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Las Jarchas


    Las jarchas – Monografias.com

    edu.redLas jarchas

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    La lírica española es la más antigua de la Europa románica, desde que Samuel Miklos Stern (1) descubriera, en El Cairo, las jarchas (1948) en moaxajas hebreas.Este descubrimiento fue uno de los más sensacionales del siglo XX en el campo de la Filología, con el artículo de un joven hebreo naciona- lizado inglés, S.M. Stern, titulado:" Les vers finaux en espagnol dans les muwassahs hispano-hebraïques". Stern estudió 20 jarchas en moa- xajas hebreas. El que se tratase de poemas hebreos produjo un despiste ini- cial, pero se corrigió pronto. El mismo Stern publicó después una jarcha en moaxaja árabe (Al-Andalus, XIV, 1949, pp. 214-218).

    Las moaxajas hispano-hebreas contienen jarchas no sólo en árabe vulgar, sino también en romance, coincidiendo así en todo con los testimonios de los autores árabes: los poetas hebreos, al escribir moaxajas, sin duda no ha- cían sino imitar a sus modelos árabes hoy perdidos. Todavía más: es muy probable que algunas de esas jarchas españolas se tomasen directamente de poemas árabes. La costumbre de imitar (mu'arada) las moaxajas de otro au- tor estaba muy extendida entre los poetas árabes. En tales casos se imitaban la estructura métrica y las rimas del poema tomado como modelo, y la ma- yoría de las veces la jarcha se copiaba lisa y llanamente. Lo mismo hicieron los poetas judíos; y un número considerable de las jarchas árabes que utili- zaron procede de la moaxaja que estaban imitando. Debemos suponer, por tanto, que también algunas de sus jarchas españolas corresponden a esos modelos, si bien en asuntos tales no caben muchas precisiones.

    Según los testimonios de escritores de los siglos XII y XIII, un método de componer los poemas es recoger la jarcha anónima, que se conocía por la tradición oral, y a partir de ella componer la moaxaja; también hay poetas que componen la moaxaja y la jarcha. Conocemos el nombre de algunos poetas: Muhammad Ibn Ubada Al-Qazzaz, Yosef el escriba,Moshé ibn Ezra, Abu-l Abbas, el ciego de Tudela, Yehudá Ha-LevíYosef Ibn Sad- did, Todros Abulafia…

    Las moaxajas comienzan por una introducción con versos de rima co- mún llamada cabeza, a la que siguen varias estrofas -gusn-, rematadas por un qufl -'cierre'- que repite la rima común. El último de ellos puede escribirse en dialecto mozárabe -romance-, en árabe dialectal o, más modernamente, en árabe clásico. Se llama jarcha -'salida'- o markaz, y es el estribo, eje y final de las moaxajas, ya que impone las rimas a cada qufl. Si la jarcha es romance, se escribe en aljamiado –lengua románica en caracteres árabes-.

    Aquí podemos observar, de forma esquemática, la estructura de una moa-xaja y los versos finales que forman la jarcha.

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    Las jarchas están puestas en labios femeninos y son canciones de amor. En ellas la mujer se lamenta por la ausencia del amado o le suplica o le hace confidencias a su madre o hermanas.Otras veces,son elogios al mecenas del poeta. Quienes escribieron las jarchas fueron más bien poetas cultos que se inspiraron en fuentes populares. De diversa estructura, la mayoría de las jarchas son cuartetos y,en menor grado, paredados y octavillas. En cuanto al cómputo silábico predominan los hexasílabos, seguidos por los octosí- labos, heptasílabos y pentasílabos. Son escasos los versos de más de ocho sílabas. La rima acostumbra a ser consonante y se presenta de forma diversa: abrazadas (abab), monorrimas (aaaa) o tipo copla (-a-a).

    En las jarchas no aparecen ni elementos ni espaciales ni temporales. De esta manera se favorece la atemporalidad del mensaje que hoy en día sigue siendo válido. No resulta difícil imaginar la escena de una mujer lamentándose por amor y haciéndole las confidencias a sus amigas o parientes femeninas más cercanas.

    La soledad en que se mueve la joven enamorada se hace más patente si prestamos atención al entorno físico en el que tiene lugar los hechos: el paisaje cuenta poco o nada, no hay pájaros que anuncien la llegada de la prima- vera, ni el amor se presenta como consecuencia de la entrada del mes de mayo.

    Los temas más recurrentes en las jarchas son, entre otros, la despedida y la ausencia de su amado, preguntas angustiosas, los celos, las caricias atre-vidas y los reclamos de las mujeres y la mujer desenvuelta o reservada. Es tal el dolor que siente la muchacha ante la pérdida de su amado que incluso teme morir por su ausencia. Muchas jarchas expresan, mediante preguntas, la ansiedad de las mujeres que se preguntan qué hacer o cómo vivir sin el ser amado.

    Creemos que el inventor de la moaxaja fue Muqaddam ibn Muafá (2) (m.912), poeta ciego de Cabra. Las moaxajas constan de cinco estrofas de dos partes cada una. La primera tiene rima propia; mientras que la segunda es común a todas las estrofas y, a veces, sirve para iniciar el poema. Precisamente es esta segunda parte la que recibe el nombre de jarcha. Como ya se ha dicho, está escrita en el llamado mozárabe; esto es, el idioma románico que empleaban los cristianos que habitaban en la zona musulmana y, por supuesto, los árabes bilingües.

      Las setenta jarchas descubiertas hasta ahora proceden de moaxajas compuestas entre los años 1000 y 1150. Habiendo sido introducida la moa- xaja como género literario en la España musulmana por los alrededores del año 900, no hay razón alguna que sugiera que las cancioncillas romances conocidas por los primeros compositores de moaxajas fueran por aquellos tiempos ninguna novedad. Son composiciones líricas de autores anónimos.

    Es muy significativo que los concilios de la Iglesia protesten desde el siglo VI hasta el IX no sólo contra el hecho de cantar canciones amorosas o lascivas sino también, específicamente, contra las canciones de muchachas (puellarum cantica).Las jarchas pueden ayudarnos algo a comprender cómo debía de ser el panorama de la primitiva canción europea. Aun admitiendo que ciertas evoluciones formales dentro de la poesía árabe allanaran el camino de las moaxajas,fue sin duda alguna la viva y floreciente lírica estró fica romance lo que condujo principalmente a la innovación de la poesía estrófica en árabe, y más tarde en hebreo.

         Así, las jarchas reflejan un tipo de canción tradicional o popular, no confinada a una élite culta o aristocrática, tal como debía ser cantada desde sus orígenes en los distintos patois romances. Los temas que recogen son elementales, y, como Theodor Frings(3)demostró en su brillante conferencia en la Academia Alemana en 1949, se encuentran en las canciones de cualquier época y de cualquier pueblo. Los temas y el tono de las jarchas hispá- nicas se encuentran ya en unas colecciones de canciones amorosas egipcias de finales del segundo milenio antes de Cristo y en canciones chinas contemporáneas a Safo (4). Las jarchas también presentan similitudes con otras manifestaciones de lírica tradicional peninsular como las Cantigas de Amigo. Por otro lado, dado su carácter de lamento femenino, forman parte del género más representativo -y también más puro- de la primitiva lírica euro- pea en lengua romance; la llamada canción de amor femenina.

    La jarcha, por lo tanto, aparece íntimamente relacionada con el Frauenlied alemán, la Chanson de femme francesa, la ya mencionada Cantiga de amigo galaico-portuguesa y el Cantar de doncella castellano y catalán.

     Su interés para la lírica hispánica estriba en que algunas pudieron can- tarse en época anterior a la invasión árabe, aunque otras las firman poetas andalusíes muy modernos, que imitan aquellas canciones, probablemente tradicionales. Por mezclar arabismos en versos romances, resultan difíciles de descifrar. Aún hoy no existe unanimidad al fijar los textos y se discute si jarchas aparentemente romances no estén redactadas en árabe vulgar.

    Estudiosos como Hilty (1970) cuentan un promedio de 3.8 palabras árabes y 10 palabras romances por jarcha, mientras que Solá-Solé encu- entra en total aproximadamente 30% de arabismos en los textos. Frenk Ala- torre sostiene que "casi dos terceras partes de las jarchas conocidas tienen más arabismos y aun segmentos enteros en árabe vulgar" (1975, pp. 11). Estilísticamente, anota Frenk Alatorre que los arabismos aparecen con mayor frecuencia en final de verso, por lo que ocurren muchas veces en la ri- ma. Por ejemplo, en esta jarcha, los tres últimos versos contienen arabismos en la rima, y riman con el romance diyah "día" del primer pie:

    Albo diya este diyah Albo día este día

    diya de l-"ans?ara haqqa! día de la ansara en verdad.

    Vestirey meu l-mudabbay vestiré mi brocado

    wa nasuqu r-rumha saqa y que- braremoslanzas". Frenk Alatorre (5) señala una característica bastante interesante también sobre la elección del código usado en las jarchas:

    …En alguna área semántica constatamos preferencias: al amado, por ejemplo, se le designa o invoca casi siempre en árabe; pero "amar","besar", "corazón", "boca", "cuello blanco" están en romance. En árabe se expresan generalmente las evocaciones sensuales; los sentimientos de angustia amo- rosa, en romance (Frenk Alatorre, 1975, pp. 113-114).

    Su parecido con las canciones de mujer románicas disminuye por el desenfado con que las jarchas incluyen alusiones lascivas. Nada indica queunas sean modelo de otras, pero las fechas de los testimonios escritos seña- lan a las jarchas como principio de la lírica románica, en espera de nuevos datos.

    La emoción contenida en las jarchas supone un elemento de hondo calado lírico. Dada su brevedad y su carácter popular y directo, las jarchas siguen impactando en el lector. Porque, ¿cómo es posible expresar tanto sentimiento en tan pocos breves?.

    Los recursos que emplea el poeta anónimo son directos y precisos,acude al apóstrofe y al uso de exclamaciones, interrogaciones y repeticiones, el uso de un léxico sencillo y de muchos diminutivos, la construcción en ver- sos de arte menor.  Todo ello logra crear un cuadro de gran belleza y, lo que es más importante, plenamente actual.

    En Al-Ándalus, tierra culta y sensual, abierta y gozosa, fue posible que naciera un género de poesía que fundía lo popular y lo cortesano, lo musul- mán y hebreo con lo cristiano, la voz del hombre y la mujer, para hablar de amor, de ternura, de libertad y de deseo.

    De este impulso mestizo y primitivo, surgieron las jarchas, como poesía nacida del pueblo, dolorosa y, a la vez, placentera, como reflejo de la gran sensibilidad artística de tantas gentes anónimas cuyas palabras nos llegan con claridad y nos invitan a amar antes de que sea tarde.

    Las jarchas dentro de sus moaxajas recuerdan, con diferencias,la estruc- tura del estribillo dentro del zéjel (6) o del villancico que lo contiene. Es una forma característica, pero no exclusiva de la literatura hispánica, como he- mos visto anteriormente.

    Veamos, a continuación, algunas de las jarchas más significativas.

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    Pintura andalusí (S.XIII)

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    1. Vaise mio coraçón de mib,

    2. ¡Ya Rabb! ¿ Si se me tornarad?

    3. ¡Tan mal me duéled li-i-habib!

    4. Enfermo yed ¿Cuánd samarad?.

    • Vase de mí mi corazón

    • ¡Oh Señor! ¿ Acaso tornará?

    • ¡ Cuán extremo es mi dolor por el amado que está sufriendo!

    • ¿Cuándo sanará?.

    • ¡Tant ´amare, tant´amare,

    • habib,tant´amare!.

    • Enfermiron welyôs (n)idiôs,

    • ya duelen tan male.

    • ¡Tanto amar, tanto amar,

    • amigo, tanto amar!.

    • Enfermaron ojos antes alegres

    • y que ahora sufren tan grandes males.

    • Gar sodes devyna

    • e devynas bi-l-haqq,

    • garme cánd me vernad

    • meu habibi Ishaq.

    • Pues sois adivina

    • y adivinas en verdad,

    • dime cuándo me vendrá

    • mi amado Isaac.

    • Mur bi-say yard, a lí;

    • lá qerás mútárí.

    • At-tawání´ada:

    • bál bihwa-´ubálí.

    • Ven con algo que me guste;

    • no quieras mudar (o innovar).

    • Ir despacio es la costumbre:

    • Sujétate a ello y yo también me sujetaré.

    • ¡ Garrid vos, ay yermeniellas,

    • com´contener a mieu male!:

    • Sin el habid non vivréyu,

    • advolarei demandare.

     

    • Decid vosotras, ¡ay hermanillas!,

    • ¡cómo resistir a mi pena!.

    • Sin el amigo no podré vivir;

    • volaré en su busca.

    • Yâ mamma mio al-habîbi

    • bay-sê e no me tornade

    • gar ke fareyo yâ mamma

    • in no mio ´ina´lesade.

    • ¡Oh madre, mi amigo

    • se va y no vuelve!.

    • Dime qué haré,madre,

    • si mi pena no afloja.

    • Yâ matre mia r-rajîma,

    • a râyyo dê mañana,

    • ben Abû-l-Haÿÿâÿ,

    • la faze dê matrâna.

    • ¡Oh madre mía cariñosa!

    • al rayar la mañana,

    • (creo ver al) hermoso Abû-l-Haÿÿâÿ,

    • con su faz de aurora.

    • Vayades ad Isbilya

    • fy zayy tayir

    • ca vere a em-gannos

    • de Ibn Muhâyir.

    • Vayades a Sevilla

    • en traje de mercader,

    • pues veré los engaños (o tretas)

    • de Ibn Muhâyir.

    • ¡Ya ´asmar, ya qurrah al-ainain!,

    • ¿ki potrád lebar al-gaiba,

    • Habibi.

    1. ¡Ay moreno, ay consuelo de los ojos!.

    2. ¿Quién podrá soportar la ausencia

    • amigo mío?.

    • ¿Qué fareyo ou qué serád de mibi,habibi?.

    • ¡Non te tuelgas de mibi!.

    • ¿Qué haré, o qué será de mí amado?.

    • ¡No te apartes de mí!.

    • ¿Qué faré,mamma?.

    • Meu al-habib est´ad yana.

    • ¿Qué haré, madre?.

    • Mi amigo está a la puerta.

    • ¡Asá k´es naser biñhad!.

    • Querbád meus welyos, mais enfermad!

    • ¡Nací con fatalidad!.

    • ¡Quebrad mis ojos, más enfermad!.

    Benedicto Cuervo Álvarez.

    Notas.

    (1) Samuel Miklos Stern inició estudios en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en 1939, bajo la dirección de los profesores D. H. Baneth y S. D. Goitein, interrumpidos por su servicio militar como censor británico de guerra en Bagdad y Port Sudan. En 1947 concluyó sus estudios y marchó a Oxford bajo la supervisión de Sir Hamilton Alexander Rosskeen Gibb. Se doctoró allí en 1951. Trabajó después como secretario de la Encyclopaedia of Islam hasta 1956; después impartió clases en Oxford, donde fue catedrático, y también en otras universidades a donde fue invitado, como Filadelfia o Jerusalén.

    (2) Era una especie de juglar andaluz (o si se quiere, poeta ambulante sumamente parecido a los juglares), de finales del siglo IX, cantó en lengua romance y en verso vulgar, con estrofa usada después por las literaturas románica. Fue el creador de la moaxaja e introductor de la jarcha al final del poema y del zéjel. Veamos uno de sus poemas:

    CANCIÓN DEL AMIGO

    Mi corazón se me va de mí.

    ¡Oh, Dios! ¿Acaso se me tornará?

    ¡Tan fuerte mi dolor por el amado!

    Enfermo está, ¿Cuándo sanará?

    (3) Nacido 23 de julio 1886, en Dülken, y murió el 6 de junio 1968, en Leipzig. Lingüista alemán.Aca- démico de la Academia Alemana de Ciencias de Berlín desde 1946. A partir de 1952 fue director del Ins- tituto de Lengua y Literatura Alemana en Berlín.Frings realizó investigaciones sobre el desarrollo del len- guaje literario nacional alemán y trabajos publicados en la literatura alemana medieval.

    (4) edu.redNació en Eresos una pequeña ciudad en la isla de Lesbos en 650 a.C, y murió en 580 a.C.Era una poe- ta lírica griega cuya fama hizo que Platón se refiriera a ella dos siglos después de su muerte como la déci- ma musa.

    (5) Margit Frenk Alatorre nació en Hamburgo, Alemania, 21-VIII-1925. Hispanista mexicana de origen germano. En 1930 llegó con su familia a México, donde recibió la enseñanza básica en la Escuela Nacio- nal Preparatoria y en cuya Universidad Nacional Autónoma (UNAM) cursó la carrera de Filosofía y Le- tras. Residió algún tiempo en París (1951) y Madrid (1952) recopilando información sobre la lírica popu- lar española de la Edad Media, otro de los temas a los que Frenk Alatorre ha dedicado tiempo y esfuerzo. Se doctoró con una tesis sobre Las jarchas mozárabes y los comienzos de la lírica románica (1975) y ese mismo año fue nombrada directora del Centro de Estudios Literarios del Colegio de México.

    (6) El zéjel, según la Real Academia Española, viene del árabe hispánico zájal, que significa canción en dialecto, y este del árabe clásico zagal, algazara, alboroto gozoso. Dicen que el zéjel fue inventado por Avempace y que él lo perfeccionó. Lo que sí es cierto que Ibn Quzman nos dejó escrito: "Lo limpié de los nudos que lo afeaban…".Escrito en árabe, en Al-andalus, rápidamente se extendieron, llegando hasta Oriente:

    "Mi zéjel excelenteSe oye en Iraq.¡Que cosa más genial!.Otros versos no valenJunto a esta gracia".

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    www.virtual-spain.com/literatura_espanola-jarchas.htmlEn caché DeshacerDeshacerDeshacer

     

     

    Autor:

    Benedicto Cuervo Álvarez