El colapso de el Columbian Bank and Trust anunciado el 22-08-08, provocó la caída de la bolsa en Wall Street, elevando a nueve el número de bancos colapsados en ese año, apenas tres menos que en 2002. El día lunes, 08-09-2008, la prensa informó de la intervención de dos de los mayores bancos hipotecarios, "que entre los dos tienen una cartera hipotecaria que asciende a 12 billones de dólares. "con la nacionalización de ambas entidades, sus principales jefes serán sustituidos por Herb Allison, ex presidente de Merryl Linch, designado al frente de Fannie Mac y David Moffet, ex presidente del banco US Bancorp, nombrado para encabezar Freddie Mac.(-) El secretario del Tesoro, Henry Paulsonh, precisó que la decisión se asumió debido a que Fannie Mac y Freddie Mac son tan grandes y están tan entrelazadas en nuestro sistema financiero, que una falla de ellas causaría un gran caos en nuestros mercados financieros aquí en casa y alrededor del mundo."(El Periódico de Guatemala, p 8.).
Vale la pena reactualizar la idea de que el dinero no crea dinero, como lo ha supuesto el comportamiento del sistema financiero, sosteniéndose principalmente en la especulación y la manipulación de las tasas de interés antes que en la producción. El monto nominal que han adquirido los valores en el papel ha sido por ello superior al valor de los bienes en los que se respalda. La llamada crisis inmobiliaria en USA fue originada justamente en la sobre valoración de los bienes hipotecados. Ante esa situación, los ciudadanos endeudados tenían que decidir si repagaban esos bienes o mejor se los entregaban a los bancos, o, sencillamente, se rehusaban a pagar. Cualquiera de estas opciones arruina las posiciones financieras de los bancos que trabajan en el supuesto de beneficiarse con el pago de los intereses y las comisiones y no con el pago en especie de los bienes pignorados, que en el mercado se encuentran a menor precio, constituyendo por tanto valores irrecuperables, pérdidas contables que se reflejan en la bolsa y que les producen también perdida de liquidez.
La situación en Guatemala y las quiebras de dos bancos en el último año de la administración Berger(2007), son aun más delicadas puesto que lo que hicieron fue ofrecer tasas extraordinarias para depósitos especiales, mismas que esperaban encontrar con la especulación de mercado abierto en lugares conocidos como paraísos fiscales. Resultó que esos incentivos no tenían asideros productivos sino únicamente papeles respaldando papeles que, obligados a su convertibilidad, se encontraban súbitamente sin respaldo de ninguna clase. El affaire suscitado en el congreso de la República con la compra de valores en una empresa corredora, es una muestra de lo dicho: inversiones de efectivo sostenidas únicamente en papeles ofreciendo ganancias imposibles de generar dentro del reducido círculo vicioso financiero a su disposición. La pérdida sufrida por el Congreso puede extenderse a particulares que, atraídos por supuestas altas tasas de rendimiento, hayan depositado fondos en el resquebrajado sistema financiero, hasta ahora paralelo al internacional pero que de hecho contamina al resto del sistema bancario nacional.
Aun cuando la banca establecida pueda disponer de más recursos para afrontar las tasas de interés cobradas y ofrecidas, la pretensión de generar dinero con dinero puede resultarle sumamente costoso en las condiciones, descritas supra, del sistema financiero internacional. De aquí que no sea descabellado, como lo sugieren los analistas norteamericanos, que el Estado asuma mayor control de su sistema financiero. No se trata, con mucho, de nacionalizar la banca sino de instrumentar controles que eviten abusos en su supuesta liquidez, en la movilidad externa hacia afuera y en disparatadas tasas de interés.
Aspectos internacionales relevantes
Fin de la etapa del consenso de Washington.
Para el mundo, el 20 de enero de 2009 marca un giro de tuerca en la historia, que tiene como señal la ascensión de un afroamericano a la primera magistratura del Pals más poderoso de la tierra. Este hecho, por si mismo, parafraseando al astronauta que caminó en la luna, es un pequeño paso en USA que conlleva un gran salto para la humanidad. Es probable que el antecedente que sella esta decisión del pueblo norteamericano esté dado por una fecha anterior, el 15 de septiembre de 2008 en la que se admite sin tapujos la debacle del sistema financiero mundial basado en la especulación y la falta de controles por parte del Estado. El discurso de toma de posesión de Barak Obama, no deja dudas:
"Lo que los cínicos no entienden es que el suelo se les ha movido, que los argumentos políticos desgastados que nos han consumido por tanto tiempo ya no se aplican. La pregunta que nos hacemos hoy no es si el gobierno (debe ser) muy grande o muy pequeño, sino si acaso trabaja, si ayuda a las familias a encontrar empleos decentes, le da el cuidado que necesita, una jubilación digna. Si la respuesta es sí, seguiremos adelante; cuando la respuesta sea no, los programas se acabarán y aquellos que manejamos el dinero público tendremos que responder para usarlo de manera sabia, reformar los malos hábitos y sólo así podremos restablecer la confianza vital entre el pueblo y su gobierno. …
La crisis nos debe recordar que si no hay un ojo vigilante, el mercado puede salirse de control y una nación no puede prosperar únicamente (si trabaja solo) en favor de los más prósperos. El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no solo del tamaño de nuestro Producto Interno Bruto, sino por el alcance de nuestra prosperidad, nuestra habilidad de extender oportunidades a cada uno. No por caridad si no porque es el camino más seguro al bien común.
¿Dónde moran los cínicos?: el Periódico del día miércoles 21, un día después de lo expresado en anterior discurso, p 8, trae la noticia de que los "bancos aumentan tasas a sus deudores", con la complicidad o la encomienda asignada a las autoridades del Banco de Guatemala. Dos páginas adelante se adjunta también la noticia de que "América Latina no vio venir la crisis financiera". Con el subtitulo de que "los bancos centrales de América Latina cambian el rumbo de la política monetaria y empiezan a bajar sus tasas de interés". Parece ser que Guatemala es una ínsula en el mundo en la que la voracidad concentradora de riqueza no va a cesar a pesar de la crisis y que, incluso, piensa aprovechar ésta para agrandar más la brecha entre las grandes fortunas y la miseria de la población. La política general (adoptada por los grupos dominantes) que siguió al llamado Consenso de Washington cuando privilegió al mercado, no quiere seguir ahora a la voz de Obama que decide ponerle punto final.
Algunos gobiernos latinoamericanos buscan el camino del fortalecimiento del Estado, como en el caso boliviano. Algunos analistas suponen que, de hecho, el Estado ya ha nacionalizado la banca
Un nuevo mundo se avecina
El final del consenso de Washington.
1. Desde las posiciones ideológicas y políticas consideradas como "de derecha", el crack financiero aceptado el 15 de septiembre de 2008, se atribuye a errores técnicos de la banca norteamericana, situando el origen de estos errores en una tasa de interés reducida que provocó la fiebre de las construcciones hipotecarias. Confunden la masa con la tasa, ya que es a la primera a la que apostaron los banqueros para instrumentar las hipotecas. Lo que descuidaron, aparte de la ausencia de regulaciones, fue la trasgresión de los valores del mercado que adquiriría una sobre oferta de vivienda, misma que desbalanceó el monto de los préstamos con el valor de tales viviendas.
De esta manera, para los deudores resultaba más rentable no pagar las hipotecas, adquiriendo otros bienes inmuebles, que pagarlas al sobreprecio fijado por los bancos. Pero también, no contar con los fondos necesarios para cancelar deudas infladas artificialmente. Para los tenedores de los papeles hipotecarios, adquiridos con la intermediación bancaria bajo la oferta de intereses relativamente altos, convertir esos papeles en dinero líquido era prácticamente imposible puesto que los fondos bancarios no captaban los pagos referidos. Considerado todo esto como errores técnicos o falta de previsión de los banqueros, su solución se encuentra en el ajuste contable y la disponibilidad de fondos frescos, como lo planteó el gobierno norteamericano al apoyarlos, casi de inmediato, con 700 mil millones de dólares.
2. Desde las posiciones que se agrupan en el pensamiento de izquierda, el crack financiero norteamericano es una señal del derrumbe de la hegemonía mundial mantenida por los EEUU desde el final de la 2ª, guerra mundial y que se consolidó al término de la guerra fría.
No obstante, a excepción de las iniciativas tomadas en el sur del continente americano, justamente con la implementación del Banco del Sur, las izquierdas, como organizaciones sociales o como partidos políticos, no han presentado alternativas o propuestas especificas para cubrir el espacio social y político que se abre ante ellas. De acuerdo con Saramago, amén de las protestas ante el estado de cosas manejado bajo la égida del Consenso de Washington, desde la última década del siglo XX, la izquierda no se repone de los efectos, posteriores a la finalización de la guerra fría y, con ella, como hechos de mayor simbolismo, la caída del muro de Berlín y la disolución de la antigua URSS.
3. En la situación actual del mundo, desde el primer minuto que empezó a correr el día 15 de septiembre de 2008, las oligarquías internacionales, particularmente las ligadas al sistema financiero mundial, comenzaron a perder la soberbia que las había caracterizado desde el término de la guerra fría, y que les hizo sentir el triunfo de su proyecto concentrador y excluyente. Esta prepotencia, por razones históricas había sido más notoria en los países de menor desarrollo relativo, en donde los abismos entre los que más tienen y los que tienen poco o nada, han sido espeluznantes. Carlos Slim, el principal magnate mexicano, considerado el hombre más rico del mundo, confesó haber perdido, con el derrumbe de Wall Street, la mitad de su fortuna. Lo que le situó, apenas, en el tercer lugar. En el caso de Guatemala, la reducción del Estado no ha sido suficiente para las ambiciones del mercado y han intentado manipular todo lo relativo a su funcionamiento, al grado que en la administración del presidente Oscar Berger, los principales funcionarios públicos procedían y eran nombrados por la cúpula empresarial.
4. Este retroceso o paralización cupular respecto de la cosa pública no ha tenido equivalente en los sectores sociales deprimidos ni en los partidos políticos de izquierda, que contenga una nueva posición respecto de lo que se puede y debe hacer con un Estado que cobra de nuevo beligerancia en los países del llamado primer mundo y particularmente en USA. Pareciera que se espera que la descomposición interna del sistema capitalista imperante arroje las nuevas formas de la relación política, y no que esas formas sean el resultado de la acción de los grupos sociales hasta ahora marginados. No existe, como ya señalamos, el proyecto alternativo que ocupe el lugar o la modalidad nueva de esa misma relación política. Cabe mencionar la excepción de El Salvador, que busca encarrilarse en la nueva dinámica internacional.
5. De aquí que el sistema, por si, a pesar de sus contradicciones, no va a ceder fácilmente las posiciones hegemónicas que detenta a lo largo y ancho del planeta. Mantendrá y controlará, con alto nivel de probabilidades, el sistema de producción capitalista. O visto desde otro ángulo, el control de la producción. En donde se muestra débil como resultado de la crisis financiera mundial y el traslado de los bancos, en su mayoría, a la propiedad del Estado, es precisamente en el control que ha ejercido sobre de éste. El Presidente Obama lo señaló con escrupulosa claridad, en el segundo debate sostenido con McCain respecto de las causas de la caída experimentada en Wall Street: "El gran problema aquí ha sido la desregulación" en el sector financiero, no dejando lugar a dudas sobre el papel que debe jugar el Estado norteamericano a partir de esa debacle. Este es el espacio inmediato que deberán trabajar los partidos políticos y los movimientos sociales para forjar su plataforma de lanzamiento de los cambios que propugna: el fortalecimiento del Estado.
6. Por supuesto que las organizaciones de izquierda no pueden conformarse únicamente con este nivel de avance, pero dadas las desuniones que existen en su interior, este acuerdo es el mínimo alcanzable para discutir juntos el programa de recuperación social que se impone en las nuevas condiciones sociales y políticas abiertas a partir de la crisis financiera internacional. .
7. El envejecimiento de las tesis de Marx
De acuerdo con su obra cumbre, El Capital, y refrendado con abundancia en los tres tomos sobre La Plusvalía, dicho concepto nace de lo que Marx denomina el trabajo impago. Este consiste en el tiempo de trabajo no remunerado que se ubica por encima del trabajo necesario para producir sus propios medios de vida. Es decir que, si el obrero, con su trabajo puede producir en un tiempo determinado, por ejemplo 6 horas, lo necesario para reproducir sus medios de vida y los de su familia: cualquier tiempo por encima de esas seis horas no podrían ser cubiertas o pagadas si tiene la obligación de entregar el producto total a terceros. Así, en ese mismo ejemplo, si labora 8 horas, las dos horas adicionales estarían siendo apropiadas durante el proceso mismo de producción. Siguiendo con ese enfoque, el capitalista alegaría estar pagando el tiempo completo de trabajo pero se estaría apropiando de una parte de él. La tasa de explotación obtenida en ese proceso sería de 2/8. Es así que esta tasa de explotación determina la tasa de ganancia que, a su vez, determina la tasa de interés. Esta tasa de interés corresponde al capital que su propietario sustrae del sistema productivo y que lo destina al financiamiento de proyectos de índole no necesariamente productivos. P.e., mantener el boato de los reyes.
Pero estos hechos se refieren a la época inmediatamente posterior al nacimiento del capitalismo, de la gran revolución social que terminó con la renta de la tierra obtenida por las clases ociosas que vivían de la detentación de grandes extensiones de la misma.
El desarrollo del capitalismo propició el desarrollo de la banca y con ella, la entronización del sistema financiero. Este, como tal, se ocupó de financiar los grandes proyectos del Estado en desarrollo y de la industria en expansión. En una etapa crucial capitalista, desapareció de la escena el ya anticuado burgués (situación no prevista por Marx), que fue sustituido por un mayor número de propietarios de los medios de producción a través del sistema accionario o de tenencia de acciones con un valor nominal que más adelante pudo cotizarse, a la baja o al alza, en un mercado especifico accionario. El sistema financiero, como tal, se convirtió en el financista de los productores. De acuerdo a su tamaño, estos productores eran al mismo tiempo accionistas de la banca o, en el caso de las pequeñas y medianas empresas, únicamente sujetos de crédito. El capital productivo, como tal, dejó de existir y, en el mejor de los casos, se convirtió en la inversión inicial de proyectos productivos, en su lugar se constituyo el capital de trabajo, aportado por los bancos.
El cambio fundamental del sistema capitalista, entonces, lo constituyó la superposición del capital financiero por encima del capital productivo. Ya no fue, como en sus inicios históricos, la tasa de explotación definiendo la tasa de ganancia que, a su vez, determinaba la tasa de interés sino que el proceso se invirtió: fue la tasa de interés la que definió la tasa de ganancia que determinó la tasa de explotación.(ambas necesariamente por arriba de la tasa de interés para poder cubrirla).Como vemos fácilmente, si la tasa de interés puede determinarse a capricho(en este caso por la antigua oligarquía guatemalteca que se apodero de las decisiones de la banca central),sin el necesario respaldo productivo, los pretendidos valores reales producidos por la banca son en última instancia, valores ficticios. La única manera de mantenerlos al alza, como se pretendió durante el periodo cobijado por el Consenso de Washington, fue mediante el incremento constante de la tasa de explotación, y, de manera particular, en los países dependientes. De aquí la enorme brecha formada entre ricos y pobres y los niveles escalofriantes de la pobreza extrema y la acumulación desmedida en tan pocas manos en el mundo.
8. La opción del Estado.
La misma dinámica muerdecolas, ha puesto en jaque a la referida ilusión monetaria que de golpe y porrazo ha resquebrajado a un sistema financiero sin control alguno. Todas las miradas han sido puestas en el Estado, hasta hace cerca de 20 años colocado en la picota del Mercado y hoy constituido en el único salvavidas posible. Como se refiere supra, cerca de mil millones de dólares provenientes del Estado, provenientes de los impuestos y el trato desigual con el resto del mundo, reiniciaron el rescate bancario adquiriendo papeles basura del sistema, los cuales enfrentados a un nuevo mundo sin espejismos han obligado al Estado a canjearlos por acciones de los mismos bancos que se pretendía salvar. La incógnita que se abre hacia el futuro es la duración que tendrá esa apropiación de la banca por parte del Estado, dependiendo de manera fundamental de la opción ganadora en las elecciones presidenciales estadunidenses. De su decisión de fondo de eliminar de tajo los rezagos sociales en el mundo o de continuar la expoliación planetaria en lo que sigue del Siglo XXI.
Autor:
Dr. Carlos Enrique Lopez Garcia
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