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UN LENGUAJE ESTETIZADO

Enviado por obicetempestad


Partes: 1, 2

    1. El lenguaje estético hedonizante.
    2. Un lenguaje que es sistema y es elemento sistémico.
    3. El lenguaje nos permite investigar lo real.
    4. Un lenguaje dominado por el diálogo.
    5. Un lenguaje mediado socialmente a lo global.
    6. Un lenguaje de indiferentes y no de tolerantes.
    7. Un lenguaje que es exterior?
    8. ¿Y la voz de los sin voz?
    9. Concluyendo.
    10. Excursus:

     

    1.-INTRODUCCIÓN.

    En la Introducción a la Filosofía del Lenguaje Acero, Bustos y Quesada apelan a la necesidad en el lenguaje de una teoría referencialista para ser correlato de la existencia. Sin un lenguaje cuyo contenido apunte a la realidad el lenguaje perdería parte de su funcionalidad. Afirmando esto con ciertas reservas, en este texto nos adentraremos en la historia del hombre.

    Toda época genera un modo de pensar, una forma de ver la existencia, unas expectativas, una serie de frustraciones y de problemas a solventar. Cada época es la aventura desaforada que se le plantea al hombre. Cada vida es un transitar que arroba a una rotunda existencia si nos enlodamos en ella. El lenguaje, precisamente en su intento de apuntar a lo real, nos acerca a ella.

    Dicen que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Me parece que detenerse en esta consideración nostálgica puede ser enjundiosa, aunque incompleta. Cualquier tiempo pasado fue muy bueno, excelente, irrepetible,…. En el pasado hubo hombres que, en cada siglo, posibilitaron respuestas a su mundo. Eso es un aldabonazo a seguir buceando en el mar. Encontrar buques naufragados desde los que extraer tesoros que nos hagan emerger y sumergirnos una y otra vez. Permanecer con los ojos reverberando emociones y pasiones estallantes. La vida es una aventura, ya lo he dicho, si deseamos que así sea. Sin embargo, los gestos consternados de nuestra época, las ilusiones apocadas de muchos o los barbarismos de otros parecen obligarnos a desistir de la utopía en la actualidad. ¿Qué ha pasado?

    He aquí un ilustrado de final del XVIII, en su biblioteca personal, leyendo una obra de Descartes o quizá de Rosseau. Quizá el padre de las hermanas Bennet de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen o la hija del protagonista huraño de Cumbres Borrascosas de Brönte también leyendo sin parar. He aquí un Darwin que no para de observar la naturaleza en su famosa islita o Kant encerrado construyendo su Crítica del Juicio intentando la cuadratura del círculo. Ayer serían considerados con gran simpatía social, hoy no sería extraño afirmarlos con un problema de relaciones que necesita ayuda psicoterapéutica.

    Y es que el mundo ha cambiado profundamente. Aunque pensar en ello no nos ocupe tanto tiempo como permanecer delante de un electrodoméstico (cuatro horas es ya la media de TV diaria por persona es España dicen, no estoy amonestando esta actitud, por el momento).

    Una característica define al hombre de nuestro tiempo: Surfea demasiado. Le gusta más percibir el huracanado sonido de emociones del último producto massmediático, antes que fondear lo ya dado y detenerse en sus bases. ¿Y acaso, se me dirá, el ilustrado no se retrepaba en sus sillones isabelinos escuchando música de cámara? ¿Acaso no se arrobaban los con las músicas de Bach o de Mozart? Por supuesto que sí.

    Por eso me parece estúpido levantar lanzas en una batalla destructiva contra la estética. A lo sumo la resituaremos. De una estética hedónica a una estética demiúrgica.

    En la Ilustración se vivió el siglo de las luces de la razón, la misma estética se postergaba todavía. La ontologización a que ya aludiera Platón en la estética se asumía con candor. El romanticismo nos la regaló, demasiado engalanada, pero fue un buen regalo.

    Por eso, el lenguaje ilustrado no pudo de dejar de ser claro y distinto, racional, científico, buceador y con escafandra. Debido a ello, su proyecto de progreso podía llevarse a cabo, porque se pusieron manos a la obra. De hecho, llegaron al lugar buscado: a "un mundo feliz" como el plateado por Laplace.

    El lenguaje actual es ESTÉTICO hedónico. Veamos sus características.

    2.-EL LENGUAJE ESTÉTICO HEDONIZANTE.

    1)Un lenguaje que es arrasador.

    Al ser fundamental y matizar toda la realidad con su aroma eclosionador lo que quede allende sus límites no interesa. No es que no exista sino que se mantiene orillado en las inmediaciones de lo que no se habla. Decía Píndaro que "las acciones hermosas no cantadas mueren", por lo que parece que el lenguaje sí que tiene mucho que decir en la realidad y su construcción. Si algo no se cuenta se olvida, por eso es importante ver las condiciones de aquello con lo que se canta, el lenguaje. Si el lenguaje actual es esteticista esto tendrá importantes repercusiones en lo que es el mundo para nosotros.

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