una construcción imaginaria y simbólica, determinada por cada cultura y momento histórico, tomando como base la diferencia sexual, a partir de la cual se determinan los conceptos de masculinidad y feminidad, mismos que establecen el comportamiento, las funciones, oportunidades y valoración de los hombres y de las mujeres, así como las relaciones de poder/subordinación entre ellos.
ABC de género en la Administración Pública, 2004.
Instituto Nacional de las Mujeres
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En el ámbito público, debido a la desigualdad de oportunidades, la discriminación que viven las mujeres es más patente. Lo privado, en cambio, se asocia al espacio propio, y a pesar de ser el espacio de y para las mujeres, se establecen también de manera menos visible las condiciones para su paso desigual en el mundo público, así como las condiciones para una tensión conflictiva y de subordinación femenina.
RELACIONES DE PODER Y EMPODERAMIENTO
Analizar la realidad desde la dimensión de género, supone centrar la atención no en los individuos de manera aislada, sino en la relación que se establece entre hombres y mujeres, la cual muestra una clara asimetría.
Transformar las relaciones desiguales de poder entre los sexos involucra la toma de conciencia, la construcción de la confianza, la ampliación de opciones y oportunidades y la creación de relaciones fincadas en la igualdad, la equidad y la justicia.
A través del empoderamiento, las personas y los grupos conquistan tres tipos de poder:
Ámbito privado: espacio y acciones vinculados a la familia y a lo doméstico; en este ámbito, las mujeres tienen un papel protagónico, poco valorado por la sociedad.
Rol reproductivo: se relaciona con la reproducción biológica y las actividades que pueden garantizar el bienestar y la supervivencia de la familia; es decir, la crianza y la educación de los hijos e hijas, la preparación de alimentos, el aseo de la vivienda, entre otras. Son actividades invisibles, esto es, no remuneradas ni reconocidas.
Ámbito público: espacio y acciones vinculados con la producción y la política; es en este ámbito donde se definen las estructuras socioeconómicas de las sociedades, y constituye el espacio tradicionalmente masculino.
Rol productivo: actividades que generan ingresos económicos, en dinero o en especie, y que producen bienes o servicios para la venta o el autoconsumo; por ejemplo, actividades agrícolas, industriales o comerciales. Son actividades socialmente reconocidas, remuneradas, que generan poder, autoridad y estatus.
ABC de género en la Administración Pública, 2004.
El sistema sexo-género vigente produce una relación desigual de poder entre mujeres y hombres que tiene que ver con una distribución desigual de conocimientos, propiedad e ingresos, responsabilidades y derechos.
Es, por lo tanto, una dimensión de desigualdad social.
De Barbieri, 1992.
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Elaboración de proyectos de desarrollo social con perspectiva de género
Las relaciones entre hombres y mujeres deben reformularse, pero sin un enfrentamiento sexista; se trata de formar hombres y mujeres capaces de crear nuevas maneras de relacionarse con el mundo y entre ambos, y de suprimir los poderes opresivos.
IGUALDAD Y EQUIDAD El concepto de equidad se vincula con el ámbito de la justicia, tomando en cuenta que hacer justicia no significa igualitarismo. Cuando se parte de condiciones de inequidad, actuar por igual con mujeres y hombres, más bien ahonda la desigualdad, porque el punto de partida de unos y otras no es el mismo. Hablar de equidad de género implica, por tanto, lograr la igualdad de oportunidades con el reconocimiento de las diferencias.
La equidad, como ideal a alcanzar, se diferencia de una simple igualación entre hombres y mujeres; implica crear los sistemas que les permitan a ambos tener las mismas oportunidades de acceder, usar y controlar derechos, recursos y beneficios. Lo cual supone en ocasiones, como arriba se menciona, aplicar políticas de discriminación positiva, llamadas también acciones afirmativas o positivas que, de manera focalizada y temporal, aseguran una ventaja para un determinado grupo rezagado en algún aspecto, de suerte que después puedan acceder a los beneficios del desarrollo en igualdad de condiciones.
• Social: información, conocimientos, acceso a las redes sociales y a recursos financieros.
• Político: acceso a los procesos democráticos de toma de decisiones que les afectan.
• Psicológico: toma de conciencia del poder que individual y colectivamente tienen las mujeres. Se alcanza mediante la autoestima personal y la recuperación de la dignidad como personas.
Carmen de la Cruz, Guía metodológica para integrar la perspectiva de género en proyectos y programas de desarrollo.
Ofrecer igualdad de oportunidades implica la articulación -por parte de los poderes públicos- de políticas que consideren a las mujeres como sujetos de pleno derecho en todos los ámbitos, superando las políticas centradas sólo en la "protección" de las mujeres, mediante programas de acciones afirmativas en la educación, la política, la salud, la cultura, etc.
ABC de género en la Administración Pública, 2004.
Igualdad es dar las mismas condiciones, trato y oportunidades a mujeres y hombres. La equidad es dar las mismas condiciones, trato y oportunidades a mujeres y hombres, pero ajustados a las especiales características o situaciones (sexo, clase, etnia, edad, religión) de los diferentes grupos, de tal manera que se pueda garantizar el acceso.
Glosario de términos. Anexo 4.
Instituto Nacional de las Mujeres
PERSPECTIVA DE GÉNERO
La perspectiva de género, como herramienta de análisis, es una nueva manera de ver e interpretar los fenómenos sociales referidos a las relaciones entre mujeres hombres.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la perspectiva de género supone tomar en cuenta las diferencias entre los sexos en la generación del desarrollo y analizar, en cada sociedad y en cada circunstancia, las causas y los mecanismos institucionales y culturales que estructuran la desigualdad entre mujeres y hombres.
Por tanto, este término plantea la necesidad de solucionar los desequilibrios que existen entre hombres y mujeres, mediante acciones como:
??Redistribuir equitativamente las actividades entre los sexos (en los ámbitos público y privado).
??Valorar de manera justa los distintos trabajos que realicen hombres y mujeres (trabajo doméstico, servicios, etcétera).
??Modificar las estructuras sociales, los mecanismos, reglas, prácticas y valores que reproducen la desigualdad.
??Fortalecer el poder de gestión y decisión de las mujeres.
GÉNERO Y DESARROLLO
La problemática de la equidad de género se ha convertido en un tema importante dentro del desarrollo debido a la preocupación por la igualdad y la justicia social, por lo que se hace necesario identificar la situación diferenciada de mujeres y hombres.
Como herramienta de análisis, la perspectiva de género aporta una serie de principios conceptuales que permiten revisar toda acción, política y estrategia de desarrollo desde el lente de la equidad entre mujeres y hombres.
Los conceptos que se mencionan a continuación ofrecen elementos para distinguir en qué medida una determinada intervención está favoreciendo o no la equidad de género y representa un avance en la situación de las mujeres.
??Condición. Se refiere a las circunstancias materiales en las que se vive; es decir, a la situación (calidad) de vida de las personas: acceso a servicios, a recursos productivos, a oportunidades, etc.
??Posición. Alude a la ubicación y al reconocimiento social, al estatus asignado a las mujeres en relación con los hombres. Mejorar la posición de las primeras pasa por modificar su posición de desigualdad y subordinación con relación a estos últimos.
Elaboración de proyectos de desarrollo social con perspectiva de género
??Necesidades prácticas. Son aquellas que las mujeres identifican al intentar cumplir con los roles socialmente asignados. Están vinculadas a su condición de vida: abastecimiento de agua, servicios de salud, cuidado infantil, etc. Pueden ser satisfechas sin transformar los roles sexuales y atendidas por otros.
??Intereses o necesidades estratégicas. Son aquellas que las mujeres identifican a raíz del reconocimiento de su posición subordinada en la sociedad. Incluyen elementos como los derechos ciudadanos, el combate a la violencia de género, la igualdad de oportunidades en el empleo, el control de su fecundidad, etc. Su satisfacción conduce a un cuestionamiento de los roles sexuales y a la búsqueda de la equidad. Requiere procesos personales y colectivos de reflexión y empoderamiento.
??Acceso. Oportunidad de hacer uso de recursos para satisfacer necesidades e intereses personales o colectivos.
??Control. Posibilidad de disponer de los recursos cuando se requieran y de tomar decisiones sobre ellos de manera permanente. Tanto mujeres como hombres pueden ser agentes activos de su propio desarrollo, a condición de que los recursos estén disponibles en una base igualitaria.
Alberti, Pilar, (2003) "Cruzando el umbral hacia el empoderamiento", en Emma Zapata Martelo, Verónica Vazquez, Pilar Alberti, Elia Pérez, Josefina López, Aurelia Flores Hernández, Nidia Hidalgo y Laura Elena Garza Microfinanciamiento y empoderamiento de mujeres rurales. Colegio de Postgraduados, Plaza y Valdés
Ed. México, 2003.
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Autor:
Esp. Belkys Blanco
CALABOZO, FEBRERO DE 2008
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL ROMULO GALLEGOS
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