Descargar

HMS Bounty: Una crónica acerca del valor y de la integridad del espíritu

Enviado por Felix Larocca


  1. HMS Bounty
  2. La importancia de esta reseña
  3. El Bounty
  4. Conclusión
  5. Bibliografía

Para nuestros seguidores y lectores fieles, la épica de los marineros del HMS Bounty, abandonados a su suerte por un grupo de amotinados, no les suena familiar. Quizás será, porque esta es una historia que importó a un grupo de hombres que eran súbditos de la corona de Inglaterra.

Sin embargo este relato constituye una lección en la capacidad obstinada de personas valientes en su determinación de llegar a un lejano destino sin agua, sin comida, y sin instrumentos de navegación.

Esta es la proeza que garantizó al Capitán William Bligh su lugar único en la historia como marinero excepcional; y que para siempre perdurará como inspiración a todos los navegantes de vocación.

edu.red

William Bligh

HMS Bounty

El Bounty era un barco mercante provisto de armamentos y cañones con una tripulación de 45 marineros abastecida por la Marina de Guerra de su Majestad el Rey de Inglaterra.

En diciembre 23 del 1787, el Bounty zarpó del puerto de Spithead hacia Tahití. Su misión, la de transportar un cargamento de árbol del pan, desde ese puerto, a las islas británicas conocidas como las West Indies, donde las matas serían transplantadas para producir comestible barato para servir de alimento a los esclavos que laboraban en las plantaciones de caña — para producir esa droga en demanda: el azúcar

El viaje estaba destinado a no concluir sin incidentes; ya que desde que el buque se hizo a la mar, una animosidad potencial se incubó entre el capitán William Bligh y el segundo oficial, Fletcher Christian.

Pero, todo permaneció sereno hasta que a su destinación la nave arribara.

Habiendo permanecido en Tahití, por el tiempo requerido para colmar sus despensas y acomodar los árboles en un vivero especial, el Bounty partió, esta vez, rumbo a su destinación final en el remoto Océano Atlántico.

El buque inició su retorno sin incidentes; pero, en la mañana del 28 de abril del 1789, Fletcher Christian y una parte de la tripulación se amotinaron, se apoderaron del navío y abandonaron al capitán y a 18 miembros leales de la tripulación, a su suerte en una lancha de 23 pies.

La razón para esta insubordinación temeraria fue, simple animosidad entre seres humanos, en competencia directa por el poder del control, como más adelante veremos.

Para los marineros abandonados a su suerte, la distancia enorme a la costa más cercana y la falta de agua, comida y de instrumentos para navegar, significaba muerte cierta — como así lo entendieran.

Determinado a no darse por vencido y desafiando tormentas inclementes, el sol abrumante y la carencia de comida; el capitán Bligh navegó la lancha, con 17 miembros de la tripulación, por los 5,789 Km. necesarios para atracar en el puerto holandés de la Isla de Timor.

En el Bounty, mientras tanto, los marineros amotinados se hicieron a la vela, pensando que sus víctimas nunca sobrevivirían, conduciendo el buque capturado a la isla remota de Pitcairn. Allí, acompañados de 6 hombres de origen polinesio y de 12 mujeres del mismo origen; pegarían fuego al barco, destruyendo toda evidencia de su fechoría. Estableciendo una colonia, que aún florece, en esa isla.

edu.red

La saga de esta odisea náutica ha sido objeto para la publicación de unos 250 libros, miles de artículos y cinco películas de orden mayor.

La importancia de esta reseña

Mientras el motín ocurría, en el año 1789, el mundo se sacudía bajo el impacto de eventos de la mayor importancia. La Constitución de los Estados Unidos de América fue ratificada. La Revolución Francesa concluyó. En Inglaterra el Rey George III cedió, con muchas reservaciones, a las presiones que le indujeron a autorizar más dinero para la exploración científica de este planeta por vía del uso eficiente de sus buques de guerra.

Años después, Charles Darwin zarparía en el HMS Beagle a cumplir su cita con la inmortalidad.

edu.red

HMS Beagle por Conrad Martens

Pero surcar los mares entonces, no era simple tarea.

Vida en los barcos que navegaban los mares bajo el pabellón inglés no era simple o complaciente. La mayoría de los marineros eran presionados a servir bajo coacción, no permitiéndoles libertad para abandonar las naves por años. El famoso autor británico, Dr. Samuel Johnson escribió en una ocasión: "Ningún hombre que no tuviese razón para estar en la cárcel se adheriría a la tripulación de un buque. Porque servir en una de estas naves es peor que estar en la penitenciaría… con el chance adicional de poder morir ahogado. Un hombre en la cautividad posee más espacio para vivir, goza de comida más apetitosa y aún de mejor compañía".

Para seres vacilantes, resultaría difícil no rendirse al destino y abandonar toda esperanza. Bligh, enfurecido, no abandonó por un momento su convicción de que sobreviviría lo imposible — como así lo hiciera.

Historia

William Bligh, el Capitán de la expedición, nació el 9 de septiembre del 1754. Su niñez fue poco interesante.

Como muchos jóvenes de su época, se interesó en la Marina de su Majestad, en la que adquirió el rango de oficial de carrera.

Como persona, su apariencia era la de hombre un poco corpulento, de corta estatura, con cabello negro, ojos azules y con complexión pálida. En la Marina Real, Bligh ganó una reputación de ser volátil en sus respuestas, con uso abundante de palabras obscenas si estaba encolerizado — lo que ocurría con mucha frecuencia. Como oficial, su carrera comenzó a los dieciséis años, teniendo que ascender a través de los rangos.

Cuando el famoso explorador James Cook partió en su tercer recorrido del Océano Pacífico en el HMS Resolution, Bligh fue el navegador. Durante el viaje, Bligh recibió mucho encomio de parte de Cook, asumiendo comando de la nave cuando este último sucumbió a manos de indígenas violentos.

 

Más adelante Bligh sirvió con distinción en varios conflictos navales que requirieran coraje y experiencia, ganando algún reconocimiento.

La razón del motín.

Cuando ambos se encontraran en el Bounty, Bligh y Fletcher Christian, su segundo en comando, recordaron que se habían conocido en tiempos pasados. Por esa razón, a menudo ambos cenaban juntos y departían socialmente. La enemistad surgió cuando Fletcher acusó a Bligh de desenfrenos en su administración de las despensas del buque y de severidad extrema en el castigo que impusiera a miembros de la tripulación.

Bligh, por su temperamento irascible, era poco popular entre sus subordinados, mientras que Fletcher era lo opuesto. Bastó un incidente de orden menor para que los seguidores de Fletcher, incitados por él, se amotinaran y depusieran al Capitán Bligh.

El Bounty

El barco carbonero Bethia fue reacondicionado, provisto de cuatro cañones y de diez torres giratorias para emplazar los obuses, designados para defensa, durante su viaje final. Para este recorrido, la nave recibió el nuevo nombre de HMS Bounty.

La tradición y el folklore marítimo consideran asunto de mal augurio el de cambiar el nombre a una embarcación.

Así fue en este caso.

El Capitán Bligh, en privado, consideró que la embarcación era inadecuada para el viaje que haría, pero, como buen lobo de mar, decidió acatar sus órdenes.

Bligh y Fletcher, ambos eran personas de mal genio y con inclinaciones narcisistas. Ambos cometieron errores costosos durante el viaje. Lo único que resta es que Fletcher faltó la disciplina y desobedeció el código naval con sus acciones, al incitar el amotinamiento.

Conclusión

La Indefensión Aprendida es el término con que, de modo desafortunado, conocemos en español el concepto que, en inglés, introdujera el psicólogo Martin Seligman, de Learned Helplessness (o indefensión aprendida).

Por ejemplo, los que sufren de Indefensión Aprendida son individuos que aparentan ser deprimidos, pero que en lugar de estarlo, se resignan con pasividad dócil a los eventos de la vida, sin tratar tan siquiera de desafiar el destino.

edu.red

No trabajan, no luchan, se doblegan — y, lo que es peor, no viven…

Las personas que aprenden a ajustar sus vidas a un sistema de respuestas que es dominado por la inacción y la indecisión, aprenden a preferir la actitud de pasividad a lo irresoluble, renunciando a buscar soluciones efectivas a sus conflictos y problemas.

A menudo, tratan de seducirnos al engaño de pretender que los esfuerzos superfluos que hacen, representan acciones válidas para contrarrestar su falta de ambición y deseo de superación individual o de crecimiento personal.

Una persona que aprendió a fingir dolor para evitar confrontaciones permanecerá indiferente cuando acción es necesaria, temiendo más al fallo que al tomar el riesgo. Por eso nunca se arriesgan y por eso siempre se aíslan, justificando sus deficiencias de coraje en la falta de soporte y de comprensión de los demás.

La persona que sufre de la Indefensión Aprendida es propensa a las depresiones y al abatimiento pasivo.

Ni Fletcher Christian ni William Bligh pueden ser culpados de haberse rendido a sus debilidades de carácter. No.

Pero, fue William Bligh y su epopeya heroica y audaz quienes la historia por siempre recordarán. A todos los demás, el juicio del tiempo ya los consignó al olvido.

Bligh luchó por lo que sintiera eran marcas del honor y la justicia. Confrontando todas las probabilidades adversas que, en su contra surgieran, para, al fin, lograr la victoria innegable con su espíritu indómito — lo que alcanzara, a pesar, de las enormes circunstancias adversas.

En la neurociencia moderna mucho encontramos para descifrar estas tendencias del arrojo personal, que, no en todos, se encuentran.

Bibliografía

  • Alexander, C: (2003) The Bounty Viking

  • Nordhoff, C: (1947) The Bounty Trilogy Back Bay

  • Konner, M: (2002) The Tangled Wing Owl

  • Potts, M: (1999) Ever Since Adam and Eve Cambridge

  • Larocca, F. E. F: (2007) Depresión en Niños y en Adolescentes en monografías.com

  • Larocca, F. E. F: (2007) Estrés y los Trastornos del Comer en monografías.com

  • Larocca, F. E. F: (2007) La Obesidad: Indefensión ¿Aprendida o Innata? en monografías.com

  • Larocca. F. E. F: (2007) Psychotherapy on the Road… to Nowhere en monografías.com

  • Larocca, F. E. F: (2007) Consideraciones Filosóficas I & II

  • Freud, S: (1914) On Narcissim (SE)

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca