El proceso institucionalizador del Estado socialista cubano. Su actividad político-jurídica frente a las disposiciones extraterritoriales de los Estados Unidos.
Enviado por Lic. Yoandris Acosta González
- Resumen
- Introducción
- Antecedentes revolucionarios de una constitución socialista
- La constitución de 1976. Fin del periodo de provisionalidad
- El enfrentamiento de Cuba a las leyes extraterritoriales implementadas por los Estados Unidos
- Conclusiones
- Bibliografía
RESUMEN
Mediante un análisis cronológico, que parte del inicio de las luchas de liberación en 1868 hasta la última reforma realizada a la Constutición cubana en el año 2002, hemos querido señalar los principales aspectos relacionados con el proceso de institucionalización del Estado socialista cubano en el desarrollo de los procesos revolucionarios, llevados a cabo mediante la lucha armada y que han constituido el fundamento ético, no sólo para la conformación de nuestra cultura y nuestra ideología sino, para la concepción de los órganos que conforman el aparato estatal cubano y su funcionamiento. Se ha hecho referencia a las concepciones existentes sobre la ilegitimidad e inconstitucionalidad de las transformaciones y medidas desarrolladas en el periodo de provisionalidad del Gobierno revolucionario, a las reformas realizadas a la Constitución de 1976 y al enfrentamiento político-jurídico desarrollado por Cuba para contrarrestar los efectos de la política agresiva de los Estados Unidos, principalmente el bloqueo económico contra nuestro país, manifestado en las leyes Torricelli, Helms-Burton y la Ley de Ajuste Cubano.
INTRODUCCIÓN
Durante mucho tiempo, el surgimiento del Estado y del Derecho ha constituido un tema polémico sobre el cual han recaído diversas concepciones, dando lugar a disímiles teorías. Para algunos, el Estado formaba parte de la creación divina y el derecho constituía el poder que Dios había ofrecido a su elegido para hacer cumplir sus designios. Esta concepción teológica, proveniente de la antigüedad, también encontró espacio en la Edad Moderna. Al decir del profesor Fernández Bulté: "[…] Santo Tomás de Aquino, considerado el máximo pensador de la escolástica cristiana, concedía un lugar importante al Estado, como creación y voluntad divina, en el complejo proceso de la salvación del alma de los ciudadanos […]".1 Otros han visto al Estado asociado a leyes generales de la biología, la sociología, la historia y la filosofía. Diversos han sido los juicios y conceptos emitidos, cuyas ideas más significativas contribuyeron, en su momento, a enriquecer la concepción dialéctica y materialista que nos ofrecieron los clásicos del marxismo, desconocida hasta esos momentos.
En realidad, el Estado nace como resultado de la aparición de clases antagónicas, de la explotación del hombre por el hombre y es el Derecho la vía empleada para imponer la voluntad de la clase dominante. El propio desarrollo que fue alcanzando el hombre dentro de la comunidad primitiva creaba las condiciones necesarias para la aparición del Estado y el Derecho en la antigüedad. Se produce la división natural y social del trabajo; la creación y perfeccionamiento de las primeras herramientas, que facilitarían al hombre las labores cotidianas y sobre todo permitirían producir los alimentos que necesitaba, provocando un aumento de la producción que dio paso a la aparición del excedente, – y por supuesto no faltó quien se apoderara de esa sobreproducción – ocasionándose una ruptura en lo que hasta entonces había sido la colectividad, debido a la diferenciación de clases y el antagonismo entre ellas, desembocando en las luchas por alcanzar el poder. Surgían así nuevas relaciones sociales y por ende se imponía la necesidad de organizar y estructurar un mecanismo a través del cual la clase dominante impondría su voluntad, el Estado. Ese mecanismo necesitaría ahora un instrumento que le permitiera establecer normas coercitivas que respondieran a sus intereses y permitieran someter a la clase inferior, el Derecho.
Estas son las premisas generales para la aparición del Estado y el Derecho; no en todos los lugares ni etapas históricas se manifestaron de la misma manera. En diversos territorios, como Egipto, este proceso se condicionó por el vertiginoso desarrollo alcanzado en las fuerzas productivas, resultado de las ventajas climáticas y la fertilidad de los suelos; en otros fue interrumpido por las oleadas invasoras de sociedades más avanzadas o por las ansias de conquistas de los nacientes Estados europeos que ya se erigían como potencias en pleno desarrollo económico; como sucedió en Cuba donde se impuso un tipo de Estado y un sistema de gobierno, basado en la explotación y discriminación de los nativos de estas tierras y posteriormente de los negros africanos, que se extendió hasta el fin de la Colonia. Con la llegada de los españoles a Cuba, durante el proceso de conquista y colonización, se instauró el mecanismo político-jurídico existente en España con la figura del Rey en la península ibérica y un Gobernador General que lo representaba en la Isla, ajustando sus legislaciones a las condiciones existentes en el nuevo mundo. No existía una organización estatal propia, Cuba era considerada una provincia de ultramar.
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