Fundamentos teóricos sobre la actividad pedagógica profesional del tutor

2. Referentes filosóficos, sociológicos y psicológicos de la actividad del tutor
3. Conclusiones
4. Referencia Bibliográfica

INTRODUCCIÓN

Nuestras universidades han pasado por diversas etapas en su desarrollo; el Dr. Fernando Vecino Alegret ministro de Educación Superior hace referencia a que "…al triunfar la Revolución la universidad se pintó de negro, de mulato, de obrero, de campesino. Fue la conquista del poder, la primera gran Revolución Universitaria. Ahora estamos en la tercera Revolución educacional. Hemos estado construyendo una universidad que rompió sus muros y se ha ido volcando hacia la comunidad, al alcance de todos los cubanos."(1)

En el consejo ampliado de la FEU Fidel señaló: "Lo que hoy se hace no lo concibió nadie así, surgió a partir de la necesidad de enfrentar al imperialismo, su penetración cultural que engaña y confunde a la gente. Destacó además cuan imprescindible es adquirir conocimientos y cultura para enfrentar el poderío de los grandes medios imperialistas". (2)

Lo que el hombre es y puede ser es mucho más de lo que ha sido, reiterando su concepto de que el genio es masivo y hay que cultivarlo. (3)

Debemos ver cuanto más podemos hacer todos los días, pues las universidades aún con toda la historia que han escrito están lejos de alcanzar el nivel de conciencia, eficiencia y preparación óptimas. Las universidades tienen que ser mucho mejor de lo que son hoy.

Otro encargo social que tiene la universalización en la actualidad es que ella está llamada a ser un pilar fundamental en el cumplimiento de los programas de la Revolución que hoy constituyen tareas de choque junto a la batalla de ideas.

Estos programas, solo recién han comenzado; por citar algunos: los trabajadores sociales graduados de las EFTS están enfrentando complejas misiones sociales: Programa nutricional para niños de 0 -15, la atención a los jubilados, y a los jóvenes desvinculados, tares de la Revolución Energética.

La universalización de la enseñanza es un fenómeno que se amplía y adquiere dimensiones colosales, por lo que está teniendo un poderoso impacto social hacia todas las esferas; existen ya frutos importantes y para venideros cursos escolares esto tendrá un impacto mayor; pues sus aulas acogerán cada vez mayor diversidad de fuentes de ingreso.

He aquí también un ejemplo de la amplia función social que cumple la universalización, ya que estos jóvenes a la vez que se prepararan intelectual y profesionalmente podrán apoyar otras urgentes misiones, además, como es sabido tiene gran repercusión en cuanto a la solución del empleo juvenil al convertirse en una modalidad en este sentido y se logra por tanto la incorporación de estos que se encontraban desvinculados del estudio y del trabajo.

Vamos hacia la universalización del conocimiento para nuestros ciudadanos, sin dejar de formar a los profesionales altamente calificados en cada especialidad que requiere nuestro país.

Por esta razón se hace necesario profundizar en el papel que desempeña dentro de la universalización el tutor, como el eje conductor del trabajo formativo y esto requiere de una profunda preparación sistemática que le permita ahondar en la vida, conocimiento y actuación del estudiante en función del modelo pedagógico existente.

Todos los profesores tienen la responsabilidad de influir en la formación de los educandos pero el tutor tiene la importante misión de coordinar el sistema de influencias unificadas sobre el alumno por lo que queremos ahondar un tanto en la Fundamentación teórica de la actividad pedagógica profesional del tutor.

Referentes filosóficos, sociológicos y psicológicos de la actividad del tutor.

Como en cualquier otra esfera de estudio del ser y el pensar el método dialéctico materialista de análisis es indispensable para comprender la dinámica de los procesos renovadores que sin cesar están desarrollándose a través del flujo y reflujo constantes de contradicciones y negaciones dialécticas.

De modo peculiar y de forma mucho más compleja esto ocurre en la sociedad; y se debe a que las leyes que sobre ella actúan son objetivas, pero en su devenir interviene la actividad consciente – transformadora de los hombres.

Esto tiene una explicación a partir del descubrimiento teórico de Marx que arranca de las condiciones materiales, reglas de existencia de los hombres, para entender la actuación humana. En sociedad el hombre produce y reproduce su propia vida, en la producción el hombre crea su segunda naturaleza: el conjunto de sus relaciones sociales y a partir de ella se desarrollan también como reflejo suyo, relaciones espirituales de la sociedad.

En esas relaciones espirituales el hombre refleja el conjunto de sus relaciones materiales de vida; pero si bien el ser social determina a la conciencia social, las diferentes formas de la misma (la conciencia política, moral, jurídica, estética, etc.) poseen una independencia relativa, de modo que de manera activa interactúan con las relaciones materiales de vida de los hombres. En ciertos casos pueden jugar un papel decisivo en los procesos sociales.

En el caso que nos ocupa, para comprender de qué filosofía de la educación partimos; para comprender las múltiples contradicciones que se nos plantean en el modelo del tutor al cual aspiramos; para determinar la relación dialéctica de lo general – particular, de lo necesario y casual, de lo posible y lo real, y también para comprender la dinámica del movimiento en la que transcurre la formación de un tutor en la nueva concepción de la enseñanza superior y de su papel, tenemos que partir de nuestras realidades.

Si arrancamos de la dialéctica de lo general – particular veremos que la concepción generalizada del tutor en la educación superior se había limitado históricamente a la atención que el profesional daba al estudiante en el marco especifico del trabajo científico – estudiantil y en un tiempo determinado relativamente breve. Su relación no iba mucho más allá.

Sin embargo, en la medida que las realidades de nuestra sociedad han ido planteando nuevas necesidades (materiales y espirituales), otras soluciones dialécticas han aparecido de modo muy audaz fuera de todo esquema y viejas concepciones. Rompiendo barreras y esquemas estamos enfrascados en una obra de titanes; se trata de una Revolución dentro de otra Revolución Cultural como manifestación en la práctica de la ley de la negación de la negación en el terreno de la vida espiritual en general y que hoy adopta formas peculiares a través de las cuales se revela su contenido revolucionario y transformador con el surgimiento de las sedes universitarias municipales. Tal es el caso de la concepción del tutor que hoy adopta una forma peculiar al concebirse como tal al profesional que no necesariamente tiene preparación pedagógica (la mayoría de ellos no la tiene), al cual hay que forjar en la marcha acelerada del proceso; proceso que por demás está perrneado de contradicciones (objetivas y subjetivas) que no se solucionan con tanta facilidad.

Esta concepción del tutor no tiene como finalidad sólo la atención docente – investigativa; tiene la gran misión además, de interactuar activamente con el estudiante desde todos los ámbitos y puntos de vista (docente – educativo, investigativo, laboral, afectivo, familiar, personal, etc.).

La necesidad de tal filosofía en la proyección educativa parte de hechos reales que han determinado una estrategia muy acertada. Es que nos encontramos ante un fenómeno nuevo, sin precedentes; por un lado es el estudiante que procede de tareas que son a la vez muy complejas: de Álvaro Reynoso y de los Cursos de Superación Integral para Jóvenes, así como los que proceden de las escuelas de Trabajadores Sociales y que se incorporarán a tareas de choque de la UJC.

En el diagnóstico de tales realidades descubrimos diversas problemáticas y conflictos sociales que condicionan a un estudiante que en general estuvo alejado de las aulas por determinado tiempo y que ante estos nuevos retos sociales ha decidido ser; posiblemente, si logra cumplir los requisitos, dentro de 5 años, un egresado de educación superior. Pero en esas potencialidades existen ciertas limitaciones, las cuales no son sólo cognitivas, son también afectivas, sociales, familiares e incluso ideológicas. Con vistas a dar tratamiento diferenciado a estas debilidades se ha introducido de manera certera en la nueva concepción una vía de atención directa al estudiante: el tutor, para ayudar a los jóvenes a convertir lo posible en algo real.

¿De qué presupuesto filosófico partimos? Partimos del papel activo que juega la conciencia humana en los procesos sociales, pues si bien la conciencia se manifiesta como reflejo de la vida material, ella juega un papel activo en la solución de las problemáticas sociales.

En esta concepción las posibilidades de incorporación y luego la superación de las contradicciones existentes en el proceso de universalización (objetivas y subjetivas) tanto del personal docente como estudiantil dependerá en gran medida de cómo subjetivamente se pueda influir sistemáticamente en el desarrollo multifacético del sujeto educativo (alumno), que es nuestro objetivo.

De las capacidades del tutor, de su perseverancia y preparación de su interés del grado de compenetración que logre, en fin, de la conciencia que alcance de ese, su gran papel, dependerá en gran medida el éxito del proyecto en su realización práctica.