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Meditación: la Ciencia Subjetiva; El Buda no era budista (página 2)

Enviado por Jordi Mas i Manjon


Partes: 1, 2

La memoria, pensamientos que empañan el espejo, que no nos pertenecen ofrecen esa falsa seguridad que somos los que controlamos el mundo, y por extensión lo confundimos, y llegamos a pensar que ello es la Vida.

Nos adueñamos de las memorias ajenas como propias, neblinas que impiden un estar en la Vida, un regreso a la Fuente de la Vida que es la Existencia.

Limpiar el espejo, es comprender al margen de las memorias lo que acontece, la originalidad del Ser se expresa, cuando somos conscientes de que somos usuarios de lo que el pasado nos ha legado.

La motivación que pulsa a continuar con ello es la ausencia de esfuerzo personal y la falsa seguridad de que es lo correcto porque todo el "mundo" también lo hace.

Preguntémonos lo siguiente, ¿por qué se itera, se repite los ciclos de comportamiento en la humanidad una y otra vez?, y ¿por qué en la historia personal se iteran comportamientos que aun sabiendo en la subjetividad que son erróneos se continúan con ellos?

La respuesta es el condicionamiento a que no debe ser de otro modo, aunque sabemos que sí puede ser diferente.

Adquirimos costumbres, memorias, conocimientos pero adquirimos algo todavía mucho más decisorio para nuestro devenir, y es el aprendizaje de la concesión de que los pensamientos son la comprensión de la Vida, pero ello no es de este modo, los pensamientos reinterpretan el mundo en relación a nuestras pulsiones personales y estas están nutriéndose y mutándose en un constante cambio para que nuestra historia social encaje en los márgenes que nosotros hemos establecido, solos o por legado externo.

Examinemos lo siguiente, cada día se "descubre" alguna especie nueva de planta, insecto y en el pasado fueron animales, como si antes no existiesen, nuestra colectividad del mundo, les da identidad mental, lo conceptualizamos y por ello en nuestra ilusión condicionada llegamos a creer que lo hacemos nuestro.

La Vida no es una manifestación de la existencia ajena a nosotros; somos nosotros mismos; sin embargo no es la aceptación común porque lo que deseamos es ser dueños de la Existencia, y es por ello que reinterpretamos la realidad como verdad, todo ello se fundamenta en el miedo a la ausencia de seguridad en un presente que es causal de un futuro incierto.

Atribuimos un valor de carácter fundamental a lo que condicionamos como Realidad, la falsa seguridad que nos otorga ello, nos evita el esfuerzo temeroso de tratar de comprender la Vida, que sin nuestras conceptualizaciones empaña la consciencia de la Verdad.

Confundimos territorio con geográfico, la verdad de lo que es por la reinterpretación de ello representándolo en un mapa, creación conceptual para poder de nuevo atrapar lo inatrapable.

El conflicto no es la conceptualización, ni tampoco es el mapa, el conflicto real, es haber olvidado que es una reinterpretación de la Vida en modo de Mundo, y habernos creído el concepto mucho más que la Verdad.

Esta es la clave, el instrumento a superado a su utilidad, ello es una ausencia de consciencia subjetiva, una pérdida de libertad personal para decidir a lo que atribuimos importancia y que no.

PÉRDIDA DE LIBERTAD

La pérdida de libertad es no diferenciar lo que conceptualizamos y designamos como Real y confundimos como Verdad.

El colectivo social presiona desde la infancia para que el "mundo" continúe tal y como es, ello desde los inicios de la cultura, la falta de libertad no es la conceptualización sino que es la ausencia de conciencia de ello, en la infancia se inicia la aprehensión conceptual, se adquieren los conocimientos en base a memorias de los otros, se valora el uso de esa memoria.

Aprendizajes complejos valorados en la sociedad como útiles en la sociedad, es en cambio un conjunto de memorias, el individuo solamente es un vehículo de aquello que no es suyo.

El arte es la réplica del mundo ante esta conceptualización, la sociedad no obstante ha ido delimitando la libertad del arte, estrategias para que el arte no pueda desestabilizar lo que consideramos como seguro como real.

Lo objetivo tiene dos visiones, la primera desde la reinterpretación de la mente, la segunda desde la subjetividad de la Vida.

Lo objetivo ha sido reinterpretado, conceptualizado en un gradante progresivo, nada es desde esta visión objetivo si es carente de una atribución conceptual. Lo subjetivo, se le atribuye un fragmento del mundo no alcanzable porque solamente el sujeto en sí mismo es el que lo puede percibir.

La libertad es poder acceder a la posibilidad de reconocer el Mundo de la diferenciación de Vida, y ello es simultáneamente el reconocer el camino a recorrer para hallar la salida del laberinto.

La ausencia de libertad, es la negación de la Verdad a cambio de la conceptualización delimitadora de la Vida.

El conflicto no es la existencia de los límites sino la ignorancia subjetiva de la existencia de ellos.

Un rebaño de vacas no reconoce limites en los lugares de pasto, se les delimita la libertad de movimiento con barreras ajenas a los espacios donde ellas se mueven, la ausencia de libertad del rebaño de vacas no es la delimitación de los espacios sino la ausencia de consciencia de la existencia de las propias delimitaciones, aceptando, condicionando su comportamiento como un suceso vital.

En los experimentos iniciados a mediados del siglo XX sobre condicionamientos y respuestas condicionadas, con sus refuerzos secundarios e experimentaciones, se pensó, durante un tiempo que se había hallado el modo de conducir la subjetividad y la conducta en el mundo objetivo, la sorpresa es que a diferencia de los animales el ser humano puede ser consciente de la situación. No obstante es preciso propiciar el medio para que suceda. En la época presente los condicionamientos han sido aceptados como un suceso común, los medios de comunicación en todas sus variantes, son un vehículo dominante para propiciar condicionamientos.

Es preciso ahora hacer una diferenciación importante para evitar una confusión que conduce a graves errores. Es una certeza que ayudar a hacer conscientes de la situación de la historia personal o historia social del colectivo, ello puede mejorar el modo de vida, pero en ello hay algo que puede pasar desapercibido y es lo siguiente, que sería un hacerse consciente pero dentro de las delimitaciones de lo que es el mundo.

Es muy sutil la diferenciación, la lucha por los derechos humanos es un avance de una gran importancia, la lucha por una mejor salud es un gran avance y así multitud de progresos sociales, no obstante, todo ello pertenece al Mundo.

Una vez más es preciso anotar que no es el rechazo del Mundo lo que lo distingue de ser inconsciente, sino la consciencia, la comprensión de lo que es el Mundo, ésta es la diferencia, la consciencia de que el Mundo no es la Vida, pero no es el rechazo del Mundo lo que da la libertad.

DEBER Y PODER

La comprensión de la distinción entre el deber y el poder es fundamental para continuar el recorrido del camino.

El deber tiene relación con la mente, con el mundo, la conducta está condicionada, todo aquello adquirirido condiciona la respuesta en el mundo, a lo largo de la historia social, se ha utilizado esta conceptualización para realizar favorables o desfavorables acciones o conductas.

El deber está vinculado con el Mundo, está subordinado a necesidades personales o sociales, la historia social y personal, muestra que ha habido un uso intencionado de ganancia superior a los efectos benefactores, solamente examinemos con calma de modo global las necesidades de la colectividad en todo el planeta.

El poder tiene que ver con la vida con la existencia, un árbol crece porque puede, no porque debe, un animal sobrevive porque puede no porque debe. El poder es una fuerza creadora, a diferencia del deber que es una fuerza pulsora.

La expresión de la Vida es una fuerza creadora de la manifestación del poder, el poder como fuerza en el hacer, un hacer preciso, no un hacer condicionado.

El deber es un condicionamiento, en el pasado, en el nombre del deber se hicieron acciones de un elevado sufrimiento para los seres sintientes, ello quedó justificado por la colectividad.

La Vida no es un algo delimitado por un deber, es una manifestación de poder desde la existencia.

La existencia es una fuerza que no es mesurable ni limitable, se extiende desde los inicios del universo hasta los futuros más lejanos de los confines de ello.

La existencia no tiene un valor limitado, una brizna de hierba tiene el mismo valor que una galaxia, una galaxia tiene el mismo valor que un sólo ser sintiente, no hay diferenciaciones, la manifestación de ello es una fuerza de poder.

El deber es delimitado, por creencias extremas, sociales, personales, pertenece solamente a la colectividad humana, es una delimitación de la expresividad del ser humano, impediendo ser conscientes de una Verdad.

En el hacer diario, el deber es utilizado en el ámbito personal y social como un medio de opresión delimitador, condiciona los comportamientos delimitando las posibilidades de percibir la Vida en toda su integridad.

Una vez más es preciso anotar, que no es desfavorable o de carácter negativo el deber, sino la falta de conciencia subjetiva de su causalidad.

LA MEDITACIÓN

La Meditación es un estado producto de una ausencia de la Mente; no es la negación de la mente sino la comprensión desde la profundidad de la subjetividad que el proceso de la mente es un obstáculo.

¿Qué es un estado Meditativo?

Es un estar, en la manifestación de la existencia sin la inferencia de los pensamientos; no es la negación de estos, pues si hubiese negación, habría Mente y por tanto el estado meditativo sería del todo imposible.

¿Qué sucede cuando no hay pensamientos?

Cuando no hay pensamientos que no es lo mismo que la negación de que se produzcan estos, es un estado que enlaza directamente con la naturaleza de la Vida de la cuál nosotros somos una de las múltiples manifestaciones.

La Mente pues, es un producto esencialmente humano, y es un producto esencial, hay pensamientos ilimitados, como el amor, la compasión, la alegría y hay pensamientos limitadores como el odio, el deseo, el apego; estos últimos delimitadores y opuestos a la situación propiciatoria de la meditación, porque también los pensamientos ilimitados son causa a evitar en el estado meditativo.

La Meditación es una celebración subjetiva de la existencia a través de nosotros como manifestación de la Vida.

Es el camino del centro, es la cuerda de Sitar que no está tensa no está floja, es la cuerda afinada en el modo correcto.

Hace 2.500 años el Honorable del Mundo, después de largos años de experimentación subjetiva, alcanzó el Despertar a través de la Meditación, ello nos lo legó, como el legado más precioso que la humanidad pudiera desear, el legado de la Libertad con mayúsculas.

Pero ¿en qué se distingue la meditación oriental de la meditación occidental?

La meditación occidental la base fundamental de ello es la Mente, el pensamiento, la introspección de un algo desde la Mente. Una recreación sobre los conocimientos adquiridos, de hecho no es meditación sino hiperreflexión, una concentración desde la mente en un algo a descubrir, es la continuación del mundo mental al cual pertenece con las limitaciones propias de ello.

La Meditación que nos legó el Honorable del Mundo, es la aceptación que el mayor obstáculo es el proceso mental, por ello, el estado meditativo se alcanza con el cese del proceso mental.

En Occidente se enfatiza que la enfermedad mental se sitúa en la mente, por lo que la psicología occidentan trata de sanar la mente, sin embargo en Oriente, la causa de la enfermedad mental es la propia mente.

La Mente como elemento creador del proceso cognitivo, causal y con efectos en el Mundo. La consciencia, el proceso de reconocimiento de la causalidad del proceso de la mente como el origen e iniciador de los numerosos problemas de reinterpretación de nuestras acciones y por extensión el mundo. El conocimiento profundo de ello no impide el acontecimiento del proceso de la mente, sino que el suceso se transforma en un acto consciente de su causalidad, y ello es un cambio profundo en la percepción en su integridad.

El estado meditativo es un estado pero la meditación es un acto de la mente, es un pensamiento ilimitado.

Es fundamental para comprender en su integridad, la diferenciación de estado meditativo y meditación, el acto meditativo puede realizarse de múltiples modos, en cualquier situación, no obstante resaltando el hecho de que no tiene lo significativo de alcanzar el estado meditativo.

Los animales, los seres sintientes tienden a estar en un estado meditativo, el ser humano cuando está en su más primaria etapa de desarrollo tiende a hallarse en este estado meditativo, progresivamente pierde la tendencia a ello por el condicionamiento externo.

La pregunta de importancia que nos haremos ahora es ¿el estado meditativo surge con la acción de la meditación o es precedente de ello?

La meditación no es un medio para alcanzar una relajación, no es un proceso terapéutico para alcanzar un ciclo cerebral alfa, como suele leerse o escucharse de aquellos que son practicantes de la acción pero que no han sabido alcanzar el estado meditativo.

El estado meditativo es precedente a la acción de meditar, por ello se ha dicho anteriormente, que el Buda, aunque hubiera estado colgado de los pies en lo alto de una rama de un árbol, hubiera alcanzado el despertar.

No es la acción de meditar la que alcanza el estado meditativo, ello solamente es una forma, investiguemos ahora lo referente a las posiciones.

Es la posición del loto la más adecuada para el estado meditativo ,la respuesta es que es indiferente, no es a través de la posición corporal como se alcanza el estado meditativo. Sucede que es una posición que facilita la quietud, la calma, pero no es la única, el Buda, falleció en la postura del paranirvana, la postura de el león del despertar, postura mostrada por el Honorable del Mundo y que es perfecta para aquellos que están enfermos, pero aún así, tampoco es precisa la posición, no hay posiciones que conduzcan al estado meditativo.

Hemos de comprender desde la profundidad de la subjetividad, que es la cesación de la mente la que porta al estado meditativo, si no hay cesación de la mente, no hay posibilidad de practicar la acción de la meditación.

Alcanzar el estado meditativo todo el tiempo integramente en cualquier instante del vivir diario, es el aunténtico meditador, el practicante, que precisa propiciar un ambiente adecuado, un lugar y posición, es solamente un practicante que trata de alacanzar el estado meditativo.

¿Cómo podemos integramente ser meditativos y participar del mundo que precisa de la mente para ello, y el estado meditativo es la cesación de la mente?

Porque la cesación de la mente no es la negación de la mente, es la conciencia subjetiva de que el proceso mental es como una nube que impide el paso de la radiación solar, es como una venda en los ojos; la compresión integramente de un modo profundo cesa el proceso de la mente en el estado meditativo.

La mente tiene dos polaridades, la atracción y la repulsión, ello se manifiesta en el psiquismo del ser humano en todas sus manifestaciones, ello es un proceso causal de pensamientos que validamos como verdades invariables y es precisamente el estado mediativo, el que muestra desde la profundidad subjetiva, que ello puede ser variado, las tendencias polares, no son un algo invariable e inmutable, desde nuestra conciencia podemos decidir si la nube cubre la luz solar o lo opuesto, pasa a través dejando el espacio vacio para que el sol nos dé su calor .

El pensamiento es causal de otro pensamiento, ello tiene un efecto que es causal del proceso mental, la elección es ahora un efecto de este proceso mental, lo positivo y lo negativo, lo bueno y lo malo, lo favorable y lo desfavorable, todo ello fundamentado en la atracción y repusión, como si la mente tuviera que obeder las leyes que nosotros también con la mente hemos ideado.

La atracción y la repulsión, la división polar, con sus múltiples designaciones, tienen una jerarquía en el modo como nosotros interpretamos la vida y la reinterpretamos conceptualizandola.

El cese de la mente, es la aceptación de que los extremos son una sóla cosa, pertenecientes a un sólo tramo, y es nuestro proceso mental la que hace la interpretación.

Precisamos anotar que el proceso mental, que de un modo genérico designamos como mente, no es un algo que tiene ipseidad, sino que es solamente un proceso cognitivo, un conjunto de conocimientos, fuindamentados en la memoria adquirida, que en su conjunto tiene un efecto, no obstante, la mente no es un algo que tenga una existencia propia.

Si la mente no tiene una identidad propia, una ipseidad, entonces, la identificación con ella es un condicionamiento. El condicionamiento es un algo adquirido, la mente es un condicionamiento que podemos variar según las necesidades personales o sociales.No obstante, nos aferramos a los pensamientos, como si fuesen algo nuestro, defendemos pensamientos como si estos dependieran su existencia de esta defensa y así és, los pensamientos son interpendientes de los otros pensamientos, y la colectividad es en su fin una integridad de pensamientos, todo ello tiene el efecto que designamos como "el Mundo"

El estado meditativo es una recuperación del estado natural, un reencuentro de la no oposición, de la evitación de la atracción y repulsión.

No es una cuestión anecdótica como pretenden los que defienden el mundo mental, ellos se refieren a cuestiones domésticas o sociales de mayor o menor importancia, pero ello no es lo fundamental. Una muestra, la elección de aquello o lo otro, es dependiente de esa oposición polar, de eso que designamos como proceso de la mente.

Lo interesante es que el estado meditativo en ningún caso es opositor del mundo mental, sino que es favorecedor para la comprensión integra de la causalidad y efectos del mundo.

El estado meditativo no es un algo a alcanzar, es un algo a recuperar, es el estado natural de la existencia, tenemos múltiples muestras a lo largo de toda la vida y en cada historial personal. Momentos de sosoiego que indican cuál es el estado natural, instantes creativos no dependientes de decisiones polares, encuentros personales interdependientes de emociones ajenas a elecciones, la búsqueda de momentos de tranquilidad; ello también, ha sido utilizado para convertirse en un algo del mundo mental, la venta o alquiler de lugares con promesas de calma alejada del movimiento de la mente.

El secreto tiene su raíz, en nosotros mismos, no hay lugares mágicos, no hay posiciones que resuelvan el conflicto, no hay formulaciones transcendentes que resuelva la situación de búsqueda transcendental. Solamente nosotros desde la posición personal desde la subjetividad, podemos hallar el modo.

¿Cómo iniciar los primeros pasos de la meditación?

Primero tener presente, que la acción de meditar y el estado mediativo son dos situaciones diferentes; la primera la acción de meditar, es un aprender a caminar, por ello se muestra un modo que puede favorecer a la acción, pero ello es solamente un modo, una práctica de las muchas a hacer.

En los primeros inicios se sugiere una posición que favorezca la quietud física, para quien pueda sentarse en posición del loto, pero es válida cualquier posición, inclusive la posición del león del despertar , el paranirvana, posición ideal para personas que deban guardar cama o para cualquier persona si así lo desean, a nivel personal, considero que es la mejor postura de meditación, inclusive mejor posición que la del loto.

La posición lo único que favorece es la quietud física, por ello es conveniente una posición en la que se pueda mantener la quietud el mayor tiempo posible.

El lugar donde debe realizarse la meditación, puede ser cualquier lugar sin discriminación, solamente sucede que en los primeros pasos es preciso que sea un lugar tranquilo, sin que haya un excesivo ruido que pueda interferir en la calma.

De todos modos todo lo dicho referente a la técnica no es de importancia, solamente va dirigido a las personas que se inician en ello.

La tranquilidad, la calma, tiene que preceder a la postura, y ello solamente cuando uno se inicia en la meditación, porque una vez que uno es meditador, a de suceder en cualquier situación, lugar, sin estar delimitado por nada externo.

Ahora examinemos que debe hacerse durante la acción de meditar, se debe aquietar la mente, y el modo es dejar que los pensamientos se sucedan, sean del tipo que sean, sin detenerse en ninguna discriminación sobre ellos, sin analizar su contenido, ni tampoco el alcance de sus raices en nuestra historia personal, sencillamente, que no fácil, es dejar que transcurra en absoluta quietud física y mental el instante.

Una vez más recordar que la práctica de la meditación, no garantiza alcanzar el estado meditativo, porque ello requiere algo más que práctica y tiempo, requiere afinar la cuerda del sitar en el acorde perfecto, en el acorde correcto, ni tenso ni flojo, y ello sucederá solamente cuando la tendencia personal lo propicie.

No sucede nada extraordinario cuando uno alcanza el estado meditativo, sino todo lo opuesto sucede lo que sucede en la vida natural, todo ocupa el lugar que debe ocupar, nada está discordante, ello es lo más significativo del estado meditativo, la ausencia de discordancia.

Examinemos ahora las posibles consecuencias de la práctica meditativa.

Es de importancia resaltar, que la práctica meditativa no es nada de crácter religioso, pues El Buda, no es un santo, o es un dios, sino que es el estado recuperado; recuperado, porque este estado de Budeidad está latente en cada ser sintiente, sin excepción, el estado meditativo y la práctica meditativa propicia el que volvamos a redeescubrir este estado.

A diferencia de religiones, en las que hay un dios o dioses, en el budismo no hay dios al que rezar, no hay creencias donde aferrarse, no hay salvavidas a los que podamos recurrir, para rehuir nuestras propias responsabilidades.

La causalidad de todo lo que acontece es la base del budismo, todo tiene una causa y un efecto, nada sucede fortuitamente, nada sucede por casualidad.

El estado meditativo es estar en la causalidad y el efecto simultáneamente, el aquí y el ahora, la experiencia como Verdad de la Existencia.

La meditación en nada puede ser perjudicial, excepto si la práctica es equívoca y obsesiva, ello no sería meditación y alcanzar el estado meditativo sería imposible.

Examinemos ahora algunos aspectos mal comprendidos o expuestos sobre algunos detalles del budismo.

El budismo algunos han querido ver una religión, otros han querido ver una filosofía, otros han querido ver las dos cosas simultáneamente; ninguna de esas cosas es; no es una religión, porque no hay un dios al que adorar, no es una filosofía, porque la búsqueda no es la sabiduría, ¿qué es entonces?, es un reencuentro con uno mismo, con una integra autenticidad, cuando la tendencia es honorable entonces es posible el despertar.

El despertar es ir más allá de lo conceptual, dejar de ver solamente lo real y ver la Verdad, pero sin renunciar al mundo, porque el mundo es mental, por ello, el despertar es una integridad de ambos, sin dualidad, sin división.

El significado de las representaciones del buda en esculturas o pinturas, es algo que debe ser explicado.

Las primeras esculturas de Buda, tuvieron lugar 500 años después de su muerte, fue motivado por el encuentro e intercambio de occidente con oriente, hasta ese momento no se habían realizado representaciones del Buda.

Las representaciones son muestras de tendencias del Buda, unas muestran tendencias compasivas otras tendencias amorosas, todas ellas, son muestras de ayuda para el camino, pero no son un algo representativo del Buda que sea imprescindible, hay un koan Zen, que recuerda esto.

Cuando hace frío, y no hay madera que quemar, la figura de Buda de madera sirve para ello. Una metáfora que muestra que el estado de Buda es también una parte del acontecer pero no es el acontecer en su totalidad.

El Buda histórico, no es el único Buda, ni tampoco el primero ni el último, el Buda histórico resalta, porque resuelve el camino del centro, un camino que hasta su realización nadie históricamente (conocido) lo hubiera realizado, en el tiempo que el Buda histórico resalta, surgen otros Budas, que comparten el mismo periodo de tiempo, un suceso histórico extraordinario, que nunca más se ha vuelto a repetir.

Y ahora una anotación de una importancia que se debe resaltar, el Buda histórico nunca practicó el budismo, él era el Buda, que su significado de origen es el "despierto", lo que expresa el Buda son sus palabras, el budismo surge después de él, no confundamos budismo con el Buda; este es el motivo por lo que el budismo se muestra de tantos modos distintos.

El Buda histórico, ya expresó que la duración de sus palabras tendría una duración de tiempo, después se degradaría, por ello surgió el Zen, la recuperación en estado puro de la experiencia del Buda; en la actualidad ha sucedido algo similar, el Zen, a derivado en algo que se aleja de lo inicialmente propiciatorio; todo ello es causal, hay una causalidad y un efecto, a nadie podemos culpar de los males que acontece en el mundo, la causalidad está en los que diariamente en la ignorancia continúan en la Via equivocada.

La búsqueda y la libertad en la Vida, es un derecho de la Existencia, inherente en cada ser sintiente, sin ninguna discriminación de nacimiento, lugar, o posición en el mundo que acontece.

Koan Zen

¿Cuál es el sonido de una sola mano?

Koan repetido hasta la saciedad, resuelto como si fuese una adivinanza, un koan no es una adivinanza, es un suceso único, y el mismo koan tiene una solución diferente para cada ser sintiente, cada ser sintiente tiene su propio Koan, descubrir cuál es el koan particular, es descubrir las tendencias personales.

Pueden escribir al correo electrónico:

[email protected]

quien quiera comentar su koan y desee compartir su experiencia.

En breve se editará el segundo libro de esta serie, continuaremos investigando el Zen y al Buda.

 

 

 

Autor:

Jordi Mas i Manjon

® Jordi Mas i Manjon derechos de autor

Barcelona

Partes: 1, 2
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