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Introducción a la Eyaculación Precoz (página 2)

Enviado por Analía Ramos

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Desde el punto de vista físico, inflamaciones en la uretra o próstata, pueden ser la causa de algún problema eyaculatorio. Pero los factores psicológicos son determinantes. Según Karl Abraham y otros especialistas, la precocidad es síntoma de una conducta neurótica. Para Freud, quienes padecen este disturbio en un nivel inconsciente acogen sentimientos de sadismo contra la mujer, por considerarla indigna de todo goce. El psiquiatra Clifford Sager, señala que procuran realmente llegar al orgasmo lo más pronto posible porque a un nivel inconsciente interpretan la intención de la mujer al retardar la eyaculación como un mecanismo de dominación. Para Masters y Johnson la formación de la sexualidad en los individuos juega un papel fundamental. Según un estudio a un determinado número de personas que padecían este disturbio, era muy común que en su adolescencia su sexualidad haya sido forzada a culminar muy rápido, debido a factores como: el trato con prostitutas, relaciones juveniles en el interior de coches, lugares públicos o por practicar el coito interrumpido, presuramientos que serían condicionantes de la eyaculación precoz.Otros autores como Wardell Pomeroy, coautor del informe Kinsey afirma que el principal factor desencadenante de la eyaculación precoz es la ansiedad. Dicho investigador sostiene que todo individuo experimenta mucha ansiedad cuando alcanza un alto grado de excitación, siendo para otros investigadores un factor indirecto de la precocidad eyaculatoria. Una de las terapias más efectivas para superar la eyaculación precoz fue la del Urólogo James Semans de la Duke University, Estados Unidos. Semans publicó en 1956 un pequeño estudio titulado "Premature Ejaculation": A New Approach (Eyaculación precoz un nuevo enfoque). En dicho estudio se desarrolló un tratamiento cuyo objetivo era prolongar el mecanismo reflejo neuro-muscular de la eyaculación. Consiste en estimular el pene durante la erección, hasta que el hombre experimente una sensación inminente de eyaculación. En ese momento la estimulación debe detenerse, para que la sensación se atenúe.

Posteriormente se reinicia, hasta que la sensación pre orgásmica aparezca de nuevo y, entonces, debe ser nuevamente interrumpida. Kaplan plantea una reformulación de la misma técnica. Para ella los métodos más eficaces son las que refuerzan gradualmente la percepción de las sensaciones eróticas genitales. Ella busca hallar en el paciente, el dominio sobre el reflejo de tensión sexual, porque para esta psiquiatra el principal factor de la precocidad no es la rapidez del reflejo orgásmico, sino la ausencia de control voluntario: "Los eyaculadores precoces no perciben claramente las sensaciones pre orgásmicas, lo que les priva, a su vez, del poder regulador de las influencias nerviosas superiores.

Dicha psiquiatra publicó numerosas técnicas mundialmente famosas, siendo la más conocida "la del apretón", la cual se realiza a través de numerosas fases, pero todos los ejercicios de ayuda, con sus variantes, provienen de la idea original de Semans. Finalmente, se debe tener presente que casi todos los hombres han tenido momentos en que tratando de obtener placer y satisfacción, se han excitado tanto que han llegado al orgasmo con demasiada rapidez. Trabajar en el autocontrol es fundamental para una buena relación sexual y dicha disfunción tiene solución. La mayoría de técnicas de ayuda están enfocadas para ser trabajadas en pareja y con un tiempo mínimo progresivo y constante de seis meses, pero también se desarrollan técnicas solitarias con excelentes resultados. No olvidar los factores psicológicos, el trabajo interior del paciente debe ir junto con el físico, viviendo más tranquilamente, sin menos ansiedad y culpa por dicha disfunción sexual.

En un artículo aparecido en la Revista Mujer de La Tercera, resultan impactantes los relatos de dos médicos, el urólogo Reynaldo Gómez y la psicóloga Fanny Muldman. En dicho artículo hablan en torno al problema de la eyaculación precoz. Éste problema que afecta hoy a 1 de cada 3 hombres, tratando de ahondar en las causas de éste problema. El artículo dice así: "Antes el hombre no se preocupaba por el tiempo de duración del coito ni por el control del reflejo eyaculatorio.

La sexualidad era contemplada sólo para fines reproductivos y no como una forma de comunicación y expresión de afectividad". En los 60"s con el auge de la píldora anticonceptiva y la salida de la mujer al mercado laboral, se produce un cambio en 180º a los usos y valores de la sexualidad: hoy se concibe una sexualidad destinada al placer y otra a la reproducción sexual, aunque a veces pueden coincidir. En los 70"s la eyaculación precoz comenzó a considerarse dentro de las llamadas disfunciones sexuales. En la actualidad el hombre es exigido por la mujer y por ello se auto impone prolongar la duración de la relación sexual sin eyacular.

Se define como eyaculador precoz al hombre que no puede ejercer control voluntario y razonable sobre el reflejo eyaculatorio, dejando insatisfecha a su pareja sexual en más del 50% de los casos. Hoy el sexo está tan a la mano, tan desprovisto de misterio, que ha perdido su esencia. Los jóvenes se exponen a vivencias sexuales sin estar preparados, no sólo por falta de educación, sino porque lo enfrentan sin vínculo afectivo con la pareja. Esto es tremendamente estresante para el hombre, porque tiene que ir a la segura, quiere quedar como rey, sin entender que el sexo es una consecuencia y no un objetivo. Son muy frecuentes entre los adolescentes los juegos masturbatorios grupales, donde la rapidez de la eyaculación es aplaudida y alabada. Esto sumado a creencias populares erróneas, como la que señala que a mayor rapidez, mayor número de relaciones sexuales. La doctora Muldman agrega: "Estos hombres, en general, tienden a preliminares amorosos muy breves por temor a perder la erección. La pareja, entonces, no alcanza un estado elevado de excitación suficiente para llegar al orgasmo a través de la penetración. En muchas ocasiones, los varones culpan a la mujer del problema. Ellos, por lo general se ponen muy tensos, le tienen terror al juego erótico, por que temen excitarse demasiado y eyacular extravaginalmente, por lo tanto el encuentro sexual suele ser torpe, mecánico, poco natural. Se concentran tanto en la eyaculación que no permiten que se los toque, se muestran distantes frente a su pareja". Explica Muldman. La mujer comienza a experimentar un gran resentimiento, porque siente que es una falta de deferencia hacia ella. Se produce generalmente una ruptura de la comunicación afectiva, sensual y erótica. El hombre por otro lado se siente desmotivado hacia la sexualidad y su propia imagen, su masculinidad, se

desvaloriza. Si ésto evoluciona mucho, puede llegar incluso a la impotencia psicológica.

El famoso sexólogo William Reich, en su libro "La Función del Orgasmo", afirma que la eyaculación precoz (escrita en algunos lugares de baja educación como ellaculacion precoz) es vivida como una "evacuación seguida de una sensación de

insatisfacción". .

En los casos más graves, el fluido seminal se libera sin control ni presión por un pene flácido y lánguido. "Es la peor humillación que un hombre puede experimentar frente a su pareja".

  • 1. Una definición más exacta de la eyaculación precoz

El diccionario de la RAE, define eyacular como "Lanzar con rapidez y fuerza el contenido de un órgano, cavidad o depósito, en particular el semen del hombre o de los animales" y precoz como "Proceso que aparece antes de lo habitual".

Existen varias expresiones sinónimas de eyaculación precoz, tales como eyaculación prematura, eyaculación rápida, eyaculación inoportuna, falta de control de la eyaculación, y control eyaculatorio inadecuado o pobre.

Hasta antes de las investigaciones de Kinsey (1948), en occidente el hombre no se había preocupado por su tiempo de duración coital ni por la velocidad de su eyaculación. Con anterioridad a la década de los setenta, la eyaculación precoz era considerada como un subtipo de impotencia, la que era definida como "la imposibilidad de practicar normalmente el coito vaginal. Comprende trastornos de la erección y de la eyaculación". Mientras que para otros autores "la impotencia psíquica puede afectar…los actos preparatorios, la erección (que puede ser incompleta o estar ausente), la eyaculación (que puede ser retardada, selectiva o precoz) y los trastornos del orgasmo (que pueden ser totales o parciales)."

Con posterioridad a los estudios de Masters y Johnson en los años sesenta y setenta, la eyaculación precoz es reconocida como un problema independiente de la impotencia, sin embargo, surge la dificultad de definirla con precisión. A lo largo de la historia, se la definió acorde a diversos criterios, que apuntaban al tiempo de duración coital (30 segundos), al número de movimientos peneanos intravaginales, o al porcentaje de orgasmos alcanzado por su pareja.

Para algunos autores, la eyaculación precoz es aquella que se produce antes de la penetración, siendo eyaculado el semen fuera de la vagina. Es así como Kusnetzoff, hace una distinción entre eyaculación precoz y rápida. "La eyaculación puede suceder antes de la introducción vaginal (eyaculación precoz verdadera) o casi inmediatamente después de introducir (eyaculación rápida)". Sin embargo, para otros autores, se trataría de una eyaculación ultraprecoz. Existe una línea teórica que entiende como precoz a aquella eyaculación que se produce fuera de la vagina o a los pocos instantes de la penetración. Gindin y Huguet establecen una diferencia entre lo que denominan eyaculación ante portas ("antes de la puerta") o inter femora ("entre las piernas") que "comprende los casos de eyaculación cuando se está por introducir el pene. El eyaculado se produce entre las piernas o nalgas de la pareja", con la eyaculación precoz, donde lo más común es que la eyaculación y el orgasmo tengan lugar al poco tiempo después de la introducción del pene, en menos de veinte segundos y con no más de diez a quince movimientos.

Sin embargo, lo esencial y característico es la imposibilidad de decidir el momento para eyacular o de tener control voluntario y no el tiempo o el número de movimientos.

Otra línea teórica, se centra en el tema del control del reflejo eyaculatorio por parte del hombre. Entre los principales autores que siguen esta línea, se encuentran:

– Helen Kaplan, la cual afirma que un hombre con problemas en la fase orgásmica no tiene control sobre el orgasmo. "El aspecto crucial de la precocidad es más bien la ausencia de control voluntario sobre el reflejo eyaculador, independiente de si esto se da después de dos impulsos o cinco, de si ocurre antes de que la mujer alcance el orgasmo. Podemos decir, pues, que existe eyaculación precoz cuando el orgasmo se da de una manera refleja, esto es, cuando se halla fuera del control voluntario del individuo una vez alcanzado un intenso nivel de excitación sexual".

– Masters, Johnson y Kolodny siguen esta línea teórica cuando definen a la eyaculación precoz como una "eyaculación incontrolada durante los escarceos amorosos, o bien cuando el hombre intenta la penetración, o al poco de iniciado el acto sexual".

Sin embargo, para otros autores, la esencia del diagnóstico, de la definición y de la calificación de precoz de la eyaculación, se encuentra en la opinión "subjetiva" de al menos uno de los miembros de la pareja: Es así como para Alex Comfort, denomina precoz "a la eyaculación que se produce antes de lo que desean ambos componentes de la pareja".

Una definición más completa de esta línea es la que da la American Psychiatric Association (APA) en el DSM-IV, donde se refiere a la eyaculación precoz diciendo que "la característica esencial de la eyaculación precoz consiste en la aparición de un orgasmo y eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexualmínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración y antes de que la persona lo desee".

Masters, Johnson y Kolodny distinguen acorde a la intensidad del problema, a los casos más graves, donde la eyaculación sobreviene de modo invariable antes de la introducción del pene en la vagina; a los casos menos extremos donde la eyaculación se produce cuando se intenta la penetración o a los pocos segundos después de la misma; mientras que la forma más leve es aquella en la que los hombres consiguen contenerse hasta que ya están practicando el coito, pero pierden el control tras unos cuantos movimientos peneanos intravaginales. Los temas del control y de la subjetividad se pueden observar en la definición que dan Gindin y Huguet, al calificar a la eyaculación como precoz cuando "se presenta mucho antes de lo que el sujeto desea. Se define por la ausencia de su control voluntario". Según Masters, Johnson y Kolodny, "tener una pauta prolongada de eyaculaciones claramente rápidas es el distintivo de la eyaculación precoz. Por este motivo, los hombres que tienen problemas para controlar la rapidez de sus eyaculaciones sólo en determinadas circunstancias no sufren realmente esta disfunción". No estamos totalmente de acuerdo con ninguna de las definiciones anteriormente mencionadas por considerarlas parciales.

Respecto a las que se centran en el tiempo, coincido con Masters, Johnson y Kolodny, quienes afirman que considerar como criterio determinante de la eyaculación precoz el que ésta ocurra "poco después de la penetración es algo sometido a debate.

Algunas parejas piensan que el coito supuestamente debe acabar en unos diez a veinte segundos y están perfectamente contentas con esa situación, mientras que otras parejas se sienten angustiadas o decepcionadas si el varón no es capaz de aguantar quince minutos de vigorosas acrobacias coitales". En relación al control voluntario absoluto, estos autores critican la parte que se refiere a que la eyaculación ocurre antes de que lo quiera la persona, ya que para ellos la eyaculación es "al fin y al cabo una reacción refleja que habitualmente no está sujeta a un estricto control de la voluntad, razón por la cual, a pesar de que muchos hombres desean tener un mayor poder de contención en sus relaciones sexuales, en este caso el deseo o voluntad no hacen mucho para definir si existe un problema".

Consideramos para una adecuada definición de eyaculación precoz los tres aspectos esenciales de los postulados de la gran mayoría de los autores antes mencionados, pero de manera interrelacionada. Es decir, encontrándose involucrada una combinación de los aspectos relativos a la subjetividad de la pareja, al tiempo de duración del coito intravaginal y al control, pero éste último respecto del grado de excitación y no del reflejo eyaculatorio en sí. De acuerdo a lo anterior, consideraremos como precoz a aquella eyaculación anterior a la penetración o en lo que la pareja considere un breve tiempo después de ésta, en donde el hombre no posee un control de voluntario del nivel de excitación previo al momento de inevitabildad del reflejo eyaculatorio y que al menos uno de los miembros lo experimente como un problema.

Un estudio revela que el tiempo medio de las relaciones sexuales de los hombres que padecen eyaculación precoz es de 1,8 minutos. Factores como el estrés y la ansiedad influyen de manera decisiva en esta disfunción masculina.

El exceso de excitación es uno de los factores que puede desencadenar la eyaculación precoz, la disfunción sexual masculina más frecuente. Un nuevo estudio revela que los varones afectados por este trastorno tardan una media de 1,8 minutos en eyacular desde que empieza la relación sexual, frente a los 7,3 minutos que duran los hombres sin este problema. El trabajo, que se publica en "Journal of Sexual Medicine", demuestra que las personas que sufren eyaculación precoz también padecen más estrés e insatisfacción personal y mantienen una relación más tensa con su pareja, ya que ésta sufre las consecuencias de la "rapidez sexual" del varón. "Cuando hay un problema de eyaculación precoz la relación sexual es insatisfactoria para la mujer, porque casi no tiene tiempo de disfrutar", explica el doctor Carlos Hernández, jefe del Servicio de Urología del hospital Gregorio Marañón en Madrid.

Para llegar a estos resultados, unos investigadores analizaron durante cuatro semanas las relaciones sexuales de 1.587 varones mayores de 18 años con pareja estable con el objetivo de intentar definir con más precisión en qué consiste la eyaculación precoz, ya que no existen muchos trabajos sobre el tema. Los científicos, de la Universidad de Washington en Seattle, la Universidad de Minnesota, la Facultad de Medicina Robert Word Jonson de New Jersey y de la Universidad Valparaíso en Indiana, todas en Estados Unidos, dieron a las compañeras sentimentales de los participantes en el estudio un cronómetro para poder medir el tiempo que tardaban los hombres en eyacular. Así, observaron que los 207 varones, de los más de 1.500 analizados, a los que se les diagnosticó eyaculación precoz no duraban más de dos minutos en la práctica del sexo, mientras que el resto podía controlar la eyaculación durante más de siete minutos (7,3). Como si no fuera suficiente con padecer esta disfunción sexual, el 64% de los eyaculadores precoces sufre angustia personal, el 31% reconoce que no está satisfecho sexualmente y un 72% confiesa no tener ningún control sobre su eyaculación, lo que les genera una situación de estrés.

Tratamiento Para la eyaculación Precoz:

  • 1. EJERCICIO: TOMA DE CONCIENCIA DEL PROPIO CUERPO

EJERCICIO: RESPIRACIÓN

  • Inspiración abdominal

  • Inspiración abdominal y ventral

  • Inspiración abdominal, ventral y costal

  • Espiración

  • Ritmo inspiración –espiración

  • 2. La Técnica de Detener – Comenzar o Masturbación Controlada.

  • 2. Técnica de los Ejercicios de Kegel

  • Localización de los músculos pubococcígeos (PC

  • Contracción de los músculos pubococcígeos

  • Aumento de repeticiones

  • Series rápidas e inclusión psicológica

  • Aumento de repeticiones

  • 3. Técnica de Parar y Apretar

  • Técnicas para controlar la excitación

  • Técnica de la zona anti eyaculatoria

  • Técnica del control de la respiración

  • Penetración:

  • La importancia de la relajación y la seguridad en sí mismo

  • 4. Posturas que retardan la eyaculación

El hombre se relaja y apoya todo su cuerpo y la mujer se incorpora levemente, logrando así una penetración profunda. El ritmo lo lleva ella y el movimiento que sale con más facilidad es el arriba-abajo que la mujer debe realizar sobre su compañero. Las manos de ella pueden tocar el pecho de él y viceversa.

Esta postura clásica también se realiza con la mujer en la posición dominante, lo que resulta muy excitante para muchos ya que modifica sustancialmente lo tradicional en la "Cara a cara" que es el hombre sobre la mujer. De esta forma ella puede frotar su clítoris en el vientre de su compañero con más facilidad y según su antojo. Es ideal para las mujeres a las que les cuesta llegar al orgasmo y necesitan una estimulación muy directa del clítoris y los labios vaginales. Además el hombre puede tocar los glúteos de su compañera y atraerla hacia su cuerpo con fuerza tomándola de las nalgas.

El hombre se sienta (preferentemente en una superficie dura, no la cama), con las piernas flexionadas y se toma la parte posterior de sus rodillas. De esta manera, recibe a la mujer que se hace penetrar acomodándose en el espacio que queda entre las piernas de él y su tronco.

El presiona con las rodillas el cuerpo de su compañera, la atrae hacia el suyo provocando el vaivén de ambos mientras, por ejemplo, le besa los pechos que están a la altura de su rostro.

Bibliografía

l. La Sexualidad Humana. 3 volúmenes. Master, Johnson y Kolodny. Ed. Grijalbo.

2. El placer de amar. Confort, Alex. Ed. Blume.

3. Homosexualidades. Informe Kinsey. Kinsey, A. Ed. Debate.

4. Manual de Sexología. Zwang,G. De.Toray-Masson.

5. Información sexual para jóvenes. Claeson, B.H. Lóguez ed. 1988.

6. Educación Sexual. López Sanchez, F. Fundación Empresa-Universidad. Madrid. 1990.

7. La nueva terapia sexual. 2 volúmenes. Kaplang, H. Ed. Grijalbo.

8. The joy of sex. Confort, Alex. De. Grijalbo.

9. Trampas y claves sexuales. Calvo, M. Ed. lcaria.

10. La eyaculación precoz. Kaplang, H. Ed. Grijalbo.

11. El sentido del Sexo. Kaplan S., H. Ed. Grijalbo. Barcelona. 1981.

 

 

Autor:

Analía Ramos

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