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El korfball. Una propuesta de motricidad cooperativa

Enviado por Alfonso Espinal Gadea


  1. Introducción
  2. El deporte alternativo
  3. La historia del korfball
  4. El deporte del korfball
  5. La motricidad cooperativa del korfball
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

Introducción

El korfball (korf: cesta y ball: balón), es un deporte holandés de cancha dividida en su estructura general y de cancha común en lo particular. Se juega entre equipos de 8 integrantes cada uno, en donde 4 son hombres y cuatro son mujeres. La finalidad es lograr encestar en la cesta para que tomen posesión del balón los del otro equipo e intenten lo propio en su cancha.

Es un recurso didáctico denominado como deporte alternativo que se presenta con una propuesta de dinámica cooperativa. En donde el cooperar sin discriminar el sexo del compañero es indispensable para lograr encestar o hacerse del balón para generar acciones ofensivas y defensivas en su respectivo espacio.

Palabras clave: korfball, deporte alternativo, cooperación, motricidad

El deporte alternativo

Se entiende como deporte alternativo a aquel que no sigue los patrones tradicionales de los deportes ya establecidos en determinados contextos; por lo que se debe entender el concepto alternativo como algo contextual y temporal. Es decir, que responde al lugar y al tiempo en que se inserte; ya que un deporte puede ser tradicional en un determinado país y alternativo en otros. Esta clasificación se ve determinada por el nivel de socialización que tiene el deporte en el contexto global.

Para entender mejor el concepto alternativo, se pondrá como ejemplo el deporte que trata este artículo; es alternativo para la gran mayoría de los países, sin embargo, para su contexto de origen (Holanda) es un deporte tradicional que lleva más de un siglo practicándose.

Algunos autores (Devís, 1993; Ruiz, 1996 y Barbero, 2000) rescatan esta clasificación de los deportes al referirse a los que no son tradicionales y presentan en su estructura una propuesta innovadora y que refresca las opciones de la motricidad en los ámbitos de la educación física, el deporte y la recreación.

Por otro lado, existe la Comisión de Juegos y Deportes Alternativos (CODASPORTS) con sede en Argentina que desde 1997 se ha encargado de promocionar y difundir esta clasificación deportiva en diversos puntos de América Latina. Y desde el 2010 de forma oficial, la filial CODASPORTS México se encarga de hacer lo propio en tierras aztecas, a través de congresos, cursos o talleres en diversos foros que le permiten mostrar tales propuestas innovadoras.

Los deportes alternativos se presentan así, como una rica y sustancial propuesta que se ven solicitados en los programas de educación básica de la asignatura de educación física en la RIEB (2006 y 2009), específicamente se refieren al korfball, ultímate frisbee, lacrosse, hochey, flag football, rugby, entre otros más que presentan una motricidad diversa que reta los patrones básicos de movimientos hacia la construcción de destrezas físicas y actitudes sociales no estimuladas por los deportes escolares tradicionales, proporcionándole a los alumnos la riqueza motriz que tanto se busca en una educación física reformada, y a los profesores de la especialidad las estrategias didácticas emergentes que se apuntan en los programas oficiales.

La historia del korfball

A principios del siglo veinte, Nico Broekhuysen, un profesor que vivía en Amsterdam en los Países Bajos, asistió a un seminario de verano sobre educación física que se celebró en Suecia. Durante los descansos de tal curso, se percató que los hombres y las mujeres jugaban juntos a un juego que le denominaban balón-aro (ringball), un juego sencillo, del tipo de baloncesto, en el que el objetivo era conseguir un tanto mediante el lanzamiento del balón a través de un aro o anillo fijado a un poste de 3 metros de altura.

Lo que sobre todo llamó la atención a Broekhuysen fue el hecho de que el juego se presentaba como una actividad mixta en donde participaban en igual de condiciones los hombres y las mujeres, y por eso lo hizo conocer a sus alumnos cuando regresó a los Países Bajos.

Paulatinamente el juego alcanzó popularidad. Aunque el juego original no parecía tener reglas escritas, pronto se hizo evidente que hacía falta algún tipo de reglamentación. Como resultado, Broekhuysen escribió sus propias reglas y reglamento. Esto, junto con varias modificaciones, que incluían utilizar un cesto (en holandés KORF) en lugar del tradicional aro, para poder juzgar mejor los tantos, tuvo como resultado un nuevo juego con carácter propio: el korfball.

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Foto tomada en Amsterndan, Holanda en 1928, año de los Juegos Olímpicos en esa ciudad.

Después de ser demostrado por primera vez en 1902, el juego se hizo tan popular que ya en 1903 un gran número de clubes de korfball organizaron una Asociación Nacional de Korfball para regular las competiciones de liga.

La presentación internacional del korfball tuvo lugar durante los Juegos Olímpicos de 1920 celebrados en Bruselas, Bélgica. Aunque dicha presentación tuvo como resultado la formación de la Asociación Belga de korfball, la aceptación internacional iba despacio hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

Las causas de este lento desarrollo puede haber sido la tradicional separación de hombres y mujeres en las actividades deportivas competitivas. Desde la Segunda Guerra Mundial existen dos factores que pueden explicar la popularidad cada vez mayor del korfball en el contexto deportivo internacional: la introducción universal del baloncesto americano (deporte apenas conocido en Europa y otros continentes antes de la doctrinación realizada por las fuerzas armadas americanas) y el hecho de que la reconstrucción de la post-guerra incluyese el establecimiento de muchas instalaciones deportivas cubiertas.

El korfball, que anteriormente se jugaba en un campo similar al del fútbol, ahora tenía que adaptarse a dimensiones parecidas a las de una cancha de baloncesto. El área de juego, ahora más reducida, sugirió una reducción del número de divisiones de tres a dos, y la limitación de los jugadores a un equipo de 8 en vez de 12. Como resultado, el ritmo del juego se aceleró y el número total de tantos marcados en un partido también aumentó.

Hoy en día el korfball se practica activamente en todas las partes del mundo: desde Australia hasta Francia, desde la India hasta Israel y desde Taiwan hasta los Estados Unidos. Recientes demostraciones en los países del este han suscitado gran interés, y se espera que el korfball pronto será un deporte verdaderamente universal.

El deporte del korfball

Se refiere que este deporte es de cancha dividida porque se juega en dos mitades, y dentro de cada una se encuentran 8 jugadores; 4 hombres y 4 mujeres. Estos a su vez corresponden a 2 hombres y 2 mujeres que defienden esa canasta, y 2 hombres y 2 mujeres que atacan, es decir, que tratan de encestar el balón. Hasta esta lógica, se define como un deporte de cancha común: se genera toda la dinámica de juego en un mismo espacio.

Se convierte en deporte de cancha dividida al concebirse con sus dos mitades, pero esto es en lo general, en cómo se conceptualiza el deporte desde lo pasivo o meramente conceptual, ya en lo activo o específico, se convierte en uno de cancha dividida, tal como se muestra en el dibujo 1.

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Dibujo 1. El korfball, deporte de cancha dividida y de cancha común.

En la ilustración se nota que en una de las mitades se está desarrollando el juego con el balón, mientras que en la otra, se está a la espera de que se realice una anotación o los defensivos intercepten en implemento para buscar pasárselo a sus compañeros atacantes que están en la otra mitad. De ahí que en lo específico, se conciba como un deporte de cancha dividida. Sin embargo, como de lo general pasa a lo particular, se concibe como un deporte de cancha dividida y de cancha común. Otra característica más que lo hace resaltar dentro de los deportes tradicionales.

Reglas en general

  • La composición de los equipos es mixta, participan 4 hombres y 4 mujeres por cada equipo.

  • El campo está dividido en dos mitades de forma que dos hombres y dos mujeres de cada equipo se colocarán en cada mitad.

  • La defensa es personal y los hombres cubren a los hombres y las mujeres a las mujeres.

  • Está prohibido el doble equipo, es decir, dos no deben cubrir a un jugador.

  • Los jugadores no pueden salirse de la mitad del campo que tienen asignada.

  • El objetivo del juego es pasar el balón por el cesto, de arriba abajo. Cada vez que lo consigan se anotan 1 punto.

  • Cuando el marcador señale un tanto par, los integrantes de los equipos cambiarán sus funciones y de cancha, es decir, los cuatro jugadores que actuaban de defensa pasarán a actuar al ataque y viceversa.

  • El partido comienza con un saque desde el centro del campo realizado por un jugador atacante.

  • El jugador que está en posesión del balón no se puede mover, deberá pivotar, tirar a la cesta o pasar a un compañero, aunque si puede dar el paso necesario para saltar y lanzar a la cesta.

  • Cada vez que se consigue un tanto, se realizará un saque desde el centro del campo.

  • Al tirar a la cesta, se debe realizar en salto y con ambas manos.

  • La duración del partido es de dos tiempos de 30" con un descanso de 10".

  • Se cuentan con 2 tiempos fuera de 1 minuto en cada tiempo de juego.

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Dibujo 2. La cancha de Korfball

No está permitido:

  • Tocar y/o empujar intencionalmente a un jugador del otro equipo.

  • Actuar con cualquier tipo de violencia.

  • Realizar un lanzamiento a la cesta por un jugador que actúa de defensa.

  • Tocar intencionalmente el balón con los pies.

  • Marcar a un jugador del otro sexo, o a uno que ya está marcado.

  • Entregar el balón en las manos del compañero, deberemos pasárselo.

  • Utilizar el poste para agarrarse, saltar o tomar alguna ventaja.

  • Golpear el balón con el puño.

  • Mover el poste cuando el adversario realizó un tiro.

  • Retener el balón por más de 4 segundos.

  • Situarse a menos de 2.5 metro de distancia del rival que realiza cualquier tipo de saque.

Estas infracciones serán penalizadas con tiro libre y será efectuado por un jugador del equipo afectado desde el lugar donde se cometió la falta; no se podrá acercar ningún jugador a menos de 2.5 metros.

Se considera penalti cuando la infracción se realiza a un jugador en clara acción de tirar a la cesta y anotar un punto.

Se cobrará con un lanzamiento desde el punto de penalti, realizando un salto hacia el frente avanzando con un pie y a 2.5 metros de la cesta; los demás jugadores estarán alrededor de la zona del óvalo. Al momento de que suelta el balón el que realiza el tiro, sigue el juego. Esto a menos que se enceste, de ser así, saca la parte ofensiva del otro equipo en la línea central.

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Dibujo 3. El tiro de penalti

La motricidad cooperativa del korfball

Desde la perspectiva de Omecaña y Ruiz (2005:47), un juego genera tres posibles acciones: la individualista, la competitiva o la colaborativa. Determinadas estas por la estructura de meta del juego, los factores individuales, los factores colectivos y los factores situacionales. Y refiere que las actividades cooperativas, desde la estructura de meta, demandan de los jugadores una forma de actuación orientada hacia el grupo, en la que cada participante colabora con los demás para la consecución de un fin común.

El korfball responde fehacientemente a tales planteamientos, y los enriquece con el aspecto inclusivo de género: coopera con las mujeres al ser ellas parte esencial del equipo, eliminando cualquier discriminación sexista que se da en la gran mayoría de los deportes. Con estas características, se abandera como el único deporte que las postula y que a través de ellas se desarrolla.

También manifiesta otro aspecto muy importante y que es imperante trabajar desde la educación. Este se refiriere a la coeducación, en donde los hombres y las mujeres actúan de forma colaborativa y participan con las mismas normas y persiguiendo el mismo fin. Todos aprenden de todos y a través de todos.

Si bien, como en todos los deportes, en el korfball concebido como deporte competitivo, la colaboración se presenta como algo insustituible, bajo el matiz de ser una colaboración intergénero, aspecto del cual tiene la exclusividad en los ámbitos oficiales.

Tales características se potencian en las sesiones de educación física con los postulados que propone Velázquez (2004:56-58) para las actividades cooperativas: Promover la participación, al favorecer que todos los jugadores participen realmente en el juego. No basta con que ocupen un espacio sino que su participación sea activa, con independencia de sus habilidades.

Desvinculando el juego del resultado. No se trata de eliminar la competición sino de generar reflexiones orientadas a demostrar que, por encima del resultado, del hecho de ganar o perder, está la propia actividad; en otras palabras, que lo que nos divierte es la actividad por sí misma y no el resultado.

Repartiendo el protagonismo. En la mayor parte de las actividades con estructura competitiva hay niños y niñas o adolescentes, que habitualmente son protagonistas cuando su equipo gana, se ha ganado gracias a ellos, y otros que lo son cuando su equipo pierde, se ha perdido por culpa de ellos.

Existen, sin embargo, una serie de actividades competitivas, a las que se han denominado actividades competitivas de interés pedagógico (Velázquez, 2004), que permiten adquirir protagonismo positivo a personas que habitualmente no lo tienen. Este tipo de actividades se caracteriza porque las posibilidades de éxito son limitadas y dependen de la fortuna o de una estrategia de equipo más que de la habilidad o destreza de algún jugador particular, de ahí que sea interesante aplicarlas en determinadas ocasiones y con determinados grupos de alumnos.

Ante lo planteado, el korfball responde a lo que se denomina "actividad competitiva de interés pedagógico", que aunado a la cooperación no sexista, el proceso implícito de coeducación que provoca y su aspecto inclusivo de género, se vislumbra como una gran actividad de altas connotaciones cooperativas y de indudable impacto lúdico en los recursos motrices para los alumnos.

Conclusiones

Los deportes alternativos son una gran opción para refrescar las prácticas motrices de los alumnos en los patios de educación física y un indudable recurso de gran impacto para ser usado por los docentes de la especialidad, y sería inútil negar el futuro como deporte competitivo que también bosqueja.

Al acomodarse el korfball como estrategia didáctica en la educación física para desarrollar la motricidad e impactar en las competencias de los niños y adolescentes, se está accediendo a los beneficios de una propuesta muy poco conocida en el medio, y en donde el principal beneficiado, será el alumno del profesor que se atreva a operar tales estrategias alternativas.

Cooperativo, competitivo con interés pedagógico, inclusivo, no sexista y que rompe los esquemas tradicionales de los patrones motrices, es así como el korfball salta al escenario de la educación física, el deporte y la recreación.

Bibliografía

IKF, (2009). Rules of Korfball. Holanda. Ed. International Korfball Fedaration

Omeñaca, R. C. y Ruiz, J. V. (2005). Juegos cooperativos y educación física. Barcelona. Ed. Paidotribo.

Padró, F. et al (1999). Unidades didácticas para secundaria X. Korfball. Fútbol americano. Coeducación y cooperación. Barcelona, España. Ed. INDE.

Ruiz, J.G. (1996). Juegos y Deportes Alternativos. En la programación de Educación Física Escolar. Zaragoza, España. Ed. Agonos.

SEP. (2008). Educación básica. Secundaria. Educación Física. Programas de estudio 2006.

SEP. (2009). Programas de estudio 2009. Sexto grado. Educación básica. Primaria.

Velázquez, C. G. (2004). Actividades físicas cooperativas. México. Ed. Secretaría de Educación Pública.

 

 

Autor:

Alfonso Espinal Gadea