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Lenguaje periodístico (página 2)


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Todo esto ha hecho historia en el lenguaje deportivo por la magnífica narración de Víctor Hugo Morales del segundo gol de Maradona, donde el locutor mientras lo comentaba, lloraba a la vez y convertía al Pelusa en un "barrilete cósmico". Y también por la portada del semanario El Gráfico que con el título de" No llores por mí, Inglaterra", aglomeraba la victoria del fútbol para compensar la herida jamás cicatrizada de la Guerra de las Malvinas.

Y finalmente, alcanza una gran importancia la formación de vocablos, como derivación de la gran diversidad de deportes y por su efecto en lenguajes de moda y otras expresiones del habla común. Esta labor del periodista como autor de palabras se ha reconocido a la hora de nombrar realidades nuevas:

La raqueta inteligente V se utiliza cuando un jugador de tenia gana.

La cabra V es la bicicleta especial que se usa en las etapas contrarreloj.

El bokao V un término técnico que se emplea cuando un combate finaliza con la descalificación de un boxeador por morder la oreja del rival.

Los flecos V denominan los asuntos que quedan pendientes tras un fichaje.

Los deportes olímpicos también recogen numerosos términos, las olimpiadas de 1992 por ejem- plo, recopila unos 435 términos para 28 disciplinas deportivas olímpicas, Son 292 voces de ám- bito deportivo relacionadas con los deportes olímpicos, las aceptadas en el Diccionario de la Lengua Española, 50 palabras utilizadas incorrectamente o con alguna peculiaridad idiomática, 90 expresiones tópicas y 58 extranjerismos de uso más frecuente. El libro de estilo (1995), de El Mundo Deportivo, supone la primera

publicación de esta clase que realiza un diario especializado. Su objetivo fue desarrollar un len- guaje que pudiera comprender toda clase de lectores, sin olvidarse las normas básicas del idioma. Instaura criterios para el uso de léxico, dudas gramaticales sobre nombres en castellano, hispanización de nombres, 170 abreviaturas, 113 topónimos y 386 dudas, incorrecciones, expre- siones y modismos del léxico deportivo.

Al ser una norma tan reciente, de apenas un siglo de vida, no ha podido recurrir al uso idiomático culto, la tradición, la preferencia por lo castizo frente al extranjerismo, la etimología, lo estético o estilístico y en ortografía aspectos de etimología, uso cotidiano, pronunciación y propósito de evi- tar ambigüedad.

Problemas en el lenguaje deportivo

El lenguaje periodístico actualmente sufre tres desajustes que afectan a todos los medios; por una parte la excesiva tendencia de opinión, la gran influencia de términos ingleses, lo cual menos- precian al español y por último el aumento de jergas.

Deberían de existir algunas normas que acatasen los informadores para decir los hechos tal cual, sin añadir calificativos de algún tipo, propios de las páginas editoriales. Esa fórmula se respeta cuando pertenece a una agencia de prensa.

El periodista deportivo es quizás el más singular de los que componen la plantilla del periódico, debido a que elige esa especialización llevada por el amateurismo. El informador debe amar el deporte, lo cual en muchas ocasiones no le permite ver la situación desde un punto objetivo.

Es cada vez más frecuente el hecho de que los periodistas deportivos hayan llegado a la profe- sión tras haber practicado, se podría decir que para ellos es aún más complicado que haya objeti- vidad al dar las noticias.

El idioma del deporte se ha caracterizado siempre por su tendencia a trasladar a las cuartillas la jerga coloquial del vestuario, y tal circunstancia todavía no ha sido erradicada. El modo de hablar de los profesionales del deporte, está lleno de frases absolutamente incorrectas y de términos propios para seguidores. A entrenadores y jugadores les gusta aplicar la fraseología, términos de tipo técnico, que no siempre tienen fácil traducción al lenguaje que entiende la mayoría de las per- sonas.

El lenguaje deportivo ha llegado a influir incluso en la vida de los civiles, y de ahí que de vez en cuando se ponga de moda en los parlamentos hablar, o que se intercambien metáforas como la del "rodillo".

El lenguaje balompédico de los países sudamericanos tiene matices de lo alegórico y de un balón que penetra en el marco por la escuadra será una paloma que entró por el ángulo, y un balón que se le esconda al portero al rincón será seguramente un balón que llegó a la red por el rincón de las ánimas.

El baloncesto es el deporte con más conceptos irrazonables ha introducido, por su influencia esta- dounidense ha implantado drafteado o agente libre, también ha convertido en pivote en pivot y center, también metáforas como: gorra, la moña, para magnificar la acción defensiva que impide la llegada del balón a la canasta gracias a un salto.

El lenguaje deportivo vive amenazado porque no sólo es productor por sus propios medios de nu- merosas aberraciones, si no que posee una capacidad extraordinaria para difundirlo. En algunas ocasiones es necesaria la mediación de la Real Academia Española.

Bibliografía

AGENCIA EFE-FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUPÉREZ, 1990, El idioma español en las

agencias de prensa, Madrid, Fundación Germán Sánchez Rupérez. El idioma español en el deporte. Madrid: Fundación Efe, 1994

EL MUNDO DEPORTIVO: Libro de estilo de El Mundo Deportivo. Barcelona: 1995 el lenguaje de las crónicas deportivas Autor Nestor Hernandez Alonso

EL CAMPO SEMÁNTICO "DEPORTE" Autor, Maximiano Trapero

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