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Niveles de análisis para comprender la realidad histórica

Enviado por Lorena Páez


Partes: 1, 2

    1. Argentina en 1914
    2. La guerra y la economía de postguerra (1913-1929)
    3. Política durante la guerra y postguerra, 1916-1930
    4. De la oligarquía al populismo (1930-1946)
    5. El apogeo de Perón (1946-1955)
    6. La otra cara del peronismo
    7. Una nación en punto muerto (1955-1976)
    8. Una democracia naciente (1983-1987)
    9. Trabajo práctico de ciencias sociales y su enseñanza II
    10. Bibliografía utilizada

    Argentina en 1914

    Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Argentina había experimentado casi veinte años de una exuberante expansión. La renta per cápita era igual a la de Alemania y los países bajos, y era superior a la de España, Italia, Suecia y Suiza. Habiendo crecido a un ritmo anual del 6, 5 % desde 1869, Buenos Aires se había convertido en la segunda ciudad del litoral atlántico, después de Nueva York y la ciudad más grande de América Latina.

    Excepto centros comerciales de importación y distribución como Holanda y Bélgica, ningún país del mundo importaba más artículos per cápita que Argentina.

    1911: Argentina era el mayor productor del mundo de maíz y linaza, el segundo en lana y el tercero en ganado vacuno vivo y caballos.

    1914: Como pilar del sistema ferroviario, la ciudad continuaba explotando su posición en los intersticios del comercio exterior. Había perdido parte de su comercio de exportación en beneficio de Rosario y Bahía Blanca, y comerciaba más en carne que en cereales, era todavía el puerto de entrada de casi todas las importaciones argentinas.

    Seguía siendo el emporio de la banca y las finanzas, el centro del gobierno, de los gastos del Estado y del empleo estatal, que tomaba los recursos de las pampas mediante sus rentistas terratenientes y sus intermediarios comerciales.

    Las tres cuartas partes de los niños de la ciudad asistían a la escuela primaria.

    Buenos Aires se dividía ahora en zonas claramente demarcadas, en donde se encontraban: la élite de terratenientes, banqueros, comerciantes e inversores urbanos.

    La clase media de Buenos Aires, tenía en su inmensa mayoría un origen inmigrante. El estrato inferior incluía muchos pequeños fabricantes y tenderos. Dispersos por toda la ciudad había multitud de panaderos, sastres, zapateros, cerveceros, fabricantes de chocolates y cigarrillos, impresores, carpinteros y fabricantes de fósforos y jabón.

    El estrato superior de la clase media eran los empleados en las profesiones, la administración pública (el sector en más rápido crecimiento) y los oficinistas en ámbitos como el transporte. La mayoría de estos miembros eran argentinos de primera generación, hijos de inmigrantes, vástagos de las clases industriales y comerciales. Entre ellos era evidente el interés por la educación superior, los diplomas de escuela secundaria y los títulos universitarios, eran pasaportes para los profesionales y la administración pública.

    Una de las características más desagradables era la prostitución, que reflejaba la acentuada falta de mujeres inmigrantes. A principios del siglo XX, Buenos Aires tenía mala fama como centro de una trata de blancas provenientes de Europa, con trescientos burdeles registrados en la ciudad en 1913.

    Las industrias conserveras de carne eran notorias por sus bajos salarios y condiciones de trabajo opresivas. Los turnos de trabajo eran de dieciocho horas.

    En la Región Pampeana (excepto San Luis, Córdoba, La Pampa y Entre Ríos); era la más avanzada. La zona estaba cubierta por una densa red de ferrocarriles, sus granjas y fincas estaban delineadas por los alambrados y su paisaje salpicado de pequeñas ciudades, molinos de viento, estancias dispersas y abrevaderos. En esta zona y Buenos Aires, se encontraba el 90 % de los automóviles y teléfonos de la nación, contenía no menos del 42 % de todos los ferrocarriles de toda América Latina y desde las Pampas provenía la mitad de las exportaciones de la misma.

    La guerra y la economía de postguerra (1913-1929)

    Argentina era el mayor exportador del mundo de carne refrigerada, maíz, linaza y avena, y el tercero de trigo y harina.

    Las ventas per cápita siguieron siendo favorables en comparación con Europa Occidental, y el nivel de vida subió nuevamente mientras disminuía el analfabetismo.

    Partes: 1, 2
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