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Aloe vera (página 2)


Partes: 1, 2

*** 4 – "No hay medicamento más rico en síntomas de congestión portal" (Boericke) (ver 18 y 19). Actúa sobre el sistema venoso porta y de pequeña pelvis.

** 5 – Sensación de plenitud: en hígado, abdomen, intestino, recto, hemorroides (ver 19).

** 6 – Adaptado especialmente a personas indolentes, cansadas, que tienen aversión al trabajo físico y mental (que los fatiga); en ancianos, mujeres de constitución floja, relajadas; en linfáticos; en viejos bebedores de cerveza. Extrema postración con sudores. Malos efectos de hábitos o vida sedentaria.

* 7 – Enfermedades de membranas mucosas, con secreción mucosa en trozos como de gelatina; especialmente en garganta y recto.

* 8 – Modalidades: peor después de comer o beber (cólicos y diarrea) o de comer ostras o mariscos fuera de la estación; por cerveza; por calor, en Verano, en tiempo húmedo y caluroso; por vida sedentaria; a la mañana temprano. Mejor por frío y al aire libre, por aplicaciones frías, eliminando flatos.

* 9 – Es un clarificador de síntomas, quita síntomas provocados por medicamentos; cuando hay mucha mezcla de síntomas de la enfermedad y medicamentosos.

DESEOS Y AVERSIONES DE ALOE

* 10 – Deseo de sal, frutas y jugos. Aversión a la carne.

SINTOMAS PARTICULARES DE ALOE

* 11 – Cefaleas frontales con náuseas y pesadez, que lo obligan a entrecerrar los ojos, mejor por aplicaciones frías, peor por calor, al dar cada paso. Cefaleas que alternan con lumbago, hemorroides y afecciones intestinales y uterinas; por heces insuficientes o constipación.

* 12 – Dolores profundos en las órbitas. Achica los ojos durante las cefaleas. Ve anillos o estrías amarillos que se mueven. Ojos rojos.

13 – Odia los sonidos o ruidos, la hacen temblar. Oye crujidos al masticar; o un sonido de explosión brusca en el oído izquierdo, como de vidrios que se rompen.

14 – Punta de la nariz fría, y roja al aire frío. Epistaxis al despertar.

* 15 – Labios muy rojos (Sulphur), secos, agrietados; tinte subictérico.

16 – Gusto amargo o ácido. Varicosidades en la faringe. Expulsa trozos espesos de mucosidades gelatinosas.

** 17 – Apenas come o bebe, debe apurarse a mover el vientre. Hambre durante la diarrea (Petrol.). Castralgia al dar un paso en falso. Eructos amargos.

*** 18 – Ruidos en el vientre después de cenar (Kent), con plenitud, pesadez, distensión y borborigmos que se escuchan a distancia, peor antes de mover el vientre; parece que fuera a estallar. Gran flatulencia que presiona hacia abajo, con emisión de flotas calientes, ardientes, ruidosos, copiosos, ofensivos, que lo alivian. Dolores que van de un lado al otro del vientre (Chel.), con sensibilidad al tocarlo. Sensación de "bearing-down" o pesadez en hipogastrio, peor parado, con deseos urgentes de defecar. Cólicos cortantes en fosa ilíacn derecha, peor antes y durante la defecación; todos los dolores cesan después de mover el vientre, dejando una sensación de extrema debilidad, casi desmayándose, con sudores profusos. Estas crisis de Cólicos son precedidas por una constipación obstinada. Sensación de tapón entre pubis y coxis, con deseos urgentes de defecar. Malestar, tensión y dolor hepáticos, peor parado, mejor doblándose (es un importante medicamento hepático). Dolor periumbilical, peor por presión.

*** 19 – Los síntomas rectales soy los que, generalmente, determinan su indicación. Las heces, aun cuando sean sólidas, salen involuntariamente sobre todo al eliminar flatos, al orinar o de noche en cama; está inseguro de su esfínter, no confía en él; tiene la sensación de pérdida de contracción de su esfínter, está pendiente de él; le parece que cada vez que elimina un flato, va a salir algo de materia fecal o no sabe que va a salir; siempre está con miedo de que salgan materias fecales; gente que siempre ensucia algo su ropa interior (Schmidt). Deseo urgente e imperioso, brusco, de mover el vientre, con gran dificultad para contener las heces, que lo levanta temprano de la cama (de 3 a 9 a.m. [Sulphurl), o cuando pasan flatos calientes, que es lo único que elimina, volviendo pronto la urgencia, con sensación de tapón rectal y ardor anal después de los flatos. Deseos constantes de mover el vientre: a la mañana al despertar (o lo despierta), después de comer o beber, al levantarse, al estar parado, al orinar, al eliminar gases. Diarrea con las características ya expresadas, en chorro, con abundancia de flatos, con heces amarillas o sanguinolentas en grandes trozos gelatinosos, transparentes; por ira, por cerveza, por fruta, peor en verano, parado o caminando, después de comer o beber. Constipación. Hemorroides azules, en paquetes como racimos de uvas, ardientes, dolorosas (no tolera el menor contacto), sangrantes, peor durante la menstruación, mejor por aplicaciones frías; con intenso prurito y ardor anal que impiden dormir.

* 20 – Incontinencia de orina en viejos; hipertrofia de próstata con sensación de tironeo hacia abajo y nicturia. Cada vez que orina, siente como si fuera a salir un trocito de materia fecal.

21 – Deseo sexual aumentado en el hombre, peor después de despertar y de comer. Pene arrugado y frío.

* 22 – Dolores como de parto en el útero, extendidos a recto y muslos. Menstruaciones adelantadas y abundantes, con pesadez rectal. Prolapso de útero con tironeo hacia abajo, peor parada y durante la menstruación; útero pesado, no la deja caminar. Metrorragias de la menopausia.

23 – Toses en invierno. Disnea con puntadas de hígado al tórax. Hemóptisis.

** 24 – Lumbago que alterna con cefaleas y hemorroides. Dolor en sacro, peor sentado y moviéndose.

25 – Piel caliente y seca, sin fiebre; prurito en invierno. Se destapa de noche en cama (Kent).

Son interminables los multiples efectos del aloe:

Los siguientes son algunos de los problemas para los que ha sido utilizado con éxito:

  • Alergias, abscesos, adicciones (a drogas diversas), aftas, afonía, agotamiento, asma, ampollas, amigdalitis, acné, acidez de estómago, anemia, artritis, arteriosclerosis, anorexia.

  • Bronquitis, bursitis.

  • Calambres musculares, calvicie, caspa, cataratas, celulitis, ciática, cirrosis, cólicos, colitis, contusiones, cortes, cistitis, carbunclo, cortes al afeitarse, catarros, congestión intestinal, cáncer, cándida, comezones de todo tipo, congestión nasal.

  • Dermatitis, diabetes, disentería, depresión, dolores de cabeza, dolores de las articulaciones, dolores de muelas, dolores de estómago, dolores musculares, desarreglos evacuatorios, disfunciones intestinales.

  • Edema, erisipela, epidermitis, exantema, enteritis, esterilidad debida a ciclos anovulatorios, esclerosis múltiple, esguinces, erupciones, enfermedades de las encías, estreñimiento.

  • Forúnculos, fiebres sin identificar, flatulencias.

  • Gangrena, glaucoma, gota, gripe

  • Hemorroides, hepatitis, herpes genital, herpes zoster, halitosis; heridas de todo tipo, hipertensión, hongos.

  • Insuficiencia arterial, insomnio, ictericia, irritación bucal, indigestión, infecciones por levaduras, infecciones de la vejiga y de los riñones.

  • Queratosis folicular.

  • Laringitis, lepra, lupus, luxaciones, leucemia.

  • Mal aliento, mastitis (en las vacas), manos ásperas, manchas en la piel, manchas congénitas, meningitis, miopía, mordeduras de serpientes.

  • Náuseas de todo tipo.

  • Obesidad, olores (supresión del mal olor en las úlceras), enfermedades de los ojos.

  • Pie de atleta, piel seca, pezones estriados, parásitos intestinales, picaduras de insectos, pecas seniles, picaduras de víboras y alacranes, psoriasis, prostatitis, picores de todo tipo, problemas del páncreas diversos.

  • Quemaduras (térmicas, por radiación, solares, químicas ó por líquidos).

  • Resfriados.

  • Sabañones, seborrea, sinusitis, SIDA.

  • Tendinitis, tracoma, tuberculosis, torceduras, tos, tortícolis.

  • Uñas encarnadas, úlceras en las piernas, úlcera péptica, úlcera de duodeno, (todo tipo de úlceras), urticaria.

  • Vaginitis, várices, virus de Epstein.Zoster (herpes).

Utilización casera del áloe

La hoja recién cortada posee unos efectos terapéuticos mucho más potentes que cualquier extracto o gel comercial de los existentes en la actualidad. Si no tiene Vd. una planta de áloe en casa, vale la pena que compre una. Los beneficios que de ella obtendrá le compensarán con creces de su modesto costo. Mi consejo es que sea una planta de áloe vera (áloe barbadensis Miller), por la mayor carnosidad de sus hojas. Aunque el áloe arborescens o el áloe ferox -generalmente más abundantes en las tiendas de plantas ornamentales- son igualmente válidas. Tan sólo por su utilidad como primer auxilio en caso de quemaduras, pequeñas heridas y problemas cutáneos, será ya una buena inversión. Además, recuerde que desde hace miles de años -y en muchos lugares todavía en la actualidad- se cree que la planta de áloe genera influencias benéficas en el entorno en el que se halla.

Para que una planta posea las cualidades curativas óptimas deberá haber alcanzado su madurez, esto es, tener al menos entre año y medio y dos años. A la hora de utilizarla corte siempre una de las hojas inferiores, pues son las más gruesas, las más maduras y las de mayor efecto terapéutico. Arránquela desprendiéndola del tronco. Con un cuchillo, corte los tres o cuatro metros inferiores de la hoja (toda la parte blanquecina un poco más), desechándolos. Seguidamente -sobre todo si va a ser utilizada internamente- manténgala, durante unos minutos en posición vertical o ligeramente inclinada a fin de que la savia amarilla se vaya drenando. Aunque la savia es muy rica en substancias curativas, en ella está también contenida la aloína, cuyo sabor amargo y sus efectos purgantes hacen que su uso para usos internos sea desaconsejable. También puede tener efectos ligeramente irritantes sobre la piel o sobre las mucosas cuando se la utiliza externamente.

Aplicaciones externas

Después corte los bordes de la parte que vaya a utilizar en este momento, a fin de eliminar las espinas. Seguidamente parta la hoja longitudinalmente por la mitad. En la utilización externa se ha observado que los efectos son mucho más rápidos y contundentes cuando se aplica un trozo de hoja sobre la zona afectada, con la pulpa en contacto con la piel pero sin desprenderla de la corteza. Para mantenerla en su lugar se puede utilizar una venda o esparadrapo. Cuando por las características de la lesión a tratar no sea posible mantener la corteza, se podrá extraer la pulpa con una cuchara, machacándola o moliéndola seguidamente para facilitar su aplicación. Antes de aplicar la pulpa es muy importante lavar bien la zona de la piel en la que se va a utilizar. Estudios realizados por el Dr. Ivan E. Danhof han demostrado que el áloe penetra en la piel al menos cuatro veces más rápido que el agua. Ello le confiere una gran utilidad cuando es combinado con otros elementos nutritivos o curativos, pero es muy importante lavar cuidadosamente la piel antes de utilizarlo -sobre todo en las heridas y quemaduras- pues de lo contrario podría introducir en el cuerpo la suciedad, las impurezas e incluso las bacterias y microbios acumulados sobre la piel. Las aplicaciones se pueden repetir cada hora, lavando siempre la piel antes de cada nueva aplicación.

Quemaduras:

En las quemaduras es importante recordar que cuanto antes se atiendan más rápida será su cura y menores las cicatrices. Se deberá aplicar generosamente pulpa de áloe machacada o una buena crema comercial de áloe, varias veces al día.

En caso de quemaduras de cierta importancia es conveniente refrescar la zona afectada con agua corriente durante 15 o 20 minutos. De este modo se logra bajar la temperatura de la piel, impidiendo que siga quemándose por sí sola. Esta simple medida, junto a la siguiente aplicación del áloe, harán que la curación sea rápida y completa.

Para evitar las quemaduras de sol -y el consiguiente riesgo de contraer cáncer de piel- es conveniente aplicarse una buena crema de áloe al menos 20 minutos antes de exponerse a los rayos solares y, como siempre, asegúrese de que dicha crema contiene realmente un buen porcentaje de áloe.

En algunas ocasiones el uso externo de la pulpa de áloe puede resecar excesivamente la piel, lo cual podría resultar contraproducente en caso de ciertas enfermedades cutáneas. Para solucionar este problema se puede mezclar con aceite de oliva o de almendras dulces, o bien se recurrirá a una buena crema comercial de áloe.

Uso interno

Cuando la pulpa del áloe vaya a ser consumida internamente se podrá separar de la corteza del modo indicado, con la cuchara, o bien se pelará la hoja con el cuchillo cortando seguidamente la pulpa en cubos, con cuidado de que no queden trozos de corteza para evitar su sabor amargo. Aunque el sabor de la pulpa no es desagradable, ciertamente su aspecto mucilaginoso la hace muy poco apetitosa e incluso, para algunas personas, algo repugnante. Hay quienes prefieren molerla en una licuadora y tomarla mezclada con zumos de fruta o con miel, mientras que otros la toman en ensalada o directamente mordiendo la hoja recién pelada.

Para conservarla se molerá inmediatamente después de pelada la hoja, guardándola después en el frigorífico. De este modo conserva sus cualidades medicinales por lo menos durante dos semanas. En caso de que su color se hiciera más obscuro ello indicaría que el proceso de oxidación ha comenzado ya, por lo cual se deberá desechar.

En los casos de problemas bucales, llagas, heridas por extracciones, gingivitis o estomatitis, se molerá la pulpa, manteniendo el gel en la boca todo el tiempo que sea posible y procurando que permanezca en contacto con la zona afectada.

Alergias

Según un informe publicado en 1980 por los doctores Morrow, Rapoport y Strick, menos de un 1% de la población es alérgica al áloe. Ciertamente es una proporción muy baja si la comparamos con algunos medicamentos o incluso con alimentos bastante comunes. Pero podría darse el caso de que estuviera Vd. comprendido dentro de ese casi 1%. Por ello es aconsejable que antes de tomar o de aplicarse externamente la pulpa de áloe o algún producto comercial a base de áloe, compruebe que no va a sufrir reacciones desagradables de tipo alérgico. La mejor manera es aplicarse un poco de gel de áloe o de pulpa recién extraída de la hoja en algún lugar donde la piel sea fina, como por ejemplo en la parte interna del brazo, o detrás de la oreja. Si durante la hora siguiente no experimenta ningún tipo de comezón ni de erupción cutánea, ello indicará que no es usted alérgico al áloe. Si por el contrario se presentaran dichas reacciones desagradables, puede ser que el áloe no sea adecuado para usted. No obstante, si efectuó la prueba con algún producto comercial será conveniente que la vuelva a realizar otro día con pulpa de áloe recién cortada, pues podría darse el caso de que la alergia no fuera generada por el propio áloe sino por algún producto utilizado en el proceso de conservación o estabilización.

Alergia a los sulfitos.- Quienes sean alérgicos a los sulfitos deberán abstenerse de tomar gel o jugo de áloe vera comercial, pues son muchas las marcas, aunque no todas, que utilizan esta substancia como conservante sin advertirlo en la etiqueta.

Advertencias finales

Tanto quienes utilizan el áloe con asiduidad, como quienes lo cultivan, lo procesan, lo venden, o escriben sobre él saben que posee cualidades extraordinarias, pero también tiene sus limitaciones. En los Estados Unidos es muy común que quienes comercializan directamente productos de áloe manifiesten que su compañía no proclama ninguna de sus supuestas cualidades curativas, pero seguidamente suelen relatar alguna cura casi milagrosa ocurrida personalmente a ellos o algún familiar o conocido suyo. Aunque dichas curas pueden ser reales, ello no significa que siempre sean repetibles. El áloe no es un cura-lo-todo, sus efectos benéficos pueden variar de unas personas a otras y, por supuesto, dependerán de la calidad del producto o de la hoja utilizada.

Si compra gel de áloe para uso interno averigüe antes cual es su contenido de polisacáridos mucilaginosos (algunas veces denominados mucopolisacáridos o incluso MPS). Si la etiqueta no contiene esta información, no lo compre. Busque un producto que contenga al menos 12.000 mg. de polisacáridos por litro. Recuerde que la cantidad recomendada para las personas sanas es de 1.200 mg. de polisacáridos al día. Los enfermos deberán tomar al menos 3.000 mg. diarios de polisacáridos de áloe o mucho más si la enfermedad es grave.

Las mujeres embarazadas deberán utilizar el áloe con prudencia, ya Paracelso decía que "tomado durante cierto tiempo puede provocar evacuaciones menstruales", por lo que podría causar el aborto.

En caso de enfermedades graves, no interrumpa por iniciativa propia el tratamiento médico que esté siguiendo para probar con el áloe vera. Si cree usted que el áloe le podría ayudar, consulte antes con un médico naturista y expóngale sus razones. Realmente, nada le impide utilizar el áloe como complemento a su tratamiento médico actual. Salvo en el caso poco probable de que sea usted alérgico a ella, la maravillosa "planta que cura" tan sólo le reportará beneficios.

USOS ANCESTRALES DEL ALOE VERA:

REMEDIO NATURAL CONTRA EL CÁNCEREste remedio se le debe a un Fraile Franciscano, que lo llaman, en Belén (Brasil), Fray Romano, de origen brasileño. Actual maestro del seminario de Belén. Su fama a través de toda Judea, se va extendiendo y como él expresa: Yo curo el cáncer y cualquier persona puede hacerlo, sin hacer milagros, simplemente aplicando los productos que produce la madre naturaleza. Antes de darles la receta, quiero decirles mi experiencia personal sobre la Bendita Receta. Tengo conocimiento de varias personas que se han curado, después de beber el brebaje, a las cuales les daban menos de un mes de vida, por el padecimiento de diferentes tipos de cánceres terminales. Luego del conocimiento de las virtudes de este medicamento totalmente natural, me he propuesto hacerlo circular, por esta vía, para que cualquier persona que tenga un amigo, pariente relacionado con esta terrible enfermedad prepare la receta y se lo de a tomar. Ya verán el resultado a la semana de estar tomándolo, se los aseguro, es algo que trabaja rápidamente. La Receta es: 1/2 kilo o litro de miel pura de abejas. Dos (2) hojas grandes o tres (3) pequeñas de la planta llamada Sábila. Tres (3) cucharadas de coñac, whisky, tequila o aguardiente (esto se usa como vaso dilatador). Se le quita el polvo y las espinas a la hoja de Sábila, se cortan éstas en pequeños trozos, luego se introducen todos los elementos, antes citados, en una batidora eléctrica o licuadora; se bate hasta que se vea que se forma una pasta viscosa, ya esta lista para tomar. Se puede dejar fuera de la nevera o ponerse en el refrigerador, al gusto de cada cual. No debe quitarle la cáscara a la Sábila , ni colar el remedio. Fray Romano dice que debe tomarse una cucharada grande, tres (3) veces por día, 15 minutos antes de cada comida. Esto debe hacerse por 10 días seguidos. Fray Romano aconseja agitar el frasco antes de cada toma. El fraile advierte que si después de haber tomado la bebida salen abscesos en la piel, esto es buen síntoma. Continúa diciendo que si después de la primera toma no se han obtenidos los resultados deseados, repetir después de haberse hecho los exámenes pertinentes a ver si el tumor no ha cedido, beber 4 veces más, hasta la curación total. Desde hace seis (6) años que el fraile está usando esta receta, gratuita, con óptimos resultados. Ha curado a varias decenas de personas en Belén y sus alrededores. El dice que no sólo cura el cáncer, sino que también lo previene. Cura el cáncer de la piel, del cerebro, del pulmón, de la próstata, la leucemia, etc. También cuenta que últimamente ha curado a una religiosa italiana de 29 años, enferma de esclerosis. El que desee un testimonio de uno que estaba desahuciado de cáncer pulmonar, puede contactar al Sr. Fausto Pimentel, en Santo Domingo, Republica Dominicana al teléfono: (809) 247-2316. Este señor es el que publicó lo que he contado más arriba, como agradecimiento a la vida por haberse curado cuando sólo le daban pocos días de vida. Por mi parte, como dije anteriormente, tengo testimonios de otras personas que también se han curado al igual que el Sr. Pimentel. Por favor haga circular esto. Cabe hacer mención que no sólo es para curar el cáncer, es un restaurador de células natural, y refuerza nuestro sistema inmunológico. ¿Este tratamiento cura toda clase de cáncer? Si. ¿Qué tipos de cáncer cura de hecho? Todos. Se sabe que ha habido muchas curaciones de muchas clases de cáncer: Cáncer de piel, de garganta, del seno, del útero, de próstata, del cerebro, del hígado, del intestino, de leucemia, etc. Incluso en personas diabéticas.

BIBLIOGRAFIA:

Aloe vera: nature's silent healer alasdair barcroft,audun myskja. Aloe Vera: Nature's Soothing Healer Diane Gag

www.botanical-online.com

www.homeopatiageneral.com/

 

 

Autor:

Pedro Luis Estrada

Partes: 1, 2
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