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El espíritu de la prospectiva I

Enviado por josefredy


    Puesto que vivimos rodeados de posibilidad, somos seres-en esperanza con la suerte aún no echada, frente a las infinitas fronteras de lo posible, oyendo, esperanzados, la melodía del futuro. Pablo Mora.

    La prospectiva es una disciplina que concita el interés de muchos intelectuales, científicos, y adeptos de diferentes corrientes del saber, pues ven en ella, la reformulación de sus profesiones y el relanzamiento de los conceptos fundamentales de su formación, a través de este elemento renovador del pensamiento.

    Sin embargo, son muchos los que se acercan a la prospectiva con una idea vaga pretendiendo que esta se preste a cualquier abordaje del futuro o a cualquier consideración que lleve la palabra futuro.

    Otros sin embargo, llenan la disciplina de tantos técnicas, rimbombancias y parafernalias que hace tan difícil pensar en que esos abordajes de futuro, sean una iluminación del presente con la acción futura (Godet), o que en el ejercicio se haya elaborado un constructo-indicando un camino que permita hacer el futuro deseado mas probable que las demás alternativas de futuro.

    Muchos son los que confunden prospectiva con cualquier pensamiento banal sobre el futuro, es entonces cuando escuchamos: "usted debe pensar prospectivamente", indicado con ello que debe pensar en o para el futuro, como si el ejercicio de hilvanar pensamientos sobre el futuro se tornara de por si en prospectiva. Gaston Berger, nos comenta que no todo pensamiento futuro es prospectivo: se puede soñar en el año 2025 de la misma manera que en el Egipto de Ramsés II.

    Es mi interés poner relieve en un camino ya trazado por los estudiosos de la prospectiva, pero que sin embargo, se desvanece en las construcciones de la rimbombancia, la parafernalia con intentos de hacer de la prospectiva una moda y colgarle cuanta consideración rara y novedosa parece interesarle a los practicantes de la nueva disciplina, que a decir verdad, no es moda y perdurará por muchos años, digo mejor, llegó para quedarse.

    Quiero entonces comentar en principio que es urgente, llamar en nuestro auxilio a Pierre Massé, Gaston Berger, Beltrand Jouvenel y Maurice Blondel, pero se que ellos alzaran el grito y sorprendido dirán ¡oh cuanto se ha perdido la esencia, por favor hagan prospectiva de rigor, pero liberen la disciplina de tanto tecnicismo.

    Es necesario regresar a la esencia, al espíritu de la prospectiva, de eso quiero ocupar el resto de estas líneas. Pero antes debo indicar que soy un profundo admirador de la escuela francesa, y son necesarias las técnicas por ellos empleadas, solo que me preocupa el uso que tienen estas en muchas consideraciones de futuro, parece ser que la prospectiva se contrae al uso de técnicas y dependiera exclusivamente de los procedimientos, técnicas y métodos, cuando en verdad la prospectiva es una construcción humana, que no aparece por arte de estos aspectos referidos anteriormente, sino por la voluntad que tienen los actores de construir un futuro diferente de la fatalidad(Godet).

    Desde luego que esto hay que darle un rigor conceptual y metodológico y una sistematización que resulte comprensible para hacer la lectura correcta, sin embargo, prospectiva, no es la técnica, prospectiva no es el procedimiento, prospectiva es la actitud, el espíritu, la voluntad y el quehacer rebelde del pensamiento, que busca ante todo construir el futuro que el ha imaginado, de ese modo la prospectiva llega a ser, "El aprendizaje de la distancia; la negativa a mantener el molde y en tal sentido romperlo, para buscar las coordenadas del futuro, teniendo como plataforma y motor de recorrido la voluntad que tienen los actores de construir a partir de la estrategia creativa e innovadora, un futuro deseado, que intentan con todos y por todos los medios hacer mas probable que los demás opciones de futuro".

    EL ESPIRITU DE LA PROSPECTIVA

    Cuando todo parecía que nuestra condición pasada, presente y futura era y sería como nos habían dicho, es decir aceptar la realidad única, y que además, la línea de sucesos sería como siempre una proyección del pasado, entonces apareció la prospectiva para bociferar un rotundo NO., en una sociedad que se acostumbró a rendir culto a la costumbre de ver las cosas como nos la habían teorizado, verbalizado y hasta cantado, aparece una disciplina – o mejor dicho en palabras de Godet, una indisciplina – que no acepta los condicionamientos sociales, su principal móvil es la rebeldía contra la tiranía del determinismo social, económico, ambiental, cultural, etc.

    La prospectiva muestra una aversión por estereotipos, no cree en imaginarios, no acepta palabras como: "nosotros somos así", manifiesta una irreverencia contra todo sistema de domesticación social para mantener la inercia de condicionamientos que vulneren la dignidad y voluntad del individuo, las empresas y los grupos humanos. Emprende una rabiosa y radical persecución contra todo discurso de avasallamiento, domesticación y rutina que mantengan el estatus quo.

    Un libre discurso, un libre sueño, una libre proclama, un libre movimiento por conquistar para los individuos, los grupos humanos el futuro que anhelan, y en el propósito de alcanzar esta conquista se emplean los medios que sean necesarios, Godet, por ejemplo, habla de la Anticipación para cambiar el rumbo de la acción, otros hablan de la construcción desde el presente para labrarse el futuro que uno quiere, otros como Tomas Miklos nos hablan de la estrategia para hacer que el futuro deseado sea mas probable que las demás alternativas de futuro, sin embargo, todos estos intentos la prospectiva debe acompañarlo de su espíritu; a saber la rebeldía que busca por todos y con todos los medios si es preciso LA CONSPIRACION para que el futuro sea diferente, por ello la prospectiva no es solamente un asunto de visualización de futuro e iluminación de la acción presente, es un asunto de rebeldía para que el futuro no solamente sea como hemos soñado, y en efecto vamos a construir, sino que es un asunto de conspiración para que todo eso pueda ser posible, probable y realizable; sin conspiradores no hay garantía real de lograr nuestros mas grandes anhelos.

    Según informes de inteligencia, detrás de los grandes cambios mundiales han estado movimientos de conspiración, no me refiero a la conspiración perversa, sino aquella que puede levantarse contra sistemas asimétricos y construir un derrotero estratégico que busca hacer ruptura y minar poco a poco o con gran intensidad la dinámica imperante.

    El término usado por Godet para prospectiva, a saber: INDISCIPLINA INTELECTUAL, es pertinente, oportuno, y necesario. Nada más irreverente que la prospectiva. Ella es quien le susurra a Nelson Mándela que contra todos los pronósticos el Apartheid en Sudáfrica puede acabarse.

    Es la prospectiva que le sugiere a un Ingeniero de SHELL – contra toda lógica– que el futuro de los combustibles fósiles, no es negocio sostenible para la compañía. La prospectiva envía susurros a los chinos indicándole abordar el largo plazo para empoderarse de la formación científica y tecnológica de occidente y en ese orden de ideas ponerse a la vanguardia (casi a la par) de las potencias mundiales en el siglo XXI., fue la prospectiva quien proveyó a Japón de herramientas para convertirse en líder de la industria manufacturera, una vez terminó la segunda guerra mundial.

    Hacer prospectiva no consiste – solamente – en poner en acuerdo de voluntades a un grupo de actores para formular un documento llamado estudio prospectivo, se puede hacer prospectiva, sin documentar el plan de irreverencia, rebeldía y conspiración.

    Sin embargo, la prospectiva debe asumirse en términos de rigor(conceptual y metodológico) por ello, es necesario la formulación , pero la prospectiva no se agota en la formulación del estudio, porque cuando se ha hecho esto, apenas se ha enunciado el derrotero, la verdadera conspiración está en poner en marcha el quehacer rebelde, la acción constructora e imponer la irreverencia; desde luego que la puesta a punto y consolidación de estos elementos – como dijera Wiston Churchil en la segunda guerra mundial – cuestan sangre, sudor y lágrimas.

    Los términos, rebeldía, irreverencia y conspiración en cierta medida aluden a un término que comúnmente se ha llamado proactividad, sin embargo, yo prefiero usar los anteriores.

    Por no interiorizar el espíritu de la prospectiva, muchos estudios carecen de esencia, y aluden sobre lo que puede pasar y tiene mayor probabilidad de ocurrir, como si solamente debiéramos prepararnos para eso. Sin embargo, el espíritu de la prospectiva, nos introyecta una esencia que nos dice que aquello que puede pasar lo podemos definir nosotros, o en su defecto hacer que aquello que pueda pasar, tenga para nosotros un impacto diferente al ser utilizado para lograr nuestro anhelos.

    Gaston Berger nos comenta: El futuro no es sólo lo que puede "llegar a pasar " o aquello que tiene mayor probabilidad de ocurrir, también es, en una proporción que no deja de crecer, lo que nosotros hubiéramos querido que fuera.

    La prospectiva rechaza toda complicidad con el azar, argumentando que este es pernicioso para el cambio deseado, dado que nos monta en el tren del determinismo que tiene (casi siempre) como único destino la fatalidad. El fin de la prospectiva, no es decirnos como va a ser el futuro, sino de poner en circulación explosivos mentales destinados a minar las murallas de la costumbre y de la inercia, para tener la voluntad no solamente de conspirar contra el presente formulando el texto de rebeldía, sino conspirar contra el presente – en pro del futuro – construyendo, paso a paso, y ejecutando sin tregua el plan concebido.

    Es un asunto de acción, de movilizar el quehacer presente para cambiar la realidad lejana; es el futuro (objetivado) quien (entendido como sujeto activo) – nos envía mensajes de conspiración- introduce el desorden, la irreverencia y desde lo lejano nos dice qué acciones comportar para llegar hasta el.

    En este camino, hay que romper con los moldes, y requiere desprenderse, hacer ruptura con lo tradicional, tiene que haber quien renuncie de antemano al coro de aplausos que premian la sumisión a un sistema de valores destinados a defender los intereses del más bajo conservadurismo .

    Los prospectivistas no andamos preocupados por lo que es mas probable que suceda (hasta desesperarnos o viceversa) , pues nuestra tarea es levantarnos por encima de los acontecimientos emergentes, los hechos del presente y ponernos tan alto en el análisis, de modo que podamos ver a lo lejos (Gaston Berger) y en tal sentido, señalar nuestro destino y lo mas importantes construir senderos al futuro y empeñar toda nuestra voluntad y la de otros por vía de construcción, conspiración o estrategia para hacer el recorrido al futuro.

    El espíritu prospectivo, alude al sentimiento, a la esencia, a las potencias del alma impregnadas del concepto según el cual el futuro depende única y exclusivamente de lo que hagamos o dejemos de hacer en el presente.

    Para ello, debemos ser indisciplinados, perversos y conspiradores. Indisciplinado para ver que hay más de un camino para resolver un mismo problema, encontrando que la forma más fácil de resolverle, no es siempre lo más difícil. Para ello, necesitamos integrar los distintos conocimientos, avances y visiones, esto es: el uso de más de una disciplina, siempre resuelve mejor un problema. Y si esto no puede ser considerado por la ciencia convencional como "disciplina", pues entonces somos unos indisciplinados, porque hacemos uso de varias de ellas para nuestros análisis, investigaciones y asesorías, siendo a la vez multi e interdisciplinarios, lo cual no se logra de otra forma que con una gran disciplina, científica y humana.

    Perversos y conspiradores para descolonizar el futuro y cambiar el status quo, las tendencias y la concepción lineal de las cosas. Ello nos permitirá romper los esquemas establecidos y dar respuesta a preguntas como ¿qué pasaría si…? Y ¿por qué no?

    A fin de cuentas estos planteamientos a lo más que nos llevarían es a ser considerados como "conspiradores del futuro", "perversos seres que atentan contra el status quo" e "indisciplinados sin un objeto de estudio, sin leyes y teorías que a través de experimentos puedan repetirse cuantas veces sea necesario, aún cuando queda la posibilidad de que en alguno de los casos estas no se cumplan". Finalmente cabría el aliciente de que la sociedad es tan compleja que no puede ser interpretada por simples formulas matemáticas, leyes, teorías o experimentos, por más complejos que sean, pues la realidad social, cultural y política es más que eso y no menos importante que la reproducción, vida o desarrollo del resto de los seres vivos que habitan el planeta y su entorno, que del suyo también es complejo de entender e interpretar con exactitud. A fin de cuentas, ¿no bien vale la pena luchar, vivir, trabajar por la construcción de un mundo mejor? Aquí es donde la utilidad de la prospectiva hace que su cientificidad o no, pase a un segundo término.

    En tal sentido, podemos construir nuestros escenario más deseados, sin dejar de lado su factibilidad y con la única condicionante de que: "si lo podemos soñar, lo podemos crear", base de la cual ha partido la consecución de todos y cada uno de los avances que ha logrado el hombre para facilitarse su existencia, sólo por nombrar algunos: el avión, el automóvil, la computadora, el viaje a la luna y, en general, la conquista del espacio.

    El Filosofo griego, Protágoras algunas vez sentenció: "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son, por que son, y de las que no son por cuanto no son". Es el hombre quien determina el limite o lo extiende, su voluntad puede adquirir una condición elástica, a la cual se le puede exigir hasta el máximo (sin que se sepa cual es el máximo), es un concepto traído del voluntarismo.

    La literatura cristiana parece corroborar esto en el Génesis cuando Yaveh crea al hombre, le plantea el señorío sobre el cosmo, estaba destinado a dominarlo, y en tal sentido el hombre denomina, configura y establece nombres de géneros animales, (amen de que el señorío era completo en toda la natura) y los nombres que el estableció quedaron como tal, en ese sentido desde los comienzos el hombre nos ha sido presentado como la medida de todas las cosas.

    El hombre se concibe entonces como un ser de acción que, establece la medida, en cuanto él como autogestionario debe conservar el señorío, la administración del cosmo. Esto nos plantea, que al hombre, no le es natural, por origen y por misión existencial sufrir los condicionamientos externos del avasallamiento y la fatalidad sin que esto no desate una rebeldía del espíritu.

    La prospectiva subyace en el mismo espíritu natural de la humanidad, siendo por ello necesario adoptar la indisciplina cuando las dinámicas no son propicias, es por ello que la prospectiva no se casa con paradigmas, con modelos, con esquemas, solo los adopta en tanto que estos coayuvan a lograr sus fines. Es importante anotar que la indisciplina, la irreverencia y la rebeldía no siempre son connaturales a la prospectiva, sin embargo, constituyen el espíritu más común en una época donde los espíritus naturales que buscan su libertad para elevarse sufren el flagelo de la domesticación.

    De ese modo las sociedades, las empresas y los grupos humanos que no asumen el espíritu de la prospectiva, les toca optar por la resignación ante la "condena" de ser "tomadores" de situaciones estratégicas ajenas y la imposibilidad de controlar las grandes pautas de la situación estratégica actual o "a futuro" .

    Siendo el hombre la medida de todas las cosas, esa condición pone limites a la acción, pues no todo, puede controlarlo, y en ese caso, es la medida, pues no existe otro sujeto que entre en operación, es solo él; esto presupone una debilidad que reclama ser compensada, el gran clamor de la prospectiva es que por favor la estrategia se encargue de esto, ¿lo logrará la estrategia?, el gran drama de la prospectiva, es que aunque su rebeldía y su irreverencia no tienen limites, si lo tienen la acción del hombre – se comprende entonces que el hombre es la medida de las cosas y aquellas melodías del futuro que escucha, a veces están puesta en unas notas muy altas para su interpretación(accionar).

    Los actores que deben abordar un problema, o el actor en abstracto, halla que su decidida acción crea una reacción en otros actores, y que lo que piensa construir depende de la visión de otros actores que han establecido su planteamiento estratégico reforzando la dinámica contra la cual él se ha rebelado.

    Sabe la prospectiva que no debe cohonestar con el paradigma imperante, por ello adopta la no resignación; la rebeldía ante el determinismo estratégico planteado, mediante el voluntarismo de duplicar esfuerzos para compensar la debilidad de sufrir pautas de comportamiento estratégico ajeno, casi en exclusividad.

    Ante la amenaza del condicionamiento estratégico planteado por otros actores, y en suma la debilidad que emerge, la prospectiva se acerca al voluntarismo, como recurso racional de los actores para compensar la dinámica de los hechos, la estatura estratégica reducida, la interdependencia global. Se afilia pues al posibilismo y a la concepción del hombre como protagonista de su destino, individual o colectivo.

    En su libro de la anticipación a la acción Godet nos comenta sobre la actitud prospectiva, sin lugar a dudas el léxico que utiliza en su expresión refleja en mucho, lo que queremos significar con el espíritu de la prospectiva, el anota: "La actitud prospectiva nació de una rebelión del espíritu (esencia humana-móvil-voluntad) contra el yugo del determinismo y el juego del azar. Se trata pues, de un combate para la antifatalidad (Hugues de Jouvenel) y el antiazar(Pierre Massé). Este combate lo lleva a cabo la fuerza de voluntad. Ahora bien no hay voluntad sin objeto, y el objeto de la voluntad es, precisamente, que el deseo se realice. El proyecto arrastrado por el deseo es el motor de la acción" .

    Es precisamente esto lo que sugiere este artículo, a efectos de conseguir que en los ejercicios de prospectiva se privilegie el espíritu prospectivo antes que otras consideraciones, elaboraciones y tecnicismos, claro sin excluir el rigor conceptual y metodológico que debe caracterizar a la disciplina.

    Me aventuro, a enunciar que si eventualmente- que no creo llegue a presentarse – surge un conflicto de aplicación entre las metodologías, las técnicas vs El espíritu de la prospectiva, debe privilegiarse este en lugar de aquellas.

    Si los prospectivista llevamos en nuestro interior un germen de rebeldía que busca si es necesario romper las reglas y crear nuevas que coayuven a logro del futuro objetivado, entonces somos unos "transgresores de las reglas". (Según la ley de la aerodinámica los escarabajos no deberían volar, pero como ellos no conocen la ley, entonces vuelan), vamos por el mundo buscando que romper, deconstruyendo para construir, caotizando para ordenar, deshilando para tejer.

    En tal sentido, Godet sugiere que existen "factores quebrantadores de costumbre", pues bien, si existen estos factores deben estar siendo direccionados por individuos que se convierten en transgresores del orden, de la regla, que quebrantan el statu quo; de verdad, creo que hay una fuerza motivadora detrás de eso que no es otra cosa que el espíritu de la prospectiva que busca por y con todos los medios salir a flote para labrarse su propio futuro.

    Después que se ha esbozado la rebeldía, entonces, comienza la difícil tarea de colonizar el futuro. Sin proponérselo, David Prado, alude al espíritu de la prospectiva, cuando plantea, la necesidad de "airear el futuro para que sea respirable y oxigenado para todos"

    El espíritu de la prospectiva es entonces un ascesis libre e incesante hacia un futuro que se ha objetivado como deseado, buscando por los medios que sean necesarios (en muchos casos la rebeldía) sobreponerse al espíritu rastrero del pasado y el presente y levantar el vuelo hacia el futuro.

    BIBLIOGRAFÍA

    Libros, revistas y artículos.

    PRADO, David en: Técnicas creativas de prospectiva estratégico-participativa: mega tendencias de futuro, articulo escrito en1999.

    MOLINA, Enrique. Un dedo sobre el tambor. Publicado en A partir de Cero # 2 (Buenos Aires, diciembre de 1952)

    GASTON Berger, la actitud prospectiva. En: Revue prospective, num 1, 1958.

    GODET, Michel, de la Anticipación a la acción, Manual de prospectiva y estrategia. Editorial Marcombo, Barcelona, 1993.

    PÉREZ, Wong Miguel Angel, en: Construyendo futuros. Revista electrónica. RIVAS, Quinto José Fredys en: Borradores de prospectiva, curso de prospectiva- Universidad Tecnológica del Chocó, Semilleros de investigación, Quibdó, 2005.

    MACHADO, E. Tranquilino, 5ª Conferencia Anual del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa, Educación e Investigación en Defensa y Seguridad (REDES 2002)

    INTERNET

    mperezwong[arroba]yahoo.com.mx

    JOSE FREDYS RIVAS QUINTO

    Profesional en Administración de Empresas

    Especialista en Estrategia Gerencial y Prospectiva – UPB

    Este artículo terminó de escribir en Septiembre, 13 de septiembre de 2005.