- Años decisivos de formación, paciencia y esperanza
- Fundación de Mirones y la primera asociación, dificultades y logros
- Lotes no ocupados por sus dueños y luego invadidos
- Población y configuración del trabajo urbano
Los antecedentes de las barriadas o urbanizaciones populares de Lima se gestan a partir de los años 20. El terremoto de 1940 y el gran flujo migratorio sierra-costa contribuyen a que, en 1946 surja un San Cosme su primer modelo y crezca rápidamente las urbanizaciones populares. En los años 50 hasta los 70 se ocupan ambas márgenes del río Rímac: San Martín de Porras, Pedregal, Zarumilla, Reinoso, Carmen de la Legua, Mirones, el Planeta y posteriormente otras con que cuenta Lima en toda esta zona.
El nombre singular de Mirones, como parte de su historia, se presenta como un hecho interesante para la propia historia de la independencia peruana. Esta Localidad, como se mencionará líneas abajo, estaba ubicada en una zona con grandes piedras y rocas, desde las cuales se podía divisar con facilidad lo que pasaba en los alrededores. Es así que se afirma que Mirones se constituía en un sitio estratégico militar ya que era fácil avizorar naves enemigas por el mar; no sólo en el tiempo de la lucha por la independencia y llevar las provisiones necesarias a nuestras tropas, sino también durante la Colonia este lugar servía para apostar a vigías que divisaban los barcos que venían hacia el puerto del Callao y comunicaban inmediatamente a las autoridades en Lima.
Se afirma también que esta localidad se conoce como Mirones porque desde este territorio los pobladores de Lima pudieron observar el glorioso Combate del 02 de Mayo, con el cual se expulsa a los españoles de tierras peruanas y americanas en forma definitiva.
El Barrio de Mirones (Alto y Bajo) se asienta en el área plana de la margen izquierda de las riberas del río Rímac, ofreciéndonos un trazo regular y con una extensión de 36 hectáreas. En sus inicios esta zona era sólo cascajo de río, con abundante arena y grandes rocas.
Años decisivos de formación, paciencia y esperanza
Hasta 1940 el área de Mirones estuvo deshabitada, año en que un grupo de obreros, desalojados del terreno de una chancadora, que machacaba cantos rodados y hormigón que recogía de las riberas del río, se instaló en la parte de lo que hoy es Mirones Alto. Sus primeros ocupantes fueron unas veinte familias que se dedicaban a extraer del río Rímac material de construcción como arena y a chancar piedras. Carlos Ramos Tubillas, dirigente de los pobladores del naciente barrio, indagando en el entonces Ministerio de Fomento y Obras Públicas, sobre la propiedad de los terrenos que habitaban al lado del río Rímac y que aparentemente pertenecían a la hacienda Chacrapuente, propiedad de Alberto Espantoso, descubrió que eran del Estado, y estaban destinados a la construcción de barrios obreros. Por tal razón le autorizan ocupar el lugar que creyeran conveniente, asegurándoles que no serían molestados. Este mencionado dirigente continuó morando en Mirones Alto hasta 1942, en que se trasladó a la parte hoy conocida como de Mirones Bajo y allí levantó su sólida vivienda. Sus demás compañeros de trabajo no lo siguieron por considerarlo "loco" o una persona de malas costumbres. Transcurridos varios años y viviendo Ramos, exclusivamente sólo en la zona de Mirones Bajo, el 25 de Marzo de 1948 leyendo el diario El Comercio, encontró un anuncio del Ministerio de Fomento y Obras Públicas que a la letra dice: "Toda persona que se encontrase viviendo en la margen del río Rímac o en la ribera del mar debe presentarse al Ministerio de Fomento, porque esos terrenos pueden venderse a las personas interesadas en ellos."
Ante tal anuncio, periódico en mano, se dirigió hacia los trabajadores que extraían arena del río y se los mostró, diciéndoles que podían comprar un lote en dicho terreno, pero pocos fueron los que siguieron su consejo. A fines de Marzo, Ramos y sus seguidores acordaron formar una asociación de pobladores. Otro anuncio puesto en el diario El Comercio que data del 02 de abril de 1948 por el mismo ministerio, anunciaba que las personas que habitaban terrenos del Estado en la margen del río Rímac, debían apersonarse al Ministerio de Fomento para fijar su posesión, a riesgo de ser desalojaos en el plazo de 60 días. Este aviso, en cierta forma, obligó a los pobladores a organizarse.
Fundación de Mirones y la primera asociación, dificultades y logros
El 01 de Mayo de 1948, con asistencia de gran parte de personas que vivían en Mirones y otras venidas de fuera de la jurisdicción, se fundó la Asociación de Pobladores de Mirones, con una directiva integrada por Carlos Ramos Tubillas como presidente; Tomás Rosas, vicepresidente; José Velarde, Secretario de Actas; Manuel García, Tesorero; Feliciano García, Recaudador; Víctor Canturín, Fiscal; Pablo Chávez, secretario de Prensa y Propaganda; y Tomás Vásquez. Secretario de organización. Entre los fines de la Asociación se aprobaron: la protección de los asociados, velar por el engrandecimiento del pueblo a construirse y fijar cinco soles de cuota de ingreso y un sol de cuota semanal, destinados a lograr un fondo para comprar los terrenos que el Estado vendía.
La recién creada asociación enfrentó algunas dificultades: primero, como la Confederación de Areneros del Perú, entidad que pretendió impedir la ocupación del área por ser abundante en arena, denunciando a sus miembros ante la Comisaría, Guardia Civil de Carmen de la Legua (entidad encargada, por entonces, de velar por el orden y la convivencia pacífica entre los miembros de la comunidad) como personas de "ingrata filiación política y fines revoltosos"; y luego, con Alberto Espantoso, quien el 14 de agosto de 1948 formuló una denuncia, a nombre de la Asociación Agrícola La Limeña ente el mencionado Puesto de la Guardia Civil, por apropiación ilícita de terrenos. En virtud de esta denuncia la Guardia Civil impidió la construcción de la escuela y del campo deportivo. Al parecer Espantoso trabajaba de la mano con la Confederación de Areneros del Perú. Estos litigios duraron hasta 1952. Durante este período de litigio se consiguieron la promulgación de dos resoluciones supremas, la Nº 80 en 1951 y la Nº 216 en 1952, que reconocían como terrenos del Estado la zona que comprendía entre el Puente del Ejército hasta el Km 6.6 del curso inferior del Rímac y declaraban expedito el derecho de asociación para ocuparlos, desde el Callejón de Mirones hasta dicho kilómetro.
Entre 1948 y 1950 la Asociación no pudo funcionar libremente pues sucesivas crisis políticas de carácter nacional motivaron la declaración de continuos estados de sitio que en cierta forma limitaron su acción. Sus sesiones se efectuaron en forma clandestina. Pese a todo, en 1948 crean una escuela mixta para los hijos de los asociados; trazan el plano de la barriada y proceden a la inscripción y reparto de los lotes a sus asociados, teniendo en cuenta a las personas con mayor posibilidad económica, es decir, a quienes estaban en condiciones de levantar sus viviendas con material noble, según el acuerdo establecido.
En 1949 durante la presidencia del abogado Julián Arroyo, quien fue de mucha importancia para los litigios que enfrentó la naciente barriada, se produce una gran escisión entre los pobladores, motivada porque Damián Casas Granados no reconoció la directiva existente, por lo que fue expulsado de la Asociación. Por esta razón retorna con algunos pobladores a la parte alta (Mirones Alto) y organiza el Centro de Pobladores Manuel A. Odría –luego vendría a llamarse Centro Social de Mirones Alto-. Durante la gestión de Arroyo se amplía la escuela, iniciada el año anterior, y se continúa con la inscripción y reparto de lotes a los nuevos asociados, tarea que se prolonga aproximadamente hasta 1953.
En 1950, aún no superados los conflictos, internos y externos, Simeón Gálvez Zevallos es elegido presidente de la Asociación. En su gestión amplía la construcción de la escuela, comienza la construcción de la nueva escuela de varones, se inicia trámites en el Ministerio de Fomento para el reconocimiento de la posesión de terrenos y hacer frente a los conflictos planteados por la Confederación de Areneros del Perú.
En 1951siendo presidente Eugenio Chumpitaz, muchas familias abandonaron la barriada ante la imposibilidad de continuar edificando sus viviendas, motivada por la escasez de cemento y por el hostigamiento continuo de Espantoso, quien declaraba como propiedad parte del terreno donde se encontraban construidas las viviendas. Las familias que se marcharon fueron especialmente las provenientes de Lima con mejores posibilidades económicas, Las familias provenientes del interior del país y la de más bajos recursos se quedaron en la zona en precarias condiciones. Por su parte el Ministerio de Fomento ordenó la paralización de las obras hasta que se defina la posesión legal de los terrenos.
Con las resoluciones Nº 80 y Nº 216, ya en el año 1953 empiezan a llegar nuevas familias que se inscriben para recibir un lote. En 1954, agotados los lotes, se suspende la inscripción.
Lotes no ocupados por sus dueños y luego invadidos
En 1956 existían mil novecientos noventa y dos asociados con sus respectivos lotes. Sin embargo todos estos inscritos no vivían en la nueva barriada, pese a que muchos lotes poseían cimientos y paredes de material noble y otros estaban cercados. Esta situación se debía a que muchos propietarios habitaban viviendas alquiladas o propias en la misma ciudad, como era el caso de muchos profesionales como abogados, médicos, profesores y también militares (superiores o subalternos); otros por razones de trabajo (guardias civiles, maestros, etc.) vivían en provincias; había propietarios que por razones de prestigio no podían vivir en la barriada; o por la proximidad de sus centros de trabajo; o por no enfrentar a los problemas de falta de servicios que supone vivir en una barriada, escasez de agua, falta de electricidad, desagüe, etc. Y finalmente los que por uno u otro motivo no podían trasladarse a la barriada.
Esta difícil situación dio lugar a una compleja situación de invasión de más de 500 personas en los meses de agosto y setiembre de 1956. Dicha invasión fue producto de una notificación pública que hiciera a sus miembros la Asociación en el diario la Crónica del 22 de julio de 1956, para que se acercaran al local comunal a cumplir con sus deberes institucionales y a que tomaran posesión efectiva de sus lotes e impulsaran su edificación. Muchos propietarios no se hicieron presentes, es así que la Asociación empezó a marcar los lotes abandonados con la inscripción de "abandonados" o "sin registro" lo que dio motivo a que fuesen invadidos por dos tipos de familia:
a. las que vivían en la misma barriada alojadas en la vivienda de un familiar o en la que alquilaban; y
b. las procedentes de otros lugares, enteradas por amigos o porque leyeron en el diario Última Hora un anuncio firmado por Máximo Berrospi Suárez, quien incitaba a invadir los lotes abandonados. La mencionada notificación mencionaba que, de acuerdo a los estatutos de la Asociación, los miembros que no se presentaran en quince días perderían su calidad de tales. Esta notificación fue interpretada por algunos como una notificación y disposición del gobierno y por otros como una oportunidad de hacerse de un lote o para negocio.
En 1956, Simeón Gálvez Zevallos, presidente de la Asociación enfrentaba los problemas producidos por la invasión de lotes semiconstruidos. Los incidentes fueron de tal magnitud que la Asociación no pudo controlar la situación, por lo que pidió la intervención de la fuerza pública. Pese a ella, no logró solucionar el problema y fueron muchos los que no pudieron recuperar sus lotes, perdiéndolo definitivamente.
Población y configuración del trabajo urbano
En noviembre de 1956 Mirones Bajo contaba con una población de 5,993 habitantes, distribuidos en 1,137 familias.
El trazo urbano presentaba y hasta ahora se conserva, una configuración de tipo "damero". Las irregularidades de la superficie, especialmente los grandes hoyos fueron rápidamente rellenados y nivelados. Las calles no tenían aceras ni pavimentación, solo un afirmado de hormigón, y otras con tierra compacta.
Sus 72 manzanas estaban divididas en 1,500 lotes, de los cuales la mayor parte correspondían a las primeras 51 manzanas, tenían 230 metros cuadrados (10 metros de ancho por 23 de fondo) y las 21 manzanas restantes divididas en lotes de 250 metros cuadrados de 10 de ancho y 25 de fondo. Desde esta época, algunos lotes fueron subdivididos por sus propietarios para traspasarlos o cederlos a los familiares que llegaron a Mirones cuando no quedaban lotes por repartir.
Ya en 1957 Mirones cuenta con los servicios necesarios, distribuidos en forma funcional a lo largo de la franja que ocupa. Dos reservorios y ocho pozos artesianos de filtro, aunque en forma deficiente, la abastecían de agua, puesto que funcionaban tres veces por semana. El desagüe se instaló sólo parcialmente. El servicio de alumbrado eléctrico lo proveían tres motores. Existía dos escuelas mixtas, cuatro escuelas mixtas particulares, una Gran Unidad en construcción, dos capillas, cuatro clubes deportivos, tres farmacias, una posta médica, dos mercados, un cine en construcción, cuatro restaurantes, 75 tiendas y cuatro campos de fulbito. En suma hasta 1960 puede decirse que Mirones logró un mediano desarrollo.
La Asociación de Pobladores de Mirones transcurridos los años fue anquilosándose, y recae la responsabilidad de su dirección en manos de un pequeño grupo bajo el liderazgo del doctor y abogado Sánchez Verástegui. Bajo estas condiciones surgió paralelamente a la Asociación un pequeño grupo de entusiastas pobladores de la zona encabezados por Félix Mejía y Augusto Sotomayor, quien en sus gestiones ante el Ministerio de Fomento y Obras Públicas y la Municipalidad de Lima, entre los años 63-66, logran la instalación del agua y desagüe; en un primer momento el plan piloto de electrificación total en diciembre de 1966. Con toda esta actividad llevada adelante el Municipio de Lima reconoce a este grupo de pobladores como Concejo Local de Mirones.
La labor de este Concejo se ve fortificada en los años 70 bajo el régimen militar de entonces, quien incentiva de forma sólida la participación social con el SINAMOS. Este Concejo Local de Mirones pasó a ser SINAMOS con sede en Mirones. Este grupo con nueva y más fuerza, y no contentos con la actividad de la Asociación de Pobladores de Mirones, llamando a cabildo abierto inducen a que los mismos pobladores desconozcan toda actividad que la Asociación pueda realizar en adelante. Con la colaboración de los pobladores, SINAMOS, reconvienen a la ex Asociación a entregar las llaves del local, construido con el esfuerzo del pueblo, y que ocupaban. A través de la Prefectura de Lima fue entregado totalmente vacío el local de reuniones.
Bajo la alcaldía de Luis Bedoya Reyes se inició los trámites para la construcción de pistas. Ya con Eduardo Dibos Chapuis se logra realizar un plan piloto de pistas que comprendía sólo la calle Crespo y Castillo. La pavimentación de la pista fue pagada en su totalidad con dinero de los pobladores que residían en esta calle. En el año 1971 se inauguró la pavimentación total de Mirones.
En este mismo año, y con la ayuda de la Municipalidad la Junta Nacional de la Vivienda, reconoce la lotización ya efectuada en años anteriores, tras la aprobación de los planos, el 02 de diciembre de 1970.
El grupo de vecinos encabezados por el ya mencionado Félix Mejía, queriendo trabajar por su localidad sin inmiscuirse en la política, el 20 de junio de 1971, el SINAMOS con sede en Mirones, se constituye en ORVE (Organización vecinal de Mirones Bajo). Conservando la estructura anterior de 49 comités. El comité central dirigido por Félix Mejía, Julio de la Mata, Héctor Miranda, Teófilo Quijano, Fredy Sánchez y Angélica Cabrera, dinamizaron estos 49 comités para lograr aquello que hacía falta a la población de Mirones como las aceras, el centro de salud, la comisaría. Este comité central fue elegido por dos períodos consecutivos por el buen desempeño realizado en beneficio de la población.
El nuevo comité central elegido entre los años 1977 a 1980 estuvo bajo la dirección de Félix León, José Díaz y Fredy Sánchez. Este comité, durante su gestión adquiere el terreno que hoy ocupa el nuevo Colegio Viscardo y Guzmán, recupera el local de la escuela primaria donde por algún tiempo funcionó el anterior Colegio Viscardo y Guzmán. Se consiguió que la línea de transporte Nº 125 ingresara a Mirones. Esta línea efectuaba su recorrido desde la "Parada" hasta el Mercado Central del Callao, pasando naturalmente por todo Mirones.
La población de Mirones, al gozar de todas las comodidades conseguidas se retrajo, pierde dinamismo y la participación de los comités fue escasa. Pero la ORVE continuó trabajando por los vecinos de Mirones, pero de forma menos efectiva.
Ya en 1994 teniendo como presidente al Sr. Juvenal Lozano, tras muchos trámites en la Municipalidad de Lima se logra obtener muchos y muy buenos beneficios en el pago de los arbitrios municipales. Las buenas relaciones con dicha municipalidad de Lima prosiguen y es así que en 1997 se inauguró la nueva avenida Morales Duárez, se efectuó la remodelación de pistas y veredas. La remodelación de la plaza central "09 de diciembre", era un anhelo que se perseguía hacía mucho tiempo. Es así que por las gestiones de la ORVE se consiguió, bajo la alcaldía del Dr. Alberto Andrade Carmona, este anhelo con ocasión de la celebración de las bodas de oro de la localidad.
Los pobladores de Mirones desde su fundación mostraron trabajo continuo para su plena integración urbana y desarrollo personal y social. Este espíritu y mística que envuelve al poblador de Mirones creemos seguirán presentes buscando la unión entre todos los pobladores para beneficio de su localidad, de Lima ciudad a la que pertenecen y a su Patria, el Perú que tanto aman.
Autor:
Ismael Begazo