Debemos distinguir que los jóvenes no constituyen un grupo de personas en absoluto homogéneo. La diversidad interpersonal es elevada, producto de condicionantes históricos, culturales, educativos que van condicionando la identidad personal. Podemos afirmar que, en líneas generales, desde los modelos públicos se estima que son jóvenes aquellas personas comprendidas entre la franja de edad que abarca los quince a los veintinueve años por ser un grupo de personas que, aún teniendo la edad y la capacidad suficientes para vivir con autonomía e independencia respecto a la familia de origen, han debido postergar este hecho por la precariedad del mercado laboral que les obliga a prolongar el periodo de formación, en aras de una especialización cada vez mayor que les llevaría, supuestamente, a competir en mejores condiciones por un empleo (sobre todo una vez superadas la primera etapa entre los quince a los diecisiete o dieciocho años, en que se obtiene la mayoría de edad legal).
En consecuencia tal como se puede observar, la juventud resulta ser una etapa muy prolongada en el tiempo (unos quince años aproximadamente) y, además, en ella se suceden un buen número de acontecimientos vitales de muy diverso signo, que hacen muy diferentes las condiciones de vida de un joven de dieciséis años de las de uno de veintiséis (aun siendo considerados los dos como jóvenes). Por esta razón, es pertinente hablar de dos fases dentro de la juventud: la primera (la adolescencia) hasta los veinte o veintiún años y, la segunda, desde esa edad hasta el final que se haya establecido. Dentro de este contexto histórico evolutivo, nos preguntamos ¿Qué valores manejan hoy nuestros jóvenes? En primera instancia es bueno resaltar que los valores que manejan los jóvenes no son antagónicos ni muy diferentes con los que están instalados en la sociedad en que viven. En segunda instancia cabría preguntarse ¿Qué valores se manejan en la sociedad actual? Actualmente podríamos mencionar a mi parecer entre otros, valores como: el hedonismo, el individualismo, el relativismo, el culto al cuerpo, la sensibilidad ecológica, el eclecticismo axiológico, la ausencia de compromisos sociales, el presentismo, el consumismo, la incredulidad y desconfianza hacia los poderes públicos, etc. Como pueden apreciar, lo cierto es que los jóvenes son un fiel reflejo de la sociedad en la que han nacido y crecido. Puede decirse que no hay diferencias sustantivas entre la juventud y el resto de grupos de edad presentes en nuestras sociedades contemporáneas. Entonces nos preguntamos, si estos jóvenes, que son tan parecidos a la sociedad que les ha visto nacer, y si además son tan parecidos a los adultos que critican su comportamiento, ¿Por qué se les atribuye la tan repetida falta de valores?, ¿Por qué se habla de crisis de valores cuando se hace referencia a las características de la cultura juvenil?, ¿Por qué, entonces, se produce el conflicto generacional o la confrontación entre jóvenes y adultos, entre los hijos y sus padres? Creo yo que esta generación reproduce en parte y con sus variables adecuadas a la cultura vigente, los mismos valores que priman hoy en los que podríamos llamar significativamente hoy, "adultos". Generalmente y de forma reiterada, se considera que la juventud mantiene, por sistema, una postura de oposición (más o menos «violenta», según los casos, los contextos, las pautas culturales, etc.) con respecto a la generación o generaciones precedentes.
Esa confrontación se produce fundamentalmente en los entornos en los que se mueve el joven cotidianamente: la familia, sobre todo, o en el centro educativo. Sin embargo, ese conflicto cotidiano, según los especialistas en el tema, manifiestan que hay una resistencia explícita de los jóvenes frente al modelo cultural familiar y hacia las instituciones educativas, ya que no es más que el reflejo del que se produce a nivel general entre el mundo juvenil y el mundo adulto, relacionado con las características de la sociedad post-industrial, instaurada desde hace varias décadas. Para entender más estas instancias históricas, debemos recalcar que el mundo adulto hoy, vive en esa transición entre dos tipos de modelos sociales: el de la sociedad industrial y la sociedad de consumo. Por lo tanto, sus modelos ideológicos continúan articulados a la primera, mientras que sus actitudes y conductas se han adecuado a los requerimientos de la sociedad de consumo. Y aquí está la diferencia adulto-joven, en las que los primeros viven en una incoherencia entre los dos modelos, mientras que actualmente jóvenes han nacido y crecido plenamente instalados en la sociedad de consumo, por lo que tanto sus conductas como sus valores son coincidentes y están ligados, sin conflictos, a este último tipo de sistema social. Para terminar y comprender la cultura juvenil, diría que el conflicto se produce, cuando los adultos tratan de «medir» con sus parámetros ideológicos ligados a la sociedad industrial, los valores post-industriales de los jóvenes. Así, "comparan las actitudes y conductas de los jóvenes con sus caducos modelos ideales, y las discrepancias producen alarma" Tenemos que ser conscientes, familia y escuela, de que estamos ante un reto complejo y que probablemente nunca se alcanzará por completo en todos los rincones del planeta. Sin embargo, consideramos que supone un compromiso tanto profesional-docente como humano-familiar que debemos asumir los que tenemos en nuestras manos el futuro de las jóvenes generaciones.
La juventud es una etapa de la vida humana que ha adquirido una especial importancia en los tiempos contemporáneos. Las Naciones Unidas han definido la juventud como la edad que va de 15 a 25 años. Sin embargo una definición puramente cronológica se ha mostrado insuficiente. La juventud es un proceso relacionado con el período de educación en la vida de las personas y su ingreso al mundo del trabajo.
Pero profundizando aún más la idea de juventud pone acento en los procesos de construcción de la identidad.
El día mundial de la Juventud se celebra el 12 de agosto.
¿Qué entendemos por juventud?
Tanto mujeres como hombres jóvenes comparten las dificultades de la inversión laboral representadas por el paro juvenil y el precario mercado del trabajo. Sin embargo, la desigualdad se hace más patente en el caso de los jóvenes, ya que a la dificultad inserción a la actividad productiva, condición que en la mayoría de los casos se resuelve con un incremento de las discriminaciones laborales indirectas y mayores tasas de temporalidad y de parcialidad en los contratos femeninos.
Así pues el factor de edad biológica no implica una identidad de conformación de opiniones, actitudes y situaciones de las personas.
¿Se han producido cambios en el término "juventud"?
Si aceptamos, que la "juventud" es un proceso de transición por el cual se pasa de la dependencia completa, que caracteriza a la infancia, a la plena autonomía que es la propia de la vida adulta, hay que admitir que este proceso no siempre transcurre de igual forma.
Hace unos años, desde los quince años, o incluso antes, los chicos empezaban a trabajar en el campo como agricultores o jornaleros, en la fábrica como aprendices, o tal vez en un comercio u oficina. En el caso de las chicas la situación era, si cabe, más dura, ya que independientemente de la clase social a la que perteneciera, estaban prácticamente excluidas de la educación y pasaban de la dependencia del padre a la de su marido. Si, además, eran de clase modesta, desde niñas se incorporaban al servicio doméstico y debían ayudar en las tareas de la casa y en el cuidado de sus hermanas y/o hermanos.
Afortunadamente, desde el último cuarto de siglo esta situación ha cambiado bastante, existiendo más flexibilidad para elegir su futuro y nuevas dificultades propias de un nuevo contexto.
Este fenómeno, conocido como moratoria social o juventud prolongada, es típico de las "sociedades modernas". El período educativo, la dificultad para encontrar un puesto de trabajo, la edad de contraer matrimonio, edad para independizarse, etc., todo ello obliga a que se dilate el tiempo de estancia en el hogar familiar. Una definición ampliamente aceptada es aquella que considera jóvenes a todas las personas comprendidas entre 16 y 30 años, período en el que se desarrolla un proceso intenso de maduración física y sexual, donde se consolidan los rasgos fundamentales de la personalidad y la estructura de valores y creencias acerca del mundo. Además, es precisamente durante esta etapa cuando tiene lugar el período fundamental de la cualificación y preparación para el desempeño ocupacional, y con él la asunción de nuevos roles sociales.
Uno de los rasgos más distintivos de la actual juventud es su heterogeneidad, y la velocidad de cambios.
La frase del sentido común "los jóvenes no son como los de antes" tiene una gran validez.
Los jóvenes van construyendo identidades sucesivas de generación en generación, de subgrupo, de cultura en cultura, de contexto social en contexto social.
Sin embargo, una característica concreta separa y distingue: la pobreza. Los adolescentes y jóvenes sobrellevan una doble exclusión: Su juventud y su pobreza que los hacen más vulnerables. Ser joven, pobre peligroso se transforma en una identidad social.
En las definiciones de juventud intervienen dimensiones de tipo biológico, especialmente a nivel de las políticas públicas, no existe una definición uniforme de juventud. En las políticas de salud, jóvenes prácticamente sinónimo de adolescente.
La juventud , entendida como aquella parte de la población que se encuentra entre los 14 y los 26 años , es siempre algo interesante de observar para tratar de comprender qué la motiva, en qué anda , que prefiere , que usa , etc. , de ella , en parte , depende la sociedad del futuro , y también su fisonomía da cuenta de en qué anduvieron las generaciones adultas durante las cuales se formaron ; la idea de crisis asociada a la juventud no me parece acertada , cuando la juventud en general vive una crisis esta no tiene su origen en ella sino en la sociedad y en la cultura que la han formado , preferible es usar las nociones de intensidad y energía , curiosidad y deseo de experimentar las cosas.
Tradicionalmente la juventud se ha abordado y delimitado en términos de edad biológica. Sin embargo, el concepto de juventud, las generalizaciones resultan particularmente equívocas, porque no podemos englobar en un marco único la multiplicidad de situaciones e intereses existentes, y en algunos casos este colectivo solo tiene en común la edad.
Las Naciones Unidas definen a la juventud como la población comprendida entre los 14 y 25 años, "un momento muy especial de transición entre la infancia y la edad adulta, en el que se procesa la construcción de identidades y la incorporación a la vida social más amplia.
¿Quiénes son los jóvenes?
En general, cuando nos dirigimos a los demás, los tratamos como si fueran nuestra proyección o nuestros "dobles". Al dirigirnos a los jóvenes, podemos tal vez dirigirnos a nuestros recuerdos juveniles, a nuestro pasado joven, a nuestras nostalgias o melancolías, cuando no a nuestros deseos de lo que pudimos ser y no fuimos. La vida real de los jóvenes de hoy esta en otro lugar diferente del que buscamos. Su vida es de ellos, y nos resulta difícil de interpretar en nuestros esquemas habituales. Afortunadamente. Porque de esa manera tenemos que detenernos ante ellos como lo que son: "otros", personas que significan al Otro, al misterio más grande, a la vez más cercano y más lejano- que vive también en este misterio de lo desconocido e ininterpretable y que sin embargo se nos revela en esos mismos rostros en que se nos oculta.
De ahí la necesidad de recordarnos continuamente que los jóvenes no son objetos de adoctrinamiento, para encuadrar y numerar para "nuestras filas", sino sujetos que han recibido una vida a la que debemos acercarnos como Moisés ante la zarza ardiendo, descalzos de los prejuicios e interpretaciones que sirven para tranquilizarnos. Entonces escucharemos la palabra que nos quieran dirigir cuando sientan que los acompañamos en verdad.
Tampoco podemos considerar a los jóvenes como un grupo más o menos uniforme. Un grupo joven de un determinado entorno geográfico, está formado por múltiples subgrupos, tan diferentes de nivel de vida, estudios, estilos, etc., que parece poder afirmarse que lo único en común es la edad. Por ello cualquier generalización es peligrosa, cualquier proyecto es arriesgado, cualquier iniciativa es relativa.
No sólo son "extraños" u "otros" con respecto a los adultos, sino que son también "extraños" entre ellos mismos. Y en consecuencia tienen experiencias de vida diferentes que expresan a través de lenguajes y modos culturales variadísimos. Son diferentes los jóvenes rurales de los urbanos, aunque se haya dado un acercamiento entre estos grupos; son diferentes los jóvenes urbanos de los centros de las ciudades de los de los barrios periféricos, diferentes los que han tenido largos procesos educativos de aquellos que han realizado estudios técnicos más breves, o los que transportan sobre sus espaldas el fardo del fracaso escolar. Los de familia estructurada de los de familia desestructurada; los que se han criado en la calle de los que no la han conocido, los superdeportistas de los amantes de las discotecas, etc.
Son muchos los modos, estilos y dimensiones de sus existencias. Acompañarlos, aunque no sea sino en un pequeño tramo de su recorrido, exige, para los adultos un desprendimiento que sólo es posible si logramos engendrar en nosotros actitudes profundamente evangélicas; necesitamos forjar la humildad y la encarnación.
Juventud actual
El muchacho joven, por un sentido simplemente natural, aspira con facilidad a los más grandes y nobles ideales. Por eso en todo movimiento renovador o en todo movimiento revolucionario, e incluso de ideas equivocadas, la juventud siempre tiene una participación mayor. Por razones biológicas y por razones sociales; cuando la gente es mayor no se puede comprometer de la misma manera a la hora de ir a poner unas bombas, en el caso malo digamos, o de hacer una propaganda o de enfrentarse en el campo de batalla; pues normalmente no son los mayores con sus achaques los que lo hacen, sino que son los jóvenes; y así, todas las revoluciones, las cruzadas, las grandes batallas y empresas las ha protagonizado casi siempre el elemento joven dirigido casi siempre por alguien más veterano porque eso es importante, pero a veces por gente muy joven.
Ahora bien, por el contrario. También el joven tiene unas dificultades de falta de perseverancia, de falta de recursos, de falta de medios, de estructura psíquica más inestable, más frágil que la de una persona adulta, como es natural. Y aquí es donde quiere incidir el enemigo de nuestra Civilización, el enemigo de nuestra Cultura, el enemigo de nuestra Religión y de nuestra Patria, para orientar a la juventud de manera equivocada.
Bibliografía.
Bueno este trabajo lo saqué de algunos libros de academias, también de charlas que tuve con psicólogos y profesores.
Biografía del autor del trabajo.
Bueno mi nombre es Rocío Marisol Benites Chuman, nací en Lima en el distrito del Rímac, tengo 17 años, acabo de terminar el año pasado la secundaria, luego estuve en la academia TRILCE y por el momento estoy estudiando la carrera de estomatología en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega en Lima-Perú, recién estoy cursando el primer ciclo.
Bueno me gustaría mucho que este trabajo sea tomado en cuenta por su página de monografías, no sólo porque me tomó días y horas en hacerlo, sino porque contiene definiciones concretas de lo que es la juventud, ya que estoy en dicha etapa, me gustaría de que sea un gran aprendizaje para otras personas y para que tengan conocimiento de que es la juventud.
Fecha:
Este trabajo fue hecho en Lima, Perú el 10,11y 16 de Noviembre del 2007.
Rocío Marisol Benites Chuman
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