Escorpio: Es la seguridad emocional, el "Yo deseo". Analítico, con una gran capacidad de concentración, de transformación y de regeneración. Es el Ave Fénix del Zodíaco. Buscadores de la verdad y sanadores innatos. Representa la verdad en tanto que enfrenta las cosas consigo mismas, cualquiera sea el costo.
Sagitario: Es el aprendizaje del ser. ¿Para qué soy y por qué soy?. Es la expansión, la libertad. La búsqueda de la verdad en y a través de un sistema de creencias. "Yo comprendo".
Capricornio: La acción material. Es la ambición de lo material en forma planificada. Representa el poder y el estatus; la profesión. Es el "Yo ambiciono".
Acuario: La seguridad a nivel mental. Es la convicción y la intuición mental. Representa la humanidad, el altruismo, la conciencia social. Acuario dice "Yo sé".
Piscis: Simboliza el aprendizaje emocional, intuitivo, místico. Es el sacrificio en tanto que sagrado oficio. Es la entrega y el desapego emocional; el dejarse fluir hacia fuera, hacia lo desconocido en tanto representa el "Yo creo" en cuanto hace a la fe.
A partir de acá es sumamente importante la consideración de una serie de items mediante los cuales se pueden agrupar los distintos signos zodiacales, de acuerdo a tres secuencias básicas: a) la triplicidad o elementos; b) la cuadruplicidad o modalidad orientativa; y c) dualidad o polaridad energética.
Elementos (Triplicidad)
Los elementos estarían dando cuenta de los componentes básicos de la naturaleza, que son el fuego, el aire, el agua y la tierra, como representantes de los diversos tipos de energía cósmica.
Representan también funciones de la conciencia y en este sentido, y de acuerdo con la tipología junguiana, se podría realizar un emparejamiento analógico de carácter aproximativo, donde el aire se relacionaría con la función pensante, el fuego con la función intuitiva, el agua con la sentimental y la tierra con la sensorial.
El fuego daría cuenta de iniciativa, de actividad, alegría. Sería el espíritu que contiene en sí mismo su propia razón de ser. Irreflexivo que no irracional, espontáneo, etc. Su forma de conocer sería mediante la intuición y su gran miedo sería el perder la libertad. (Aries, Leo, Sagitario)
El aire es la mente; cambiante, mutable y comunicativa. Es curiosa, movediza, desapegada, volátil. Su forma de conocer sería a través del pensamiento y su gran miedo radicaría en la posibilidad de perder la objetividad. (Géminis, Libra, Acuario)
El agua es el sentimiento, la imaginación, el misterio, lo desconocido, lo oculto, lo sutil, lo velado. Es un elemento "mudo". Conoce a través de los sentimientos y su principal miedo es que no hubiera algo que lo contenga. (Cáncer, Escorpio, Piscis)
La tierra representa la seguridad, el sostén, la productividad, el realismo, la confiabilidad, la fuerza, la abundancia, la tesonería. Su forma de conocer sería a través de lo concreto, lo real y su principal miedo radicaría en la falta de apoyatura, de seguridad, de algo tangible y visible. (Tauro, Virgo, Capricornio)
Hablamos en estos casos de triplicidad porque cada elemento incorpora en su interior a tres signos zodiacales.
Modalidad (Cuadruplicidad)
La modalidad da cuenta de patrones orientativos de accionar. De esta manera los signos se agrupan en tres modalidades (cuatro signos por modalidad).
Cardinal: Es un movimiento centrífugo, dirigido hacia fuera, hacia un objetivo, con una direccionalidad. Representa la creación, el actuar, el impulso original. Es el impulso para iniciar y llevar a cabo algo.
Fijo: Es la protección, la fijeza de algo; implica el sostenimiento y mantenimiento de lo ya creado. Da cuenta de la estabilidad.
Mutable: Implica alteración, transformación, cambio. Es el futuro; lo que ha de venir. Es el aprendizaje en tanto que incorpora algo nuevo.
Cabe destacar que todos y cada uno de los elementos se expresan en una determinada modalidad.
Polaridad (Dualidad)
Son las fuerzas del yin (negativo, femenino, pasivo, etc.) y el yang (positivo, masculino, activo, etc.). Son cualidades arquetípicas de la energía. Los elementos fuego y aire son yang y el agua y la tierra son yin.
SIGNO | ELEMENTO | MODALIDAD | POLARIDAD |
ARIES | FUEGO | CARDINAL | + |
TAURO | TIERRA | FIJO | – |
GEMINIS | AIRE | MUTABLE | + |
CANCER | AGUA | CARDINAL | – |
LEO | FUEGO | FIJO | + |
VIRGO | TIERRA | MUTABLE | – |
LIBRA | AIRE | CARDINAL | + |
ESCORPIO | AGUA | FIJO | – |
SAGITARIO | FUEGO | MUTABLE | + |
CAPRICORNIO | TIERRA | CARDINAL | – |
ACUARIO | AIRE | FIJO | + |
PISCIS | AGUA | MUTABLE | – |
Los planetas son básicamente 10, y algunos astrólogos usan también un planetoide llamado Quirón.
Representan energías que pueden ser consideradas como verbos, en tanto que representan acciones. Por ejemplo, Marte afirma, Venus armoniza. Es decir, en tanto que son descriptivos de una determinada acción representan motivaciones e impulsos psicológicos.
Cada planeta podrá encontrarse en uno de los 12 signos ya comentados, los que darán cuenta de como y de que manera se expresarán. Así tenemos que por ejemplo Marte se afirmará de una manera ariana o canceriana según el signo zodiacal donde se encuentre, Mercurio se comunicará de manera capricorniana o acuariana, y así sucesivamente.
Además los planetas tienen diferentes correlaciones anátomo-fisiológicas. Por ejemplo, el Sol se relaciona con el corazón, Júpiter con el hígado, Saturno con los huesos, etc.
Una breve reseña del significado arquetípico de los planetas podría ser el siguiente:
Sol: Simboliza el deseo del individuo por y de llegar a ser él mismo. Es la necesidad de expresarnos y de llegar a manifestar y realizar lo que somos en esencia y lo que debemos cultivar para dejar al descubierto nuestro verdadero ser.
Luna: Representa nuestras necesidades básicas; como las brindamos y como las esperamos recibir; como nutrimos y esperamos ser nutridos, por y a los demás y nosotros mismos. Es nuestro niño y nuestra madre interiores.
Mercurio: Es la función vincular. Representa la comunicación, el llevar y traer, el movimiento, la información. Se relaciona con los brazos y con las manos y por ende con el entorno circundante y lo que podemos manipular.
Venus: Es la función hedonista por excelencia. Representa lo que uno quiere y desea y lo que a uno le gusta. Es el arquetipo de la belleza, la sensualidad (Tauro) y la estética (Libra). Es el amor tanto el sensual (Tauro) como el platónico (Libra). Es un arquetipo valorativo, en el sentido de lo que me gusta, lo que deseo, con lo que armonizo y soy afín.
Marte: Es el arquetipo de la voluntad y la autoafirmación. Es como nos dirigimos hacia lo que queremos; nuestro particular modus operandi. Es el agente del disfrute que desea Venus.
Júpiter: Representa la expansión, la incorporación. El aumentar, ampliar, agrandar. Júpiter dirá: "No estás solo. Lo que crees que es una personalidad aislada en verdad es un ser que no tiene límites". Es la confianza innata; es el "ahora no puedo, pero sé que en algún momento lo logaré". Es la esperanza, el donde encontramos fe y confianza; donde vemos oportunidades.
Saturno: Es el maestro de las limitaciones, de la mortalidad, el tiempo, las pruebas. Son los límites, el conservadurismo, el miedo, la responsabilidad. Saturno nos dice: "Estás seguro de encontrarte preparado para enfrentarte a…" Es el miedo a fallar, pero también el preguntarse el porqué de una experiencia; lo que debemos aprender de ella.
En su aspecto positivo es el aprendizaje pragmático; el arquetipo del anciano sabio. Es el destino, la autoridad. Es la barrera que una vez atravesada, luego de variadas y arduas pruebas y obstáculos se convierte en un conocimiento que se hace carne en nosotros, que se transforma en un capital propio y único que nunca nos abandonará.
Urano: Es el primero de los tres planetas llamados "exteriores". Simboliza lo brusco, lo sorpresivo, lo inmediato. Implica la necesidad de estar abierto a lo que sea y un estar en permanente contacto con lo nuevo. Es la intuición mental, la capacidad de descubrimiento, de "insight".
Urano busca romper con lo viejo y estancado. Es lo nuevo, lo original, el progreso, la invención, la libertad por la libertad en sí.
Neptuno: Es el arquetipo de lo místico, de la trascendencia y/o la desintegración del ego. Es donde nos sentimos impotentes porque los límites de la realidad se difuminan, ya sea para bien o para mal. Es la inspiración y la aspiración a trascender y abandonar lo ilusorio, pero también representa la inercia y el dejarse llevar. Son los sueños, las drogas, la mística, en una palabra todo lo que nos ayude a hacer abandono del ego.
Neptuno dice: "Si soy infinito, ¿por qué vivir en un mundo de limitación?".
Plutón: Simboliza el poder y la energía subterráneas. Es la capacidad de transformación y de resurrección de las cenizas. No es una fuerza con la que uno pueda negociar ni transar. Es una fuerza implacable; no de medias tintas.
SIGNO PLANETA CASA ASPECTO
Existe en Plutón una necesidad de destruir para poder construir desde cero algo totalmente nuevo, de ahí su relación con las crisis.
Donde se encuentre emplazado en la carta astral es donde algo "viejo" de uno debe morir para que pueda nacer algo "nuevo". Muestra donde hay algo oculto que necesariamente debe emerger a la luz y que para arrancarlo de raíz hay que hacer fuerza, pues en tanto que acción radical nos transformará y nos purificará.
Así como el Zodíaco se determina por el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol (pero visto desde la Tierra), las casas astrológicas, que también son 12, surgen del movimiento del globo terráqueo alrededor de su propio eje en el lapso de aproximadamente 24 horas.
Las casas configuran la esfera de acción de las energías planetarias, son los ámbitos de la vida cotidiana en donde tendrán lugar los sucesos.
Existen diferentes sistemas para la división de la carta astral u horóscopo en casas. El menos utilizado en la actualidad es el sistema de casas iguales, el cual adjudica a cada una 30° de arco. Después tenemos los sistemas espaciales que toman como punto de referencia a algún círculo de la esfera celeste (primera vertical, ecuador celeste, etc.) y los sistemas temporales que se basan en el tiempo requerido para que un determinado punto (por ejemplo, el Ascendente) recorra un arco de la esfera celeste. Actualmente los sistemas más usados son los sistemas temporales y entre ellos Placidus, Koch, y Topocéntrico.
Generalmente se considera la división de la carta en ángulos. Así un observador situado en la Tierra, a cualquier hora del día, independientemente del lugar donde se encuentre apostado, verá que hay un signo que se eleva por el Este. Al grado de ese signo se le llama Grado Ascendente y al signo zodiacal se le denomina Ascendente o Signo Ascendente. (En la figura es la flecha de la izquierda) Por oposición (a 180°) tenemos el punto opuesto al que denominamos Descendente.
De la misma manera, para dicho observador habrá un signo y un grado que se encuentran en la cúspide del meridiano superior, que es un punto situado al Sur y que se denomina Medio Cielo (MC) (en la figura es la flecha de la parte superior) y un punto inferior situado al Norte que es el Bajo Cielo (IC o Imum Coeli).
Estos puntos configuran dos hemisferios y cuatro cuadrantes y tanto para los sistemas espaciales como para los temporales mencionados, los cuatro ángulos se corresponden con las cúspides de las casas de acuerdo al siguiente ordenamiento: el Ascendente es la cúspide de la casa 1; el IC es la cúspide de la casa 4; el Descendente es la cúspide de la casa 7; y el MC es la cúspide de la casa 10. De acuerdo al sistema de división de casas que decidamos utilizar será el cómo habremos de calcular las 8 casas restantes.
A continuación procederemos a especificar suscintamente el significado de cada casa:
Casa 1 o Ascendente: Es el cómo nos enfrentamos a la vida; la máscara que usamos. Es la lente a través de la cual percibimos y por ende configuramos la experiencia y el mundo que nos rodea.
Casa 2: Es la casa de nuestros recursos y valores. Es lo que tenemos como propio y como nos relacionamos con ello. Es lo que valoramos porque nos hace sentir seguros (por ejemplo, el dinero).
Casa 3: Es el entorno circundante y lo que en él encontramos. Es nuestro medio ambiente y como nos relacionamos e interactuamos con él. Por ende es también el lenguaje y la comunicación. Los hermanos y vecinos.
Casa 4 o IC: Es el hogar, lo íntimo. Puede representar a la madre y/o al padre. Es nuestra base de operaciones, a partir de la cual se construye y se constituye el resto de la carta.
Casa 5: Es la autoexpresión. Es todo aquello que nos permita expresar el quienes somos; donde devenimos como alguien especial, donde nos sentimos el centro alrededor de lo cual todo gira. Se relaciona por ejemplo con los hijos, con los hobbies, etc.
Casa 6: Es donde entramos en contacto con los límites y a través del conocimiento de los mismos llegamos a una definición más clara de nosotros mismos. Es la correlación entre el mundo interno y el mundo externo. Se relaciona entre otras cosas con el trabajo y con la salud.
Casa 7 o Descendente: Es la casa de los otros, donde proyectamos rasgos positivos y/o negativos, que si bien nos pertenecen, somos inconscientes de ellos y los vivimos por intermedio de otros. En este sentido se relaciona con la pareja, con el matrimonio, con los enemigos manifiestos, con los socios, etc.
Casa 8: Es la casa de los recursos ajenos (por oposición a la casa 2). Es lo que se comparte; es como nos fundimos y nos entregamos a otros. Es la fusión con el otro y por ello se relaciona con la muerte, con el sexo, con lo oculto, etc.
Casa 9: Por opuesta a la 3 da cuenta de los grandes significados, de los porqué de la existencia. Es la casa de los viajes largos, la filosofía, la religión, etc.
Casa 10 o Medio Cielo: Es el como deseamos manifestarnos en el mundo, como deseamos devenir reconocimiento. Conjuntamente con la casa 4 configura el eje parental, pudiendo representar a la madre y/o al padre. Es también la casa de la fama, de la profesión, del estatus, etc.
Casa 11: Por oposición a la 5, el centro no estaría aquí en mi sino en el grupo del cual nos sentimos parte integrante. Por consiguiente se relaciona con los ideales, los amigos, las esperanzas. Es la casa de la conciencia social y ecológica.
Casa 12: Representa el anhelo de disolución y trascendencia del ego, de la pérdida de los límites (opuesta a la 6). Representa el ámbito del inconsciente, sobre todo del colectivo. Es lo reprimido, la sombra junguiana y por ello se dice que es la casa de los enemigos ocultos. En tanto es la entrega del ego a un poder superior, se relaciona con los sueños, las drogas y también con los hospitales y los centros de reclusión.
Técnicamente los aspectos son la longitud medida en grados que configuran un arco. Los aspectos muestran el potencial de cambio de una carta a través de la distribución de los planetas en la misma, o sea, implican un diálogo entre los planetas (también incluimos al Ascendente y al Medio Cielo) que se encuentran en relación angular. Cuando hay aspectos queremos afirmar que existen relaciones entre energías distintas. Son un experimentar algo y cabe recalcar que son más importantes los planetas que se encuentran en relación que el tipo de aspecto.
Los aspectos se dividen en mayores y menores en cuanto hace al grado de manifestación de los mismos en y a través de experiencias, manifiestas o no. Los aspectos mayores y por ende más comúnmente utilizados son: la conjunción (aspecto del 1); la oposición (aspecto del 2, resultado de dividir 360°/2 = 180°); el trígono (aspecto del 3, o sea, 360°/3 = 120°); la cuadratura (90°); el sextil (60°); y el quincuncio o inconjunto (150°).
El orbe sería el grado de tolerancia o desviación permitido a cada lado del aspecto exacto. Por ejemplo, decir que en una cuadratura se permite un orbe de 8°, implica que se la considera en el entorno de los 90° + 8°.
Una descripción suscinta de los aspectos más utilizados es la siguiente:
Conjunción (0° + 10°) : Ambas funciones planetarias se fusionan en mayor o en menor grado, sin conciencia de ello. Es el aspecto más potente y el grado de armonía o disarmonía dependerá de los planetas involucrados.
Oposición (180° + 10°) : Es un aspecto de oposición y de complementariedad. Generalmente la persona toma partido por uno de los planetas y proyecta el otro. Ambos planetas están frente a frente uno del otro. Es como un choque de fuerzas y por ende es algo que resulta muy visible para la persona.
Trígono (120° + 8°) : Es un aspecto fluido, de armonía y equilibrio. Da la idea de tener una serie de recursos a mano y a disposición. Es un símbolo de oportunidad y de realización.
Cuadratura (90° + 8°) : Es un aspecto de fricción, que evoca terquedad y obstáculo. Da idea de una situación donde hay fuerzas que empujan en direcciones no compatibles. Es un aspecto de acción, pero donde esta es conflictiva.
Sextil (60° + 4°) : Es un aspecto que otorga cualidades mentales además de capacidad de trabajar en conjunto.
Quincuncio (150° + 4°) : Es un aspecto paradojal, levemente inarmónico, de no fácil integración. Es como una picazón que no nos podemos rascar, que por momentos alivia y que por otros molesta, de ahí su carácter paradojal.
Cabe señalar que cualquiera de estos aspectos puede contribuir en mayor o en menor medida a nuestra evolución consciente. Por ejemplo, si bien generalmente se habla del trígono como de un aspecto favorable, no siempre es así. Ello dependerá del conjunto de la carta y del grado de evolución del ser en cuestión.
En relación a los aspectos, pueden formarse en una carta distintas figuras geométricas que reciben la denominación de configuraciones planetarias, como ser por ejemplo, las más usadas el stellium, el gran trígono, la gran cuadratura, la T cuadrada, y el yod entre otras.
También se estudia si se trata de un aspecto aplicativo o separativo; si es un planeta sin aspectos (cabe agregar acá que también se analiza si es el único planeta en un elemento y/o en un signo y/o en una modalidad y/o en un cuadrante, etc.).
Consideramos que esto ha de configurar un resumen breve, conciso y concreto que permitirá, es nuestra aspiración, un mayor acercamiento y una mejor comprensión de lo que la Astrología representa en cuanto disciplina que es una ciencia–arte-técnica.
Autor:
Lic. Germán H. Pastorini
Licenciado en Psicología
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