- Jaques entra de nuevo en el escenario prosiguiendo con su soliloquio clásico
- ¡No matarás! (Éxodo: 20:13-16 Deuteronomio: 5:17-20)
- Jaques: ¿Epistemólogo del desarrollo humano?
- Shakespeare: ¿Psiquiatra por pasatiempo?
- El caso de Bob
- En resumen
- Bibliografía
- Siete etapas de la vida de Shakespeare
Puede que la razón sea la carencia de una pierna en el cromosoma sexual, o el baño de testosterona que nuestro cerebro recibe cuando nos diferenciamos sexualmente en el útero materno. Lo cierto es que, desde los comienzos de la vida los varones tienen más y peores dificultades que las hembras.
Desde el punto de vista social, los varones tienden a ser más ruidosos, más conscientes del tamaño de las varias protuberancias de su anatomía, a ser mentirosos, a la exploración furtiva, a jugar con el fuego, a apropiarse de lo ajeno, a molestar a las hembras, a torturar a los animales y a pelear entre ellos. FEFL en El dilema del hombre débil: Su superioridad facticia.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos97/dilema-del-hombre-debil-su-superioridad-facticia/dilema-del-hombre-debil-su-superioridad-facticia#ixzz3CFXjGwqQ
En esta cuarta lección continuamos examinando las 7 etapas en la vida del hombre como fuesen descritas por Shakespeare, de manera premonitoria y genial, en una de sus obras clásicas.
Shakespeare, en su obra pastoril de teatro cómico Como queráis, asigna — en monólogo de reputación y significados imperecederos — al melancólico personaje Jaques, la tarea de describir las 7 etapas en la vida del hombre. A la cuarta le asignó La de Soldado.
El arte de la guerra
Jaques entra de nuevo en el escenario prosiguiendo con su soliloquio clásico
Etapa 4: Soldado
Señala el melancólico Jaques: "Luego un soldado, lleno de extraños juramentos y barbado como el leopardo, celoso de su honor, precipitado y veloz en la disputa, buscando la burbuja de la fama, incluso en la boca del cañón".
No tenemos conocimiento si la conscripción militar, por nosotros conocida, fuera ley en Inglaterra durante los tiempos de Shakespeare. Lo que sí nos parece familiar es que el macho de nuestra especie parece estar genéticamente programado para hacer la guerra y predispuesto para el conflicto armado.
Quizás, el autor, reconociendo estas proclividades instintivas de la naturaleza humana, hace que en sus obras, las guerras constituyan temas de mucha importancia, como se puede apreciar siguiendo el siguiente enlace: http://mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=shakespeare-william).
Pasada la adolescencia, por nosotros concebida, existe un período durante el cual el hombre procura establecerse como persona honorable, laboriosa y productiva dentro de la comunidad en que vive. Asistiendo a sus semejantes y dispuesto a tomar las armas en defensa de sus ideales, posesiones y su familia.
Aunque la guerra puede ser tanto defensiva, como agresiva y expansionista, al hombre en la etapa de la industria de Erikson y en la etapa de soldado de Shakespeare, se le representa como ser moral dotado de valores éticos y espirituales e incapaz de causar dolor, sufrimiento o muerte, a menos, que los justifiquen razones nobles y motivos justos.
Virtudes que son, en sus apariencias, totalmente desconocidas por los extremistas islámicos, para quienes nuevas fases del desarrollo — como nada existen — esperan ser elaboradas.
Sólo mata para defenderse y para sobrevivir
El soldado siempre estará cargado de "extraños juramentos", porque para llenar su misión, a menudo, tendrá que poner sus valores morales y pulsiones instintivas en suspenso para obedecer a sus superiores. Aunque esto signifique en sacrificar su bienestar individual, si es necesario, para salvaguardar la seguridad colectiva. O, como dicen los súbitos de los monarcas británicos: To serve King and country.
¡No matarás! (Éxodo: 20:13-16 Deuteronomio: 5:17-20)
No matarás es el quinto de los Diez Mandamientos, y, a pesar de ello, matar — para nuestros congéneres — es un pasatiempo universal y en algunos casos, se ejecutan personas inocentes en nombre del mismo Dios.
Yo recalco lo siguiente en uno de mis artículos de índole filosóficos:
Sin embargo, la mayoría de los países del mundo mantienen ejércitos que consumen más dinero en equiparlos que los recursos que dedican a la enseñanza, la salud y la alimentación de sus ciudadanos.
En ese sentido, puede decirse que matar — aunque no parezca ser éticamente justificable — es parte intrínseca de ser humano.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos94/quinto-mandamiento-no-mataras-etica-aplicada-y-cuando-se-justifica-violarlo/quinto-mandamiento-no-mataras-etica-aplicada-y-cuando-se-justifica-violarlo#enresumena#ixzz3CIAIQ1Ij
Para nuestra especie no es como para las demás. Nosotros matamos por el gusto de hacerlo, como tantos lo hacen, y, como lo hiciera el previo monarca español, que — estando bien (sino sobre) nutrido y — siendo presidente de honor de una organización dedicada a la conservación de especies salvajes amenazadas con su extinción, se desplazó al África a cazar, por el placer de matar, animales protegidos por el WWF (World Wildlife Fund), la misma organización que honoríficamente encabezara. (Ver más:
http://www.publico.es/espana/429516/el-rey-presidente-de-honor-de-una-asociacion-defensora-de-la-naturaleza).
No es precisamente esto lo que Jaques expresara en su célebre monólogo shakesperiano
Jaques: ¿Epistemólogo del desarrollo humano?
Pero, hay un detalle que es imprescindible resaltar en la sabiduría contenida dentro del discurso de Jaques. Me refiero a lo que traducen sus palabras cuando expresa lo de la búsqueda por el soldado de la burbuja de la fama. La fama es parte esencial de nuestras vidas como expresión del éxito personal que, para muchos es el legado que dejaremos a quienes pasáramos nuestros genes y a quienes heredarán nuestros bienes. Lo de buscar la fama, aún "dentro de la boca del cañón", nos recuerda del paradigma que fuera consecuencia de nuestra invención de la adolescencia. Edad donde el narcisismo fálico rebelde encuentra su mayor expresión en las actividades y comportamientos temerarios de ambos sexos. Por esa razón se tiene por axiomático que los adolescentes arriesgan sus propias vidas — a menudo de maneras exhibicionistas — para satisfacer una omnipotencia ególatra.
Interludio
Pensar en pensadores para descifrar los enigmas de nuestros trastornos emocionales no es cosa nueva, como en seguida hacemos brevemente en esta ocasión.
Para Ernest Kretschmer su tipología universal de Constitución y Carácter le serviría (aunque muy fugazmente) bien, cuando utilizando los personajes de don Quijote y Sancho como los representantes de sus ideas, los clasificara de la siguiente manera ingeniosa — aunque incorrecta: A El Quijote lo destaca de ser asténico esquizotímico y a Sancho de pícnico ciclotímico. (Ver más: http://html.rincondelvago.com/biotipologia-de-kretschmer.html).
Cervantes, quien para quienes creciéramos inmersos en la admiración de la grandeza de su obra, y a quien veneramos con orgullo indecible por sus méritos en el uso magistral de nuestro idioma. Nunca aproximaría a Shakespeare en su intuición en respecto a la psicopatología humana.
De hecho, DSM-ETC, todavía no lo logra, ya que cuando lo ha intentado, ha dejado mucho de ser deseado.
¡Basta! No hablemos más del absurdo DSM… (Véanse, si se quiere, mis múltiples ponencias acerca de este inútil manual).
Pablo Ruiz Picasso
Shakespeare: ¿Psiquiatra por pasatiempo?
Hacia la etapa aquí bajo consideración, la de Soldado, Shakespeare nos da indicaciones de que algunos de esos comportamientos que hoy consideramos son típicos de la llamada "rebelión del adolescente, ejemplificado en sus palabras: "buscando la burbuja de la fama aún en la boca del cañón".
Todos somos familiares con la aprehensión que visita los padres del joven moderno por sus tendencias descabelladas a satisfacer sus impulsos exhibicionistas, poniendo sus vidas a riesgo.
Lo que es digno de atención es que en el pensamiento shakesperiano, a diferencia de los de Freud y Erikson, las etapas se mezclan entre sí en la manera en que un telescopio colapsa entre sus partes componentes. Sin demarcaciones precisas.
Como la adolescencia no existía en sus tiempos, el bardo tuvo que improvisar para describir ese período de transición misteriosa cuando el joven hombre y la joven mujer se transmutan en seres adultos capaces de asumir la responsabilidad madura que de ellos la sociedad espera.
Antes de proseguir, recordemos que muchos de los personajes protagonistas de las obras de este genio literario eran adolescentes en el sentido estricto eriksoniano. (Julieta, 12-13 años; Romeo 14-18; Hamlet 18. Para nombrar algunos).
Para lograr un verdadero entendimiento del impacto de Shakespeare y su pensamiento acerca de la medicina y la psiquiatría, véase: http://www.petersarnacki.com/?p=211).
Para continuar esta tesis, una historia clínica, como de costumbre, nos asistirá en formular nuestras propias teorías.
El caso de Bob
La terapia para Bob fue una excursión dentro de una vida muy especial, rica en fantasía y con un sentido del honor y la decencia aproximando el idealismo abnegado. (Véase mi artículo: El Proceso de la Terapia).
Narcisismo fálico en su mejor expresión
Para este joven, como es el caso en muchos de mis pacientes con trastornos de tipo autista, decir la mentira era anatema.
Los sueños que reportaba eran un termómetro de su vida retraída y los que muy pocos entenderían. Muy pocos los entenderían, porque en su amaurosis social a todos Bob los revelaba sin pensarlo.
Muchos de él se mofaban, pero, nunca guardaba rencor. "Yo sé que en mi vida cosas grandes me esperan". A menudo, musitaba.
Aprendió a expresar rabia, dolor y agresión verbalmente dentro del escenario provisto por la transferencia, facilitado por una sólida y constante alianza terapéutica.
Ansiaba la paz mundial, pero también anhelaba vivir en un mundo sin prejuicios — sus dos abuelos maternos murieron en Auschwitz en la cámara de gas. Cuando, finalmente lo expresara, lo dijo con poca emoción, mientras secaba lágrimas tenues que brotaran de sus ojos.
Su héroe más admirado era el Almirante Hyman G. Rickover, padre de la marina nuclear norteamericana.
Del mismo Bob decía: "nació en Polonia en una región que perteneciera a Rusia — es judío como yo"…
El avión que deseaba pilotear entonces, era el Kfir (Cachorro de león en hebreo), producto de la ingeniería israelita.
Bob, amaba el estado judío y admiraba su gente.
Kfir en patrulla sobre el Sinaí…
Un incidente ocurrió durante la terapia que permanece arraigado indeleblemente en mi memoria.
En una ocasión tuvimos el siguiente diálogo ("B" es Bob y "F" soy yo):
B: A mí me agrada su nombre
F: Pensando que se refería a mi apellido, respondí: Gracias, es italiano. Dime la razón por la que te interesa
B: No. Me refiero a Félix
F: Es un nombre del cual, a veces, se burlan los niños. Por el Gato Félix
B: De mí se han burlado siempre, usted lo sabe, pero ya no me importa tanto. Lo digo, porque durante la Guerra de Seis Días en Israel, cuando los pilotos despegaban en sus misiones, a veces sin regresar. En sus radios les tocaban el concierto de violín de Félix Mendelsson. Usted sabe, el compositor judío.
Nunca olvidaré a este paciente singular que personifica las ideas de Erikson y las de Shakespeare de manera dramática.
Durante la terapia, mi paciente, comenzó a salir con una muchacha judía ortodoxa, con la que contraería nupcias, años después, en Israel.
Bob es actualmente, miembro de las Fuerzas de Defensa del Estado de Israel. Su rango: Coronel, Comandante de Ala.
Leer más: /trabajos50/asuntos-medicos/asuntos-medicos2#ixzz3CKPSMNmO
En resumen
Este proyecto de analizar las Ocho etapas psicosociales de Erikson se inició para ser presentados a nuestras audiencias radiotelevisivas en el programa Las 4 Estaciones (4 E) en KOOL FM 106.9. Lo que resultara en una recepción entusiasta, tan inesperada como enorme, por parte del público que lo disfrutara.
Recordando, cuando presentáramos las famosas etapas de Erikson, que en su obra Como deseéis (As you like it) Shakespeare en el memorable soliloquio de Jaques habla de 7 etapas en la vida del hombre (las que comparadas con las de Erik Erikson resultan en este balance final: Erikson 8 etapas. Éstas, menos la adolescencia — invención nuestra y que, para Shakespeare — fuera desconocida = 7, para el bardo).
¡Aplauso!
De inmediato me vino la inspiración de analizar las etapas propuestas por el famoso dramaturgo, a quien había leído muchos años atrás, para ofrecerlas a nuestros seguidores en la manera acostumbrada.
Motivado por el deseo renovado de ofrecer programaciones originales a nuestras audiencias busqué en los anaqueles de mi biblioteca privada las dos obras en que he basado mis conocimientos del Bardo-de Strafford-sobre el Avon: Asimov"s Guide to Shakespeare por Isaac Asimov, y The complete Pelican guide to Shakespeare editada por Alfred Harbage.
El resultado fue este artículo adicional en el cual expreso mi admiración por el ilustre vate por sus contribuciones hacia el conocimiento de los fenómenos psicológicos y del entendimiento de ciertas dolencias que afectan a nuestra especie. (Véanse mis ponencias al respecto).
Caliban: Trimetilaminuria
Le aseguro a quienes sigan estas publicaciones que mis exploraciones continúan siendo ejercicio intelectual muy gratificante porque me han ofrecido una oportunidad rejuvenecida de apreciar los talentos de este excepcional literato, para quien tomo esta oportunidad de nominarlo post mortem, y sin reservas, como Miembro Honorario de La Asociación Psiquiátrica Americana (APA).
Fin de la lección.
Manténgase en sintonía para la Quinta Etapa de esta serie.
Bibliografía
Larocca, FEFL: El dilema del hombre débil: Su superioridad facticia en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: La membrana del himen, y el destino de la mujer: gobernado por una reliquia evolutiva
Larocca, FEF: El Quinto Mandamiento: No Matarás: La ética aplicada y cuándo se justifica violarlo en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: La adolescencia período desconcertante para todos en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El proceso de la terapia en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: Lección Número 34 en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Larocca, FEF: El sentido del olfato y la neurobiología del ser en monografías.com, academia.edu y researchgate.net
Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:
AcademiaEdu
ResearchGate y
Monografías.com
Siete etapas de la vida de Shakespeare
Etapa 1: Infancia
"Primero el infante, gimoteando y vomitando en brazos de la nodriza".
Etapa 2: Colegial
"Después el chiquillo quejumbroso, con su cartera, y radiante cara matinal, arrastrándose como caracol, de mala gana, a la escuela".
Etapa 3: Amante
"Y luego el amante, suspirando como un horno, con una balada doliente, hecha para la ceja de su amada".
Etapa 4: Soldado
"Luego un soldado, lleno de extraños juramentos y barbado como el leopardo, celoso de su honor, precipitado y veloz en la disputa, buscando la burbuja de la fama, incluso en la boca del cañón".
Etapa 5: Juez
"Luego el juez, que con el vientre redondo relleno de buenos capones, los ojos severos y la barba recortada, lleno de sabios aforismos e instancias actuales, actúa así su parte".
Etapa 6: Edad avanzada
"La sexta edad trae consigo al viejo enflaquecido en pantuflas, con gafas en las narices y una faltriquera al costado, con sus calcetines juveniles, bien guardados, ahora demasiado anchos para sus huesudas piernas; y su gran voz varonil, que vuelve a sonar aguda como la de un niño, pitando y silbando al hablar".
Etapa 7: Demencia y proximidad de la muerte
"La escena final de todas, con que termina esta singular y variada historia, es la segunda infancia y el simple olvido, sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada".
Itzhak Perlman
Para escuchar el concierto:
https://www.youtube.com/results?search_query=mendelssohn+violin+concerto+perlman
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca