Resumen
El siguiente trabajo tiene como objetivo de resaltar el pensamiento militar de Máximo Gómez Báez como máximo exponente de las tradiciones de lucha del pueblo cubano que permitirá resaltar los valores patrióticos y formador de3 nuevas generaciones de cubanos
Martínez Campo le llamó "el primer Guerrillero de América", Arminán "el que más valía de nuestros enemigos", Manuel Aznar "el émulo de Zumalacárregui" y Cánovas "el único General que había en Cuba".
Su condición de jefe militar de la revolución no le hizo perder de vista el papel decisivo que desempeña la lucha económica en una guerra larga y de desgaste, es decir la destrucción de las fuentes de riquezas que financiaban a España el conflicto cubano.
Todas las enseñanzas de Gómez hoy prevalecen en nuestro pueblo y conforman las tradiciones de lucha del pueblo cubano en su enfrentamiento frontal por consolidar la independencia
Palabras claves:
Campañas militares
Pensamiento Militar
Ejército Libertador
Arte Militar
Estrategia
Organización y Disciplina
Resumen
he following paper aims to highlight the military thought Maximo Gomez Baez as a leading exponent of the traditions of the Cuban people's struggle will highlight the patriotic values and forming new generations of Cubans of3Campo Martinez called "the first American Guerrilla" Armin "the most value from our enemies", Manuel Aznar "the rival of Zumalacárregui" and Cánovas "the only General that it had in Cuba." . Its status as military leader of the revolution did not lose sight of the crucial role of economic struggle in a long war of attrition, ie the destruction of the sources of wealth to Spain who financed the Cuban conflict. All the teachings of Gomez now prevail in our town and make up the traditions of struggle of the Cuban people in their confrontation front to consolidate independenceKeywords:• Military Campaigns• Military Thought• Liberation Army• Military Art• Strategy• Organization Discipline
Introducción
El estudio del accionar militar de Gómez nos permite sentirnos orgullosos de nuestras raíces históricas y de los hombres que jugaron su papel en la Historia.
Los cubanos nos sentimos orgullosos de tener dentro de nuestra historia un hombre del calibre de Máximo Gómez ya que nos legó un su caudal de experiencia en el arte de la guerra en las formas de introducir la guerra de guerrilla y la carga al machete.
Hoy queremos rendirles homenaje a aquellos hombres que sin armas ni academias supieron inculcar el arte de la guerra y los sentimientos de amor a la patria.
Desarrollo
Sin lugar a dudas el pensamiento militar del Mayor General Máximo Báez fue el vasto y profundo entre todos los de los jefes que intervinieron en las guerras por la independencia de Cuba, y el de mayor trascendencia. Fue además maestro sobre el campo de batalla, de alumnos mozos y soldados inexpertos que llegaron a la categoría de caudillos de forma universal. Mentor de Antonio Maceo, fue según palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro "el más brillante jefe y maestro de jefes cubanos".
Catorce años de lucha armada en Cuba, una carrera ascendente desde Sargento Primero hasta General en Jefe, cientos de acciones combativas sin una derrota seria, sólo dos heridas leves y el reconocimiento de su maestría militar por cubanos, españoles y militares de otras latitudes y épocas, son su mejor aval.
Cuando Gómez llegó a Cuba el 13 de junio de 1865 procedente de Santo Domingo, no era más que un oscuro Comandante de las reservas provisionales dominicanas, que había recibido su bautismo de fuego en los Campos de Santomés (1855), bajo el mando de Modesto Díaz – con solo 19 años – desde ese tiempo algunos de los principios de arte militar presidieron su ejecutoria combativa en Cuba, formaron parte de su patrimonio: la sorpresa, la iniciativa, la seguridad, la actividad y la flexibilidad, entre otros, así como su apoyo al arma de caballería y a las cargas al machete y su afición por las estratagemas, recursos que atesoró y empleó sistemáticamente y que pulió hasta la perfección en el diario batallar.
De manera que el joven Gómez que se sumó al Ejército Libertador, estaba muy distante del jefe que la necesidad y su sentido de la responsabilidad lo convertirían en poco tiempo.
"La necesidad – apuntó – esa es una madre severa pero buena". Había madera, sí, y la brega hizo el resto.
Su temprana incorporación al Ejército Libertador, cuando habían muy pocos insurrectos con conocimientos militares, y su brillante desempeño en la carga al machete de Berta del Pino, el 26 de octubre de 1868, lo hicieron sobresalir desde sus primeros momentos.
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