y es él mismo el que fuerza al individuo a obedecer a esa tendencia imitativa e induce al afecto. Además uno de los principales fenómenos que se muestran en la psicología de las masas es que el individuo al entrar en una pierde su libertad. Ya que él mismo al estar sujeto a una ligazón afectiva restringe su personalidad a favor de la masa, y a la vez esta psicología responde a un estado de regresión, es decir, a una actividad anímica primitiva como el de la horda primordial. "El carácter ominoso y compulsivo de la formación de masa, que sale a la luz en sus fenómenos sugestivos, puede reconducirse entonces con todo derecho hasta la hora primordial. El conductor de la masa sigue siendo el temido padre primordial, la masa siempre quiere ser gobernada por un poder irrestricto, tiene una ansia extrema de autoridad. El padre primordial es la idea de la masa, que gobierna al yo en remplazo del ideal del yo[2]
Es de suma importancia destacar el papel del conductor en la psicología de las masas. Freud entiende que las masas están gobernadas por lazos afectivos de dos clases: uno, la ligazón con el conductor y otro, la ligazón de los individuos entre sí. Estas ligazones se establecen como vínculos hipnóticos. En la hipnosis el individuo se encuentra en igual sumisión humillada, obediencia y falta de crítica hacia el hipnotizador como hacia el objeto amado tal como ocurre en el enamoramiento. El enamoramiento se presenta como una investidura de objeto de parte de las pulsiones sexuales con el fin de alcanzar la satisfacción sexual directa: "El objeto es tratado como el yo propio, se ama en virtud de perfecciones que se ha aspirado para el yo propio y que ahora a uno le gustaría procurarse, para satisfacer su narcisismo…[3]". En el caso de la hipnosis el hipnotizador ha ocupado el lugar del ideal del yo, el hipnotizador es el objeto único, por lo que, el vinculo hipnótico se presenta como una entrega enamorada que excluye la satisfacción sexual. Es aquí donde el individuo en masa, frente a su conductor, presenta las aspiraciones sexuales denominadas de meta inhibida. Freud nos dice que la perdida de cualquier conductor, el no saber a qué atenerse, lleva a la masa a desaparecer: "al desaparecer la ligazón de los miembros de la masa con su conductor desaparecen las ligazones entre ellos y la masa se pulveriza…[4]". En la masa el líder se presenta como la figura de un líder narcisista que mantiene y fomenta las demandas narcisistas y los deseos insatisfechos de los individuos en masa. El hipnotizador afirma encontrarse en posesión de un poder misterioso que arrebata al sujeto su voluntad, este poder es el mismo que los primitivos consideraban fuente de Tabú. Citando podemos observar el análisis que Freud realiza de esta característica a través de las dos masas artificiales que pone como ejemplo: "Rasgo iglesia y ejercito es que todos fueran amados de igual modo por uno, el conductor. Pero la exigencia de la igualdad de la masa solo vale para los individuos que la forman, no para el conductor. Todos los individuos deben de ser iguales entre sí, pero todos quieren ser gobernados por uno, el conductor".
Por otro lado encontramos a la Teoría Critica que propone abordar un proyecto interdisciplinar en donde confluyan la sociología, la economía y el psicoanálisis. En el texto Historia y psicología, Horkheimer, pretende promover la indagación por las propuestas psicoanalíticas para el análisis del individuo inmerso en la sociedad. Es decir, para comprender la historia como teoría crítica se hacía necesario lograr una comprensión adecuada del individuo. Mostrara así el papel que le concierne a la psicología en una teoría de la historia. Para él la historia es una realidad producida por el pensamiento de los hombres que se encuentran incluidos en la praxis histórica. Por lo que la historia, se transforma en la psicología de los hombres que viven en una determinada época histórica, y ofrece en cada periodo la idea que es actuante y que se despliega.
Para Horkheimer cuando se examina determinado periodo histórico es de importancia que se reconozcan las fuerzas y disposiciones psíquicas, el carácter y la capacidad de transformación de los miembros de diferentes grupos sociales, y la influencia que la economía tiene sobre las distintas realidades grupales e individuales (influencias Marxistas). Por lo que los contextos culturales, políticos, ideológicos, religiosos, son elementos importantes a la hora de profundizar en fenómenos colectivos que encierran actitudes individuales propias de cada sociedad:"…la teoría del ser en el hombre —así como cualquier antropología filosófica basada en una Ontología, que, a pesar de todo, sigue siendo estática— se transforma en la psicología de los hombres que viven en una determinada época histórica[5]La ciencia histórica a través de sus periodos tiene sentido en cuanto podemos comprender la Idea que se despliega en cada momento histórico.
Los individuos están incluidos en la praxis histórica, y la historia se presenta como una realidad producida por el pensamiento de los hombres incluidos en dicha praxis. Es relevante analizar a la psicología y la forma a través de la cual los impulsos que se desarrollan en la sociedad logran falsear la conciencia. "La raíz de este momento, especialmente importante desde el punto de vista del saber histórico, no está formada en modo alguno por meros manejos ideológicos… sino que la estructura psíquica total de estos grupos es decir, el carácter de sus miembros— se renueva de continuo en conexión con el papel que representan en el proceso económico"[6].
De esta forma la psicología de las masas obtiene sus conocimientos de la investigación de los individuos y de los factores psicológicos que los motivan a actuar de determinada manera. Por lo que para Horkheimer no hay un alma de las masas ni una conciencia de masas, la comprensión de este movimiento debe buscarse en la psique de los miembros individuales que forman los grupos y es a través de esta exploración en donde podemos llegar a investigar "como llegan a crearse mecanismos psíquicos por cuyo intermedio pueden permanecer latentes aquellas tensiones entre las clases sociales que, sobre la base de la situación económica, tienden a generar conflictos"[7].
Conclusión
Para Horkheimer el examen de las personas individuales, nos mostrara con mayor claridad el vigor de las disposiciones psíquicas que impulsan a la acción social, y además observaremos que las acciones de los hombres no se originan solo en sus tendencias físicas de auto conservación, ni solo en el instinto sexual directo. Observamos en esto la concordancia con Freud en cuanto que las pulsiones se hayan desplazadas de las metas de pulsión sexual directa. Y además en cuando ambos autores concuerdan que la no satisfacción de las necesidades físicas inmediatas puede ser reemplazada al menos en forma parcial o durante un lapso, por placeres de otra índole.
A Horkheimer le es de utilidad Freud, en cuanto le sirve para analizar cómo se desarrollan los mecanismos de la mente humana en el nivel individual, y como a través de esto podemos comprender determinados comportamientos sociales. Es decir la importancia de este análisis radica en entender cómo opera la ideología en términos psicológicos, y Freud nos muestra que el individuo sometido a la masa no parece coordinar entre la ideología individual y su accionar visto como irracional. Por lo que la formación de la conciencia aparece como colonizada de una ideología extraña al individuo. En la masa el accionar se presenta como inconsciente, dominado por la aspiración del super yo, por lo que para analizar el desarrollo individual histórico se hace necesario investigar a la psicología social del inconsciente.
Bibliografía
Horkheimer Max. Teoría crítica, Amourrot Editores-Buenos Aires–Madrid. Historia y Psicología (1932), 2003.
Freud Sigmund. Psicología de las masas y análisis del yo (1921), Editorial Americana-Buenos Aires. 1924
Autor:
Julia Oneto
Trabajo final de Teoría Social Clásica
[1] Freud Sigmund. Psicología de las masas y análisis del yo (1921), Editorial Americana-Buenos Aires. 1924. Pág. 71.
[2] Ibíd. Pág. 121
[3] Ibíd. Pág. 106
[4] Ibíd. Pág. 93
[5] Horkheimer Max. Teoría crítica, Amourrot Editores-Buenos Aires-Madrid. Historia y Psicología (1932), 2003. Pág. 24.
[6] Ibíd. Pág. 32.
[7] Ibíd. Pág. 33.