Breve comentario acerca del concepto de Ley y Gracia en la epístola a los Gálatas. Significado de ambos conceptos en la teología paulina aplicados a la vida práctica.
Introducción
« Por ende también yo, siguiendo el hermosísimo ejemplo de los laicos teólogos, hago una muy larga, ancha y profunda distinción entre la iglesia [feligresía] romana y la curia romana…
… sepan que están muy equivocados al tildarme de enemigo de la iglesia romana. No soy su enemigo sino que le profeso el más puro amor, así como también a la iglesia cristiana entera. Además, sé muy bien que algún día habré de morir, y cuando venga nuestro Señor Jesucristo tendré que rendir cuentas acerca de la verdad, si la callé o la publiqué, y en general tendré que dar cuenta acerca del talento que se me confió, ¡y pobre de mí si me llegase a juzgar por haberlo escondido! (Mt. 25:26-30). Enfurézcase quien quiera, con tal de que yo no sea hallado culpable de haber guardado un impío silencio; pues soy plenamente consciente de ser un deudor de la palabra divina, por grande que sea mi indignidad. Nunca se ha podido discutir en serio el verbo divino sin ocasionar peligro y derramamiento de sangre. Pero así como el Verbo murió en bien nuestro, así exige que también nosotros muramos por él al confesarlo. El siervo no es mayor que su señor. "Si a mí me han perseguido" -dice Cristo- "también a vosotros os perseguirán. Si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra". (Jn. 15:20) »
Martín Lutero
(Comentario de la Carta a los Gálatas – Introducción, año 1519
La comprensión del concepto de Ley y gracia constituye un material de referencia obligada en cualquier exégesis que pretendamos elaborar. No puedo imaginar una fe religiosa sin el respaldo de una redención divina.
Desmontar el sistema alegórico de interpretación bíblica, operante en otro tiempo, para que el texto bíblico nos cambie y no a la inversa, resulta una tarea quizá osada, para un estudiante de teología, demasiado joven todavía.
Siento que pertenezco a la única religión en el mundo, o creencia, que sostiene que es Dios mismo quien ha salido en la búsqueda de sus criaturas, sin la acción ni el permiso del ser humano, en un movimiento de arriba hacia abajo y no al revés, hace que me sienta en deuda con ese Dios, y no solo eso, sino además me sienta, muy miserable ante un tema de connotaciones cosmogónicas. Un tema que trasciende a nuestra propia existencia. Abarca el mismo juicio al que se está sometiendo Dios mismo, por su propia naturaleza creadora y por las cuestiones que se han suscitado en torno a la caída y redención de la humanidad.
Agradezco a Lutero por sus escritos, al departamento de Escuela sabática de la Iglesia Cristiana Adventista por las lecciones sobre la epístola a los Gálatas de éste trimestre y por supuesto, a mi profesor en la asignatura, el Dr. Roberto Badenas que hago suyas las palabras que resumen el trabajo. "Todos los caminos no llevan a Roma, sino a Romanos, si bien, los atajos conducen a Gálatas"…
La noción de en Gálatas
Procederemos a descubrir en qué capítulos y versículos de toda la epístola a los Gálatas, aparece la palabra "Ley" desde el propio original griego. A continuación detallamos los pasajes, en diferentes versiones autorizadas. Entre paréntesis aparece el número de veces del término dentro del mismo versículo.
Gálatas 2:16(×3),19(×2),21; 3:2,5,10(×2),11,12, 13,17,18,19,21(×3),23,24; 4:4,5,21(×2); 5:3,4,14,18,23; 6:13; Gál 6:2 (la ley de Cristo)
Gálatas 2.16 (BSO)
16 Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado. [1]
Gálatas 2.19 (TLA)
19 Para la ley estoy muerto, y lo estoy por causa de la ley misma. Sin embargo, ¡ahora vivo para Dios! [2]
Gálatas 2.21 (NVI)
21 No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano.
Gálatas 3.2 (RV1909)
2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír de la fe? [3]
Gálatas 3.5 (RV1909)
5 Aquel, pues, que os daba el Espíritu, y obraba maravillas entre vosotros ¿hacíalo por las obras de la ley, o por el oír de la fe? [4]
Gálatas 3.10–13 (RV1909)
10 Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11 Más por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá. 12 La ley también no es de la fe; sino, El hombre que los hiciere, vivirá en ellos. 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero:) [5]
Gálatas 3.17–19 (NTV)
17 Lo que trato de decir es lo siguiente: el acuerdo que Dios hizo con Abraham no podía anularse cuatrocientos treinta años más tarde —cuando Dios le dio la ley a Moisés—, porque Dios estaría rompiendo su promesa. 18 Pues, si fuera posible recibir la herencia por cumplir la ley, entonces esa herencia ya no sería el resultado de aceptar la promesa de Dios; pero Dios, por su gracia, se la concedió a Abraham mediante una promesa.
19 Entonces, ¿para qué se entregó la ley? Fue añadida a la promesa para mostrarle a la gente sus pecados, pero la intención era que la ley durara sólo hasta la llegada del Hijo prometido. Por medio de ángeles, Dios entregó su ley a Moisés, quien hizo de mediador entre Dios y el pueblo. [6]
Gálatas 3.21 (DHH – LA)
21¿Acaso esto quiere decir que la ley está en contra de las promesas de Dios? ¡Claro que no! Porque si la ley pudiera dar vida, entonces la justicia realmente se obtendría en virtud de la ley[7]
Gálatas 3.23–24 (DHH – LA)
23Antes de venir la fe, la ley nos tenía presos, esperando a que la fe fuera dada a conocer. 24La ley era para nosotros como el esclavo que vigila a los niños, hasta que viniera Cristo, para que por la fe obtuviéramos la justicia[8]
Gálatas 4.4 (BTX)
4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, [9]
Gálatas 4.5 (BTX)
5 para que redimiera a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. [10]
Gálatas 4.21 (BTX)
21 Decidme, los que deseáis estar bajo la Ley: ¿No ponéis atención a la Ley? [11]
Gálatas 5.3 (LBLA)
3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la ley. [12]
Gálatas 5.4 (LBLA)
4 De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído. [13]
Gálatas 5.14 (LBLA)
14 Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. [14]
Gálatas 5.18 (LBLA)
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. [15]
Gálatas 5.23 (LBLA)
23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. [16]
Gálatas 6.13 (NVI)
13 Ni siquiera esos que están circuncidados obedecen la ley; lo que pasa es que quieren obligarlos a circuncidarse para luego jactarse de la señal que ustedes llevarían en el cuerpo. [17]
Gálatas 6.2 (RV1909)
2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo. [18]
A continuación, me parece oportuno tratar de señalar los pasajes donde aparece el término "Ley" que tratamos de dilucidar en la epístola a los Gálatas, en el resto del Nuevo testamento, sin una finalidad de análisis profundo, sino una aportación gráfica por si fuera de interés.
Estudio de palabra bíblica | ley
Palabras griegas | RVR60
nómos | 221 veces
Mt 5.17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
Mt 5.18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
Mt 7.12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
Mt 11.13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
Mt 12.5 ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa?
Mt 22.36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Mt 22.40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Mt 23.23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Lc 2.22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor
Lc 2.23 (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor),
Lc 2.24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.
Lc 2.27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley,
Lc 2.39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Lc 10.26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Lc 16.16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Lc 16.17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.
Lc 24.44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
Jn 1.17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Jn 1.45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.
Jn 7.19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?
Jn 7.23 Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?
Jn 7.49 Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es.
Jn 7.51 ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?
Jn 8.5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Jn 8.17 Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
Jn 10.34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
Jn 12.34 Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?
Jn 15.25 Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
Jn 18.31 Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;
Jn 19.7 Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios.
Hch 6.13 Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley;
Hch 7.53 Vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.
Hch 13.15 Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
Hch 13.39 y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree.
Hch 15.5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
Hch 15.24 Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley,
Hch 18.13 diciendo: Este persuade a los hombres a honrar a Dios contra la ley.
Hch 18.15 Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas.
Hch 21.20 Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.
Hch 21.24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley.
Hch 21.28 dando voces: ¡Varones israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar.
Hch 22.3 Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
Hch 22.12 Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban,
Hch 23.3 Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear?
Hch 23.29 y hallé que le acusaban por cuestiones de la ley de ellos, pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión.
Hch 24.6 Intentó también profanar el templo; y prendiéndole, quisimos juzgarle conforme a nuestra ley.
Hch 24.14 Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas;
Hch 25.8 alegando Pablo en su defensa: Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra César he pecado en nada.
Hch 28.23 Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.
Ro 2.12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;
Ro 2.13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
Ro 2.14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
Ro 2.15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
Ro 2.17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
Ro 2.18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
Ro 2.20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
Ro 2.23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
Ro 2.25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
Ro 2.26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Ro 2.27 Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley.
Ro 3.19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
Ro 3.20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Ro 3.21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
Ro 3.27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Ro 3.28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Ro 3.31 ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.
Ro 4.13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
Ro 4.14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.
Ro 4.15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
Ro 4.16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros
Ro 5.13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
Ro 5.20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
Ro 6.14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Ro 6.15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
Ro 7.1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?
Ro 7.2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
Ro 7.3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.
Ro 7.4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Ro 7.5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
Ro 7.6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
Ro 7.7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
Ro 7.8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.
Ro 7.9 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
Ro 7.12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
Ro 7.14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
Ro 7.16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
Ro 7.21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
Ro 7.22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
Ro 7.23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Ro 7.25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Ro 8.2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Ro 8.3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
Ro 8.4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Ro 8.7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Ro 9.31 mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó.
Ro 9.32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,
Ro 10.4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Ro 10.5 Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.
Ro 13.8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Ro 13.10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.
Como reseña informativa, me parece que deberíamos echar un vistazo al Antiguo Testamento, para recordar el término de donde procede nuestro concepto actual y al que queremos llegar en Gálatas. Aparece 299 veces en los diversos pergaminos
Estudio de palabra bíblica | ley
Palabras hebreas | RVR60
Software Bíblico Logos 4 . Cantidad de veces que aparece la palabra "LEY" en la Biblia
Pasajes en Gálatas que hablan sobre ley
Veamos nuestros textos encontrados en la epístola de Gálatas y tratemos de comprender las enseñanzas relacionadas con la Ley que encontramos en ellos.
Reina-Valera 1909
Gál 2.16 | Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada. | ||||||
Gál 2.19 | Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios. | ||||||
Gál 2.21 | No desecho la gracia de Dios: porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. | ||||||
Gál 3.2 | Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oir de la fe? | ||||||
Gál 3.5 | Aquel, pues, que os daba el Espíritu, y obraba maravillas entre vosotros ¿hacíalo por las obras de la ley, o por el oir de la fe? | ||||||
Gál 3.10 | Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas. | ||||||
Gál 3.11 | Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios, queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá. | ||||||
Gál 3.12 | La ley también no es de la fe; sino, El hombre que los hiciere, vivirá en ellos. | ||||||
Gál 3.13 | Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero:) | ||||||
Gál 3.17 | Esto pues digo: Que el contrato confirmado de Dios para con Cristo, la ley que fué hecha cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. | ||||||
Gál 3.18 | Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa: empero Dios por la promesa hizo la donación a Abraham. | ||||||
Gál 3.19 | ¿Pues de qué sirve la ley? Fué puesta por causa de las rebeliones, hasta que viniese la simiente a quien fué hecha la promesa, ordenada aquélla por los ángeles en la mano de un mediador. | ||||||
Gál 3.21 | ¿Luego la ley es contra las promesas de Dios? En ninguna manera: porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. | ||||||
Gál 3.23 | Empero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser descubierta. | ||||||
Gál 3.24 | De manera que la ley nuestro ayo fué para llevarnos á Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. | ||||||
Gál 4.4 | Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley, | ||||||
Gál 4.5 | Para que redimiese a los que estaban debajo de la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. | ||||||
Gál 4.21 | Decidme, los que queréis estar debajo de la ley, ¿no habéis oído la ley? | ||||||
Gál 5.3 | Y otra vez vuelvo a protestar a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a hacer toda la ley. | ||||||
Gál 5.4 | Vacíos sois de Cristo los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. | ||||||
Gál 5.14 | Porque toda la ley en aquesta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. | ||||||
Gál 5.18 | Mas si sois guiados del Espíritu, no estáis bajo la ley. | ||||||
Gál 5.23 | Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley. | ||||||
Gál 6.2 | Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo. | ||||||
Gál 6.13 | Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; sino que quieren que vosotros seáis circuncidados, para gloriarse en vuestra carne. | ||||||
Nueva Versión Internacional | 574 resultados en 518 versículos |
Imaginemos por un momento, que hemos hecho una acción de una enorme catadura moral y que contiene todos los elementos conocidos para considerarse la acción del día. Es decir, una acción llena de bondad, de amor, de respeto a la ética y de acuerdo a las buenas costumbres y a los buenos modales. ¿Cómo nos sentiríamos? ¿Qué pensaríamos si alguien nos dijera que eso, realmente no tiene ningún valor salvífico y que para Dios no cuenta como elemento de evaluación para redimirnos. Dicho de otro modo, por las "obras de la ley" ningún ser humano será justificado. Eso es lo que nos dice Pablo en su epístola a los Gálatas.
Sin embargo, entendamos por qué suscitó tanto despertar entre los reformadores de su tiempo, por qué nuestra Iglesia no pudo comprender con claridad y debido a qué motivos ha sido y es todavía hoy un tema tan especialmente incomprendido. La justificación por la fe en Cristo y no por las obras de la Ley.
En primer lugar, nuestra teología suele ser una teología basada en el mérito. Algo en lo que Dios no considera en absoluto, quizá lo tenga en cuenta para otros motivos, o quizá comprenda nuestros deseos, o lo que a nosotros nos parece que son méritos, que por otro lado, son incompatibles y nulos con la naturaleza de la redención, pero que no dejan de ser por eso muy humanos y fáciles de confundir con algo "lógicamente" bueno, desde nuestra perspectiva.
El pueblo judío, por su nacimiento y por su designio no es pecador como el pueblo gentil, dirá Pablo. No pecamos como los demás, ¿pero pecamos?.. Cómo Dios me ha escogido, como Dios me ha dado su "palabra" escrita y cómo Dios ha elegido mi tierra, y ha establecido un pacto conmigo y mi descendencia, cuidado, no puedo ser como los demás, gentiles ó extranjeros, que es lo que significa pagano. ¿Estoy acaso equivocado? ¿No es normal que si Dios me escoge y bendice entre todas las naciones de la tierra, mi comportamiento sea diferente? La pregunta es, ¿en qué sentido ha de ser diferente? Y sobre todo ¿Cómo he de comportarme?
No acusemos tan libremente a los judíos de legalistas e insensibles sin mirarnos un poco al ombligo y sin tener un poco de sentido común. Nosotros, que sin gozar de los mismos privilegios que ellos, nos hemos vuelto tibios y amenazamos con el orgullo de nuestra prepotencia intelectual teológica ante el que consideramos "pagano" y le azotamos nuestros aires de superioridad y justicia exterior y repito, nosotros que hacemos esto sin gozar de esos privilegios, no quiero ni pensar que sería de nuestras influencias si estuviéramos en el lugar de aquellos antes mencionados.
Surgen por tanto como mínimo dos maneras de ver al hombre justificado, y ambas opuestas entre sí. Una se basa en "obras que trato de producir para justificarme" y otra manera consistente en "obras que ya ha producido Cristo para que me salve" ¿Qué os parece? Sencillo, pero no corramos tanto. Veamos un personaje propio del año 400 dC y a sus seguidores los "Pelagianos"[19]
Aún después de la caída el ser humano presenta fuerzas morales inherentes que lo capacitan para hacer el bien, ésto desató la lucha entre Plagio y Agustín. Sin embargo, yo sostengo que la idea de Plagio no es del todo incorrecta. Además todos manifestamos cierta tendencia hacia lo que creemos es el bien moral. Pero esto no tiene que ver con la idea de la justicia divina o necesaria para alcanzar la remisión de nuestra alma. Es decir, necesitamos redefinir nuestros conceptos de "bien y mal" y de "pecado y justicia"
Debemos entender nuestra justicia como la impureza de la menstruación en la mujer y acabar completamente abatidos y derramados a los pies de Dios.[20]Pablo habla de "obras de la Ley" en general, es decir incluyendo el Decálogo, no solo las leyes ceremoniales y esto plantea un problema, porque incluso las leyes del Decálogo son inservibles para alcanzar la salvación, si son hechas fuera de la fe y de la verdadera justicia.
Muchos entienden mejor la inutilidad de la ley para salvar cuando se trata de leyes relacionadas con el servicio del santuario o las leyes levíticas, como si ya estuvieran muertas o fueran malas. Pero se equivocan, la ley ceremonial sigue siendo ahora tan buena y santa como lo era antes, ya que fue Dios mismo quien la implantó. Otra cosa diferente es su valor temporal, o su finalidad terminada. Si no hay santuario, las leyes no tienen cabida, pero no por eso pierden su valor total.
En éste apartado de nuestro estudio tratamos de ver los versículos que tienen que ver con la Ley. Una ley puede arrancar obras mediante amenazas o mediante promesas, pero si el hombre tuviera la libertad de vivir sin ley, jamás haría por su propia voluntad las obras de la ley. Isaías llama a la ley un opresor.[21]
Es preciso comprender la manera de obrar, de actuar, el cómo nos relacionamos con esa ley que nos está condenando, incluso y a pesar de las mejores obras de caridad que pudiéramos llegar a realizar, lo cual es sumamente paradójico, en nuestro maniobrar humano, pero no en una teología de gracia y no de mérito. Las obras pueden ser obras que provengan de malos deseos, fáciles de llevar al terreno de la condenación pero que no son las que condenan al individuo, porque éste ya ha sido condenado antes de realizar las peores acciones imaginables. ¿Comparamos entonces la violación de una niña de 6 años con alimentar a los pobres? Respecto a la justicia salvífica no ofrecen diferencia. Respecto a las obras de la ley, son aquellas hechas en circunstancias en que los malos deseos son refrenados exteriormente, pero en el interior arden con tanta ó más violencia si cabe y odia la ley que las señala. Luego encontramos las obras de la gracia de las que hablaremos en nuestro próximo capítulo.
Estoy elaborando una reflexión general sobre todos los pasajes donde encontramos el término Ley en la epístola, desde un punto de vista genérico, me hubiese gustado hacerlo pasaje por pasaje pero por razones de espacio nos limitamos a un esbozo muy general. Digo esto, por dar por sentado el contexto general de la epístola y el problema de los "perturbadores judaizantes" de la epístola, con el trasfondo de la circuncisión o no como problema de justificación. Indico algo muy probable que estuviera ocurriendo y que suponía un grave problema además del mencionado, y éste es, la existencia de alguna forma de gnosticismo que se trataba de implantar.[22]
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