El clítoris y su entendimiento en la sexualidad normal de la mujer
Enviado por Felix Larocca
- El clítoris: órgano misterioso del erotismo epicúreo
- La cresta gonadal, lugar donde ocurre la diferenciación anatómica entre los sexos
- El clítoris como órgano y como proceso
- El clítoris y el orgasmo en la mujer
- En resumen
- Bibliografía
"Durante muchos años se le ha negado a la mujer la legitimidad de sentir placer durante las relaciones sexuales. Así sería por cuestiones del orden religioso o moral, por las cuales la sexualidad representaba sólo una forma de reproducción. Si bien se aceptaba el placer sexual en el hombre, no así en la mujer, ya que para ella toda forma de satisfacción, particularmente la sexual, se consideraba inmoral."Leer más: http://www.monografias.com/trabajos50/anorgasmia/anorgasmia#ixzz2hgujSFph
Esta tesis propone esclarecer las tendencias — en apariencias homosexuales — que caracterizan algunas formas de camaradería erotizada, ocurriendo exclusivamente entre mujeres.
Digo "en apariencias homosexuales" por la simple razón de que el vocablo "homosexual" lanza una red de significados posibles que abarca conceptos más amplios que el mismo lesbianismo, en el caso del sexo femenino.
La muerte de Jacinto por Jean Broc (1771-1850)
Veamos:
"Homoerotismo refiere a la tendencia social caracterizada por la presencia de emociones eróticas o deseos sexuales que se centran en una persona del mismo sexo. Este concepto tiene una estrecha relación con el concepto homosexualidad, aunque puede diferir de éste, ya que homoerotismo hace referencia a una forma del deseo sexual que se enfoca hacia personas del mismo sexo, mientras que el concepto homosexualidad hace referencia a una identidad sexual u orientación sexual cuya naturaleza implica la atracción sexual por personas del mismo sexo, asimilándose como una identidad del homoerotismo.
"El homoerotismo es principalmente apreciado como una expresión artística de las artes visuales, la literatura y las artes escénicas, caracterizado por la representación del deseo emocional de naturaleza homosexual, frecuentemente evocando escenas sensuales o eróticas que involucran técnicas como el desnudo, la representación gráfica de la relación sexual y la explotación del sexo." (Para seguir leyendo: http://es.wikipedia.org/wiki/Homoer%C3%B3tico.)
Las consideraciones antedichas consideran formas de erotismo que no califican como lesbianismo per se y que pueden explicarse como parte del rico polimorfismo de la sexualidad exclusiva, especial. y multiforme del sexo femenino que Freud y sus prosélitos, de ambos sexos, no concibieran y mucho menos entendieron.
El clítoris: órgano misterioso del erotismo epicúreo
Hasta 2009, el clítoris humano, para la ciencia, fue un misterio absoluto…
Investigadores y filósofos por todo el mundo, han estudiando los misterios de la sexualidad (tanto humana como no humana) durante miles y miles de años. Sin embargo, durante todo ese tiempo dedicado a explorar con diligencia las características de nuestros géneros, aún quedan muchos aspectos de las fisiologías que caracterizan nuestro dimorfismo sexual que, hasta muy recientemente, han permanecido desconocidos – el principal de los cuales es representado por el clítoris.
Si poco sabemos acerca de algunos de los misterios femeninos como son las menstruaciones, la menopausia, la persistencia del himen y la capacidad de orgasmos múltiples, menos es lo que sabemos acerca de los enigmas del clítoris.
Hasta el año 2009 la anatomía y función del órgano más distintivo de la mujer ha permanecido un puzle para los intelectuales debido a la parsimonia y desinterés con que lo han considerado.
Para muchos intelectuales, por tiempos inmemorables, este minúsculo apéndice se limitaba a ser calificado — como su homónimo el vermicular — un órgano residual parte de la separación en el desarrollo embrionario de la cresta gonadal que resulta en la diferenciación de los sexos, con menos tendencia a enfermarse como lo hace el apéndice vermicular cuando se infecta o cuando lo afecta el pseudomixoma peritoneal.
La cresta gonadal, lugar donde ocurre la diferenciación anatómica entre los sexos
Función de esta estructura embriológica
En la embriología, la cresta gonadal es el precursor de las gónadas. La cresta gonadal inicialmente consiste principalmente de mesénquima y células de origen mesonéfrico subyacente. Una vez oogonios entran en esta área éstos tratan de asociarse a estas células somáticas. El desarrollo avanza y los oogonios quedan totalmente rodeados por una capa de células.
La cresta gonadal aparece en aproximadamente cinco semanas del desarrollo fetal y da lugar a los cordones sexuales desde donde se generan las estructuras anatómicas características del dimorfismo sexual.
La siguiente figura representa la cresta gonadal en su estado embrionario.
El clítoris como órgano y como proceso
La "envidia del pene" que tantas tribulaciones le causara a Freud cuando éste la conjurara fue elevada a su extremo en lo absurdo por Marie Bonaparte una de las seguidoras del Padre del Psicoanálisis que dedicara la mayor atención a este asunto. (Para leer más: http://www.monografias.com/trabajos90/psicologia-del-ego-marie-bonaparte-y-s-freud/psicologia-del-ego-marie-bonaparte-y-s-freud).
Envidia del pene puede ser una cosa del pasado pero en su expresión tanto anatómica como fisiológica el clítoris no lo es.
Su tamaño no es tan minúsculo como su etimología del griego se cree indicarlo: kleitoris o pequeña colina.
Aún en este respecto el clítoris despierta controversia, ya que existe desacuerdo en el origen del término.
La palabra se encuentra en todos los lenguajes europeos modernos y proviene del griego, lo que es sujeto a disputa es cómo los griegos la concibieron.
No importa como naciera, ya que desde muy temprano apunta hacia el placer erótico, porque todas las raíces propuestas acarrean connotaciones lúbricas.
Una fuente del Siglo II sugiere que la palabra es una derivación del verbo kleitoriazein, significando estimulación lascivia, o procuradora de placer.
Otros sugieren que proviene de la palabra griega para connotar llave, como la llave a la sexualidad femenina; mientras que otros la coligan a inclinarse o estar reclinado.
En idiomas distantes a los de raíces europeas, la palabra que define al clítoris puede referirse a su apariencia, en lugar de su función.
Por ejemplo, en el idioma chino, el ideograma combina yin, por hembra y tee, por tallo como el tallo de una berenjena que se cree se asemeja a un clítoris.
"Autoridades en francés, alemán e inglés durante los tiempos de Freud y yendo hacia atrás hasta los tempranos siglos XVII, unánimemente mantuvieron que el placer sexual femenino se originaba en las estructuras de la vulva generalmente y en el clítoris particularmente".
Sexólogo Thomas Laqueur añade, "no sitios alternativos fueron propuestos".
En tonos que unían lascivia y afectación pudibunda anatomistas antiguos hacían referencia al clítoris como "un órgano obsceno de placer bruto", o como "el instrumento de la más pura sensualidad".
En el 1612, Jacques Duval escribió acerca del clítoris, "en francés lo llaman una tentación, el aguijón del placer sensual, la varilla femenina y el menosprecio de los hombres; y mujeres que admiten su lascivia lo llaman el placer infinito".
Geoffrey de Mandeville concluyó en 1724 que "no puede encontrarse otro uso para el clítoris que no sea el de excitar el deseo femenino por sus frecuentes erecciones".
Y, en el mundo animal…
El clítoris existe en una variedad de mamíferos, mientras que sus dimensiones han sido de la mayor curiosidad científica destacando las de la hiena manchada con su doble función de órgano del parto y de la estimulación sexual.
En la realidad, este órgano se extiende profundamente en el cuerpo con una magnitud por lo menos dos veces mayor a lo que los textos de anatomía muestran, y decenas de veces mayor de lo que la persona promedio se da cuenta.
Zonas erógenas femeninas
El clítoris ganó su reputación liliputiense, en parte, porque gran porción de su estructura tridimensional elaborada está en el interior, oculto por la grasa y el hueso – una cortina de humo anatómica que ha confundido tonto laicos y expertos por igual.
En su disposición existe una gran cantidad de tejido eréctil que no se representa en la mayoría de los libros de texto de anatomía, salvo tal vez por un par de disecciones muy antiguas de la literatura francesa y alemana.
Trabajos publicados recientemente indican que este órgano no consiste en una imitación reducida del pene masculino, sino que está caracterizado por detalles que enriquecen su entendimiento y función.
Puede decirse que este órgano, anatómica y embriológicamente es un análogo del pene porque se deriva del mismo sitio de donde éste proviene: la cresta gonadal.
Pero las diferencias entre ambos órganos y sus funciones son considerablemente disímiles.
Es cierto que una mujer ni orina ni eyacula a través del clítoris ya que no existe una uretra que lo perfora.
Lo que lo caracteriza es que consiste en un manojo de 8,000 fibras nerviosas.
Esta concentración de fibras sensoriales es la mayor que existe en toda parte del cuerpo, incluyendo las yemas de los dedos, los labios y la lengua. Llegando a tener el doble de las que posee el pene.
Siendo así para servir un solo propósito: estar al servicio exclusivo del placer sexual femenino.
En el clítoris vemos un órgano sexual cuya única misión es el erotismo, sin ser compartida con otros propósitos.
Quizás por esa razón, la anatomía lo esconde en la hendidura pudenda.
En su desarrollo y evolución, su crecimiento se completa durante la vigésima séptima semana de la gestación. Luciendo como lucirá en la niña recién nacida.
Como una columna griega, este órgano consiste en una estructura cilíndrica con tres secciones — base, eje y glande.
Las dos secciones inferiores permanecen ocultas. La parte que siempre se detecta, cuando se despliega y se abre la vulva es el glande.
Glande no debe de confundirse con glandular, ya que este órgano no secreta o excreta, sino que obtiene su nombre de: "una masa redonda que puede hincharse y endurecerse".
Ambas características son aplicables a su función genital.
Considerando su disimulada presencia, sus dimensiones son difíciles de obtener. De hecho es más fácil sentirlo que verlo.
El tamaño promedio del clítoris en una niña joven, cuando se mide desde la base a la punta, es de cuatro a cinco milímetros, o el tamaño de la goma de borrar de un lápiz.
Cuando la mujer está totalmente desarrollada, mide, de la base a la punta 16 milímetros o el diámetro de una moneda pequeña.
Una tercera parte de esta dimensión la ocupa el glande y las otras dos el eje.
De acuerdo a Masters & Johnson, existen tantas variedades dimensionales y morfológicas como mujeres existen.
Una vez que la mujer madura, el clítoris permanece inmutable dentro de la vejez, a veces aumentando en tamaño durante el embarazo.
Lo que es extraordinario acerca de este órgano es que no responde particularmente a la presencia de los estrógenos, siendo indiferente al uso de píldoras contraceptivas, terapia de reemplazo hormonal, y no se atrofia cuando llega la menopausia como suele ocurrir con la vagina.
Repetimos que, debido a la riqueza de su inervación, este es un órgano muy sensitivo, por lo que hay que tener mucho cuidado cuando se toca.
Durante estimulación, y, debido a la presencia de vasos sanguíneos. Cuando erecto el clítoris pude medir el doble de sus dimensiones en reposo, aunque debido a las diferencias anatómicas con el pene, el clítoris no se endurece en el eje, cuando es estimulado.
Esta diferencia en fisiología — ya que este órgano no tiene que ser introducido dentro de otro para lograr su propósito — facilita el proceso único a la mujer del orgasmo múltiple.
Freud — por su propia admisión — nunca lograría comprender muy bien a las mujeres.
Cuando agotó sus energías postulando la "envidia del pene", el imaginativo argonauta de la mente concibió otra falacia enorme, cuando pronunció que el orgasmo del clítoris representaba un orgasmo "infantil" mientras que el vaginal significaba un cambio de enfoque hacia la función psicosexual madura en donde la mujer encuentra satisfacción apropiada a su edad.
Salvador Dalí
El clítoris y el orgasmo en la mujer
Existen tres verdades básicas acerca de la función del orgasmo en la mujer:
1. El orgasmo no es indispensable durante el coito para logar el embarazo
2. El orgasmo femenino es caprichoso y no se puede tomar por garantizado
3. A pesar de su origen común, las funciones del pene y el clítoris no son homólogas.
Teorías que explican su aparición varían en sus ámbitos, sin que ninguna satisfaga la curiosidad científica.
El clítoris como lubricador del autoerotismo femenino y facilitador de la intimidad auto erótica femenina y como expresión de la autoestima narcisista de la mujer: El caso de Nadia
Mujer soltera de 35 años, profesional exitosa, dotada de belleza singular, Nadia, por diez años, había compartido su vida con un hombre divorciado con quien era compatible pero con quien no tenía intención de contraer nupcias.
Consultó conmigo por razones de que sospechaba estar "obsesionada" con mantener su peso dentro de los límites menores para su apariencia y salud.
En una ocasión, durante la terapia, reveló que deseaba esclarecer si una fantasía erótica — que actuó en la realidad — y que mantuviera por mucho tiempo. Deseaba saber si era indicación de homosexualidad o lesbianismo latente de su parte.
En tiempos pasados la joven mujer había visto una escena en una película donde una mujer se exponía de manera provocativa a otra compañera con la que se envolvió, sexual aunque brevemente.
Llegando a su apartamento, y por muchos meses después, se masturbaba hasta el orgasmo con la recolección de la escena que disfrutara.
En una oportunidad, mientras viajaba con una colega, y compartían confidencias, la amiga le preguntó si le importaba que ella la estimulara y la viera desnuda, porque admiraba la hermosura proverbial de Nadia.
Nadia accedió y disfrutaron de una sesión amorosa tan tórrida como gratificante.
Ambas mujeres siguieron sus rumbos apartes y nunca jamás Nadia, ni apetecería ni hizo el amor a otra mujer; cesando las fantasías masturbadoras.
Antes de traer el evento a la terapia, la mujer había llegado a la conclusión por sí misma, que la homosexualidad femenina y el lesbianismo difieren de la homosexualidad masculina y que, en el caso de la mujer la admiración y el contacto sexual con otra persona del mismo sexo quizás represente una extensión normal de la particularidad exclusiva del sexo femenino.
Las Tres Gracias por Antonio Canova
En resumen
Nadia tenía razón en su reflexión y análisis de la situación que la involucrara.
De mujer a mujer existe un nexo especial, y es que la mujer comienza la vida apegada a una persona que, en la madre, representa un nexo homosexual y homoerótico.
Este detalle, en lugar de confundirla, crea una sensación de sentirse inclinada a lo que es sensualmente femenino y atractivo.
Es como si fuese, que todas las mujeres intuyen que su sexualidad y sexo son especiales e inimitables, amén de inimaginables.
La mujer recién nacida, tanto como el niño recién nacido transitan por el mismo período inicial donde el placer oral es primordial y durante el cual la hembra de la especie comparte una actividad de naturaleza erótica con una persona de su propio sexo, inclinándose hacia el seno materno como objeto de mayor curiosidad e interés.
Por tanto no todo lo auto erótico u homoerótico en la mujer constituye homosexualidad lesbianita, sino que forma parte de la riqueza sensual del sexo femenino.
Fin de la lección.
Apariencias que engañan
Bibliografía
Larocca, FEF: Anorgasmia: Desde el punto de vista darvinista, la mujer siempre gana en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: La Psicología del Ego: Marie Bonaparte, S. Freud y la Envidia del Pene en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: La Vagina como Objeto Fálico Narcisista en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: La Vagina Dentata y el Elemento Moral en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El Tamaño del Pene: Mito, Realidad y el Acto Sexual en monografías.com, academia.edu, mailxmail.com y researchgate.net
Angier, N: (1999) Woman: An Intimate Geography Anchor Books
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca