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De la bioética clínica a la bioética global: treinta años de evolución

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    Artículo reproducido con la autorización de los editores de Acta Bioethica, 2002, vol.8, no.1, p.27-39. ISSN 0717 5906, publicación semestral destinada preferentemente a profesionales de las distintas representaciones de la Organización Panamericana de la Salud, OPS/OMS y a otros especialistas de diversas profesiones, en todo el mundo, interesados en el diálogo bioético. –

    http://www.uchile.cl/bioetica/

    Resumen: Los seres humanos son respetables porque son seres humanos, no porque tengan los mismos valores o compartan las mismas creencias. Una nueva generación de derechos humanos conlleva necesariamente a un nuevo proceso de legitimación de las instituciones políticas. Es el tema de "democracia y bioética". La vida se encuentra amenazada y de ahí emerge la importancia de elaborar una nueva tabla de derechos humanos, los derechos ecológicos y del medio ambiente, los derechos de las colectividades y los derechos de las futuras generaciones. Los nuevos derechos son globales y por tanto exigen un nuevo tipo de democracia, la llamada democracia global la cual debe ser deliberativa. La bioética es en esencia deliberación y, en ese sentido, debe hacer escuela. La democracia deliberativa podrá ser algún día realidad en la medida que se instale en la sociedad la confrontación plural de ideas.

    Palabras clave: Bioética, derechos humanos, democracia, globalización, deliberación

    Abstract: Human Beings are respectable because they are Human Beings; not because they have the same worth or share the same beliefs. A new generation of human rights necessitates a new process of legitimization of political institutions. This is the essence of "Democracy and Bioethics". Life as we know it is under threat and from there emerges the importance of formulating a new table of human rights; ecological and environmental rights; the rights of different groups within society and the rights of future generations. These new rights are global and therefore demand a new type of democracy; it is this call for a global democracy, which must be discussed. Bioethics, in essence is a process of deliberation and discussion and therefore it is fitting that bioethics should provide the arena for discussion. It is important to realize that one day, deliberative democracy could be the reality, and be responsible for establishing a debate which reflects the diversity of ideas within society.

    Keywords: Bioethics, human rights, democracy, globalization, deliberation

    Resumo: Os seres humanos merecem respeito por sua condição intrínseca e não porque tenham os mesmos valores ou compartam as mesmas crenças. Uma nova geração de direitos humanos conduz necessariamente a novo processo de legitimação das instituições políticas. Esse é o tema da "democracia e bioética". A vida encontrase ameaçada, o que faz emergir a importância em elaborar nova carta de direitos humanos, os direitos ecológicos e do meio ambiente, os direitos das coletividades e os direitos das futuras gerações. Esses novos direitos são globais e, portanto, exigem novo modelo de democracia, a chamada democracia global que é necessariamente deliberativa. A bioética é, em essência, deliberação e, nesse sentido pode ser guia dessa transformação. A democracia deliberativa poderá ser realidade algum dia na medida em que se instaure na sociedade a confrontação de idéias plurais.

    Palavras chave: Bioética, direitos humanos, democracia, globalização, deliberação

    Introducción

    La bioética es un movimiento muy reciente: tiene apenas treinta años de vida. A lo largo de ellos, y con una periodicidad que viene a coincidir con la década, ha ido enfrentando diferentes cuestiones, hasta el punto de que puede hablarse de tres generaciones de problemas, la de los años setenta, la de los ochenta y la de los noventa. Por eso cabe ver el desarrollo de la bioética como una pieza teatral, con un escenario y tres actos, correspondientes a las tres fases por las que ha ido pasando en su desarrollo. De ahí que mi exposición vaya a constar de cuatro partes:

    • Primero, el escenario sobre el que hay que situar este movimiento y desde el que adquiere sentido

    • Segundo, los problemas propios de la primera década, el movimiento de autogestión del cuerpo y el principio de autonomía.

    • En tercer lugar, los problemas bioéticos de segunda generación: las cuestiones relacionadas con la economía, la distribución de recursos y el principio de justicia.

    • Y finalmente veremos la tercera generación de problemas bioéticos, todos los relacionados con el fenómeno de la globalización, la protección del medio ambiente y los derechos de futuras generaciones

    Como conclusión, intentaré resaltar la importancia que tiene para la sociedad civil la educación en los procedimientos deliberativos.

    I. El escenario: La ética de la vida en la cultura occidental

    El sentido del término bioética viene determinado por las dos palabras griegas que entran en su composición, bíos, vida, y éthos, costumbre. Etimológicamente, el término bioética sirve para designar las costumbres que tienen que ver con la vida o el cuidado de la vida. Puede entenderse el término de un segundo modo, dando a sus raíces un sentido más científico. Así, la raíz bíos vendría a designar las ciencias de la vida, y la raíz éthos la ciencia de las costumbres, la ética. De este modo, la bioética sería la parte de la ética que analiza los problemas planteados por las ciencias de la vida, hoy tan acuciantes.

    Como puede suponerse, no hay una sola definición del término bioética. Cada grupo lo entiende de un modo distinto, o lo dota de un contenido diferente. Así, por ejemplo, para ciertos autores la bioética debe definirse como la ética de la vida, entendiendo por tal la disciplina que se ocupa de recordar a los seres humanos los deberes sacrosantos que tenemos con la vida, ante el olvido o la negligencia que, según ellos, se produce en este campo. Éstos suelen poner como santo y seña de todo el movimiento, el lema de la "santidad de la vida" o de la "inviolabilidad de la vida humana." Otros, por el contrario, consideran que su objetivo principal es la "calidad de vida", y no la defensa a ultranza de la vida.

    Yo no voy a seguir ninguno de esos procedimientos. Pienso que lo más correcto es proceder históricamente, analizando el modo cómo la cultura occidental ha gestionado sus deberes morales para con la vida a lo largo de toda su historia, a fin de que luego veamos las novedades que la bioética ha intentado introducir en este campo y las razones que le han movido a ello.

    Nadie pone en duda, ni ha puesto nunca, que la vida es un valor muy importante y que la preservación o conservación de la vida es una obligación moral primaria. Más aún, habría que decir que se ha considerado como un valor y un deber de tal importancia, que se ha protegido de una forma que hoy nos parece extrema. Esta forma extrema consiste no sólo en considerar que hay conductas contra la vida que son inmorales y deben ser castigadas con el procedimiento más coactivo que las sociedades tienen, el derecho penal, sino que, además de eso, sin llegar a tales extremos, se ha considerado que los individuos no son quiénes para gestionar su cuerpo y su vida, y que las decisiones sobre ellos deben de tomarlas ciertas personas especialmente cualificadas, como son los médicos o los sacerdotes. Esto es lo que hoy se conoce con el nombre de paternalismo. La gestión tradicional de nuestros deberes para con el cuerpo y la vida ha sido paternalista. ¿Qué quiere decir esto más exactamente?

    El paternalismo médico es la teoría que afirma que la gestión del cuerpo del paciente no puede hacerla el propio paciente sino otra persona especialmente cualificada para ello, el médico. No ha sido el único tipo de paternalismo que se ha dado en la cultura occidental. Como principio genérico cabe decir que en ella todas las relaciones sociales importantes se han establecido conforme a ese modelo vertical o paternalista. Los ciudadanos no eran quiénes para intervenir en el gobierno y gestionar la cosa pública, razón por la cual la relación de los gobernantes con sus súbditos era paternalista, en el mejor de los casos, o tiránica, en el peor de ellos. En la época que eufemísticamente se conoce en historia con el nombre de "despotismo ilustrado" se decía aquello de "todo para el pueblo pero sin el pueblo". Esa frase es la quintaesencia de la política paternalista. Y lo mismo cabe decir de todas las demás relaciones sociales, como por ejemplo las de pareja o las que establecen los padres con sus hijos. Éste es el telón de fondo que era necesario tener presente para entender el desarrollo de la bioética. La tesis básica de este telón de fondo es que la gestión del cuerpo, de la sexualidad, de la vida y de la muerte, le ha estado vedada al individuo durante siglos y siglos, quedando a cargo de personas especialmente cualificadas, médicos, gobernantes, sacerdotes, jueces, etc.

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