En los años 70, un doctor californiano aplicó la alegría y el buen humor como apoyo en la recuperación y tratamiento de enfermedades, obteniendo beneficiosos resultados. A partir de entonces se comenzó a utilizar la técnica de la terapia de la risa en hospitales de EE.UU., Suiza, Alemania y Francia.
Pero muchos sostienen que los estudios sobre los efectos de la risa se "dispararon" en 1979, después de que se conociera el caso de Norman Cousins, editor de una importante publicación neoyorquina, quien enfermó de espondilitis anquilosante, una enfermedad basada en una especie de artritis espinal muy dolorosa que lo dejó lisiado.
Los doctores no conocían la cura para la enfermedad y ante este panorama Cousins cayó en un estado de depresión mayor. Mientras más se deprimía peor era su estado y el dolor se hacía cada vez más intenso. Los médicos le aconsejaron que probara reírse un poco para sentirse mejor. Así, Cousins pidió varias películas cómicas, cortos de "El gordo y el flaco" y varias de los hermanos Marx.
Apenas empezó a ver estas películas, y a reírse a carcajadas, comenzó a sentirse mejor. Descubrió que por diez minutos de risa lograba eliminar el dolor por dos horas. Mientras más se reía mejor se sentía físicamente. Combinando sus terapias de risa con dosis de vitamina C, y siguiendo las indicaciones de los médicos, logró curarse por completo de su enfermedad para luego escribir un libro titulado Anatomía de la risa.
En la actualidad, muchos profesionales se han dedicado a estudiar y pregonar los beneficios de la risa. Muchos centros hospitalarios y clínicas incluyen la terapia en el tratamiento, y hasta hay escuelas de risoterapia, como una establecida en Barcelona, España, donde acuden decenas de interesados para mejorar sus habilidades como risoterapeutas.
La riso-terapia también conocida como payaso-terapia, tiene efectos analgésicos, ya que favorece la producción de endorfinas y encefalinas en el cerebro, elimina el insomnio gracias a la sana fatiga que genera, cada carcajada pone en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estomago que solo se pueden ejercitar con la risa, favorece la eliminación de la bilis, el diafragma origina un masaje interior que facilita la digestión, mejora la circulación se eliminan las toxinas, elimina el estrés, se limpian los ojos con lagrimas, la risa al hacer vibrar la cabeza despeja la nariz, rejuvenece al estirar y estimular los músculos de la cara, las carcajadas al hacer vibrar la cabeza despejan los oídos, fortalecen el corazón, mejoran la capacidad respiratoria; entra el doble de aire en los pulmones, la piel se oxigena más gracias al doble de aire que ingresa a los pulmones, se masajea y se estira la columna vertical y cervical, se evita el estreñimiento, baja la hipertensión, ya que se relajan los músculos lisos de las arterias, refuerza el sistema inmunológico, aumenta el número de linfocitos, citoquinas, y ciertas inmunoglobulinas. (J.L.Montero).
Pero ¿por qué?
Entre otras cosas, porque la risa hace que el sistema endocrino ordene al cerebro la secreción de endorfinas, que ayudan en el control del dolor, de adrenalina, componente que incrementa la creatividad y la imaginación, dopamina, que favorece la agilidad mental, y de serotonina que tiene efectos calmantes y disminuye el hambre y la ansiedad.
Por otro lado bajo el estímulo de la risa se liberan sustancias que ayudan a la digestión y otras que favorecen la circulación de la sangre.
Sin embargo, las personas tienden a olvidar las bondades de la risa y la borran de su rostro sustituyéndola por gestos, que denotan seriedad, pero al mismo tiempo son propios de una vida llena de estrés y preocupaciones, que sólo produce enfermedades.
Lo cierto es que a mayor edad, cada vez reímos menos ya que la mayoría de los niños, ríen en promedio entre 300 y 400 veces por día, mientras que los adultos sólo lo hacen 10 veces en promedio y eso es importante si pensamos en que hay muy pocos niños que padecen de contracturas musculares y en cambio casi todos los adultos presentan dolor de cuello, espalda, cintura y cabeza. Y es que reírse, permite además distender y relajar los músculos de la nuca y del cuello.
La risa además tiene el don de contagiarse rápidamente, lo que provoca un ambiente de bienestar muy agradable en las reuniones, en el hogar y en los sitios de trabajo, así que aprovechemos este don que además no cuesta nada y nos permite borrar las tensiones y mantener en buen estado nuestra salud.
Risoterapia ya está siendo considerada para los tratamientos médicos, ya que un minuto de risa equivale a 45 de relajación y a 70 minutos de ejercicio.
Ya existen hospitales y médicos que se dedican mediante una previa preparación a dar a los enfermos alegría, compañía, liberación de energía negativa y ha sido muy exitosa su incorporación en los tratamientos médicos, sobre todo de niños y personas con enfermedades graves.
Los niños mejoran notablemente su tratamiento de tal forma que los tiempos de hospitalización se acortan, comen mejor y cambia notablemente su autoestima y su capacidad de recuperación.
Lo mejor es que cualquier persona puede ser un técnico en risoterapia y la satisfacción de dar alegría a alguien que la necesita, es infinita. Hay centros de capacitación para esta maravillosa y efectiva técnica.
La risa focalizada es la de ja, je, ji, jo, ju, cada una nos proporciona unos beneficios.
JA: para la zona de las caderas y abdomen
JE: problemas digestivos
JI: sistema nervioso.
JO: oxigena la cabeza, todo lo que es riego cerebral.
JU: gases problemas digestivos.
Técnicas de risoterapia
Ponemos la mano en el abdomen, imitamos el sonido que hace el perro cuando está cansado y sediento sacando la lengua, notaremos como éste vibra.
La risa fonadora:
Con la mano en el abdomen, aspirar todo el aire posible y expulsarlo diciendo: jajajaja, jejejeje, jijijiji, jojojojo, jujujuju, tres veces cada una. Cada una de estas risas es favorable para una parte de nuestro organismo.
Es por esto que tanto gente ajena a las instalaciones como los mismos doctores y enfermeras pueden aplicar un poco de ella, con el simple hecho de variar un poco la vestimenta diaria con simples detalles, desde la ya familiar nariz roja un sombrero gracioso o hacer diferentes tipos de voces.
También es posible que en las televisiones se pasen videos de chistes o cosas graciosas.
Todo esto es variable en proporción al tiempo que el paciente esta hospitalizado y la magnitud de las terapias.
EFECTOS
- Aumento en el número y en la actividad desarrollada por las células que sirven como defensa frente a las células que se encuentran infectadas por algún tipo de agente viral, así también como defensa frente a ciertos tipos de células tanto cancerígenas como tumores.
- Aumento en las células T (linfocitos T) que se encuentran en estado activo. Normalmente hay muchas más células T que las que están funcionando, simplemente esperando por la señal correcta para entrar en funcionamiento. La risa, aparentemente, sirve como orden. Los linfocitos son un tipo de leucocito. Y los leucocitos son células incoloras que se encuentran en la sangre, en la linfa y en los tejidos conjuntivos de los animales. Los leucocitos contienen diferentes enzimas y segregan sustancias capaces de destruir los microbios y neutralizar sus toxinas. Por sus movimientos, pueden salir de los vasos y cumplir su función en cualquier foco infeccioso que se encuentre dentro del organismo. Los linfocitos son mononucleares.
- Un aumento en el anticuerpo IgA (la inmunoglobulina A), la cual tiene como función principal el combatir agresiones e infecciones al tracto respiratorio superior.
- Se ponen en funcionamiento varias partes vitales del sistema inmunológico, se les da la "orden de activación", gracias a un mayor vertido en el organismo de una sustancia, la gamma interferon.
- También se produce un incremento en otro anticuerpo, el IgB, la cual es la inmunoglobulina que se produce en mayor cantidad en el cuerpo. Pero también hay un incremento en la producción y vertido de Complemento 3, el cual ayuda a los anticuerpos en su lucha contra las células infectadas, ya que colabora a "atravesarlas", para permitir la "curación". Este efecto se mantiene en el tiempo.
- Muchos de estos efectos, así también como otros igual de beneficiosos para nuestro organismo, no se terminan inmediatamente después de que dejamos de reír, sino que siguen en funcionamiento durante algunos días y lentamente van dejando de sentirse.
Los estudios demuestran ya fehacientemente que estos efectos son verdaderos y que realmente la risa (así también como el estado de animo del paciente) tienen un gran efecto sobre la forma en que trabaja su sistema inmunológico. Una mayor efectividad redunda, obviamente, tanto en una mayor capacidad para solucionar problemas de salud ya presentes en la persona como en una mayor capacidad de defensa frente a posibles nuevas infecciones o ataques de cuerpos extraños. Es, entonces, un doble beneficio.
Pero más allá de esto, también hay otras ventajas que antes nombramos y sobre las que podemos explayarnos un poco más.
Reducción de la presión arterial
La risa tiene como virtud el tender a normalizar la presión arterial, llevarla a los niveles deseables para una persona saludable. Curiosamente, los estudios parecen probar que este efecto es más poderoso en las mujeres que en los hombres. Nos referimos, por supuesto, a la prevención de la hipertensión, no a una baja momentánea en la presión. Los hombres parecen ser más propensos a esta y las mujeres, por lo que indican los estudios realizados, tienen más facilidad para evitarla con ayuda del humor.
Relajación muscular
La risa desde el estomago, las carcajadas que realmente sentimos y aquellas durante las cuales nos reímos con todas las ganas, tienen un poderoso efecto de relajación sobre los músculos.
Cuando reímos, ponemos en funcionamiento toda una serie de músculos. Pero, por otro lado, también dejamos en estado de total relajación todo el resto de los músculos. Y son muchos más los músculos que no participan en el proceso de reírse que aquellos que si lo hacen.
Pero una vez que terminamos de reírnos, y cuando ya todos los demás músculos se han relajado, todos aquellos músculos de la cara (y, dependiendo del tipo de risa, muchos del tronco también) que estuvieron trabajando durante la risa también se relajan. Por lo tanto, la acción tiene lugar en dos etapas, y da como resultado el relax de todos los músculos.
Combate al dolor
Contrariamente a lo que se piensa muchas veces (y a una especie de chiste muy común en películas y series de televisión, donde le preguntan a un personaje que acaba de tener un accidente o de ser golpeado, si le duele y este contesta "solo cuando me río") la risa no solo no tiene porque empeorar los dolores físicos (más allá de ciertos movimientos convulsos que trae aparejada y que pueden generar esta sensación) sino que, en realidad, puede ser una de las formas más efectivas de combatirlo.
¿A qué se debe esta afirmación? Bien, podríamos decir que a dos circunstancias bastante distintas entre sí.
La primera y más "física" es que la risa genera la liberación de endorfinas en el cuerpo. Las endorfinas cumplen con la función de generar una sensación de felicidad en la persona y, además, es probablemente el más potente y efectivo analgésico natural que puede encontrarse en el organismo de cualquier ser humano, aplacando de forma muy veloz los dolores físicos que podamos tener, cuando es puesta en funcionamiento.
Por otro lado, desde el lado de vista de lo psicológico, el reírnos permite alejarnos de las causas de dolor y pesar, permite olvidarlas por algunos momentos, lo cual, obviamente, genera una sensación de mejoría.
Ejercicio cardiaco
Otra de los beneficios de la risa es que funciona como un verdadero ejercicio cardiaco. Cuando nos reímos desde el estomago, ponemos en funcionamiento tantos músculos tanto internos como externos que realmente estamos haciendo un potente trabajo de fortalecimiento de los mismos.
Esto es especialmente interesante en el caso de aquellas personas que, por algún motivo de índole física u mental (o de tiempos y ocupaciones) no pueden hacer ejercicios aeróbicos para mejorar el estado físico. La risa puede servir como un reemplazo de estos ejercicios, al menos en lo que respecta a la mejora y el mantenimiento de la condición cardiaca.
Respiración
Cuando respiramos, en general, y salvo que lo hagamos a propósito, no inhalamos tanto aire como tenemos capacidad de inhalar, ni tampoco exhalamos todo aquel que hay en nuestros pulmones. Siempre hay una pequeña diferencia, un resto que queda en nuestros pulmones durante una cantidad de tiempo imposible de determinar.
Esto no es especialmente dañino, pero la verdad es que una respiración profunda es mucho más beneficiosa, ya que limpia los pulmones, además de generar una mayor oxigenación del organismo. Esto es una de las cosas que sucede con la risa: inhalamos y, especialmente, exhalamos más aire que el habitual. Como cuando respiramos profundamente, para que se entienda más claramente.
Esto es muy beneficioso para aquellos pacientes que sufren de problemas respiratorios, como ser enfisemas.
El efecto de limpieza que se obtiene, además, puede ser sentido por cualquiera y veremos que realmente nos sentimos distintos después de este tipo de respiración.
Reducción de las hormonas del estrés
Sobre esto sólo haremos un muy breve comentario: la risa actúa reduciendo al menos cuatro de las hormonas neuroendocrinas que normalmente están asociadas con el estrés en los seres humanos.
Autor:
José Roberto Pérez Ruiz
Psicólogo
Hospital Civil
Infectología Pediatría
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