Trastornos de la alimentación
Los trastornos de la alimentación: Eran tratados por los clínicos y nutricionistas y por el área de la psiquiatría. Podemos considerar que son trastornos que siempre existieron, que se transformaron en epidémicas, propias de la modernidad, causadas por el consumo de "flacura", talles imposibles de alcanzar, que tienden a tomar la adolescencia como único modelo femenino.
En el caso de la anorexia hay que distinguir el diagnóstico del punto de vista clínico con cuadros esquizoides (la melancolía), así la paciente deja de comer, come nada, tiene deseo de nada. Su yo se ha vaciado, es sentirse muerto, pero a la vez no poder morir. En general se dá por la no elabora-ción de un duelo y la pérdida de un "objeto amado" se convierte en la pérdida del sujeto.
En la histeria se elige que comer, se come poco, pero no está en riesgo la vida, o sea no es tan grave.
La bulimia tiene conductas compulsivas, repetición, hay un eslabón que articula la reflexión, es una toxicomanía sin droga, es un estado límite o de borde.
El nivel de autoexigencia con la realidad, la supera, o sea como si recibiera un mandato. "comé todo, comé mierda, llenate a morir, y, luego como conducta refleja aparece una satisfacción a través del vómito, como un alivio.
Esta patología puede asociarse a las toxicomanías, el vínculo con el objeto (comida o droga) es absoluto y exclusivo, el efecto que se produce es lo que lo subsume, lo esclaviza, en ese sentido el objeto es poseído por el objeto. Encontramos en este punto un vínculo personal, cuando el objeto pasa a ser para el otro indispensable, vital, si falta lo convierte en un ser carente, el objeto de la pasión es de una dependencia patológica.
Es distinto el objeto de la pasión o de la adicción al objeto del deseo, este es siempre eternamente fugitivo y faltante, siempre se desea lo que no se tiene, siempre se desea lo que no se puede tener, pero esto abre una dialéctica y un vínculo, siempre deseante y no dependiente.
Por estructura, por esencia el sujeto siempre es dependiente, dado que me engendro a mi mismo, yo estoy hecho por el otro y heredo su historia y su cultura.
En la cura de las adicciones pretendemos reducir al máximo dependencias nefastas y destructivas y poder privilegiar las dependencias benéficas.
Poder asumir la historia, reconocernos, ser dependientes de un orden, ello nos estabiliza, nos enmarca en la vida cotidiana, ser dependientes de muchas cosas que nos libera, que nos deja crecer; por ejemplo la libertad de aprender nos hace dependientes de tener que cumplir normativas institu- cionales, pero todo esto es beneficioso para nosotros como sujeto.
La dependencia de las adicciones es única y exagerada, es la tiranía de las sensaciones y sentimientos, es común escuchar decir, "lo hago como lo siento ", "me siento bien drogado". Otro ejemplo es: tengo odio, bronca, y por eso me arrogo el derecho de insultar, romper cosas del otro, hasta matar a mis semejantes.
Esto es la tiranía de las pasiones y la pérdida de la razón.
Toxicomanía
La toxicomanía: la elección del sujeto de una droga u otra, es en este caso un tóxico, (cocaína, marihuana, paco, etc.) forma parte del significante que tiene para el inconciente de ésa persona.
Tendremos que pensar porque es necesario para un aparato psíquico de un sujeto X, una consolación o un quitapenas para soportar las renuncias im- puestas, por sentirnos castrados carentes de algo que no podemos alcanzar, para sobrellevar "el dolor de existir".
En "El malestar de la cultura", Freud dice que el hombre puede buscar dos caminos para apalear las insatisfacciones. Uno es buscar banalmente la felicidad o recurrir a ciertos subterfugios para reducir el malestar.
La intoxicación está puesta en esta segunda opción, no aporta la felicidad, sino opera sobre la reducción del dolor.
El dice en este texto ¿Qué espera el hombre de la vida?
La respuesta es: ser feliz, pero el término felicidad es tan amplio como inabarcable, entonces solo nos queda la evitación del dolor, y el mas crudo y autodestructivo de los métodos es a través de los químicos, pero la vía mas rápida para suprimirlo, o sea el mecanismo de la evitación.
El adicto pasa un tiempo suspendido en una felicidad, paraíso virtual, que no le permite ningún tipo de elaboración, solo suspensión de esta sensación de vació, de infelicidad, de algo que se le hace irresistible para soportarlo.
La palabra "cancelación" tiene como sinónimo (barrera, límite, puerta, cárcel), o sea el tóxico es una barrera a algo que se le puede convertir en desen freno, es este dolor que irrumpe, es una invasión que arrasa, y nada más eficaz que una sustancia psicoactiva que lo limite "hay una urgencia" que sólo el adicto la vivencia, es muy diferente al síntoma neurótico que se va tramitando lo doloroso, podemos decir que uno hace síntomas, habla verborrágicamente, aparece como algo loco y el otro se intoxica y cancela la palabra y la demanda.
En el adicto está interrumpido un proceso simbólico de una actividad fantasmática que solo la actuación le permite reducir las tensiones internas, esto es con el efecto del tóxico. Por eso creo que en nuestra posición como analistas frente a estas patologías de borde, no debe ser moralista, sino más bien tener la amplitud que permita establecer dispositivos que posibiliten un camino de la cura.
Un camino que establezcan los mecanismos defensivos para ser anudados a sintomatologías más neuróticas, menos autodestructivas. La única manera es en abstinencia, lo que hay que cancelar es el tóxico, para poder hacer un recorrido de los fantasmas que rodean a lo doloroso, y esto solo se hace en el campo de la palabra, ahondando en la subjetividad que la droga va desgastando.
Ludopatías
En la clasificación de "neurosis impulsivas" están las cleptomanías, piromanías, los juegos de azar, y pasa con estas últimas nada diferente de lo que ya hemos hablado como mecanismo de cancelación de lo doloroso o de la sensación de infelicidad.
Quiero reflexionar sobre la sociedad de consumo, es ella la que dirige lo que se debe consumir, todos los objetos que son la via rápida para la cancelación de lo doloroso (droga, juegos, comida), están manipulados con fines económicos, muy beneficiosos para pocos y muy nocivo e intoxicante para muchos. No podemos desconocer que los "juegos de azar" son las estrellas del momento, montando "paraísos del placer", para facilitar el vaciamiento, con una adrenalina generada que hace que se desconozca como objeto lo placentero y pase a tener una posición de sujeto temido por el "otro", enajenado por la pasión.
También aparece la telefonía celular, impuesta como una necesidad, como un adelanto de la comunicación, que si bien lo es desde el punto de vista tecnológico esclavizó a quienes lo poseen, permaneciendo siempre "registrado por el otro", (de hecho aumentó la disponibilidad forzada de horarios laborales), se está siempre "localizado", y, ni siquiera tratemos de imaginar la impresionante ganancia que genera este negocio en el mundo, considerada seguramente el boom comercial del siglo.
Trato con este trabajo esclarecer que, no importa con que nos intoxicamos sólo se nos impone consumir, que no se recete el deseo, la libertad de elegir, consumamos lo que no necesitamos.
Sólo debemos trabajar para que aparezca la producción subjetiva, que un sujeto descubra lo que desea, lo que le guste, que piense en lo que quiere, lo que le gustaría hacer, que descubra su malestar y su bienestar y que todo esto lo pueda instrumentar para que se torne posible.
Taller dos: abstinencia
Introducción
Freud en su artículo sobre la cocaína, decía que la ingesta de tóxicos, era por privaciones de la vida cotidiana, que aplacaban el dolor de existir, y los denominaba "quita pena". Otros como Le Poulichet ubica a la sustancia tóxica como veneno, o medicina que envenena.
La cultura misma, trae como consecuencia la insatisfacción por que a través de la regla, de las normas, se nos presenta lo irrealizable el No todo, y se lo embarca al hombre en plan de felicidad absoluta, que trae como consecuencia la infelicidad. Decía Freud en el articulo ideal del yo, "el único destino de una ilusión, es la desilusión, todo esta pensado desde la fantasía", cuando lo enfrentamos con la realidad, nos encontramos con lo posible y siempre algo hay que resignar.
El concepto de abstinencia
Todo este prologo es para tomar el concepto de abstinencia, que tiene que ver con la vida misma.
El estado de abstinencia es natural en el hombre, porque siempre hay que resignar algo, para obtener objetivos, hay degradaciones que atravesar para el bien comunitario.
En la vida comunitaria se impone el concepto de abstinencia, si planteamos los predominios individuales, rompemos con los lazos sociales.
El hombre vive en estado de abstinencia con respecto al goce, el adicto vive bajo el imperio del goce, y puede embriagarse con tóxicos o con un enamoramiento, o amores platónicos que pueden convertirse en adicciones para un sujeto.
Freud compara la adicción a los tóxicos, con la indefensión que el hombre tiene en el enamoramiento, es la dependencia en un caso al objeto y en otro al partener.
La prohibición es la que limita al goce, y como esta parado un individuo con sus defensas, y como va a poder transitar, la abstinencia del no todo, y poder soportar los vacíos, cuando pasa a ser insustituible, es insoportable el quehacer cotidiano, y debe intervenir otras defensas, y en este caso pueden ser los tóxicos, y se compara con la manía como una reacción reactiva, en lo cual hay una sustitución de muchos objetos compulsivamente por la falta de uno.
Winnicott descubre en su teoría de la comunicación el valor del objeto transicional, es el ejemplo de la mantita que suple a la madre ausente, esto sirve y es efectivo para tolerar la falta, lo que se debe tener ene cuenta en estos conceptos que si bien hay un reemplazo, lo que no se suple en su ausencia, es la carga de angustia y desorganización de la conducta.
Frente al síndrome de abstinencia, la privación del toxico, hace que reaparezca la angustia, y se genere una desorganización por el dolor que provoca esta falta. Todo esto va a tener que transitar quien tiene que atravesar la primera etapa en un tratamiento, tanto en internación como en los distintos tipos de abordaje, que son ambulatorio u hospital de día.
Es únicamente en este estado de no consumo, que se puede rehabilitar un adicto, y poder sacar a la luz todos los conflictos que dieron origen a su adicción.
Lacan defiende la noción de complejo contra la de instinto, para construir el desarrollo psíquico del individuo alrededor de tres estructuras sucesivas: "el complejo de destete", "el complejo de intrusión", donde figura el estadio del espejo, y "el complejo de Edipo"
Con respecto a las toxicomanías por vía oral es muy importante ahondar en la relación de corte sobre la relación con el pecho materno o sus sustitutos, y donde vamos a tener los complejos más arcaicos y más estables que tiene un sujeto con la familia, este complejo es como una matriz para los posteriores, y donde se encuentra la trasmisión de valores culturales, y donde entonces se desvanece la desviación de algunas pautas instintuales.
Igualmente, se asemeja al instinto por su universalidad, y porque implicaba una función biológica refleja, en el animal deja de actuar cuando llega el término de la cría. En el hombre se encuentra condicionado por el orden cultural.
Lic. Susana Beatriz López
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