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La magia semántica: Destructo/Constructo? ¿Qué es? (página 2)

Enviado por Felix Larocca


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El león no es capaz de aproximar esa rapidez, pero con la chita, también carnívoro que se nutre de gacelas, la situación se equilibra, ya que este animal puede alcanzar velocidades idénticas a las de la gacela en espacio de pocos segundos. Lo que no puede hacer es mantener esta velocidad por mucho tiempo. Los leones sólo corren detrás de las gacelas inmaduras o de las enfermas. Los leopardos cazan y comen las más ágiles.

La gacela fanfarrona le comunica al león hambriento que si desea comer de su carne tendrá que correr muy — pero, muy rápido, para poder alcanzarla.

Como se puede colegir observando las fotos más arribas, ambos animales favorecen un diseño anatómico que les permite ser muy veloces.

Nuestra especie

Nosotros, cuando vivíamos en la selva primordial, no éramos capaces de competir ni en presteza ni en esfuerzo muscular con las cazas raudas ni con los predadores grandes. Todo lo que teníamos era nuestro cerebro enorme y nuestro sistema de símbolos que nos permitían lograr, actuando en conjunto, como grupos, lo que como individuos nos evadiera.

Teníamos la semántica — "doblen allí — agáchense — ataquemos…"

Teníamos el don del habla. No de la repetición de vocablos pronunciados sin concordancia como hacen los loros, o los gritos escandalosos del Chimpancé Pigmeo; sino que poseíamos una capacidad de coordinar nuestra actividades de grupo por medio de lo que nos comunicábamos por gestos y palabras para perseguir nuestra presa hasta que ésta se desplomara al suelo, exhausta e incapaz de seguir evadiéndonos. Entonces la matábamos, para comerla, usando nuestras armas primitivas.

Para mejorar nuestra eficiencia de cazadores, la Naturaleza inventaría la zurdera. Para que "algunas piedras" lanzadas a nuestras presas procedieran de una dirección inesperada, cogiéndolas de sorpresa, ya que asumían que la mano derecha en el ser humano se usaba para lanzar.

Otros animales hacen lo mismo, pero sin nuestra eficacia. Comparemos una escuadrilla de aviones en una batalla aérea y una manada de hienas cazando una cebra. La comunicación entre los aviadores y las hienas son muy diferentes.

Las palabras

Las palabras son irresistibles, intoxican, incitan, transmiten estímulo emocional, engañan, seducen, alivian, y envenenan.

Las palabras son portavoces de la baja y de la alta autoestima, como ya sabemos. "Tú eres el mejor" — "Tú, la más bella" o "A mí nada me importas…"

El verbo es omnipotente

Con la elocución: "Yo soy el Verbo", Cristo inició una doctrina religiosa que ha sobrepasado los lindes de toda cultura y sociedad, constituyéndose en un eje misterioso, místico y fundamental en el Destino de nuestra humanidad.

Lo hizo usando cuatro modalidades: el gesto, la palabra directa, la parábola y el uso de la metáfora.

De modo anverso, Hitler y Mussolini aplicaron el verbo y la gesticulación dramática para enviar a su destrucción final, los ciudadanos de sus hechizadas naciones. Lo que tuvieron en común los tres profetas descritos, fue el uso efectivo e irresistible de los símbolos del lenguaje.

Stalin asimismo, usó la metáfora de luchar, no contra un enemigo, sino que instó a luchar, en defensa de la Madre Rusia para derrotar los ejércitos nazis, como antes fueran derrotados los de Napoleón en 1812. Ni Stalin ni el Zar antes que él, eran queridos por su pueblo — pero, Madre Rusia — como madre, sí que lo era.

La alusión más poderosa está contenida en la palabra "madre".

Así es todo, con el uso de la palabra, la semántica y de la metáfora.

Consideremos los Diez Mandamientos

Están contenidos específicamente como "diez mandamientos" en el Decálogo, también conocido como las Tablas de la Ley. Pero no ignoremos que fueron designados "mandamientos" y no simplemente como las diez "sugerencias", ya que el Señor imponía que fueran obedecidos sin desvíos.

Ahora bien, si uno se detiene a meditar en el significado básico que poseen esos diez mandatos uno, asimismo se asombra, cuando cae en la cuenta de que aún quienes se dedican a predicarlos, difundirlos y a salvaguardarlos pocas veces los obedecen.

¿Por qué no se cumplen o se acatan? Con certeza, no sabemos. Pero, no es meramente por el hecho de "que somos humanos y falibles". Ni tampoco porque deseamos incitar la furia de un Dios cuyos poderes, la Naturaleza, con frecuencia nos recuerda, están infinitamente fuera del alcance de nuestra imaginación.

Los siete pecados capitales

Siete en total, y acerca de los que nos advierte Santo Tomás, que el término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino porque que dan origen a muchos otros pecados. El venerado santo nos explica: "Un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados, todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal". Añadiendo que "lo que se desea o se rechaza en los pecados capitales puede ser material o espiritual, real o imaginario".

Esencialmente, lo que el santo desea decirnos es que no ignoremos que la actividad de nuestros símbolos internos, en la forma de nuestros deseos y pensamientos silentes, también son registrados y entendidos por el ojo de la conciencia como acción realizada.

En 1487 el pintor Jerónimo Bosch, "El Bosco", nos encomendó su lienzo "La Mesa de los Siete Pecados Capitales" que aquí reproducimos, ya que éste nos permite apreciar otra forma de la semántica, la semántica simbólica o representativa.

¿Por qué aprender la semántica y el lenguaje de los símbolos?

Todos quienes han tenido un interés en la psicoterapia y en lo que es terapéutico, desde el curandero, el rey, el mago, el adivinador y el psicoanalista — todos entendemos que cualquier mecanismo que nos descifre nuestros conflictos reprimidos, y que nos revele las necesidades íntimas de otros, es el instrumento más poderoso que esgrimimos contra el sufrimiento de los demás y de los propios.

Nuestros pacientes, principalmente, aquellos que han sufrido problemas de origen psicosomático, como son todas las disorexias (anorexia nervosa, obesidad, la bulimia y el dietar) y las secuelas del estrés, han adaptado sin saberlo, la interpretación, por ellas dadas, a los mensajes subliminales provenientes del hipotálamo, de su subconsciente y de sus propios contactos concientes con su entorno.

Por conscientes, no nos referimos aquí al acto de la conciencia misma, sino a lo que se conoce en inglés como "sentient", o siendo capaz de sentimientos y percepciones. Este tipo de actividad, aplicada a los animales, especialmente domésticos, ha culminado en el nacimiento de otra nueva ciencia, la antrozoología.

Hoy día, con los avances que se hacen constantemente en las neurociencias, es posible asignar a áreas específicas en el cerebro, la localización de nuestras emociones y los trayectos que las mismas, acompañadas de los neurotransmisores correspondientes, atraviesan.

Esas funciones son susceptibles a su modificación por medio de la palabra hablada, escrita o sentida. En ello se basa la cura por el habla. (Véase mi artículo relacionado)

Aplicación práctica

Hasta hace muy poco nuestra educación sexual de los jóvenes consistía en nada más que charlas informales dictadas por maestros o por los adultos significantes en la vida de los novicios, con más impresiones de cautela y temor siendo inculcados, que conocimientos siendo ofrecidos.

Hoy lo que deseamos hacer es preparar nuestros hijos para que sepan entender y descifrar las actitudes y mensajes de los compañeros con quienes pueden querer formar relaciones románticas con sus efectos posibles en su propia autoestima.

Queremos ayudarlos a que entiendan el lenguaje de los gestos y palabras de sus parejas posibles.

Si la mujer o el hombre joven saben como medir el impacto de los "relajos" entre amigos, entonces podrán vislumbrar el mensaje latente de la palabra o del gesto expresado.

Terapia

Para evitar el desarrollo del impasse destructivo en el proceso de la psicoterapia, o en la duración de las amistades que son terapéuticas, hay que seguir procedimientos y reglas que son específicas en sus aplicaciones. Reglas que los discípulos del psicoanálisis han concebido como normas de técnica. Estas son pautas de carácter preciso y de aplicación meticulosa para evitar la recaída siempre posible.

La metáfora de la Reina Roja

Es la otra de las alusiones semánticas que aquí haremos al genio de Lewis Carroll.

Alicia y la Reina Roja…

Ésta consiste en una adaptación de la escena en que Alicia está corriendo muy rápidamente y en la que no puede avanzar, porque el paisaje se mueve al unísono con ella, lo que la hace observar: "en este lugar es necesario correr muy rápido para permanecer en el mismo sitio". (Para entender la importancia crucial del concepto de la Reina Roja, el libro que leer es: The Red Queen: Sex and the Evolution of Human Nature por M. Ridley).

Lo mismo, a veces sucede, con las incursiones que la entropía hace en nuestras vidas y con los atascos que en la terapia emergen.

No podemos permanecer estancados, porque las líneas de retroceso hacia los procesos patológicos permanecen abiertas hasta que el proceso terapéutico finalmente las borra. Lo que nos dará bases para exposiciones posteriores destinadas a educar cada paciente en su desarrollo personal y alcanzar la felicidad esperada.

En resumen

En nuestra adaptación del modelo de la salud mental comunal, basados en las "tres prevenciones", nuestro éxito particular en el tratamiento de nuestros pacientes ha dependido esencialmente en las aplicaciones de la semántica y en la enseñanza de ellos a descifrar los mensajes que les inciden.

Nuestros pacientes, los que toman el conocimiento de la semántica y sus aplicaciones seriamente, son los que siempre llegarán más lejos.

Bibliografía

Suministrada por solicitud.

 

Dr. Félix E. F. Larocca

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