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El profesor. Consideraciones sobre su labor en el contexto docente (página 2)


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Características personales.

Conocimientos del rol.

Características de la Situación

Además del conocimiento de las expectativas del grupo. En este caso para realizar un análisis integral del asunto evidentemente "el grupo" debe analizarse desde ámbitos sociales más generales (macro) hasta niveles particulares.

Estudios actuales refieren la necesidad de que el maestro promueva el desarrollo de personas que resulten integras, poseedoras de conocimientos que se aplican a las más diversas situaciones y que resultan valederos para solucionar situaciones de la vida cotidiana.

La posibilidad de estimular el desarrollo en el discente de determinadas potencialidades, valores, actitudes, nos remite a las características que desde el punto de vista personológico deja entrever en su interacción con los estudiantes el maestro. Para el cumplimiento de metas en la educación el profesor debe poseer determinados valores que desde la esfera axiológica intervengan como formaciones en la regulación de su comportamiento y por tanto en el desempeño del rol, además el maestro debe ser capaz de establecer una comunicación clara, donde se demuestren conocimientos de la cultura, de la realidad social, económica y política. Poseer intereses que promuevan la búsqueda de conocimientos en diferentes áreas del saber. El propio desarrollo de particularidades de la personalidad del discente ha sido analizado teniendo en cuenta las características del proceso de enseñanza.

La complejidad del desarrollo de la personalidad y dentro de ella, de los recursos personológicos asociados a la creatividad implica modificaciones esenciales en todos los elementos del proceso docente educativo para que éste actúe precisamente como un sistema coherente de influencias. Este es precisamente, el elemento que no se ha tenido en cuenta con suficiente claridad en las estrategias que han utilizado a la institución escolar para favorecer el desarrollo de la creatividad. No se trata simplemente de introducir nuevos métodos o tareas creativas en la impartición de una o varias asignaturas, se trata de transformar cualitativamente todos los eslabones del proceso educativo. Y es que los posibles efectos positivos que tendría la introducción de un nuevo método de aprendizaje, por ejemplo. puede ser fácilmente "neutralizado" por un sistema de evaluación reproductivo o por una relación de comunicación no creativa entre profesor y alumno. (Mitjans y Fariñas, 1993)

Una de las razones por la que el docente debería poseer ciertas habilidades emocionales tiene un marcado cariz altruista y una finalidad claramente educativa. Para que el alumno aprenda y desarrolle las habilidades emocionales y afectivas relacionadas con el uso inteligente de sus emociones necesita de un "educador emocional". El alumno pasa en las aulas gran parte de su infancia y adolescencia, periodos en los que se produce principalmente el desarrollo emocional del niño, de forma que el entorno escolar se configura como un espacio privilegiado de socialización emocional y el profesor/tutor se convierte en su referente más importante en cuanto actitudes, comportamientos, emociones y sentimientos. El docente es un agente activo de desarrollo afectivo y debería hacer un uso consciente de estas habilidades en su trabajo (Abarca, Marzo y Sala, 2002; Vallés y Vallés, 2003 citados en Extremera y Fernández, 2005).

Autores se refieren además entre las características que debe poseer el profesor: Autenticidad, madurez emocional, buen carácter, comprensión de sí mismo, capacidad empática, estabilidad emocional, amplios intereses, tener adecuada actitud hacia los alumnos (Serrano y Olivas, 1989 citados en Ibarra, 2005) entre otras características. Lo anterior recae evidentemente en cómo este desde su desempeño y sus propias características personológicas el maestro facilita el desarrollo y formación de los discentes.

Las características personales del maestro deben analizarse en vínculo con el conocimiento que este tiene del rol que ha de desempeñar, la conducta que debe llevar a cabo, qué debe hacer y cómo debe hacerlo para dar respuesta a las exigencias sociales.

El aula es uno de los contextos en el que el maestro se desempeña y en la misma se dan diversidad de situaciones a las que debe dar respuesta. En el salón de clases se da todo un entramado de relaciones, múltiples interacciones entre los alumnos y entre alumno- profesor promueven situaciones a las que se enfrenta el maestro en su cotidianidad.

Indudablemente el conocimiento que el maestro tenga de qué debe lograr con su desempeño, el impacto de su accionar desde lo práctico y además la importancia de su continua superación son elementos fundamentales en el análisis del rol.

El desempeño del rol del docente tiene un impacto en diferentes contextos a nivel micro y macrosocial, de ahí deviene la pluralidad de exigencias en relación a qué debe hacer y cómo debe hacer su práctica profesional el docente, por lo tanto lo que se espera del maestro, las expectativas en relación a su rol ser variadas, independientemente de la existencia de elementos compartidos dados en representaciones sociales acerca del rol del maestro.

Un elemento a destacar al abordar este asunto son los contrastes o las contradicciones sobre las imágenes sociales que manifiestan padres, alumnos y los propios maestros… Así la imagen social del maestro transita desde ser concebida como "una gran misión social", enalteciendo y embelleciendo esta sublime profesión, hasta concebir el rol del docente como una profesión más… (Ibarra, 2005)

Evidentemente el profesor y su desempeño tienen una gran influencia en la formación de las nuevas generaciones, se ha analizado además lo compleja que puede resultar su labor teniendo en cuenta el análisis del salón de clases como todo un entramado de relaciones, por la complejidad de las situaciones a las que puede enfrentarse el profesor durante su desempeño resulta valedero hacer extensivo el análisis al proceso de comunicación y su impacto en el contexto docente.

Reflexiones acerca de la comunicación y su importancia para el desempeño docente.

El término comunicación tiene enorme relevancia desde el análisis de las interacciones en el contexto escolar. La comunicación es un proceso complejo, que ha sido identificado por V. Ojalvo como permanente, que integra múltiples modos de comportamiento: palabras, gestos, miradas, mímicas, manejo del espacio, es un todo integrado en el que no puede aislarse una parte… (Ojalvo, 1999)

Etimológicamente el término comunicación proviene del latín comunicare que significa común. Al comunicarnos pretendemos establecer una comunidad con el otro, nos proponemos compartir información, ideas, sentimientos. La comunicación es un proceso de integración entre las personas en el cual se expresan sus cualidades psicológicas y en el cual se forman y desarrollan sus ideas, representaciones y sentimientos. (Ibarra, 2005).

Cuando se analiza el lenguaje por A.V.Petrovski identifica tres funciones fundamentales: el lenguaje como medio de existencia, de transmisión y de asimilación de la experiencia histórica social, como medio o procedimiento de comunicación y como instrumento de la actividad intelectual, destacando el autor como función principal la de comunicación. Expresa el autor "Solo en el proceso de comunicación podemos obtener nuevos conocimientos sobre la realidad…" (Petrovski, citado en Bello; Casales, 2004).

Evidentemente la comunicación ejerce un papel fundamental para la transmisión de los conocimientos de una generación a otra, pero además experiencias y orientaciones que guían la actividad del sujeto. De la forma en que se implemente la comunicación profesor – alumno dependerá no solo la transmisión de conocimientos, que sin lugar a dudas es fundamental desde el papel de la institución escolar, sino también el cómo se accede al conocimiento, no tiene el mismo efecto para la formación del discente un proceso de enseñanza aprendizaje donde el profesor emita sus juicios, valoraciones, criterios, como dueño absoluto del conocimiento y sea el estudiante un mero receptor pasivo de información, que un proceso que permita que el alumno sea capaz de autogestionar el conocimiento participando activamente como protagonista. Por tanto, el cómo se comunique tiene una implicación para la labor docente, constituye una de las herramientas centrales en el desempeño del profesor. La comunicación debe caracterizarse por ser clara, reunir los requisitos indispensables para ser comprensible y debe dirigirse a la formación de un profesional activo en la construcción del conocimiento , por tanto, es necesario que se convierta en un proceso que implique al otro como sujeto activo, merecedor de ser escuchado.

Resulta necesario que el maestro evalúe la efectividad del proceso comunicativo. Dionisio Zaldívar refiere aspectos a tener en cuenta para evaluar la eficacia de comunicación. Entre ellos se destacan: Comprensión con la siguiente interrogante ¿Son nuestros mensajes suficientemente claros para ser comprendidos, sin distorsión, por las personas que lo reciben?, Aceptación ¿Existen algunos elementos en mis mensajes o en mis actitudes que hagan a los mismos inaceptables?, Atracción ¿ Son mis mensajes lo suficientemente atractivos como para provocar el interés y despertar la atención de otros?, Identificación ¿ Se consideran los destinatarios identificados con mis mensajes, esto es se sienten que van dirigidos a ellos? , Persuasión ¿Son mis mensajes lo suficientemente convincentes para provocar o motivar cambios de actitudes o de comportamiento en los destinatarios? (Zaldívar, 2003).

La comunicación y cómo se desarrolle en el contexto docente ha facilitado el análisis de enfoques educativos mirados desde una perspectiva comunicativa, así se distingue la educación con énfasis en el contenido, la educación con énfasis en los efectos, la educación con énfasis en el proceso.

Evidentemente no puede verse al alumno como un mero receptor de información, como un ente pasivo, debe tenerse en cuenta que este también posee conocimientos, posee un nivel real de desarrollo que debe ser considerado en aras de estimular el desarrollo de sus potencialidades y la apropiación creativa de conocimientos. Esto requiere trascender la visión del profesor como poseedor único del saber que provee al estudiante del conocimiento que no posee, sin facilitar el intercambio, centrado solo en el legado de contenido de profesor a alumno. Ha de tenerse en cuenta que para formar estudiantes activos y creativos es necesario que el proceso educativo contemple espacios que promuevan el intercambio, la interacción comunicativa sujeto- sujeto, donde el estudiante sea activo, capaz de realizar preguntas, dar su criterio, y por tanto se convierta en protagonista del proceso de enseñanza aprendizaje.

Para obtener logros en el desarrollo de la personalidad de los educandos es esencial el papel activo y creativo del maestro, orientado a adecuar el material que debe impartir a las particularidades de los alumnos que tiene frente a sí, procurando la comunicación con estos y desarrollando las actividades de enseñanza en un marco de participación (González y Mitjans, 1989)

En el desempeño del docente pueden presentarse obstáculos que entorpecen la comunicación, reconocidos como barreras, en este sentido se destacan: Barrera del amor propio, Barrera de la indiferencia, Barrera de la superioridad, Barrera del oído selectivo, Barrera del patrón, Barrera del lenguaje (Ibarra, 2005).

Indudablemente la escucha inadecuada, la falta de claridad en los mensajes, la falta de empatía, las muestras de rechazo, la utilización de un lenguaje alejado de la comprensión del interlocutor, repleto en algunos casos de términos técnicos, abstractos, que pueden ser comprendidos por algunos estudiantes y por otros no pueden constituir entre otras, barreras que dificultan la comunicación y por tanto le restan calidad al proceso de enseñanza.

Conclusiones:

El análisis de la figura del profesor en el contexto docente resulta esencial en aras del logro de la calidad en el proceso educativo. El trabajo del docente debe ir encaminado a formar cada día individuos más capaces y competentes como profesionales, que puedan responder a las exigencias que desde lo científico y lo tecnológico surgen cada día ante el desarrollo social. La formación de profesionales con valores humanos, con responsabilidad social, creativos, comunicativos, capaces de aplicar sus conocimientos ante las situaciones prácticas que se presentan en su labor profesional, es una de las tareas de los docentes de estos tiempos, quienes son protagonistas en la formación de las nuevas generaciones. La forma en que el docente establezca la comunicación con el discente, la posibilidad que le brinde para comunicarse, participar, autogestionar el conocimiento, el análisis que realice el profesor de las particularidades del alumno, de sus características individuales son aspectos importantes a tener en cuenta si se pretende la estimulación del las potencialidades del alumno, en aras propiciar su desarrollo . El profesor resulta evidentemente una figura esencial en el proceso de enseñanza y en la formación de la personalidad de los educandos, una mirada hacia su desempeño resulta una necesidad vital si se pretende un proceso educativo de calidad.

Bibliografía

Cánovas, L..(2002). Ponencia Pedagogía. En: Castro Díaz Balart , F: Cuba. Amanecer del Tercer Milenio. Ciencia, Sociedad y Tecnología. Editorial Debate. Madrid.

Extremera, N; Fernández-Berrocal, P. La importancia de desarrollar la inteligencia emocional en el profesorado. Universidad de Málaga, España. Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653).

Fariñas, G. (2005). Psicología, educación y sociedad. Un estudio del desarrollo humano. Editorial Félix Varela. La Habana.

Ibarra, L. (2005). Psicología y educación: Una relación necesaria. Editorial Félix Varela. La Habana.

Mitjans, A. y Fariñas, G. (1993) "Contribuciones de la Psicología Escolar: Su rol en el desarrollo y formación de la personalidad". Revista Cubana de Psicología, Vol. X, No. 1.

Ojalvo, V. (1999). La ciencia de la comunicación. En: Colectivo de autores: Comunicación Educativa. Cepes. Universidad de la Habana.

Petrovsky, A V. (2004). El lenguaje. En Bello Dávila, Z; Casales, JC: Psicología General. Editorial Félix Varela. La Habana.

El maestro contemporáneo. Grupo Editorial Magisterio.

Zaldívar, D. (2003). Las relaciones interpersonales. En: Roxanne Castellanos: Psicología. Selección de Textos. Editorial Félix Varela. La Habana.

 

Autoras:

MSc Lida Cabanes Flores

Profesora del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas

Universidad de Camagüey

Lic Maricela Alfonseca Guerra

Profesora del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas

Universidad de Camagüey

Msc Karla Gómez González

Jefa de Carrera de Sociología. Ciencias Sociales y Humanísticas. Universidad de Camagüey.

karla.gomez[arroba]reduc.edu.cu

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