- Resumen
- Introducción
- Las máscaras de la personalidad
- El laberinto de las ideas
- Los excluidos y el panóptico
- La sexualidad reprimida, el cuerpo desnudo y el rechazo del placer
- Post scriptum
- Material consultado
"Para soñar no hay que cerrar los ojos,
Hay que leer. La verdadera imagen es
conocimiento(…) Lo imaginario (…)
Es un fenómeno de biblioteca".
(FOUCAULT, 1964).
Resumen
Para analizar la vida y la obra de un ser que persiste a pesar de los años, que se niega a dejar de analizar y como un fantasma continúa siendo motivo de debates y de nuevas ideas, se requiere buscar pistas, datos no visibles al entendimiento humano, que quiso realmente decir el malinterpretado Michel Paul Foucault.
Introducción
Michel Paul Foucault es el teórico que hizo un trabajo filosófico, histórico y de psicología por treinta años, que abarca desde 1954 año en que se publica por primera vez "Enfermedad mental y personalidad", editada en México por editorial Paidós, hasta 1984, año de su fallecimiento y que publican los dos últimos tomos de la historia de la sexualidad.
En su prolífica vida, analizó las relaciones de dominación que se dan en la sociedad, fue un pensador que recreaba el conocimiento transformándolo en saber, a pesar de no ser valorado en su momento por las universidades que le dan cobijo, y en las que se sintió incómodo por su preferencia sexual, y tuvo que abandonar, de ésta manera, el sujeto, persona, (el ente), fue el centro de su reflexión.
En una primera etapa de su pensamiento, (de 1954 a 1969) se preguntó cómo la sociedad construye el concepto de sujeto, como tema de un discurso, de una razón, de un saber, el de las ciencias y la construcción del concepto de hombre. Para ello utilizó un método histórico diferente, la arqueología, el archivo, de "series" y "cuadro", es decir, interpretó documentos originales. Después, en una segunda etapa (de 1970 a 1975) cuestionó al sujeto normativizado por el poder, amarrado a discursos y prácticas de dominación y enajenantes y finalmente (de 1976 hasta 1984), analizó al sujeto sometido a su propia conciencia y su autoconocimiento, se preguntó sobre la sexualidad desde la antigüedad.
Las máscaras de la personalidad
Partió de las palabras y los conceptos sobre todo el de hombre, como invención de la modernidad, mediante un análisis del discurso histórico, filosófico y literario, descifra el saber. El saber es el primer momento de su obra, y señala: la locura no puede existir sin la razón. Esta etapa de su obra abarca de la "Historia de la locura en la época clásica" (1961) su tesis doctoral que escribe a partir de 1956, durante su estancia como agregado cultural (lector) en la Universidad de Uppsala, Suecia hasta 1958, dicho material ha sido publicado por el FCE en dos tomos, Eribon su biógrafo señala: "Todas los días se encamina a las diez a la Carolina, tras haber trabajado una hora con su secretario o secretaria: Jean-Christophe o Dani. Y permanece en la biblioteca hasta las tres o las cuatro de la tarde. Escribe páginas y más páginas. Por la noche, sigue escribiendo. Siempre con música. No hay noche que no escuche las Variaciones Goldberg, pues para él la música es Bach o Mozart. Escribe, reescribe sus cuartillas, las pasa en limpio cuidadosamente, las retoca sin cesar, a la izquierda, la pila de cuartillas que se han de repetir, a la derecha, el montón creciente de hojas retocadas…" (ERIBON, 1992:123). Por ello retoma al finalizar el primer capítulo de su tesis doctoral, la idea de Régnier, Satire XIV, vv. 7-10, "He tomado cien veces la linterna en la mano, buscando en pleno mediodía" (FOUCAULT, 1998:74).
Su obra, donde se cuestiona cómo se construyó la idea del sujeto como concepto teórico, dura hasta "La arqueología del saber" (1969), publicada por Editorial Siglo XXI. "En el fondo- escribía- no soy más que un historiador de las ideas. Pero, según se quiera, vergonzante o presentuoso. Un historiador de las ideas que ha querido renovar de arriba abajo su disciplina; que ha deseado sin duda darle ese rigor que tantas otras decripciones, bastante vecinas, han adquirido recientemente; pero que, incapaz de modificar en realidad esa vieja forma de análisis, incapaz de hacerle franquear el umbral de la cientificidad (…), declara, con falacia, que siempre ha hecho y querido hacer otra cosa. (…) No tendré derecho a sentirme tranquilo mientras no me haya liberado de la "historia de las ideas", mientras no haya mostrado en lo que se distingue el análisis arqueológico de sus descripciones" (FOUCAULT, 1995a: 229).
En Arqueología del saber, afirma también que "las fronteras de un libro nunca están claramente definidas", que se encuentra "atrapado en un sistema de referencias a otros libros, otros textos, otras frases: es un nodo dentro de una red, una red de referencias".
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