La morfología como inicio de la competencia lingüística en el desarrollo de competencias comunicativas

1. La morfología como punto de partida en la transición de la competencia lingüística al desarrollo de competencias comunicativas en la educación básica primaria
3. Bibliografía

La morfología como punto de partida en la transición de la competencia lingüística al desarrollo de competencias comunicativas en la educación básica primaria

Es cierto que los planteamientos curriculares deben responder a los requerimientos del Proyecto Educativo Institucional, según las exigencias de su entorno socio cultural, pero es necesario realizar un análisis en cuanto a la concepción del lenguaje presentada por el MEN en el texto Lineamientos Curriculares de Lengua Castellana. En uno de sus apartes expresa: "la morfología, la sintaxis y la fonética eran aspectos a los que se dedicaba gran parte de las acciones de la escuela. Los currículos de lenguaje estaban marcados por un gramaticalismo y memorización de las normativas lingüísticas. No estamos queriendo decir con esto que estos aspectos carezcan de importancia para el trabajo escolar, lo que está en cuestión es si sobre ellos debe recaer el acento"

Lo anterior nos confirma el enfoque semántico comunicativo que se le ha dado al proceso de enseñanza aprendizaje de la lengua, permitiendo la aparición de la noción competencia comunicativa planteada por Dell Hymes (1972) quien introduce una visión más pragmática del lenguaje, siendo relevantes los aspectos socio culturales en los actos comunicativos de la persona y por ende del niño.

La competencia comunicativa responde al buen uso del lenguaje en actos de comunicación, donde se pueda evidenciar el buen desarrollo de las cuatro habilidades: hablar, escribir, leer y escuchar. Siendo estas habilidades; los ejes centrales para el desarrollo curricular en el área de lengua castellana.

Consideramos pertinente resaltar las cuatro habilidades básicas de la comunicación como los ejes centrales para el desarrollo curricular pero también es relevante recalcar que siendo la morfología la parte de la gramática que estudia la estructura de las palabras y su relación con las categorías gramaticales del lenguaje; su estudio, enseñanza y aprendizaje debe ser la base para plantear una propuesta curricular orientada hacia procesos y competencias.

Es claro que el estudio gramatical de la lengua no debe ser el eje del trabajo pedagógico escolar, pero si debe convertirse en el punto de partida para el desarrollo de competencias comunicativas. Es decir cuando se ha querido evolucionar en los planteamientos para las nuevas prácticas curriculares, no podemos dejar a un lado el estudio de la estructura de la lengua, porque es allí donde encontramos las herramientas adecuadas para el correcto uso de las palabras ya sea en forma oral o escrita.

Si partimos del hecho de que los estudiantes de básica primaria dominan la derivación de los morfemas y tienen la capacidad de construir nuevas palabras acordes al lenguaje de la academia o al lenguaje estándar de nuestra lengua, les estaremos dando las herramientas adecuadas y necesarias para comunicarse con y ante los demás.

Es decir si el estudiante desarrolla una buena competencia lingüística basada en la apropiación de una escritura correcta de las palabras, está en el camino indicado para el desarrollo de las competencias básicas comunicativas.

La escuela del siglo XXI debe cumplir con su función social que es la de formar ciudadanos aptos para vivir en sociedad y es el lenguaje uno de los elementos primordiales para las relaciones laborales, interpersonales y sociales en general. Por tal razón no podemos a la hora de realizar nuestra labor docente, clasificar nuestros educandos por condición social, económica, política, de género o situación geográfica; para la enseñanza y aprendizaje de nuestro idioma. Ya en otras condiciones que nos son objeto de nuestro análisis, cada individuo tendrá la posibilidad de dejarse absorber por su entorno y apropiarse de un nuevo léxico, pero eso si teniendo bien las bases fundamentadas sobre la estructura y el uso estándar de su lengua, que se puede alcanzar con el estudio de la morfología.

Como expresa Michel Stubbs (1984:19), es razonable creer que:

"Ciertos problemas educativos podrían manejarse con mayor éxito si los profesores, así como los investigadores en educación tuvieran un entendimiento más claro de los componentes sociolingüísticos que actúan en escuelas y aulas, de las formas en que el lenguaje cambia dentro de una comunidad de hablantes y de las actitudes que dicha variación provoca inevitablemente"

Refiriéndonos a lo expresado por Michel Stubbs, es bueno aclarar que en ningún momento se desconoce la variación lingüística, pero si es bueno recalcar que una cosa es el uso de variaciones lingüísticas demarcadas por ubicación geográfica, condición socio económica etc., pero la otra es el uso de términos inapropiados por el desconocimiento de la norma, y es ahí donde los docentes debemos desempeñar un papel fundamental en la enseñanza de la morfología.