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Demoliendo Nuestra Historia / Patrimonio Arquitectónico Formosa

Enviado por ERNESTO RIVAROLA


  1. Formosa no reacciona
  2. Todo está en peligro
  3. Legislar para el olvido
  4. Lugares y edificios declarados de interés histórico cultural en Formosa
  5. Fuentes

PATRIMONIO HISTÓRICO CULTURAL FORMOSA

En estos últimos años hemos escuchado cómo se habla insistentemente sobre el nacimiento de un hombre nuevo formoseño, un hombre con una visión distinta y futurista, inserto en una provincia que progresivamente se va proyectando a nivel nacional ofreciendo más posibilidades a quienes la habitan y dejando atrás décadas de postergación y receso.

Este hombre nuevo está indefectiblemente integrado a una sociedad que también ha evolucionado y que comienza a identificarse a sí misma como una sociedad particular, con identidad propia y diferente a otras y, para ello, necesita explorar las características de su evolución histórica, conocer e interpretar sus orígenes y su pasado con sus aciertos y errores para de esta forma, a partir de ese conocimiento, concebir el fundamento de ser y pertenecer.

Este conocimiento, está directamente ligado al estudio y valoración de nuestro patrimonio histórico cultural constituido por la suma de todos los elementos y manifestaciones producidas por nuestra sociedad, resultantes de un proceso histórico donde el conjunto de ideas, acciones y elementos se transforman en factores que identifican y diferencian a nuestra provincia.

El concepto abarca, además de la valoración de lugares y objetos arqueológicos, arquitectura colonial e histórica, documentos y obras de arte, las distintas manifestaciones de la cultura popular e indígena, regional y urbana; las artesanías, las danzas, las lenguas indígenas, los valores, costumbres y tradiciones y, en definitiva, todos los elementos que caracterizan la forma en que una sociedad o cultura se relaciona con su ambiente, teniendo en cuenta que cada sociedad rescata el pasado de manera diferente, relacionando sólo ciertos elementos que luego identificará como su patrimonio.

A partir de su fundación en 1879, la futura Formosa comenzó a forjarse bajo la acción de dos procesos fundamentales: La acción militar con el claro objetivo de ocupación de territorio para incorporarlo a la jurisdicción Nacional (ocupación efectuada mayormente por colonos inmigrantes), y en segundo lugar la construcción del ramal de ferrocarriles del estado que uniría de Este a Oeste a Formosa con Salta, promoviendo el asentamiento de pueblos, colonias, estancias y parajes a lo largo de todo su recorrido. Estos hechos signaron el crecimiento de nuestra provincia y por supuesto, dejaron huellas imborrables de su paso por el suelo del territorio reflejados en diversos documentos, edificios, casas, maquinarias y elementos propios de las actividades de entonces como implementos militares, agrícolas, ferroviarios, portuarios y forestales, conformando en su conjunto una parte muy importante del total de nuestro patrimonio histórico cultural que, como tal, debería haber sido preservado.

Pero en este tema, lamentablemente, en Formosa queda todavía mucho por hacer ya que aunque hubo acciones de preservación que llegaron a tiempo, hubo muchas mas que no se tomaron y derivaron (o derivarán en poco tiempo más) en el deterioro y la desaparición definitiva de varios bienes de importantísimo valor histórico provincial.

Para reforzar la protección del patrimonio cultural físico, la UNESCO ha establecido cuatro tratados multilaterales: el convenio para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado (Convenio de La Haya, 1954) y su Protocolo; el convenio referente a las medidas a tomar para prohibir e impedir la importación, exportación o venta ilícita de bienes culturales (1970); y el convenio sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural (1972). Argentina se adhiere a este último en el año 1978 entre otros 185 estados.

Por otro lado, en nuestro país y con el mismo objetivo, en 1940 el Dr. Ricardo Levene legisla la creación de la Comisión de Museos y Lugares Históricos para que se encargara de la protección y conservación del patrimonio argentino (Ley Nº 12.665).

Con el correr del tiempo las Provincias se fueron adhiriendo a la mencionada Ley y presentando propuestas de declaratorias de edificios como monumentos y/o sitios históricos a nivel nacional, a fin de resguardarlas de modificaciones, adulteraciones, reformas, demoliciones, u otras intervenciones que pudieran cambiar las formas, tamaño, color, etc., de lo que estaba íntimamente grabada en la memoria de la comunidad. Formosa lo hace el 21 de febrero de 1979, por Ley Provincial Nº 730 a fin de ejercer en forma conjunta, con la Nación la supervisión de los monumentos, museos y lugares históricos, asegurando la conservación y defensa del Patrimonio (arquitecta María Lucila Hertelendy).

Hasta aquí las leyes vigentes y los claros objetivos sobre la materia, a lo que podemos agregar otras varias leyes de nivel provincial decretadas con similares objetivos siempre tendientes a proteger o declarar monumentos culturales o históricos a distintos lugares, objetos, obras, pueblos y edificios.

Formosa no reacciona

Sin embargo en Formosa lo legislado no parece ser suficiente o, mejor dicho, parece no aplicarse en forma efectiva y lo que se dice que se hace en realidad pasa más por un formulismo escrito que por acciones concretas.

Desde hace varios años atrás y casi sin darnos cuenta hemos sido mudos testigos de la desaparición paulatina de varios edificios y estructuras, (muchos de ellos construidos a principios de 1900 o incluso anteriores), que en pos de la evolución de la vida social y económica fueron demolidos o profundamente modificados sin considerar su valor histórico ni lo irrecuperable de su pérdida.

Así podemos recordar, entre los muchos que ya no están, el antiguo cine Argentino ubicado en la calle Fontana esquina José. M. Uriburu, hoy transformado en supermercado; el clásico edificio de El Ancla, de Claudio Calviño, en la esquina de Saavedra y Rivadavia, desmantelado y parcialmente destruido primero, incendiado después y hoy transformado en modernos locales comerciales; el bar Ser-San ubicado en la tradicional esquina de 25 de Mayo y Moreno, lugar muy caro a los sentimientos de los formoseños (hoy transformado en local comercial) caso en el que se reconoció desde la misma Dirección de Patrimonio lo lamentable de no haber tomado a tiempo los recaudos necesarios para protegerlo y hacer mantener su fachada original; el viejo edificio del hotel Ideal, que estaba en la esquina de San Martín y España (hoy el cerrado edificio del casino); la casa de la familia Giacopello ubicada en España 273 (conocida como La Casona); la vivienda de Simoncini en Irigoyen y San Martín (hoy supermercados Camiletti) o la casa de la familia Perfumo en la Av 25 de Mayo 661, sólo por nombrar algunos.

Por otro lado varios edificios se mantienen todavía en pié pero sin mantenimiento ni protección y con pocas garantías de continuar así.

El viejo edificio de la esquina de Belgrano y Brandsen (altos), antigua sede del Hotel Belgrano, se encuentra clausurado y presenta una importante y peligrosa grieta en su estructura que a simple vista puede observarse y podría presentar un peligro de derrumbe; el edificio de la farmacia Badía, en la esquina de España y Rivadavia, donde ya pueden observarse tareas de remodelación internas, es otra construcción que estamos a punto de perder así como el viejo edificio de Aduanas, el edificio de la ex usina, el sector de Casas Baratas, todo el sector del ferrocarril incluyendo las estaciones del interior provincial y otras casas y fachadas originales que albergan negocios particulares o dependencias públicas que, por su significado y antigüedad deberían estar identificados como tales, mencionando sus orígenes y su condición para conocimiento de todos.

Casos como el del edificio que alberga hoy a los juzgados provinciales, ubicado en la calle España 157, que funcionan en el edificio original del que fuera el Hotel Palace, del cual muy pocos saben que existió, lugar (que como otros) debería estar resguardado y contar por lo menos, con una placa mencionando su historia y su antigüedad (tal cual lo establece la Ley Nº 784/79 cap. 2-art, f – de Conservación y defensa del patrimonio histórico), y así, otros edificios de data similar que también deberían poder contar su historia y determinar un reconocimiento de los primeros pasos en el asentamiento y crecimiento formoseño, tales como Casa Edison en la esquina de 25 de Mayo y Rivadavia, o el edificio del Club Social en España y Belgrano, la antigua toma de agua cerca del puerto, la estación del ferrocarril, la Escuela Nº 2, o la Casa de la Artesanía, entre otros.

Similar suerte corrieron también los edificios, dependencias, elementos, maquinarias y documentación pertenecientes al ferrocarril, donde todo el equipamiento (con excepción de la antigua estación de Formosa ocupada por oficinas Municipales y algunos galpones que ni siquiera mantienen su fachada original) se encuentran en un total estado de abandono y destrucción, donde además del desamparo oficial se suma el desconocimiento, desinterés y desidia de la gente que, precisamente por no sentirse identificada con este proceso de preservación por falta de información, se llevó lo que pudo, en la mayoría de los casos, para venderlo por kilo como hierros viejos.

Todo está en peligro

En cuanto a la documentación histórica conservada en el Archivo Histórico Provincial, puede notarse con profundísimo pesar como muchos de los antiguos documentos, libros copiadores de gobernación anteriores a 1900 (varios incluso anteriores a la fecha fundacional) y distintos ejemplares de diarios de data similar, ya se encuentran totalmente ilegibles o destruidos algunos y a punto de desaparecer otros tantos.

Pese a la muy buena voluntad de su Directora y a la diligencia con que sus dependientes atienden a quienes quieren informarse sobre nuestro pasado, con la buena voluntad no alcanza, y de lo pautado en la Ley Nº 351 promulgada por Decreto Nº 1.475 de creación del Departamento de Patrimonio Histórico de Formosa sancionada el 30/08/73 , poco se aplica (particularmente los siguientes artículos: Artículo 13.- Para seguridad o integridad de la documentación del Archivo Histórico, los originales se reproducirán en microfilm y se organizarán archivos dobles instalados en distintos inmuebles a fin de facilitar la consulta fuera del lugar donde se encuentren los fondos, especialmente de aquellos documentos que por su estado o importancia requieran un mayor cuidado. Artículo 15.- Los Inmuebles donde funcionen el Archivo y muebles donde se deposite la documentación en custodia, deberán reunir requisitos de máxima seguridad y conservación.).

Por otro lado, nuestro Museo Histórico Regional, si bien expone una cantidad de objetos pertenecientes a antiguos pobladores, personalidades notables de la sociedad formoseña y algunos pertrechos militares de la época, no nos dice mucho de nuestro pasado (de hecho no hay elementos ferroviarios en exhibición pero si se encuentran gran cantidad de ellos abandonados dentro de los viejos galpones que todavía quedan, también abandonados) y el público visitante no tiene acceso a un catálogo informativo que cuente la historia de cada objeto (muchos no están claramente catalogados y algunos lo están erróneamente) ni siquiera del edificio en sí, a pesar de considerarse que "la información es un componente esencial del patrimonio ligado a todos los demás ya que, saber cómo, cuándo y por quién fue usado tal o cual elemento enriquece, sin dudas, nuestra comprensión del contexto humano del que procede y, por lo tanto, la transmisión de esta información es tan importante como la del objeto al que se refiere" (Prof. Lic. Guillermina Fernández, Prof. Lic. Aldo Ramos, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires).

Es cierto que hay en la provincia lugares y edificios declarados monumentos históricos que son difundidos convenientemente y otros que, nadie sabe porqué, no se los menciona y por lo tanto, nadie sabe que lo son (por ejemplo varios murales (no todos) declarados Bienes de Interés Histórico Artístico (Ley provincial Nº 1.468, año 2005), pero lamentablemente también es cierto que hubo otros que pudieron y debieron ser preservados pero que por alguna extraña razón no fueron considerados, pese a existir afirmaciones que hacen suponer lo contrario:

"Existen otros edificios que revisten gran importancia por sus valoraciones, ya sea artísticas, paisajísticas, históricas, de conjunto etc.

Es muy importante que la comunidad sepa valorar los bienes heredados y que esté atenta para poder protegerlos de quienes pretendan dañarlos o demolerlos. Estos testimonios de diferentes épocas pasadas deben servir para conocer lo que precedió a nuestra generación, para entender nuestro presente y para poder proyectarnos a un futuro mejor", dijo la arquitecta María Lucila Hertelendy.

Y cabe preguntarse a esta altura ¿cuál es el criterio adoptado por la provincia para determinar qué edificio, elemento o lugar reviste en sí un valor histórico, cultural, estético, simbólico o paisajístico y por lo tanto debería ser preservado por el Estado?

O mejor aún, habiendo determinado varios de estos lugares como de hecho consta que se hizo en el programa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Formosa realizado en el año 1988 (donde se consideran de interés 30 obras arquitectónicas) y en el trabajo de investigación y relevamiento sobre este tema realizado especialmente por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos de Formosa en 1992 ¿Por qué no se tomaron a tiempo las medidas necesarias para su conservación y mantenimiento antes de que fueran derrumbados? ¿Quién en definitiva debió y debe tomar cartas en el asunto?

Lamentablemente, estos interrogantes no encuentran respuestas lógicas ni coherentes, y mucho menos a quien debería darlas.

De los 30 edificios valorados en 1988 ya desaparecieron o perdieron su escencia más de 10 y de los agregados en 1992 pocos quedan en condiciones, sobre todo, como dijimos, las dependencias ferroviarias de la capital y el interior..

Formosa tiene hoy 128 años de historia, una historia relativamente reciente que ha dejado huellas, evidencias y testimonios todavía frescos como para permitirnos conocer fehacientemente los orígenes de nuestra sociedad y comprender un poco mejor nuestro presente.

Está en cada uno de nosotros exigir a quien corresponda que este legado histórico sea protegido y valorizado, que las leyes dictadas para ello se apliquen como se debe y que quienes tengan la responsabilidad de actuar lo hagan antes de que sea demasiado tarde.

Mucho ya está perdido y mucho más está por perderse. Mucho se habla, se escribe y se planifica, pero poco se hace en concreto. El deterioro o la desaparición de cualquier bien histórico de estas características constituye un empobrecimiento irreversible que trata de ser evitado en todo el mundo y que en Formosa, si se toma conciencia, también estamos a tiempo de evitar.

Las consecuencias de este desinterés, además del descuido en el cuidado de testigos y vestigios auténticos de determinados momentos históricos se sufrirán en un futuro no muy lejano, cuando las nuevas generaciones necesiten sustentar su identidad y tengan que hacerlo sobre testimonios falsos o poco creíbles.

Legislar para el olvido

A continuación exponemos una lista de los edificios y lugares que, en nuestra provincia, tanto el gobierno Nacional como el Provincial y Municipal, oportunamente declararon bienes de interés Histórico Cultural.

Creemos que la lista está completa, y decimos esto porque se han publicado varios compendios que tratan el tema, pero al cotejarlos no todos coinciden en la información brindada.

Este tema no es nuevo y ya lo hemos tratado en anteriores notas, aunque nunca habíamos detallado pormenorizadamente de qué lugares se trataba.

Sabemos que la declaración de un bien como Patrimonio Histórico, conlleva la acción de resguardarlo, protegerlo, preservarlo y si dan las circunstancias ponerlo en valor para el aprovechamiento de la sociedad, indicar cuál es su importancia mediante la colocación de carteles que los identifiquen o placas que describan, por ejemplo, la fecha de construcción, dependencias que funcionaban en el lugar, antiguos propietarios o moradores, tipo de construcción, etc., es decir, nada más ni nada menos de lo que indican las leyes dictadas al efecto aunque si analizamos detalladamente el listado de estos lugares declarados de interés histórico, nos damos cuenta de que, lo que anteriormente suponíamos como cierto, no es tan así.

Tenemos ejemplos de edificios preservados que se ajustan a lo establecido por ley en cuanto al mantenimiento y reacondicionamiento, pero al mismo tiempo, encontramos en nuestra ciudad una contrapartida difícil de comprender:

1- Los edificios y lugares que, estando declarados de Interés Histórico y Cultural al igual que los primeros, se encuentran en total estado de abandono y deterioro y a la espera de una segura destrucción simplemente por la acción del paso del tiempo y la falta total de cuidado y mantenimiento.

2- Los edificios y lugares que, teniendo características similares en cuanto a antigüedad e importancia histórica que los ya declarados, son ignorados y excluidos de toda consideración aunque en su momento fueron propuestos para su preservación.

Hablamos de edificios públicos que son los que en definitiva aprovecha el Estado a través de su preservación ya que en el tema privado, las cosas son un poco más complicadas.

En estos casos entra a jugar el tema inmobiliario y muchos particulares (propietarios originales o sus descendientes) han vendido propiedades de antiquísima data que después se han demolido para construir edificios más modernos.

Para aclarar algunas consultas que nos efectuaron últimamente con respecto a este tema, aclaramos que en el caso de edificios privados, el Estado puede y debería declarar de interés histórico o cultural un edificio con el objeto de evitar que se realicen modificaciones sustanciales (por lo menos en su fachada) y así, convenientemente protegido, integrarlo al acervo histórico urbano de la ciudad.

El propietario podrá igualmente venderlo, pero manteniendo la prohibición de modificación establecida. Es decir, se restringen las condiciones de modificación o demolición, pero en ningún caso el Estado puede hacer lo que quiera con ese inmueble, por el contrario, el propietario es el que debe ajustarse a lo normado en la declaración de protección y mantenerlo tal cual.

Lógicamente, una propiedad con prohibición de demolición o modificación, no tiene el mismo valor inmobiliario que una propiedad exenta de de ella, por lo tanto, se inicia aquí el eterno debate entre legislar antes de que se venda o demuela y vender o demoler antes de que se legisle.

Como generalmente el Estado no quiere entrar en conflicto con el particular, al que además debería otorgarle ciertas prerrogativas, y el particular no quiere perder plata, las cosas quedan como están, y la mayoría de estos edificios se pierden.

Aparentemente por este tema, desde el Estado a nivel local, sólo se preservan los edificios y lugares que pueden ser utilizados por el mismo Estado, en un aprovechamiento utilitario, sin comprometerse con particulares y, en tanto y en cuanto, se necesite urgentemente la locación para determinados fines.

Mucho para algunos y nada para otros. Por ejemplo, se preservo la estación terminal de trenes (y no todas las estaciones y dependencias) para ser utilizada como sede municipal y los galpones del viejo puerto para acondicionarlos como predio de exposiciones; el cine Italia como un excelente y necesario espacio para eventos artísticos de alto nivel, y el nuevo Centro Cultural Municipal (cuyo edificio debería ser declarado de interés Histórico y Cultural Municipal) como espacio alternativo.

Sin embargo, muchas otras construcciones antiguas así como documentación histórica original, no reciben el mismo tratamiento y esperan simplemente a que el tiempo las destruya, porque supuestamente no hay presupuesto para acondicionarlas.

Entendamos que la temible y conocida frase 'no hay presupuesto' supone que el Estado tiene toda la intención de hacer, pero escapa a su manejo por el tema dinero, lo que supuesta e indirectamente, le daría cierta inmunidad y deslindaría su responsabilidad en estos temas.

Edificios, construcciones, documentación histórica y hasta personas relevantes de Formosa (adjuntamos también una nómina de Ciudadanos Ilustres formoseños) son recordados y reconocidos hoy pero olvidados mañana, en una suerte de amnesia institucional que no permite valorar en su real magnitud nuestro patrimonio y nuestras raíces.

Difícil pero no imposible, la solución podría ser actuar ya, revalorizando lo hecho y buscando los medios necesarios para evitar que desaparezca lo poco que queda, poniendo una gran cuota de ganas, buena voluntad y coherencia ejecutiva, para preservar la mayor cantidad de bienes de nuestro patrimonio histórico cultural en todo su espectro.

Lugares y edificios declarados de interés histórico cultural en Formosa

CASA DE FOTHERINGHAM

Decreto Nacional Nro. 10.852 del 17 de junio de 1953 Monumento Histórico Nacional.

FORTIN YUNKA

Ley Nro. 261 del 23 de junio de 1.965. Lugar Histórico provincial. Resolución Nro. 2354 del 12 de septiembre de 1985 Lugar Histórico Nacional.

FORTIN CAPITAN SOLARI

Decreto Ley Nro. 1012 del 18 de mayo de 1973 Monumento Histórico Provincial. Resolución Nro. 2354 del 12 de septiembre de 1985. Monumento Histórico Nacional.

SAN FRANCISCO SOLANO DE TACAAGLE

Decreto Ley Nro. 732 del 15 de Marzo De 1979. Monumento Histórico Provincial.

INMUEBLES ALEDAÑOS A LA MISIÓN TACAAGLE

Decreto Ley Nro. 1023 del 30 de marzo de 1981. Interés Histórico Cultural. Resolución Nro. 2464 de la Nación del 27 de septiembre de 1985, Monumento Histórico Nacional.

SAN FRANCISCO DE ASÍS DE LAISHI

Decreto Ley Nro. 891 del 4 de junio de 1980 Monumento Histórico Provincial. Resolución Nro. 2354 del 12 de Septiembre de 1985. Monumento Hist. Nac.

INMUEBLES ALEDAÑOS A LA MISION LAISHI

Decreto Ley Nro. 1025 del 30 de marzo de 1981

CASA ESTEBAN LAUREANO MARADONA

Decreto Ley Nro. 347 del 2 de marzo. De 1981. Internes Histórico Cultural.

CAPILLA SAN ANTONIO Decreto Nro. 439 Municipal del 28 de marzo de 1996, Monumento Histórico Municipal.

IGLESIA CATEDRAL NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Decreto Nro. 956 provincial del 22 de agosto de 1996, Monumento Histórico provincial.

SECTOR ANTIGUO DE LA LOCALIDAD DE POZO DEL TIGRE Resolución Municipal, de Interés Histórico Cultural.

ESTACIONES DEL FERROCARRIL RAMAL C/25 y la EX USINA DE FORMOSA Ley Nacional 24882 del 26 de noviembre de 1977, Bienes de Interés Histórico.

ESCUELA NORMAL SUPERIOR REPÚBLICA DEL PARAGUAY (incluye la totalidad de la parcela y especies vegetales existentes) Ordenanza Nro. 4973 del 18 de octubre de 2005. Patrimonio Histórico Cultural.

ESCUELA Nº. 1 ?GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN?: Ordenanza Nro. 2073/89. Patrimonio Histórico y Cultural.

CHIMENEA DEL INGENIO PEDRO BONACCIO EN LA EX FÁBRICA UNITAN (Lote rural 13 bis). Ordenanza Nro. 3404/95. Lugar de Interés Histórico Municipal.

CLUB NAUTICO FORMOSA Ordenanza Nro. 4493 del 10 de julio de 2002. Patrimonio Histórico, Social y Deportivo Municipal.

EDIFICIO PREFECTURA NAVAL ARGENTINA Ordenanza Nro. 4491 del 3 de julio de 2002. Patrimonio Histórico Cultural y Social.

MURALES EN LA CIUDAD

Declarados Bienes de Interés Histórico Artístico (Ley provincial Nº 1.468, año 2005).

1. 5 DE OCTUBRE: Emplazado en la plaza 5 de Octubre, avenida González Lelong y Marcial Rojas. Proyecto y dirección: Clotilde Tuduri de Rossi. Colaboración: Paulina de Salinas, Carlos Hermosa y C. B. de Samudio. Año 1980.

2. ATLETAS: Emplazado en el estadio Don Antonio Romero, avenida Gutnisky y avenida Los Pindó. Proyecto: Clotilde Tuduri de Rossi. Realización: Héctor Díaz. Año 1981.

3. HOMENAJE AL HOMBRE DE CAMPO: Emplazado en el Instituto Provincial de Tierras, avenida 25 de Mayo 1510. Diseño: Ángel Deolas. Ejecución: Neri Rumich. Año 1987.

4. PUERTO DE FORMOSA AÑO 1.939: Emplazado en el paseo Bibolini, avenida 25 de Mayo y Rivadavia. Diseño y ejecución: Neri Rumich. Año 1991.

5. UNaF: Emplazado en el acceso al campus de la UNaF, avenida Gutnisky 3.200. Diseño: Aníbal Bibolini. Ejecución: Héctor Díaz. Año 1981.

EDIFICIO CINE ITALIA. Ordenanza Nro. 5464/08. De interés Patrimonial, Arquitectónico, cultural e Histórico Municipal.

ANCLA DE LA EX FERRETERÍA CALVIÑO: Ordenanza Nro. 4573/03. De Interés Histórico Cultural.

EDIFICIO CENTRAL DE LA MUNICIPALIDAD DE FORMOSA: Ordenanza Nro. 4883/05. De Interés Histórico Cultural.

CIUDADANOS ILUSTRES DE LA CIUDAD DE FORMOSA

1. Sr. Julio Pereyro. En mérito a su trayectoria artística como pianista y director de orquesta. Ordenanza Nro. 4365/00.

2. Sr. Saturnino López. Conocido artísticamente como Kiko Monzalve, en mérito a su aporte al enriquecimiento del acervo cultural de los formoseños. Ordenanza Nro. 4429/01.

3. Dr. Juan Carlos Candia. En mérito a su trayectoria y prestigio profesional y docente. Ordenanza Nro. 4449/02.

NOTA: Desde Guía Amarilla de Formosa invitamos a todos a trabajar en conjunto por la preservación de nuestro patrimonio histórico cultural, difundiendo la historia y las costumbres que nuestra gente nos dejó para ser contadas, protegiendo los bienes que marcaron nuestros orígenes en el territorio y haciéndole conocer a los más jóvenes de donde venimos.

Muchos de nuestros lectores y auspiciantes coinciden con este sentir y lamentan también la pérdida irremediable de edificios y lugares que les fueron habituales desde la época de sus abuelos, muchos de los cuales fueron pobladores fundadores de la Villa Formosa.

www.guiaamarilladeformosa.com

Junio de 2008

Fuentes

www.formosa.gov.ar, www.naya.org.ar, Archivo Histórico provincial, Museo Regional Pablo Duffard, Programa de Desarrollo Urbano Ciudad de Formosa año 1988, Ley Nº 784/79

 

 

Autor:

Ernesto Rivarola